2. Se cuenta que en el siglo pasado, un
turista que visitaba la ciudad de El
Cairo (Egipto) quiso conocer a un
famoso sabio que allí vivía.
El turista fue a visitarle a su casa y se
sorprendió al ver la sencillez y
simplicidad en la que vivía.
3. - ¿Dónde están sus muebles? -preguntó
el turista.
- ¿Y los suyos? -respondió rápidamente
el anciano.
- ¿Los míos? ¡Pero si yo estoy aquí
solamente de paso!
4. - Yo también -concluyó el sabio-. La vida
en la tierra es solamente temporal, sin
embargo, algunos viven como si fueran a
quedarse aquí eternamente y se olvidan
de ser felices.
“El valor de las cosas no está en el
tiempo que duran, sino en la intensidad
con que suceden. Por eso existen
momentos inolvidables, cosas
inexplicables y personas incomparables.”
“Antes de irte, recuerda que, al final, lo
importante no es...
5. Lo importante no es el modelo de coche
que tuviste, sino a cuánta gente
llevaste en él.
Lo importante no es lo grande que fue
tu casa, sino a cuánta gente recibiste en
ella.
Lo importante no es la ropa que usaste,
sino a cuánta gente ayudaste a vestirse.
Lo importante no es tu titulación
académica, sino si usaste bien tus
capacidades.
6. Lo importante no es a cuánto ascendió
tu sueldo, sino si eras merecedor de él.
Lo importante no es cuántos amigos
tenías, sino cuánta gente te
consideraba su amigo.
Lo importante no es en qué vecindario
vivías, sino cómo tratabas a tus
vecinos.
Y lo importante tampoco fue el color de
tu piel, sino la pureza de tu interior.”