1. Humanidades médicas Educación médica Luis M. Iruela
Psiquiatra. Hospital Puerta de Hierro. Madrid
Cine y empatía
No sólo es necesario estimular la presencia
de la empatía, también es necesario ejercitar su control
Un requisito necesario para la actividad clínica es saber distinguir
la enfermedad del enfermo. Y esto sólo es posible si somos capaces de
entender al paciente. Entender a alguien supone captar sus emociones,
sus sentimientos y los motivos de su conducta. En definitiva, ver el mundo
con sus ojos. Justamente lo que la empatía logra.
Referentes cinematográficos
Blade Runner, un
D ouglas Sirk, director de algunos de los más fulgu-
rantes melodramas de la década de los cincuenta,
afirmaba que el cine es, ante todo, emoción. Esta co-
clásico de la ciencia nexión inmediata entre el lenguaje de las imágenes y el
ficción mundo de los afectos convierte a aquél en una poderosa
Ridley Scott dirigió herramienta con la que puede el espectador aceptar
esta película de ciencia emocionalmente el punto de vista de cada uno de los
personajes de una película, es decir, lo convierte en un
ficción, estrenada en
camino real para el ejercicio de la empatía, condición
1982 y basada, aunque imprescindible esta última para la dotación profesional
lejanamente, en la de todo médico clínico en nuestra sociedad del siglo
novela de Philip K. Dick XXI.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, que con el tiempo
Pero, además, tiene el cine la virtud de transmitir
ideas (“una imagen también puede ser una idea” -decía
se ha convertido en un clásico de la ciencia ficción. El guión fue
Paul Schrader) y de plantear problemas teóricos con
escrito por Hampton Fancher y David Peoples y su reparto incluye cierta oportunidad de manera accesible y atractiva para
a Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos, el gran público. Emoción y pensamiento son las dos po-
M. Emmet Walsh, Daryl Hannah, William Sanderson, Brion James, tencias del cine que hacen de él un vehículo adecuado
para acometer algunas tareas intelectuales como la
Joe Turkel y Joanna Cassidy. El diseñador principal fue Syd Mead y
educación médica o la reflexión sobre los grandes temas
la música original fue compuesta por Vangelis. de la medicina que socialmente preocupan en el tiempo
actual.
2. “La capacidad de ponerse en el lugar del otro, la de compartir La imagen, de Tino Soriano
En el servicio de urgencias del hospital Vall
una idéntica pasión y la de vivir sufrimientos y alegrías que nos
d’Hebrón de Barcelona, la enfermera Mar Royo
son, en principio, ajenas. Todo ello es empatía”.
atiende a Paulo, un brasileño que ha sido
agredido por una banda de skinheads
y atropellado por un vehículo en su huída.
Blade Runner ciertas situaciones. Por el contrario, aquellos otros seres
creados por la ingeniería genética (llamados replicantes
Dirigida por Ridley Scott en 1982, la película Blade en la película) no podrían conseguirlo ni simularlo si-
Runner ofrece un buen ejemplo de lo dicho anterior- quiera.
mente. En ella, pensamiento y emoción se unen para re- ¿Qué es lo específicamente humano? Esta es la gran
novar, en un ambiente futurista, una vieja cuestión de la pregunta que el largometraje plantea. Y a la que respon-
antropología romántica, la relativa a la distinción entre de con algún atrevimiento: aquello cuya carencia impide
el hombre natural y el creado por la ciencia. nuestra condición humana no es la razón ni el lenguaje
En el filme, la diferencia se establece por medio de la sino la empatía.
aplicación de un “test de empatía”, que recibe el nom-
bre imaginario de “Prueba de Voight-Kampff” y que está ¿Qué es empatía?
directamente basado en el experimento de la asociación
de palabras de Carl Gustav Jung. Se debe a Theodor Lipps la formulación clásica del
En esencia, el test consiste en someter al examinando concepto empatía. Así, el término “Einfühlung” (“sen-
a una batería de estímulos verbales de variada resonan- tir en”) apareció por vez primera en su obra Estética
cia psicológica, mientras se estudia en él la aparición (1907), donde era definido como un proceso de imita-
o no de una reacción vegetativa determinada (en este ción interna, de naturaleza involuntaria, por el que un
caso, la modificación del diámetro de la pupila) que, a sujeto se identifica con la existencia de otro cuerpo a
su vez, revele la presencia de una emoción profunda través del sentimiento.
desencadenada por un estímulo concreto. Es de notar que la visión de Lipps de la empatía era
Sólo los seres humanos genuinos serían capaces de estética, ya que, según él, el proceso de identidad aludi-
experimentar un movimiento interior de empatía ante do tendría lugar, sobre todo, entre un sujeto y un obje-
3. to, y no sólo entre dos seres humanos. Años más tarde, Formación en empatía
Vernon Lee lo expresaría de esta elegante manera: “El
placer del arte es un goce de nuestra propia actividad La emoción puede aprenderse. De hecho es la gran
en un objeto” (Lo bello, 1913). Recuérdese, a este res- experiencia que adquirimos en la infancia. Así, todos
pecto, el instante de unión que ocurre entre la obra de somos conscientes del influjo educativo del ambiente
arte admirada y quien la admira. familiar en el desarrollo personal y en la formación del
En resumen, para Lipps la empatía vendría a ser carácter.
una condición estética porque dota al individuo de un Un requisito necesario para la actividad clínica es saber
acceso instantáneo a la belleza. Edmund Husserl, sin distinguir la enfermedad del enfermo, o sea, diferenciar el
embargo, lograría una versión mucho más depurada del proceso morboso del ser humano que lo sufre. Y esto sólo
concepto al entenderlo como aquella forma general en es posible si somos capaces de entender al paciente. En-
que todo hombre reconoce al otro. Siguiendo esta mis- tender a alguien supone captar sus emociones, sus senti-
ma línea, su discípula Edith Stein, en su tesis doctoral mientos y los motivos de su conducta. En definitiva, ver el
Sobre el problema de la empatía (1916), la describe mundo con sus ojos. Justamente lo que la empatía logra.
como un modo ciego de conocimiento que alcanza la La emoción, es cierto, no implica por fuerza que la
existencia del otro sin poseerlo. comprensión se alcance, pero es el primer paso nece-
Si se admite este enfoque es, entonces, preciso distin- sario para hacerlo; el camino que lleva a esa emoción a
guir la empatía de lo que Dilthey llamaba comprensión convertirse en idea, en reflexión, en pensamiento. De la
(Verstehen). Comprender es una función intelectual, un empatía al conocimiento, éste sería el trayecto acertado.
darse cuenta de los contenidos de la experiencia para Ver cine es comprender a través de los afectos y acer-
situarlos después en su contexto. Supone, por tanto, un carnos a los demás por medio de la sutura. Ver cine en
trabajo reflexivo que no puede ser reducido a una efu- público nos hace compartir en la sala los mismos senti-
sión especial del sentimiento. mientos por unos personajes. Ver cine, en suma, es en-
En otras palabras, la comprensión sería una labor trenar la empatía, afinarla para detectar en la vida real
racional en tanto que la empatía responde, más bien, a la presencia emocional de los otros.
una emoción anterior al pensamiento con la que cada Por ello, esta potencia de imágenes compartidas po-
uno de nosotros tiende a perderse a sí mismo en los dría constituirse en un aula abierta que nos sirva a los
demás, Esto último implica la capacidad de ponerse en médicos para distinguir la biología de la persona o, lo
el lugar del otro, la de compartir una idéntica pasión y que es lo mismo, la enfermedad del enfermo, y contri-
la de vivir sufrimientos y alegrías que nos son, en princi- buir de este modo a una práctica más científica y más
pio, ajenas. Todo ello es empatía. satisfactoria.
Sutura Medicina orientada al paciente
Cuando alguien ve una película deja en suspenso su jui- Se trataría, por tanto, de recuperar la enseñanza de una
cio de realidad y acepta lo que la pantalla le muestra de medicina orientada al paciente, considerando a éste un
un modo natural. La mirada de la cámara se convierte individuo y no sólo una abstracción. El cine facilita esa
en su propia mirada aunque los movimientos de aquélla formación, nos ayuda a agudizar nuestra capacidad de
cambien con brusquedad de escena o de personaje. Na- observación y nos dispone hacia una presencia de áni-
da extraña al espectador, que no se pregunta por qué se mo cercano a la comprensión.
han dispuesto así las imágenes o por qué se cuenta de Sin embargo, también la empatía contiene sus trampas, la
esta manera la historia, antes bien, tiende a adoptar el mayor de las cuales sería la falta de, al menos, una delgada
punto de vista del narrador sin poner condición alguna. distancia con el sufrimiento del otro. La suficiente para man-
El resultado es que va adquiriendo, a través de un pro- tener una claridad necesaria de juicio que permita poderle
ceso mental de imitación, las distintas visiones del mun- ayudar. En la inclinación compasiva del médico acecha un
do que los personajes muestran. Se trata de un fenómeno riesgo seguro, el de que la identidad del paciente y la suya
psicológico llamado “sutura”, descrito por el psicoanálisis puedan llegarse a confundir. Por esa razón, se hace preciso
de Lacan y empleado después por cierta crítica cinema- educar la empatía, no sólo para estimular su presencia, sino
tográfica, inspirada en la semiótica, para explicar cómo también para ejercitar su contención y control.
se generan los significados de un film en quien lo ve. Algunos autores piensan que es precisamente la simpa-
La palabra sutura, una metáfora tomada del mundo tía (una forma atenuada de emoción empática) la actitud
médico, señala que permanece el espectador “cosido” afectiva correcta del médico ante el enfermo, ya que de
a la trama de imágenes sin poderse desprender de ella esta manera quedarían preservadas las identidades de
ni evitarla. Esto condiciona su forma de ver la película. ambos. Esto supondría, sin duda, un cambio en la rela-
La sutura permite al cine despertar emoción. Y es, en ción terapéutica, el que va de “sentir con el otro” a “sen-
realidad, el mecanismo por el que una cinta conmueve tir por el otro”. Sin embargo, el desgaste emocional del
al espectador. No es difícil percibir, entonces, su intensa médico sería menor y aumentaría además su tiempo para
relación con la empatía. centrarse en los aspectos técnicos de la enfermedad.
En ese sentido, tiene el cine el poder de crear senti- Sea como fuere, en su forma plena -o mejor en su forma
mientos comunes en el público de una misma proyec- contenida-, no deberíamos olvidar la importancia de la em-
ción, Este es, precisamente, el motivo de su uso político patía en la práctica diaria. Sobre todo, si recordamos que
y mercantil. Ahora bien, sería más importante aplicar tiene por objeto la medicina el alivio del mal, y que este
ese poder colectivo a una tarea de verdadero interés último sería, en palabras de Gilbert –uno de los psicólogos
médico como lo es la enseñanza de la empatía. de los juicios de Nuremberg-, “la ausencia de empatía”. J