2. Las células tienen memoria y el corazón carga un
código energético especial, que nos conecta con
los demás seres humanos y con el mundo que
nos rodea.
3. Todo organismo, por muy unicelular que
sea, recuerda como realizar sus funciones
básicas memoria de la función.
4. Si una célula puede recordar, es bien probable
que muchas células juntas pudieran tener
memorias más complejas y elaboradas.
5. Las células del corazón son las únicas células
rítmicas. Ellas se mantienen vivas incluso cuando
están fuera del cuerpo, y cuando son colocadas
cerca de otras células del corazón, se comunican
entre sí y entran juntas en un latido rítmico.
6. Es por estas razones que, al mantenerse vivas este
tipo de células, es posible que en un trasplante de
corazón no solo se trasplante un órgano sino que
también emociones, memorias y gustos.
7. Se han elaborado gran cantidad de estudios
sobre el tema y China está muy avanzada en la
investigación.
Paul Pearsall es uno de los especialistas más
reconocidos sobre el tema y ha escrito gran
cantidad de libros tratándolo.
8. El simple hecho de que las células tengan
memoria no solo significa que adoptaremos los
intereses, gestos, gustos y caracteres de la
persona que nos trasplante un órgano. También
tiene distintos efectos sobre nosotros y en
nuestro día a día, es posible llegar a sentir una
emoción al realizar un gesto con el cuerpo
porque en un pasado el gesto aparecía después
de la emoción y por lo tanto se han relacionado
los significados.