Disposición para mejorar la religiosidad según NNN
Adviento - Celebrareis si...
1. ADVIENTO
CICLO B
CELEBRAREIS SI…
¡Dichosos los que escuchan la Palabra,
que el Espíritu sigue recordando hoy a su Iglesia:
“Yo soy el Alfa y la Omega,
el Primero y el Último,
el principio y el fin”.
Mira, pronto vendré y pondré mi morada entre ellos,
y los vencedores llevarán mi nombre en sus frentes.
Y ya no habrá muerte ni llanto
ni gritos ni fatigas,
porque el mundo viejo ya ha pasado.
El Espíritu y la Esposa
dicen: “¡Ven!”
Y el que da testimonio de esto dice:
“Sí, yo vengo pronto”.
Amén.
¡Ven, Señor Jesús!
2. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
INDICE
Introducción
Formación y reflexión para el catequista
Teología y espiritualidad del Adviento
Reflexión personal del Adviento
10 claves para vivir el Adviento como tiempo nuevo
Un alto en el camino en medio del Adviento
La corona de Adviento
Propuestas para los Domingos de Adviento
1º Domingo de adviento
2º Domingo de adviento
3º Domingo de adviento
4º Domingo de adviento
El Adviento en nuestro Centro San Juan de Dios (catequesis)
1º Domingo de adviento:
“Celebraréis si… vigiláis” → imagen: castillo
2º Domingo de adviento:
“Celebraréis si… estáis preparados” → imagen: río
Inmaculada:
“Celebraréis si… tenéis esperanza” → imagen: casas
3º Domingo de adviento:
“Celebraréis si… os alegráis” → imagen: camino
4º Domingo de adviento:
“Celebraréis si… confiáis” → imagen: cuna vacía
1
Celebramos el Adviento desde los valores (A. Psicogeriatría)
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
3. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
INTRODUCCIÓN
El camino de Adviento es un recorrido por las esperanzas de la
humanidad, buscando salvación. Hacemos nuestro el grito-plegaria de
las primeras comunidades cristianas. Expresa la urgencia, el deseo de
su presencia para dar plenitud a lo creado, expresa, también, el deseo
más “casero” de ofrecerle sitio en nuestra vida, invocarle para dar
esperanza y sentido a nuestro vivir comunitario y personal.
La palabra Adviento, «venida», nos habla de un principio, la llegada en
la carne de nuestro Salvador, y de un final, la segunda venida del Señor
para concluir la historia de la
salvación y comenzar esa época
definitiva, más allá de nuestra
medida del tiempo, en que Dios
será todo en todos. Entre estas dos
venidas se desarrolla el tiempo de
la Iglesia como un constante
Adviento de Jesucristo por medio
de la acción del Espíritu Santo:
llega el Señor a sus fieles a través
de su Palabra, se hace presente a
su Iglesia para actuar en sus
sacramentos, toca a nuestras
puertas como hermano necesitado
que invoca nuestra solidaridad.
El Señor, pues, vino, viene y
vendrá; y la Iglesia, para cultivar
las dimensiones morales de
vigilancia y acogida ante estas
ocasiones de encuentro con
Jesucristo, ha ido desarrollando
este tiempo litúrgico que en su primera parte corona el Tiempo
Ordinario al anunciar la última y definitiva aparición de Cristo al final
de los tiempos, y en su segunda parte prepara la conmemoración del
nacimiento del Señor.
Las expresiones de esperanza que repetimos continuamente, como
«Venga a nosotros tu reino» o «Ven, Señor Jesús», han de ser dichas con
mayor énfasis y conciencia en este tiempo de gozosa expectación, de
modo que el recuerdo de esta vivencia impregne el resto del año y 2
estimule las actitudes de vigilancia y atención hacia el Señor y el
prójimo que son esenciales para la vida cristiana.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
4. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
FORMACIÓN Y REFLEXIÓN PARA EL CATEQUISTA
"Si vienes, por ejemplo,
a las cuatro de la tarde,
comenzaré a ser feliz desde las tres.
Cuanto más avance la hora,
más feliz me sentiré."
"El principito" A. de Saint-Exupéry
TEOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD del Adviento
A la luz de la liturgia de la Iglesia y de sus contenidos podemos resumir
algunas líneas del pensamiento teológico y de la vivencia existencial de
este tiempo de gracia.
1. Adviento, tiempo de Cristo: la doble venida
La teología litúrgica del Adviento se mueve, en las dos líneas
enunciadas por el Calendario romano: la espera de la Parusía, revivida
con los textos mesiánicos escatológicos del AT y la perspectiva de
Navidad que renueva la memoria de alguna de estas promesas ya
cumplidas aunque si bien no definitivamente.
El tema de la espera es vivido en la Iglesia con la misma oración que
resonaba en la asamblea cristiana primitiva: el Marana-tha (Ven Señor)
o el Maran-athá (el Señor viene) de los textos de Pablo (1 Cor 16,22) y
del Apocalipsis (Ap 22,20), que se encuentra también en la Didaché, y
hoy en una de las aclamaciones de la oración eucarística. Todo el
Adviento resuena como un "Marana-thá" en las diferentes modulaciones
que esta oración adquiere en las preces de la Iglesia.
La palabra del Antiguo Testamento invita a repetir en la vida la espera
de los justos que aguardaban al Mesías; la certeza de la venida de
Cristo en la carne estimula a renovar la espera de la última aparición
gloriosa en la que las promesas mesiánicas tendrán total cumplimiento
ya que hasta hoy se han cumplido sólo parcialmente. El primer prefacio
de Adviento canta espléndidamente esta compleja, pero verdadera 3
realidad de la vida cristiana.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
5. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
El tema de la espera del Mesías y la conmemoración de la preparación a
este acontecimiento salvífico toma pronto su auge en los días feriales
que preceden a la Navidad. La Iglesia se siente sumergida en la lectura
profética de los oráculos mesiánicos. Hace memoria de nuestros Padres
en la Fe, patrísticas y profetas, escucha a Isaías, recuerda el pequeño
núcleo de los anawim de Yahvé que está allí para esperarle: Zacarías,
Isabel, Juan, José, María.
El Adviento resulta así como una intensa y concreta celebración de la
larga espera en la historia de la salvación, como el descubrimiento del
misterio de Cristo presente en cada página del AT, del Génesis hasta los
últimos libros Sapienciales. Es vivir la historia pasada vuelta y
orientada hacia el Cristo escondido en el AT que sugiere la lectura de
nuestra historia como una presencia y una espera de Cristo que viene.
En el hoy de la Iglesia, Adviento es como un redescubrir la centralidad
de Cristo en la historia de la salvación. Se recuerdan sus títulos
mesiánicos a través de las lecturas bíblicas y las antífonas: Mesías,
Libertador, Salvador, Esperado de las naciones, Anunciado por los
profetas... En sus títulos y funciones Cristo, revelado por el Padre, se
convierte en el personaje central, la clave del arco de una historia, de la
historia de la salvación.
2. Adviento, tiempo del Espíritu: el Precursor y los precursores
Adviento es tiempo del Espíritu Santo. El verdadero "Prodromos",
Precursor de Cristo en su primera venida es el Espíritu Santo; él es ya
el Precursor de la segunda venida. El ha hablado por medio de los
profetas, ha inspirado los oráculos mesiánicos, ha anticipado con sus
primicias de alegría la venida de Cristo en sus protagonistas como
Zacarías, Isabel, Juan, María; el Evangelio de Lucas lo demuestra en su
primer capítulo, cuando todo parece un anticipado Pentecostés para los
últimos del AT, en la profecía y en la alabanza del Benedictus y del
Magnificat. Y en la espera del nuevo adviento la Iglesia pronuncia su
"Ven Señor", como Esposa, guiada por el Espíritu Santo (Ap 22,20).
El protagonismo del Espíritu se transmite a sus órganos vivos que son
los hombres y mujeres carismáticos del AT que ya enlazan la Antigua
Alianza con la Nueva.
En esta luz debemos recordar "los precursores" del Mesías, sin olvidar
al "Precursor", que es el Espíritu Santo del Adviento.
3. Adviento tiempo por excelencia de María, la Virgen de la espera 4
Es el tiempo mariano por excelencia del Año litúrgico. Lo ha expresado
con toda autoridad Pablo VI en la Marialis Cultus, nn. 3-4.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
6. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Históricamente la memoria de María en la liturgia ha surgido con la
lectura del Evangelio de la Anunciación antes de Navidad en el que con
razón ha sido llamado el domingo mariano prenatalicio.
Hoy el Adviento ha recuperado de lleno este sentido con una serie de
elementos marianos de la liturgia, que podemos sintetizar de la
siguiente manera:
Desde los primeros días del Adviento hay elementos que
recuerdan la espera y la acogida del misterio de Cristo por parte
de la Virgen de Nazaret.
La solemnidad de la Inmaculada Concepción se celebra como
"preparación radical a la venida del Salvador y feliz principio de la
Iglesia sin mancha ni arruga (Marialis Cultus 3).
En las ferias del 17 al 24 el protagonismo litúrgico de la Virgen es
muy característico en las lecturas bíblicas, en el tercer prefacio de
Adviento que recuerda la espera de la Madre, en algunas
oraciones, como la del 20 de diciembre que nos trae un antiguo
texto del Rótulo de Ravena o en la oración sobre las ofrendas del
IV domingo que es una epíclesis significativa que une el misterio
eucarístico con el misterio de Navidad en un paralelismo entre
María y la Iglesia en la obra del único Espíritu.
En una hermosa síntesis de títulos. I. Calabuig presenta en estas
pinceladas la figura de la Virgen del Adviento:
Es la "llena de gracia", la "bendita entre las mujeres", la "Virgen",
la "Esposa de Jesús", la "sierva del Señor".
Es la mujer nueva, la nueva Eva que restablece y recapitula en el
designio de Dios por la obediencia de la fe el misterio de la
salvación.
Es la Hija de Sion, la que representa el Antiguo y el Nuevo Israel.
Es la Virgen del Fiat, la Virgen fecunda. Es la Virgen de la
escucha y de la acogida.
En su ejemplaridad hacia la Iglesia, María es plenamente la Virgen del
Adviento en la doble dimensión que tiene siempre en la liturgia su
memoria: presencia y ejemplaridad. Presencia litúrgica en la palabra y
en la oración, para una memoria grata de Aquélla que ha transformado
la espera en presencia, la promesa en don. Memoria de ejemplaridad 5
para una Iglesia que quiere vivir como María la nueva presencia de
Cristo, con el Adviento y la Navidad en el mundo de hoy.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
7. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
En la feliz subordinación de María a Cristo y en la necesaria unión con
el misterio de la Iglesia, Adviento es el tiempo de la Hija de Sión, Virgen
de la espera que en el "Fiat" anticipa el Marana thá de la Esposa; como
Madre del Verbo Encarnado, humanidad cómplice de Dios, ha hecho
posible su ingreso definitivo, en el mundo y en la historia del hombre.
4. Adviento, tiempo de la Iglesia misionera y peregrina
La liturgia con su realismo y sus contenidos pone a la Iglesia en un
tiempo de características expresiones espirituales: la espera, la
esperanza, la oración por la salvación universal.
Se corre el riesgo de percibir el Adviento como un tiempo un tanto
ficticio. La tentación y la superación son propuestas así por A. Nocent:
"Preparándonos a la fiesta de Navidad, nosotros pensamos en los justos
del AT que han esperado la primera venida del Mesías. Leemos los
oráculos de sus profetas, cantamos sus salmos y recitamos sus
oraciones. Pero nosotros no hacemos esto poniéndonos en su lugar
como si el Mesías no hubiese venido todavía, sino para apreciar mejor el
don de la salvación que nos ha traído. El Adviento para nosotros es un
tiempo real. Podemos recitar con toda verdad la oración de los justos
del AT y esperar el cumplimiento de las profecías porque éstas no se
han realizado todavía plenamente; se cumplirán con la segunda venida
del Señor. Debemos esperar y preparar esta última venida".
En el realismo del Adviento podemos recoger algunas actualizaciones
que ofrecen realismo a la oración litúrgica y a la participación de la
comunidad:
La Iglesia ora por un Adviento pleno y definitivo, por una venida
de Cristo para todos los pueblos de la tierra que todavía no han
conocido al Mesías o no lo reconocen aún al único Salvador.
La Iglesia recupera en el Adviento su misión de anuncio del
Mesías a todas las gentes y la conciencia de ser "reserva de
esperanza" para toda la humanidad, con la afirmación de que la
salvación definitiva del mundo debe venir de Cristo con su
definitiva presencia escatológica.
En un mundo marcado por guerras y contrastes, las experiencias
del pueblo de Israel y las esperas mesiánicas, las imágenes
utópicas de la paz y de la concordia, se convierten reales en la
historia de la Iglesia de hoy que posee la actual "profecía" del
Mesías Libertador. 6
En la renovada conciencia de que Dios no desdice sus promesas -
¡lo confirma la Navidad!- la Iglesia a través del Adviento renueva
su misión escatológica para el mundo, ejercita su esperanza,
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8. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
proyecta a todos los hombres hacia un futuro mesiánico del cual
la Navidad es primicia y confirmación preciosa.
A la luz del misterio de María, la Virgen del Adviento, la Iglesia vive en
este tiempo litúrgico la experiencia de ser ahora "como una María
histórica" que posee y da a los hombres la presencia y la gracia del
Salvador.
La espiritualidad del Adviento resulta así una espiritualidad
comprometida, un esfuerzo hecho por la comunidad para recuperar la
conciencia de ser Iglesia para el mundo, reserva de esperanza y de gozo.
Más aún, de ser Iglesia para Cristo, Esposa vigilante en la oración y
exultante en la alabanza del Señor que viene.
REFLEXIÓN PERSONAL del Adviento
Vivimos en un mundo en el que lo “más grande” y “lo mejor” definen la
mayoría de nuestras expectativas ante la vida. Estamos tan
enamorados del maxi tamaño, de las súper estrellas y de la alta
definición que tendemos a ver la vida a través de estas lentes que
magnifican lo que esperamos del mundo y no nos permiten ver la
potencialidad que hay en las pequeñas cosas. Pero como nos lo
recuerda el profeta Zacarías (Za 4,10), no debemos despreciar “el día de
los modestos comienzos”, porque Dios hace algunas de sus mejores
obras con comienzos modestos y en situaciones imposibles.
Releer el Antiguo Testamento y ver cuán débiles e imperfectos fueron
realmente sus “héroes” es una experiencia que lleva verdaderamente a
la humildad. Abraham, el cobarde que no puede creer en la promesa.
Jacob, el tramposo que lucha con todos. José, el inmaduro y arrogante
adolescente. Moisés, el impaciente asesino que no puede esperar a Dios.
Gedeón, el cobarde adorador de Baal. Sansón, el borracho mujeriego.
David, el adúltero que abusa del poder. Salomón, el sabio insensato.
Ezequías, el rey reformador que no pudo ir demasiado lejos. Y
finalmente, una joven muchacha judía de un pequeño pueblo en un
rincón remoto de un gran imperio.
No deja nunca de asombrarme el hecho de que Dios comience a
menudo sus obras con pequeñas cosas y con personas inadecuadas.
Ciertamente parece que Dios podría haber elegido cosas “más grandes”
y personas “mejores” para realizar su obra en el mundo. Y sin embargo
si Dios puede servirse de ellas y revelarse a sí mismo a través de ellas
de modos tan maravillosos, significa que él podría servirse de mí, así
como soy, inadecuado, insensato, y a menudo con poca fe. Y esto 7
significa que tengo que prestar atención para no poner límites (con mi
autosuficiencia) a lo que Dios puede hacer con las más pequeñas cosas,
las personas que parecen más incapaces y en las circunstancias más
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
9. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
desesperantes. Pienso que esto es parte de la maravilla del tiempo del
Adviento.
Estoy convencido de que una de las principales finalidades de la
encarnación de Jesús fue la de traer la esperanza. Mientras en la
actualidad la mayoría de las personas prefieren hablar de la muerte de
Jesús y la expiación de los pecados, la Iglesia primitiva celebraba la
Resurrección y la esperanza que ésta encarnaba. A lo largo de todo el
Antiguo Testamento resuena la proclamación de una verdad: que los
finales no son siempre finales sino que son oportunidades para que
Dios ofrezca nuevos comienzos. La resurrección proclama esa verdad
aún sobre aquello que da más miedo a la humanidad, la muerte misma.
Los dos tiempos litúrgicos del Adviento y de la Cuaresma hablan de la
esperanza. No se trata sólo de una esperanza de un día mejor o de la
esperanza de que haya menos dolor y sufrimiento, aunque esto sea
ciertamente una parte importante de ella. Se trata más bien de la
esperanza de que la existencia humana tenga un significado y se abra a
posibilidades que vayan más allá de nuestras experiencias actuales, la
esperanza de que los límites de nuestras vidas no sean tan estrechos
como parecen serlo. No se trata de que tengamos esta posibilidad en
nosotros mismos, sino que Dios es el Dios de las cosas nuevas y así
todas las cosas son posibles (Is 42, 9; Mt 19, 26; Mc 14,36).
El pueblo de Dios de los primeros siglos quería que él viniese y
cambiara las circunstancias opresivas en las que se encontraba, y se
enfadaba cuando aquellas circunstancias inmediatas no cambiaban.
Pero ésta es una visión muy corta de la naturaleza de la esperanza. No
podemos poner nuestra esperanza en las circunstancias, por malas que
nos parezcan o por importantes que sean para nosotros. La realidad de
la existencia humana, contra la que lucha el libro de Job, es que el
pueblo de Dios experimenta la existencia física del mismo modo que los
otros. Los cristianos enferman y mueren, los cristianos son víctimas de
delitos violentos. Los cristianos son heridos y asesinados en accidentes
de tráfico, bombardeos, en las guerras y, en ciertas partes del mundo,
mueren a causa del hambre.
Si ponemos nuestra esperanza sólo en nuestras circunstancias, si las
consideramos buenas o como queremos que sean para que ser felices,
nos sentiremos siempre decepcionados. Por eso no ponemos nuestra
esperanza en las circunstancias sino en Dios. A lo largo de 4000 años
Él se ha ido revelando continuamente a sí mismo como un Dios de la
novedad, de la posibilidad, de la redención, de la recuperación o
transformación de dicha posibilidad desde lo que parece un final hacia
lo que va más allá de cuanto podemos pensar o imaginar (Ef. 3,2). El 8
mejor ejemplo de esto es la crucifixión misma, después de la cual viene
la resurrección. Esa sombra de la cruz se posa aún sobre el pesebre.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
10. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Sí, todo comienza con la esperanza de que Dios vendrá y la certeza de
que viene nuevamente a nuestro mundo para revelarse a sí mismo como
Dios de novedad, de posibilidad, un Dios de cosas nuevas. En este
tiempo del año contemplamos esa esperanza que toma cuerpo, que se
hace carne, en un niño recién nacido, el ejemplo perfecto de la novedad,
de lo que es potencial, de lo que es posible. Durante el Adviento,
gemimos y anhelamos esa novedad con la esperanza, la expectación, la
auténtica fe de que Dios será fiel una vez más. Fiel para mirar hacia
nuestras circunstancias, para escuchar nuestros gritos, para conocer
nuestro anhelo de un mundo mejor y de vida plena (Ex 3,7). ¡Y
esperamos que como vino la primera vez como un niño, así venga
nuevamente como Rey!
Mi experiencia me dice que aquellos que han sufrido y aún así siguen
esperando, tienen una mayor comprensión de Dios y de la vida que los
que no han tenido esta experiencia. Quizás la esperanza significa esto:
un camino para vivir, no sólo para sobrevivir, sino para vivir en medio
de todos los problemas de la vida con una fe que sigue viendo
posibilidades aún cuando ya no hay ninguna prueba para seguir
esperando, sólo porque Dios es Dios. En esto consiste también la
maravilla del Adviento.
10 CLAVES para vivir el Adviento como tiempo nuevo
Siempre con Dios en el horizonte. Porque Él no defrauda las esperanzas
humanas. Este es nuestro paradigma, aunque sea puesto en entredicho
por las nuevas corrientes postmodernas, en las que Dios no tiene sitio,
en las que el hombre se coloca por encima de Dios. “Jesucristo es el
mismo ayer, hoy y para siempre. No os dejéis extraviar por doctrinas
llamativas y extrañas” (Hb 13,8)
1. Dignidad
Adviento es el anuncio que hace Dios a la humanidad de una dignidad
desconocida. No sabemos lo que somos si él no nos lo dice. Por el
abrazo de su gracia, que todo lo deja vestido de hermosura, podemos
despertar al amor de una mañana. No queremos dejar a Dios fuera, sin
sitio en la construcción de nuestro mundo. Podemos ser tenidos como
anticuados, pero Él es nuestra novedad. Podemos parecer gente
extraña, pero Él nos invita a abrazar a los más débiles con su ternura.
2. Riesgo
Adviento es el riesgo de dejar las viejas sendas para adentrarnos por 9
caminos nuevos, en los que sea posible ver la mariposa en la oruga, al
roble en el fondo de la bellota, a la Palabra hecha humanidad en un
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
11. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
pesebre. Pero, ¡ojo!, las aspiraciones de la humanidad pueden ser
secuestradas por otros intereses que no persiguen su bien.
3. Espera
Adviento es aguardar la llegada del Novio para un encuentro de bodas
entre Dios y la humanidad, con un intercambio sorprendente de
regalos: “El llanto del hombre en Dios y en el hombre la alegría” (San
Juan de la Cruz). La humanidad de Jesús es quien nos humaniza, en El
ponemos nuestra esperanza.
4. Mirada
Adviento es levantar la mirada y el grito de todos los que sufre hacia un
horizonte liberador. En los caminos de Dios, que van mucho más lejos
que los nuestros, se recrea la identidad de todo ser humano. De ahí, el
atrevimiento de la mirada.
5. Crisis
Adviento es estar inmersos en mil fragilidades, estar tentados por
lenguajes que nos halagan pero no nos salvan y, sin embargo, abrir una
brecha hacia nosotros, por el amor. También la gota de agua, por sucia
que esté, puede reflejar la luna.
6. Danza
Adviento es música para una danza, porque la alegría de Dios recorre
ya toda la tierra. Realismo, sí, sin esconder nada, pero realismo
iluminado por el beso de la Palabra que se hace carne. Con Dios viene
la alegría verdadera, la ternura y compasión hacia los otros.
7. Contraste
Adviento es atrevernos a escuchar la voz de los contrastes, que rompe
monotonías y aporta su qué de profecía. La realidad ensimismada se
altera, encerrada en sus cuestiones se abre a la esperanza, orgullosa
pos sus planteamientos se ve sorprendida por la locura de un Dios que
vence nuestras sabidurías. Con Dios en nuestra historia, un futuro de
realización del ser humanos se anticipa.
8. Vida
Adviento es fuerza del viento que levanta las vidas humilladas, poder de
ternura que abre todo lo cerrado, mano amiga que conduce a las 10
fuentes a todos los sedientos. Dejando, como un rastro por todos los
caminos, un silencioso deseo de amar y una manera nueva de servir.
9. Humanidad
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12. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Adviento es el regalo de una humanidad nueva, con sabor a familia,
donde ya no hay extranjeros, ni lejanos, ni pobres, ni orillados. Un niño
es su ingenuidad rompe las armas de las guerras, con su cercanía
acorta todas las distancias, con su solidaridad estrena la alegría.
10. Jesús
Adviento es presentir una presencia, es oír ya de cerca la voz de uno
que viene como amigo, es estremecerse ante un milagro nunca antes así
imaginado. No queremos nada sin Él. Nos fiamos, porque nadie nos
amó tanto como Él; siendo rico, quiso nacer entre nosotros como el
último de todos, sin ningún otro interés que el amor: Él viene para
hacer que oigamos la voz de los más pobres, para hacernos más
hermanos, más amigos, hijos de Dios. Jesús, en esperanza, es siempre
nuestro punto de partida.
UN ALTO EN EL CAMINO en medio del Adviento
Con muy poquito puedes encender el fuego de tu hogar y esperar, así, la
llegada de Jesús. En el corazón del Adviento puedes entrar en el
silencio de tu corazón para recordar algunas verdades esenciales, que
alimenten tu esperanza. El Adviento es un tiempo de gracia en el que
puedes recuperar tu identidad cristiana. El Adviento puede ser la
oportunidad para evangelizar la nueva cultura que respiras. Cualquiera
de estos pensamientos puede ayudarte para alimentar los deseos de tu
corazón.
Dios te ama tal cual eres. Dios te conoce. Frente a la dictadura del
relativismo, en la que todo da igual, ésta es la verdad que puedes llevar
siempre en tu memoria. Tu biografía ha comenzado en el corazón de
Dios. De Él parte la iniciativa de llamarte, suya es la capacidad que te
ha dado de responderle. Estás envuelto en la gracia.
Dios viene a decirte su amor, un amor cariñoso, cercano. Aunque te
sorprenda y te parezca increíble, Dios está prendado de tu belleza y
comparte contigo sus riquezas. Tiene para ti designios de salvación.
¿Dónde podrás escuchar una declaración de amor tan fascinante?
A pesar de tus infidelidades. Dios mantiene su promesa de amarte.
Jesús es el rostro de la misericordia. Si te dejas atraer por Él, te llevará
al desierto y te hablará al corazón. Tu vida puede encontrarse con la
buena nueva del Evangelio.
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Hoy tienes la oportunidad de experimentar su amor y de dejarte amar.
Solo el amor es digno de fe. Lo mejor del ser humano es el amor. El que
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13. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
no ama no tiene ni idea de Dios. Hoy puedes aportar tu granito de
arena a la nueva civilización del amor.
Si te preguntas por qué se ha fijado en ti, no encontrarás otra respuesta
que la de gratitud. Uno por uno, todos hemos nacido de esa fuente. “Mil
gracias derramando, pasó por estos sotos con presura y yéndolos
mirando, con sola su figura, vestidos los dejó de hermosura”.
Si te parecen difíciles estas cosas, el Espíritu vendrá en tu ayuda. Te
susurrará en la intimidad, te guiará hacia la plenitud de la verdad, te
convertirá en cantor/a de amor en medio de la vida.
Ora en las encrucijadas del camino, para que no te dejes abatir por el
alma, ora en un diálogo amoroso con quien tanto te ama. Intercede por
otros. Y si brota en tu interior el deseo de estar en la presencia del
Amigo, ya estás orando, ya estás amando. Y Dios se goza en tu amor.
Estrena una mirada de bondad hacia todo lo creado, persona de
corazón a quienes te han hecho mal, ponte en medio para servir desde
tus dones, colabora con todos los que quieren tender puentes entre las
orillas alejadas.
Vive el gozo de tener hermanos y hermanas con quienes puedas
indignarte ante la injusticia, con quienes enciendas la lámpara para
esperar a Jesús, con quienes prepares los manteles y las cítaras para
celebrar su llegada.
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PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
15. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
LA CORONA DE ADVIENTO
La Iglesia utiliza muchos signos y símbolos que si se comprenden lo que
significan, pueden ayudar a entender mejor lo que sucede y crecer en
nuestra piedad. Por ejemplo, si observamos los ornamentos litúrgicos,
es decir, las vestiduras que utiliza el sacerdote, o también el conopeo,
que es con lo que se cubre el sagrario, podemos ver que cambian de
color con cierta frecuencia, a veces a diario o por temporadas. Y es que
cada color tiene su significado. Nos dice un documento de la Iglesia que
“la diversidad de colores en los ornamentos sagrados tiene como fin
expresar con más eficacia, aún exteriormente, tanto las características
de los misterios de la fe que se celebran, como el sentido progresivo de
la vida cristiana a lo largo del año litúrgico” (Instrucción General del
Misal Romano, n.307).
El color morado o violeta, signo de dolor y esperanza, se utiliza en el
tiempo de Adviento, Cuaresma y la misas de difuntos. La espera de un
bien comporta sentimientos encontrados: por una parte hay cierto dolor
porque no se tiene y por otro lado hay esperanza y alegría por que se
avecina ese bien.
La Corona de Adviento es uno de los signos del Adviento y nos ayuda a
esperar con alegría la inminente llegada del Señor. Tiene cuatro velas, y
su origen está en el norte de Europa, en Escandinavia. Consiste en un
soporte circular revestido de ramas verdes, sobre el que se colocan
cuatro velas. Estas velas simbolizan las cuatro semanas del tiempo de
Adviento y se encienden progresivamente cada uno de los domingos. La
corona debe colocarse en un lugar visible en la Iglesia o en las casas
para significar la espera del Mesías.
Esta corona anuncia que la Navidad está cerca y nos preparamos para
acoger al Señor.
Su forma circular es señal de que el amor de Dios es infinito, no tiene
principio ni fin, es también signo de nuestro amor a Dios y a los
hermanos.
Sus ramas verdes de hoja perenne, simbolizan la esperanza de la
humanidad siempre en camino hacia el abrazo con Dios Padre.
Sus cuatro velas que se encienden progresivamente cada domingo
representa a Cristo, Luz del mundo, que viene a alumbrar nuestra vida. 14
En algunos lugares, se pone una quinta vela, que va en el centro de la
corona, nos recuerda a nuestro Señor Jesucristo como la luz del
mundo.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
16. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
El 1º Domingo se enciende la vela verde, este color simboliza la
esperanza.
El 2º Domingo se enciende la vela morada, este color simboliza la
conversión.
El 3º Domingo se enciende la vela blanca, este color simboliza la
alegría.
El 4º Domingo se enciende la vela roja, este color simboliza el
amor.
15
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
18. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
PROPUESTAS PARA LOS DOMINGOS DE ADVIENTO
1º DOMINGO DE ADVIENTO
Las lecturas del primer domingo de Adviento ponen
ante nuestros ojos la venida del Señor. «Ojalá bajases»,
«Esperamos», «Ven», son algunas de las palabras que
expresan este anhelo. El evangelio nos despierta de
nuestros letargos al tiempo que nos recuerda nuestra
tarea en el mundo.
• LA PALABRA DE HOY:
Isaías 63,16b-17.19b;64,2b-7: ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!.
1Corintios 1,3-9: Aguardamos la manifestación de nuestro Señor
Jesucristo.
Marcos 13,33-37: Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño
de la casa.
• LEEMOS Y COMPRENDEMOS
El Adviento es un tiempo para preparar con renovada fe el nacimiento
de Jesús en Navidad y también para preparar su vuelta definitiva. En
este contexto de preparación el pasaje de hoy tiene una exhortación que
hacer a los creyentes de todos los tiempos.
Proclamación de Mc 13,33-37. Descubrimos juntos el mensaje de este
pasaje:
Este pasaje forma parte del «discurso apocalíptico» del evangelio
de Marcos. Aunque aparentemente el evangelista pone la mirada
en el final de la historia, se dirige a un grupo de cristianos que
viven en la segunda mitad del siglo I. El mensaje de Jesús, la
revelación (esto significa la palabra «apocalipsis»), que les
recuerda aparece en forma de exhortación repetida al inicio, en el
centro y al final del pasaje que hemos leído. ¿Cuál es esa
exhortación que Jesús dirige a sus discípulos?
La exhortación a la vigilancia está ilustrada con una pequeña 17
comparación (Mc13,34) de la que se saca la consecuencia (Mc
13,35-36). ¿En qué se parece la situación del portero a la de los
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19. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
discípulos que aguardan el regreso del Señor? ¿Qué actitud debe
mantener el discípulo? ¿Por qué?
La enseñanza de permanecer despiertos y vigilantes es para la
comunidad de Marcos una invitación a la esperanza, a revitalizar
la fe, a abrirse al evangelio y comprometer la existencia. La
exhortación final del pasaje (Mc 13,37) extiende a todos los
discípulos de Cristo las palabras que se dirigían a unos
destinatarios concretos. Reflexionemos sobre las implicaciones que
tienen para nuestra vida.
• MEDITAMOS Y ACTUALIZAMOS
El cristiano celebra anualmente la primera llegada del Señor y recuerda
que toda su vida debe configurarse como una constante espera. De ahí
que el eco de las palabras de Jesús vuelvan a sonar hoy con fuerza
entre nosotros.
Busco tu rostro: Fe → Los cristianos afirmamos que Jesucristo
ha venido, viene y vendrá. ¿Hasta qué punto soy consciente de
esta realidad? ¿Alimentamos nuestra fe con esta certeza?
Ve y haz tú lo mismo: Caridad → Desde el pasaje del evangelio
de hoy, ¿qué debe cambiar en mi vida y en nuestra vida para vivir
adecuadamente el Adviento? ¿Por dónde podríamos empezar?
Venga tu Reino: Esperanza → «Velad, porque no sabéis cuándo
llegará el dueño de la casa». ¿Cómo espero la llegada del Señor?
¿Angustiado? ¿Pasivo? ¿Cómo se expresa en nuestra vida esta
esperanza?
• ORAMOS Y CELEBRAMOS
- Jesús viene, le esperamos vigilantes, comprometidos con la
transformación del mundo y en oración.
- Durante este Adviento podemos colocar en el centro de nuestra
asamblea orante una Biblia abierta. Alrededor de ella iremos
añadiendo distintos símbolos alusivos al evangelio de cada
domingo. Proponemos sumar a la Biblia abierta, en este primer
domingo, un despertador. El evangelio nos despierta hoy de
nuestros letargos, nos recuerda la venida de Jesús y nos
compromete en la construcción del Reino. 18
- Compartimos con el grupo nuestra oración.
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20. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Conocemos tres venidas del Señor… En la primera
Cristo fue nuestra redención; en la última se
manifestará como nuestra vida; en esta venida
intermedia es nuestro descanso y consuelo.
San Bernardo
2º DOMINGO DE ADVIENTO
En este segundo domingo continuamos viviendo el
Adviento en clave de preparación. Se prepara la creación
y se prepara la Iglesia para la llegada del Señor. En este
contexto somos, como Juan, hombres y mujeres
creyentes que gritan al mundo que Dios viene.
• LA PALABRA DE HOY:
Isaías 40,1-5.9-11: Preparadle un camino al Señor.
2Pedro 3,8-14: Esperemos un cielo nuevo y una tierra nueva.
Marcos 1,1-8: Allanad los senderos del Señor.
• LEEMOS Y COMPRENDEMOS
El pasaje del evangelio de hoy hace una breve presentación de Jesús y
muestra a Juan Bautista como el precursor del Mesías.
Proclamación de Mc 1,1-8. Descubrimos juntos el mensaje de este
pasaje:
El primer versículo del pasaje de hoy hace dos afirmaciones sobre
Jesús que serán muy importantes en toda la obra del evangelista.
¿Cuáles son esas afirmaciones? ¿Qué dicen de Jesús?
Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios (Mc 1,1). Dos afirmaciones con
las que queda enunciada su misión y su verdadera identidad,
aunque luego se irá desvelando a lo largo de todo el evangelio. De
esa identidad habla la predicación de Juan Bautista (Mc 1,2-8).
¿Cuál es la misión de Juan? ¿En qué consiste esencialmente su
predicación?
19
Juan tiene la misión de preparar el camino al Señor. Su
predicación consiste en la llamada a la conversión acompañada
de un bautismo purificador. Su anuncio tiene carácter de
urgencia y a nadie deja indiferente. Hay algo más. Fijaos en los
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21. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
últimos versículos del pasaje de hoy (Mc 1,7-8). ¿Qué dice Juan
sobre Jesús? ¿Qué dice Juan de sí mismo?
Según los profetas del AT, la fuerza y el don del Espíritu son
señales que identificarían al Mesías esperado. Juan lo recuerda.
Evidentemente el precursor apunta, como una flecha, hacia
Jesús. Su anuncio y testimonio despiertan en nosotros el deseo
de acoger al Señor que viene.
• MEDITAMOS Y ACTUALIZAMOS
Juan el Bautista no es sólo un personaje del pasado. En este Adviento
se dirige a cada uno de nosotros para señalarnos a Jesús. Su figura
cuestiona también nuestra existencia y nuestra espera.
Busco tu rostro: Fe → Juan Bautista fue la voz que anunció la
llegada del Mesías. Según el pasaje del evangelio que hemos leído
le caracterizaban la austeridad, la humildad… ¿Qué actitudes del
Bautista podemos hacer nuestras en este Adviento?
Ve y haz tú lo mismo: Caridad → «Apareció Juan Bautista en el
desierto predicando un bautismo de conversión». ¿En qué
aspectos tendríamos que tomar en serio la llamada de Juan y
cambiar de mentalidad y actitudes? ¿Por dónde podemos
comenzar?
Venga tu Reino: Esperanza → El bautismo de agua que
perdonaba los pecados es sustituido por el bautismo en Espíritu
Santo, que abre a la humanidad una vida nueva y definitiva. ¿Qué
motivos de esperanza nos sugieren éste y otros aspectos del texto?
• ORAMOS Y CELEBRAMOS
- La Palabra leída y meditada hace que brote de nuestro corazón
una oración comprometida y agradecida: el Señor se ha fijado en
nosotros para continuar anunciando su venida constante a
nuestro mundo.
- Continuamos colocando símbolos alrededor de la Biblia abierta
que ocupa un lugar destacado en nuestra oración de Adviento. Si
el domingo pasado dejamos el despertador, éste colocamos un
megáfono o un micrófono. Como Juan Bautista, estamos
dispuestos a ser la voz que grita para que todos se preparen a 20
acoger al Señor que viene.
- Oración compartida.
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22. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Todo el que predica la fe recta y las buenas obras
¿qué hace, sino preparar el camino del Señor para
que venga al corazón de los oyentes,
penetrándolos con la fuerza de la gracia,
ilustrándolos con la luz de la verdad, para que,
enderezadas así las sendas que han de conducir a
Dios, se engendren en el alma santos
pensamientos?
San Gregorio Magno
3º DOMINGO DE ADVIENTO
El testimonio de Juan Bautista nos llega hoy por medio
del evangelista san Juan. A su testimonio se unen el
salmo y la primera carta a los Tesalonicenses que nos
invitan a vivir el Adviento con profundo sentimiento de
alegría.
• LA PALABRA DE HOY:
Isaías 61,1-2a.10-11: Desbordo de gozo con el Señor.
1Tesalonicenses 5,16-24: Que vuestro espíritu, alma y cuerpo,
sea custodiado hasta la venida del Señor.
Juan 1,6-8.19-28: En medio de vosotros hay uno que no conocéis.
• LEEMOS Y COMPRENDEMOS
La semana pasada el evangelista san Marcos presentaba a Juan
Bautista como un profeta austero, predicador de conversión. El cuarto
evangelio nos lo muestra acentuando su condición de testigo de Jesús.
Proclamación de Jn 1,6-8.19-28. Descubrimos juntos el mensaje de
este pasaje:
El texto que hemos leído reúne dos pasajes procedentes del
cuarto evangelio. El primero pertenece al prólogo poético (Jn 1,6-
8) y el segundo, al prólogo narrativo (Jn 1,19-28). En ambos
aparece la figura de Juan el Bautista, el primer testigo que da
testimonio de Jesús.
21
En el primer pasaje la presentación del Bautista como testigo
corre a cargo del mismo evangelista. ¿Qué se dice de Juan en
estos versículos? ¿Cuál es su función respecto a Jesús?
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23. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
En el segundo pasaje es Juan mismo quien se presenta y explica
el contenido de su testimonio. La ocasión se la brinda un grupo
de enviados por las autoridades religiosas de Israel. ¿Con qué
personajes tratan de identificar al Bautista? ¿Cómo responde Juan
a cada una de sus cuestiones? ¿Qué está diciendo con ello?
Finalmente el Bautista se identifica y declara abiertamente lo que
es. ¿De qué manera lo hace? ¿Con quién se identifica?
El Bautista no desea suplantar a Jesús, antes bien, su misión
está en función del que viene detrás. Muchos estudiosos han
dicho que, con este modo de hablar, el evangelista quiere poner
las cosas en su sitio y zanjar la polémica con los discípulos del
Bautista, que reclamaban la superioridad de su maestro con
respecto a Jesús. A nosotros la figura del precursor, tan
importante en Adviento, puede ayudarnos a vivir este tiempo de
espera ahondando en nuestro deseo de que el Señor se haga
presente entre nosotros.
• MEDITAMOS Y ACTUALIZAMOS
Juan Bautista se presenta a sí mismo como el que da testimonio de
Jesús, reconociendo humildemente su propia limitación: él no es la luz,
no es el Mesías, no es la Palabra… Es sólo una «voz» que clama. Puede
ayudarnos a reconocer en este Adviento quiénes somos y quién es
Jesús.
Busco tu rostro: Fe → «En medio de vosotros hay uno al que no
conocéis.» ¿Cómo deberíamos aprovechar este tiempo de Adviento
para conocer mejor a Jesús y relacionarnos con él de un modo más
personal y cercano?
Ve y haz tú lo mismo: Caridad → Juan vino «para dar
testimonio de la luz» ¿Qué significa hoy, para mí ser «testigo de la
luz»? ¿Qué situaciones de oscuridad me gustaría iluminar y cómo
podría hacerlo? ¿Hay algún compromiso que podamos adoptar
como grupo en este sentido?
Venga tu Reino: Esperanza → El Adviento es tiempo de
esperanza, tiempo de alegría: ¿Qué elementos del pasaje que
hemos leído me ayudan más en este sentido?
• ORAMOS Y CELEBRAMOS 22
- El Adviento ha de vivirse en clima de oración porque lo que
esperamos sólo puede ser pedido humildemente y recibido como
un don.
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24. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
- Para ambientar este momento colocamos alrededor de la Biblia
abierta y junto a los símbolos de los otros domingos, una vela
pequeña encendida. En ella nos reconocemos cada uno de
nosotros que, como Juan Bautista, deseamos acoger la luz que
llega con Jesús.
- Expresamos en voz alta nuestra oración.
Juan no alumbra a todo hombre. Cristo sí. Juan
reconoce que es una lámpara, para que no la
apague el viento de la soberbia. Una lámpara
puede encenderse y apagarse. La Palabra de Dios
no puede apagarse, pero sí la lámpara.
San Agustín
4º DOMINGO DE ADVIENTO
Dios no olvida los compromisos adquiridos con su
pueblo. La promesa que hizo con David encuentra cauce
de cumplimiento en la disponibilidad de María. Éste es
el misterio que, según la carta a los Romanos, se
anuncia como buena noticia a todas las naciones.
• LA PALABRA DE HOY:
2Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16: El reino de David durará por
siempre en la presencia del Señor.
Romanos 16,25-27: El misterio, mantenido en secreto durante
siglos, ahora se ha manifestado.
Lucas 1,26-38: Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
• LEEMOS Y COMPRENDEMOS
María es uno de los personajes centrales del Adviento. Ella es la mujer
disponible que supo escuchar y conducir su vida según la voluntad de
Dios.
Proclamación de Lc 1,26-38. Descubrimos juntos el mensaje de este
pasaje:
23
Este episodio se sitúa en el contexto narrativo del llamado
«evangelio de la infancia» (Lc 1-2). Para componer estos capítulos,
Lucas utilizó ciertas técnicas y procedimientos literarios
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
25. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
característicos de su época. A través de ellos no pretendió escribir
un resumen de la vida de Jesús cuando era pequeño, sino reflejar
su fe en el Resucitado que, como una luz, se proyecta también
sobre su niñez. Presentando así las cosas, Lucas aclara la
identidad del niño y cuál será su misión. ¿Sabríais hacer una lista
de los títulos que se aplican a Jesús en estos versículos? ¿Qué se
dice sobre su misión?
Por otro lado, llama la atención la importancia que el evangelista
concede al Espíritu Santo. Observadlo y responded: ¿Qué papel
desempeña en la concepción y nacimiento de Jesús?
El nacimiento de Jesús es obra de Dios y con él comienza un
tiempo nuevo en el que la humanidad será recreada. Modelo de
esta humanidad nueva es la Iglesia, cuyo nacimiento en
Pentecostés también es fruto del Espíritu. El mismo que movió
toda la vida de Jesús (Lc 4,18) y que puede fortalecer a sus
discípulos para que continúen su misión (Hch 1,8).
Finalmente debemos fijarnos en la respuesta de María. En su
diálogo con el ángel va comprendiendo que el Señor la ha
escogido, por gracia, para ser la madre del Mesías y la postura
que ha de tomar ante lo que Dios le pide. ¿Cuáles son las
actitudes de María que más resaltan en este pasaje? Observad
después cómo Lucas está reflejando el proceso que recorre todo
creyente —también nosotros— cuando descubre lo que Dios quiere
de él.
• MEDITAMOS Y ACTUALIZAMOS
María nos enseña cuál es el mejor modo de prepararnos para celebrar la
Navidad. Antes de que la Palabra se encarnase en su seno se había ya
encarnado en su corazón. Su «sí» puede ayudarnos a revisar nuestras
actitudes en este tiempo en el que el Señor viene.
Busco tu rostro: Fe → La encarnación del Hijo de Dios por obra
del Espíritu es uno de los misterios que profesamos en el credo.
¿Cómo me ayuda a entenderlo la lectura de este pasaje?
Ve y haz tú lo mismo: Caridad → «Hágase en mí según tu
palabra», rezamos en el ángelus. ¿A qué me compromete el “sí” de
María? ¿Hasta qué punto consiento, como ella, que la Palabra de
Dios transforme mi vida? ¿En qué otros aspectos podemos mirarnos
en María para vivir con más radicalidad nuestro compromiso 24
cristiano en este tiempo de Adviento?
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26. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Venga tu Reino: Esperanza → La Virgen es modelo de esperanza
porque se fió de Dios para quien «nada hay imposible». ¿Cómo
puede ayudarnos su ejemplo a vivir anclados en esta virtud?
• ORAMOS Y CELEBRAMOS
- María también es maestra de oración. Con ella y como ella le
pedimos al Padre que nos prepare para recibir a su hijo Jesús.
- Para ambientar este momento podemos colocar, junto a los
símbolos señalados para este Adviento, un icono de María. Ella
puede ayudarnos a disponer nuestro ser, nuestras comunidades
y nuestro mundo para que en medio de ellos nazca Jesús.
- Compartimos con el grupo nuestra oración.
Si es así como guardas la palabra de Dios, no cabe
duda de que ella te guardará a ti. El Hijo vendrá a
ti en compañía del Padre, vendrá el que lo hace
todo nuevo. Tal será la eficacia de esta venida,
que nosotros, que somos imagen del hombre
terreno, seremos también imagen del hombre
celestial.
San Bernardo, abad
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27. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
EL ADVIENTO EN NUESTRO CENTRO SAN JUAN DE DIOS
CATEQUESIS
El lema propuesto para este curso 2011-2012 es “DESDE LA ORACIÓN
CELEBRA LA VIDA”. A lo largo de las primeras semanas, hasta el
ADVIENTO, hemos ido “buscando” en el Evangelio aquellas claves que
nos han ayudado a descubrir esa relación íntima con Dios que es la
oración. Ahora, a lo largo del adviento nos ponemos en camino hacia
Belén para celebrar la venida de Jesús; para celebrar que “la Palabra se
hizo carne, y acampó entre nosotros”.
El Adviento es el punto de unión entre las fichas del puzzle, ORAR y
CELEBRAR; por tanto. “CELEBRARÉIS SI…” realmente vivimos este
Tiempo de Adviento.
CATEQUESIS PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO:
«CELEBRARÉIS SI… VIGILÁIS»
• Objetivo
26
- Profundizar en el mensaje cristiano del Adviento
- VIGILAD para celebrar la venida de Jesús
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
28. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
• Idea principal
¿Qué nos quiere decir el evangelista san Marcos?
¿Crees que Jesús nos amenaza cuando dice: «Estad en guardia,
vigilad»?
No, Jesús no desea perturbar nuestra tranquilidad, ni mucho menos
meternos miedo.
Al contrario, Jesús desea que nuestro corazón esté en paz y, al mismo
tiempo, nos pide que difundamos esta paz en nuestro entorno.
Así estaremos preparados para recibirle.
• Evangelio del Domingo
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 13, 33-
37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Mirad, vigilad: pues no
sabéis cuando es el momento. Es igual que un hombre que se fue de
viaje y dejo su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea,
encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis
cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al
canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os
encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!
Palabra del Señor.
• Reflexión
Como es habitual, la Iglesia nos invita en este primer
domingo de Adviento a ponernos en guardia, a
activar nuestra actitud de vigilancia, a poner a flor
de piel nuestra sensibilidad para ser receptivos a
cualquier signo que nos pueda hacer descubrir la
presencia o la actuación del Señor que se acerca a
nosotros.
Antiguamente los centinelas se colocaban en lo alto de las murallas de
las ciudades para señalar la llegada de los amigos esperados o para
alertar cuando atacaban los enemigos, por eso hemos escogido esta
imagen del castillo como imagen clave en nuestro camino hacia Belén
para celebrar la venida de Jesús.
Vigilar significa tener cuidado de alguien, estar atento para cuidar de él. 27
Vigilar significa, también, prepararse para lo que va a acontecer, a fin
de no ser sorprendidos.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
29. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Piensa que es importante velar, sí, pero, ¿tú crees de verdad que Jesús
quiere que te quedes sin dormir? Pues ¡claro que no! ¡Él no te está
pidiendo que te pongas enfermo! Entonces, ¿qué espera de ti?
¿Por qué un portero tiene que vigilar? Para poder abrir la puerta
enseguida y acoger al dueño cuando venga.
«Vigilad»… Dicho de otra manera: «Estad preparados»…
El portero que vigila, está atento al menor ruido externo para oír al
dueño cuando llegue.
«Vigilad», también significa: «Estad atentos»…
Piensa ahora un poco: ¿Cómo vigilar para estar preparado a acoger a
Jesús?
• Parábola
Un preso llevaba años viviendo absolutamente solo en su celda. No
podía ver ni hablar con nadie, y le servían la comida a través de un
ventanuco que había en la pared. Un día entró una hormiga en su
celda. El hombre contemplaba fascinado cómo el insecto se arrastraba
por el suelo, lo tomaba en la palma de su mano para observarlo mejor,
le daba un par de migas de pan y lo guardaba por la noche bajo su taza
de hojalata. Y un día, de pronto, descubrió que había tardado diez
largos años de reclusión solitaria en comprender el encanto de una
hormiga.
• Oración
ORAR ES MIRAR LA VIDA COMO JESÚS
Mira con calma la vida, tu vida. ¿Qué es lo que ves? ¿Percibes solo
episodios superficiales, desconectados? ¿Sientes que han fracasado las
grandes esperanzas y que solo queda vivir al día?
Señor Jesús.
No quiero que la vida me resbale.
Que el misterio solo me roce.
Quiero entrar en tu amor, en tu vida.
28
Acércate al misterio de la vida descalzo/a; el terreno que pisas es santo.
Descubre las huellas de Dios, ésas que no ven los distraídos, y sí los
contemplativos. Dios es futuro y, por futuro, inagotable. La vida es para
ilusionados, para los que no se contentan con poco.
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30. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Señor Jesús.
Abro mi corazón
para que todo lo humano tenga eco dentro de mí.
Abro mi corazón a ti, el Dios sorprendente.
Tu presencia me hace solidario/a
Entra sin miedo en la fiesta de la vida. Abre la puerta de tu vida a los
demás; no vivas solo/a. Mira el mundo con la novedad siempre
creadora de Dios. Colócate en medio de los demás como quien sirve.
Trabaja con tus dones por un mundo nuevo, donde cambie la suerte de
los pobres.
Hazme pasar, Señor, del recelo a la confianza.
Del poder al servicio.
Del lamento a la canción.
Del cruzarme de brazos, a unir mis manos a los que trabajan por
sanar, por levantar, por compartir.
De la desilusión a la esperanza.
Del fracaso a las posibilidades.
Del desprecio al cuidado de la vida.
CATEQUESIS SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO:
«CELEBRARÉIS SI… ESTÁIS PREPARADOS»
29
• Objetivo
- Profundizar en el mensaje cristianos del Adviento
- ESTAD PREPARADOS para celebrar la venida de Jesús
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
31. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
- La relevancia de Juan el Bautista
• Idea principal
¿Qué nos quiere decir el evangelista san Marcos?
Juan el Bautista es un gran personaje.
Es primo de Jesús, pues Isabel, su madre, es prima de María, la madre
de Jesús.
Juan anuncia la venida de Jesús, el Hijo de Dios. ¡Esta es una
grandísima noticia!
Sigamos los consejos de Juan: si queremos estar cerca de Jesús, si
queremos acogerle entre nosotros, debemos vaciar nuestro corazón de
todo lo que nos impide amarle y seguir su camino.
• Evangelio del Domingo
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 1-8
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el
profeta Isaías: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare
el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos." Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se
convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados.
Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él
los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una
correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel
silvestre. Y proclamaba: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y
yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he
bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo."
Palabra del Señor
• Reflexión
La gente se acercaba a Juan, a la orilla del río,
porque tenían ganas de ser mejores y «convertirse».
Y él los metía enteramente en el agua, como para
ahogar todo lo que había de malo es su vida. Con
este gesto, les quería mostrar que Dios los
perdonaba. Cuando salían del río, ¡sentían el
corazón como nuevo y totalmente limpio! Para
encontrarse con Juan ya habían recorrido un largo 30
camino. Buscaban el perdón y éste no era automático, ¡se los tenían
que ganar!
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
32. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Por eso nosotros en esta semana utilizamos la imagen de un río, para
que nos recuerde que tenemos que estar preparados ý convertirnos para
celebrar la venida de Jesús.
La impresionante figura de Juan el Bautista y su mensaje de conversión
para preparar el pueblo de Israel a recibir al Mesías, domina los
domingos segundo y tercero de Adviento; en él vuelve a resonar el
pregón de Isaías: «Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos»
Juan nos llama al desierto, a salir de las ocupaciones que no nos dejan
escuchar a Dios, para emprender un camino de conversión existente y
radical, en vistas a recibir al Esperado de las naciones y ser dignos de
él. Salimos animosos al encuentro del Señor, pero somos también
conscientes de nuestra pobreza y del obstáculo que significan los afanes
de este mundo; de ahí la importancia de la última petición de este día:
que «nos des sabiduría para sopesar los bienes de la tierra amando
intensamente los del cielo».
El Adviento, durante el cual preparamos nuestro corazón para la
Navidad, es un tiempo en el que todos estamos llamados a la
conversión. Hay algunos que dicen: «¿Convertirme yo? ¿Yo? ¡Pero si no
he hecho nada malo!» ¡De acuerdo, nadie es perfecto! ¡Pero siempre se
pueden hacer mejor las cosas!
Piensa ahora un poco: Trata de encontrar una idea relacionada con
Dios, con los demás y contigo mismo, un esfuerzo con el que quieras
prepararte para la Navidad.
• Parábola
Se llamaba Ana. A decir de sus mayores, padres y maestros, lo tenía
todo. Todo lo bueno: inteligente, rica, bella, hija única y con un futuro
prometedor. Pronto, en una convivencia, los compañeros de su edad
detectaron un pequeño defecto: no sabía convivir porque se creía
superior, única, diferente. Aquella tarde, cansada de reuniones, pegó un
portazo y se marchó a caminar en solitario por el páramo. Llovía.
Previsora como era, portaba un chubasquero. Se lo colocó, capucha
incluida. La lluvia azotaba su cara. Comenzó a caminar de espaldas.
Sólo entonces, sintió una corazonada: .Ana, ¿no será así tu vida?...
siempre caminando de espaldas a todos. A ti misma que no te conoces.
A los demás, con quienes no quieres compartir nada. A Dios, que no es
nadie en tu vida. ¿Crees que llegarás así muy lejos?... La inteligente Ana
se quitó el chubasquero, se dejó empapar por la lluvia y, en su soledad,
comenzó a saltar y a gritar: ¡Sí, quiero cambiar! Quiero ser diferente.
¡Señor, si existes, ayúdame!.. Cuando regresó al lugar de reunión de 31
sus compañeros éstos intuyeron que algo grande había pasado. Ana
sonreía y pedía ayuda. Después de contar la experiencia de su paseo
entendieron lo que es orar: partir de la vida, para volver a la vida,
transformados por el Espíritu.
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33. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
• Oración
SEÑOR, ENSÉÑAME A PREPARAR EL CAMINO DE TU VENIDA
Señor, yo sé que mis caminos no son tus caminos.
Enséñame a descubrir tus caminos...,
enséñame a allanar mis senderos...
Señor, enséñame a preparar el camino de tu venida,
poniendo en orden mi casa, por dentro y por fuera...,
creando en mi vida una actitud limpia y transparente.
Señor, enséñame a preparar el camino de tu venida...
purificando mi mente...,
liberándola de todo pensamiento negativo y angustioso...
y llenándola de un solo pensamiento: tu venida.
Deseándola, añorándola..., presidiéndola ya... en mi vida.
Señor, enséñame a preparar el camino de tu venida...,
centrando mi corazón en un amor fuerte,
intenso y gozoso de tu venida...
preparándola desde el fondo de mi alma con todo mi ser...
Señor, enséñame a preparar el camino de tu venida...
enséñame a silenciar mi mente,
a preparar mi corazón...
Señor, tengo nostalgia de tu salvación...
Señor, espero tu salvación...
Señor, espero tu presencia salvadora en mi vida...
Señor, espero vivir en ti y desde ti...
Señor, ven..., pronto a mi vida...
Señor, enséñame a preparar el camino de tu venida...
32
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
34. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
CATEQUESIS INMACULADA:
«CELEBRARÉIS SI… TENEIS ESPERANZA»
• Objetivo
- Profundizar en el mensaje cristianos del Adviento
- El importante papel de María, y la esperanza para celebrar la
venida de Jesús
• Idea principal
En este tiempo de esperanza que es el ADVIENTO, Jesús, nos da la
fuerza necesaria para ser fuertes ante las dificultades y, donde el
Espíritu, nos enseña a guardar, cuidar y reservar los caminos de
nuestra vida para que el Señor nazca en nosotros.
En este día celebramos la INMACULADA CONCEPCIÓN
Nadie, como ella, nos puede indicar los caminos que nos llevan a la
Navidad. Su pureza, su alma limpia, su interior lleno de Dios.
• Evangelio del Domingo
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 26- 38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El
ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracias, el
Señor esta contigo». Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba
qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has
encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un
hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del
Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará
sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María
dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le
contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo
de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha 33
concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril,
porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «Aquí está la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
35. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
• Reflexión
La Inmaculada es la fiesta de una mujer a quien la
esperanza le creció por dentro y se le asomó como
fruto de salvación para todos. Dios nos dice cosas
muy bellas en María. Ella, desde su limpieza de
corazón, es espejo que nos permite vernos por dentro,
es guía en los caminos del Adviento.
Para recordarnos que en nuestro camino hacia Belén,
queremos vivir desde la esperanza, traemos como imagen las casas del
camino, en las que un día el ángel se presentó a María.
Los orígenes de esta fiesta se remontan a los siglos VII/VIII en Oriente.
Poco a poco fue penetrando en Occidente y extendiéndose por toda la
Iglesia, hasta que el papa Pío IX, el día 8 de diciembre del año 1854,
declaró como dogma de fe que María, por un singular privilegio, fue
preservada de toda mancha de pecado original.
Para María orar es “estar disponible”. La disponibilidad es una variante
lógica y muy cualificada de la escucha.
Quien ora como María, tiene que haberse desembarazado de todo lo que
le impida abrir a ese Dios que «está a la puerta y llama» (Ap 3,20)
Esta disponibilidad proporciona a María el secreto de todos sus éxitos:
No “hacer”, sino “dejar hacer al Señor cosas grandes en Ella”. Una
disponibilidad rubricada por palabras tales como «Hágase». «Sí». «Amén».
El adviento de María consiste en recoger en su corazón todas las
lágrimas y esperanzas de los hombres y mujeres y ponerlas junto a
Jesús, a quien lleva dentro. Esta es su oración permanente de
intercesión. En la interioridad de María se dan cita dos miradas: una
mirada al mundo que la rodea y una mirada a su Hijo. María adora la
vida y comunica la vida a manos llenas, como una fuente inagotable. En
María, Dios se asoma, hecho niño, para alegrar al mundo.
Me dejo invadir por la profunda transparencia de su alma, por su
escucha atenta y su sí generoso y humilde. En comunión con ella, en
una de esas casas de Nazaret, trato de recordar las veces que Dios me
ha pedido algo que no lograba comprender o se salía de mis planes y 34
cálculos humanos. ¿Cuáles han sido mis sentimientos más profundos?
¿Cómo ha sido mi respuesta? ¿Cuál es el nivel de mi fe y de mi entrega
al Señor? ¿Qué me ofrece María en este día?
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36. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
• Parábola
María tuvo un sueño y, a la mañana siguiente, lo compartió con José.
“No lo pude comprender, realmente no, pero creo que se trataba del
nacimiento de nuestro Hijo. Sí, creo que era acerca de esto.
La gente estaba haciendo preparativos con seis semanas de
anticipación. Decoraba las casas y compraba ropas nuevas. Salían
muchas veces de compras y adquirían regalos.
Era muy peculiar, ya que los regalos no eran para nuestro Hijo. Los
envolvían con hermosos papeles y los ataban con preciosos moños, todo
lo colocaban debajo de un árbol adornado.
Sí, era un árbol, José, adentro de sus casas. Esta gente estaba
decorando el árbol también.
Las ramas llenas de esferas y adornos que brillaban. Había una figura
en lo alto del árbol. Me parecía ver un ángel ¡Oh! Era verdaderamente
hermoso.
Toda la gente estaba feliz y sonriente. Todos estaban emocionados por
los regalos, se los intercambiaban unos con otros. José, lo triste es que
no quedó un solo regalo para nuestro Hijo.
Sabes, creo que ni siquiera lo conocen, pues nunca se les oyó que
mencionaran su nombre.
¿No te parece extraño que la gente se meta en tantos problemas para
celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen?
Tuve la extraña sensación de que si nuestro Hijo hubiera estado
presente en esa celebración, habría sido un intruso seguramente. Todo
estaba muy hermoso, José, todo el mundo parecía feliz; pero yo sentí
ganas enormes de llorar. Y así lo hice. ¡Qué tristeza para Jesús, no
querer ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños!
Me alegré al despertarme. ¡Qué contenta me siento porque sólo fue un
sueño! ¡Pero, qué terrible, José, si eso hubiese sido realidad!
• Oración
SEÑORA...
la mujer fuerte,
la que inspiras confianza,
la que creíste.
ÓYEME:
da luz a mi inteligencia,
fortalece mi voluntad indecisa,
hazme sencillo en mi actuar,
dame corazón humilde. 35
MARÍA,
quiero tener alma grande para que todos tengan cabida en ella;
quiero ser de interior limpio donde no brote lo malo;
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
37. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
quiero ser fuerte en la dificultad;
quiero pureza en mi vida;
quiero capacidad de entrega sin esperar correspondencia.
MADRE, AYÚDAME A DECIR “SÍ”
el “SÍ” de la honradez,
el “SÍ” del compromiso,
el “SÍ” de la de la fidelidad,
el “SÍ” del amor a los semejantes,
el “SÍ” de la apertura al Espíritu del Resucitado.
Yo también quiero decir “sí” a lo que Dios quiere de mí.
CATEQUESIS TERCER DOMINGO DE ADVIENTO:
«CELEBRARÉIS SI… OS ALEGRÁIS»
• Objetivo
- Profundizar en el mensaje cristianos del Adviento
- ALEGRAOS para celebrar la venida de Jesús
• Idea principal
¿Qué nos quiere decir el evangelista san Juan?
Cuando Juan el Bautista bautizó a Jesús, se oyó desde el cielo la voz de
Dios que decía: «Este es mi Hijo amado; en él he puesto todo mi amor».
Dios ha puesto toda su confianza en Jesús. También Jesús ha puesto
su confianza en Juan el Bautista.
Un día dijo de él que era el mayor de los profetas. Vestido de piel de
camello y alimentándose de saltamontes y miel, Juan, el que preparó el
camino al Señor, debía de ser un hombre de gran sencillez.
Por otra parte, debía de estar muy cercano a Jesús.
Mas tarde, cuando Jesús comenzó a darse a conocer, Juan Bautista
pidió a sus discípulos que siguieran a Jesús, indicándoles:
«Es necesario que él crezca y yo disminuya».
Cuando te alegras de cualquier cosa o porque ha llegado alguien, tu
rostro cambia, se ilumina.
¡Alégrate! Jesús viene.
36
• Evangelio del Domingo
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
38. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 1, 6-8. 19-
28
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venia
como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos
vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Y éste fue el
testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén
sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?» El
confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías». Le preguntaron: «Entonces,
¿qué? ¿Eres tú Elías?» El dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el Profeta?»
Respondió: «No». Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una
respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del
Señor"» (como dijo el Profeta Isaías). Entre los enviados había fariseos y
le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni
Elías, ni el Profeta?» Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio
de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que
existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la
sandalia». Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde
estaba Juan bautizando.
Palabra del Señor
• Reflexión
La antífona de entrada marca la tónica dominante
de este domingo que es la alegría. «Estad siempre
alegres» se convierte en una consigna repetida en el
Adviento que debe permanecer todo el año; si el
Señor está cerca, su proximidad no debe ser motivo
de tristeza sino de gozo. Él viene en persona y nos
salvará, hará brotar la justicia y cancelará nuestra
condena; por eso los salmos y el cántico de la Virgen
María proclaman la grandeza del Señor y las
segundas lecturas abundan en la invitación a la alegría y a la firmeza y
la paciencia en la espera. En los evangelios vuelve a presentarse Juan el
Bautista en un contexto de preguntas acerca de él mismo y de Jesús,
cuyas respuestas vienen a confirmar que han llegado los tiempos
esperados del Mesías que es reconocido por los pobres en el espíritu,
mientras que otros se sienten defraudados por Jesús. Se acercan ya las
fiestas del nacimiento del Salvador y estas celebraciones han de
prepararnos para aquéllas tal como quería hacerlo el Bautista con su
pueblo, «Purificándonos de todo pecado».
37
¡No exageraba! En efecto, esa era trabajo para el último de los esclavos.
Juan se consideraba en verdad humilde y pequeñísimo cuando se
comparaba con Jesús.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
39. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Porque Jesús es el «Mesías», es decir, aquel que los profetas anunciaron
y que va a instaurar el Reino de Dios. Pero la gente que lo veía entonces
ni lo sospechaba. Todavía no había comenzado a recorrer Palestina para
sembrar la Palabra.
Juan sí que ha comprendido. Modestamente, manifiesta que no es él el
importante, que sólo está ahí para preparar el camino al que es mucho
más importante que él. Evidentemente, no se trata de construir
materialmente un camino en la naturaleza, pero nosotros lo traemos
como imagen que nos recuerde que tenemos que preparar los corazones
para que puedan recibir la Palabra de Dios y así, alegrarnos.
Juan el Bautista no era la Luz, pero estaba allí para dar testimonio de
él… ¿Sabes que tú también puedes ser un «testigo de la Luz», como
Juan? ¡Seguro que no lo vas a proclamar n el desierto!, pero en tu
unidad, en el Centro, estás invitado a «testimoniar» con tu modo de
vivir. ¿Cómo lo vas a hacer?
• Parábola
Un rabino hacía a sus alumnos la siguiente pregunta. ¿Cómo podréis
distinguir cuándo termina la noche y empieza el día? El primer
discípulo respondió: Cuando a lo lejos puedes distinguir un perro de
una oveja… No, dijo el rabino. Otro discípulo aventuró su respuesta:
Cuando puedes distinguir una palmera de una higuera». «No, replicó el
maestro». ¿Cuándo entonces?, preguntaron a coro los discípulos. El
rabino respondió: Cuando puedes mirar el rostro de una persona y
reconocer en ella a un hermano. Mientras eso no sucede es todavía de
noche en tu corazón.
• Oración
DECÁLOGO:
1. ALÉGRATE por haber sido tocado por Dios desde el día de tu
Bautismo. Eres hijo suyo y, además, en Belén te demostrará una vez
más su gran amor: JESÚS.
2. ALÉGRATE en medio de las contrariedades. Sonríe, aunque a veces,
estés llorando por dentro.
3. ALÉGRATE aunque la suerte no te sonría. Dios te acompaña y, tarde
o temprano, te dará respuesta. 38
4. ALÉGRATE porque Dios sale a tu encuentro. Se hace hombre por
salvarnos, para que le veamos, para romper las distancias existentes
entre la tierra y el cielo.
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40. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
5. ALÉGRATE para infundir alegría a nuestro mundo. El pesimismo no
se combate con más kilos de tristeza y, por el contrario, sí con una
buena dosis de alegría cristiana.
6. ALÉGRATE aunque, aparentemente, no consigas los efectos
deseados. Tampoco Dios, en Belén, se hizo sentir con mucho éxito sino
todo lo contrario.
7. ALÉGRATE en el trabajo. Que se note que eres cristiano. Que irradies
la alegría de la próxima Navidad: Dios en medio de nosotros.
8. ALÉGRATE porque, como Juan Bautista, también tú puedes ser
pregonero del nacimiento de Cristo, de su fuerza y de su Palabra.
9. ALÉGRATE esperando en Dios y, sobre todo, trabajando y optando
por su inminente llegada: ¡El Señor está cerca!
10. ALÉGRATE y, lejos de pretender que cambien los demás, cambia un
poco tú. Que el Señor, cuando llegue, encuentre por lo menos tu
camino limpio y bien preparado para su nacimiento.
CATEQUESIS CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO:
«CELEBRARÉIS SI… CONFIÁIS»
• Objetivo
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- Profundizar en el mensaje cristiano del Adviento
- CONFIAD para celebrar la venida de Jesús
- La importancia del papel de María
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41. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
• Idea principal
¿Qué nos quiere decir el evangelista san Lucas?
Esta semana, es san Lucas quien nos narra el acontecimiento de la
Anunciación: María, la esposa de José va a ser madre de Jesús, el Hijo
de Dios.
Ella, sobresaltada, pregunta: «¿Cómo será posible esto?».
Pero María tiene una gran confianza en Dios. Si la voluntad de Dios es
que ella traiga a Jesús al mundo entonces está de acuerdo; por eso
responde con un sí.
María es feliz aceptando el proyecto de Dios.
• Evangelio del Domingo
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 26- 38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El
ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracias, el
Señor esta contigo». Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba
qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has
encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un
hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del
Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará
sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María
dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le
contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo
de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha
concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril,
porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «Aquí está la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
• Reflexión
En vísperas de la Navidad la liturgia nos evoca los
momentos previos al nacimiento del Mesías como
fueron su anunciación y encarnación en el seno de la 40
Virgen María. La primera lectura son profecías
relacionadas con el evento que se celebra. La segunda
lectura nos da una interpretación más abstracta y
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
42. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
universal del misterio de la humanización o encarnación del Hijo de
Dios; éste es Hijo de David en el doble sentido de la carne y del Espíritu,
con su aparición en el mundo comienza a desvelarse el misterio o plan
secreto de Dios para la salvación de los hombres, y la vida de Jesús es,
desde el comienzo, una ofrenda permanente; es el servicio de Cristo al
Padre como rey, profeta y sacerdote.
Pablo nos habla del misterio de un Dios que en Cristo ha querido
hacerse cercano, humano, Dios inteligible, para acercarnos y asumirnos
en ese misterio:”Cristo Jesús – revelación del misterio mantenido en
secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en la Sagrada
Escritura…”
Toda la grandeza del misterio pasa por una situación humana pequeña,
una mujer del pueblo, sin nombre, Virgen, que es invitada a entra en
este plan salvífico desconcertante e insensato: dar a luz al hijo de Dios,
sin conocer varón. La disponibilidad de María, su sí nos dispone a
celebrar el cercano Misterio de la Navidad. El temor de María “No temas
María” pone nombre a nuestros miedos, cuando Alguien irrumpe en
nuestra vida y comenzamos a abismarnos en el misterio del Dios con
nosotros. Nuestra vida se debate en esa tensión nunca resuelta del
todo: necesidad del Otro y de los otros que nos habiten, acompañen
nuestro vivir, pero por otra, la dificultad de hospedar al Otro y a los
otros, el miedo a perder y a perdernos… No queda otra que dejarnos
llevar de la mano de María, primera creyente y Madre, para adentrarnos
en el misterio de la Navidad. Ya no nos queda nada, la cuna está vacía,
sentimos el corazón ansioso que espera la venida, esperamos con
confianza el celebrar que Jesús va a nacer.
¿Cómo reaccionó María ante el proyecto de Dios? ¿Y nosotros? La
Palabra de Dios se encarnó en María, ¿cómo está tomando carne la
Palabra de Dios en mi vida personal? ¿Y en la vida del Centro? ¿Cómo
discernimos hoy el proyecto de Dios para la humanidad? ¿A qué nos
compromete?
• Parábola
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del
pueblo: ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al
primero y le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar a la viña. Él contestó: ¿No
quiero?.. Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo
lo mismo. Él le contestó: Voy, Señor. Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo
lo que quería el padre? Contestaron: El primero. Jesús les dijo: Os
aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el 41
camino de Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el
camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y
prostitutas le creyeron. Y aun después de ver esto, vosotros no os
arrepentisteis ni le creísteis.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
43. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
• Oración
Señor, abre mis oídos a tu Palabra.
Señor, despierta mi corazón a la esperanza.
Tú vienes, vienes siempre a mi encuentro.
Tú vienes siempre con amor.
Haz que me ponga en camino para recibirte.
Te abriré la puerta de mi vida.
Nos daremos el abrazo entrañable.
Y al oír los pasos de tantos caminantes del mundo,
me sentiré hermano de todos
y compartiré con ellos mi paz y mi esperanza.
Amen
… es Adviento
Más que un tiempo,
es un talante y un estilo,
es una actitud del alma.
No sólo es algo que se celebra, sino algo que se vive.
Cuando nos llenamos de ideales, es Adviento.
Cuando creemos en la utopía, es Adviento.
Cuando tenemos hambre y sed de justicia, es Adviento.
Cuando trabajamos por la paz, es Adviento.
Cuando pedimos que venga a nosotros el Reino, es Adviento.
Cuando esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, es Adviento.
Cuando esperamos contra toda esperanza, es Adviento.
Cuando sufrimos con paciencia, es Adviento.
Cuando sembramos en tierra humana, es Adviento. 42
Cuando buscamos a Dios, es Adviento.
Cada vez que decimos “Ven”, es Adviento.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
45. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
Adviento es presentir una presencia, es oír ya de cerca la voz de uno
que viene como amigo, es estremecerse ante un milagro nunca antes así
imaginado. No queremos nada sin Él. Nos fiamos, porque nadie nos
amó tanto como Él; siendo rico, quiso nacer entre nosotros como el
último de todos, sin ningún otro interés que el amor. Él viene para
hacer que oigamos la voz de los más pobres, para hacernos más
hermanos, más amigos, hijos de Dios. Jesús, es esperanza, es siempre
nuestro punto de partida. Por ello, la Familia Hospitalaria, queremos
vivir este tiempo de Adviento como tiempo nuevo, tiempo de esperanza
en el que sean los valores institucionales los que nos guíen en este
tiempo de espera.
1º Adviento Celebramos el Adviento desde la
RESPONSABILIDAD COMO DIGNIDAD
RESPONSABILIDAD COMO DIGNIDAD
Domingo 1º: Viene el Señor. Velad.
Isaías 63,16b-17.19b;64,2b-7: ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!.
1Corintios 1,3-9: Aguardamos la manifestación de nuestro Señor
Jesucristo.
Marcos 13,33-37: Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño
de la casa.
Adviento es el anuncio que hace Dios a la
humanidad de una dignidad
desconocida. No sabemos lo que somos si
él no nos lo dice. Por el abrazo de su
gracia, que todo lo deja vestido de
hermosura, podemos despertar al amor
de una mañana. No queremos dejar a
Dios fuera, sin sitio en la construcción de
nuestro mundo. Podemos ser tenidos
como anticuados, pero él es nuestra
novedad. Podemos parecer gente extraña,
pero Él nos invita a abrazar a los más 44
débiles con su ternura, él nos invita a vivir desde la responsabilidad, a
estar siempre en vela.
PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza
46. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
2º Adviento Celebramos el Adviento desde la CALIDAD
CALIDAD
COMO RIESGO
COMO RIESGO
Domingo 2º: Juan el precursor. Preparad el camino del Señor.
Isaías 40,1-5.9-11: Preparadle un camino al Señor.
2Pedro 3,8-14: Esperemos un cielo nuevo y una tierra nueva.
Marcos 1,1-8: Allanad los senderos del Señor.
Adviento es el riesgo de dejar las viejas
sendas para adentrarnos por caminos
nuevos, en los que sea posible ver la
mariposa en la oruga, al roble en el fondo
de la bellota, a la Palabra hecha
humanidad en un pesebre. Pero, ¡ojo!, las
aspiraciones de la humanidad pueden ser
secuestradas por otros interese que no
persiguen el bien, por ello debemos tener
no sólo calidez, sino también calidad
para preparar el camino de humanidad,
arriesguemos lo que arriesguemos.
Inmaculada Celebramos el Adviento desde la
ESPIRITUALIDAD COMO MIRADA
ESPIRITUALIDAD COMO MIRADA
Inmaculada concepción
Génesis 3,9-15.20: Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de
la mujer.
Efesios 1,3-6.11-12: Nos eligió en la persona de Cristo, antes de
crear el mundo.
Lucas 1,26-38: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Adviento es levantar la mirada y el
grito de todos los que sufren hacia el
horizonte liberador. En los caminos
de Dios, que van mucho más lejos
que los nuestros, se recrea la
identidad de todo ser humano. De
ahí, el atrevimiento de la mirada, de
una mirada espiritual llena de
alegría, que nos invite a trascender 45
para llegar, al que sufre.
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47. Adviento: CELEBRAREIS SI… (Ciclo B)
3º Adviento Celebramos el Adviento desde el RESPETO
RESPETO
COMO HUMANIDAD
COMO HUMANIDAD
Domingo 3º: Alegraos, han llegado los tiempos mesiánicos. En
medio de vosotros hay uno que no conocéis.
Isaías 61,1-2a.10-11: Desbordo de gozo con el Señor.
1Tesalonicenses 5,16-24: Que vuestro espíritu, alma y cuerpo,
sea custodiado hasta la venida del Señor.
Juan 1,6-8.19-28: En medio de vosotros hay uno que no conocéis.
Adviento es el regalo de una
humanidad nueva, con sabor a familia,
donde ya no hay extranjeros, ni lejanos,
ni pobres, ni orillados. Un niño en su
ingenuidad rompe las armas de las
guerras, con su cercanía acorta todas
las distancias, con su solidaridad, con
su respeto, estrena la alegría.
4º Adviento Celebramos el Adviento desde la
HOSPITALIDAD COMO VIDA
HOSPITALIDAD COMO VIDA
Domingo 4º: La encarnación. El anuncio a María: el Señor le dará el
trono de David, su padre.
2Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16: El reino de David durará por
siempre en la presencia del Señor.
Romanos 16,25-27: El misterio, mantenido en secreto durante
siglos, ahora se ha manifestado.
Lucas 1,26-38: Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
Adviento es fuerza del viento que levanta
las vidas humilladas, poder de ternura, de
hospitalidad, que abre todos lo cerrado,
mano amiga que conduce a las fuentes de
todos los sedientos. Dejando, como un
rastro por todos los caminos, un silencioso
deseo de amar y una manera nueva de
servir a todas las criaturas, en las que el
mismo Dios se ha encarnado.
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PASTORAL DE LA SALUD - CATEQUESIS | Norka C. Risso Espinoza