En la Edad de Piedra, la humanidad se encuentra a merced del entorno y es aquí que comienza a utilizar el fuego. Con el tiempo el tallado de la piedra fue perfeccionándose. Ante la escasez de recursos, se comenzó a domesticar animales y a cultivar plantas. El desarrollo de la agricultura vino de la mano de la fabricación cerámica y de las técnicas del hilado, el huso y el telar. Alrededor del 5000 AC. Paralelamente se diversificaron los materiales entre otras cosas para la construcción de viviendas y embarcaciones. De los inventos y descubrimientos de ese entonces vale destacar la palanca, por ser elemental y útil, pues permite ahorrar fuerza. De la rueda se tienen los primeros registros de su existencia son del 3000 AC en la cultura mesopotámica. La fuente de energía empleada procedía de la fuerza muscular del ser humano. Producto de ello se popularizó la esclavitud. Esto hasta la invención del arado y la utilización de bueyes. De este modo, la energía humana fue sustituida por la de los animales de tiro y, posteriormente, por las energías hidráulica y eólica. Cabe mencionar la invención de la brújula, que permitió ensanchar los horizontes de la navegación. De igual importancia, esta vez en el ámbito de la cultura, es la invención de la imprenta que permitió reproducir, mecánicamente, tantas copias de un texto como se necesitara. En el siglo XVIII se produjo la invención de la máquina a vapor, cuya energía era generada por calor. Es un puente hacia la tecnología contemporánea.