Jornades "Comunicació 3.0 i accessibilitat total". Ponència Xavier grau: "Las tecnologías al servicio de todas las personas"
1. Las Tecnologías al servicio de todas las personas.
Museo Marítimo de Barcelona
30 de noviembre del 2011
En un contexto como el actual es mayoritariamente reconocido el hecho de que
cuando hablamos de “Tecnologías”, nos estamos refiriendo a un campo más
concreto que el que podría suponer una interpretación literal, puesto que la
tecnología es tan antigua como la humanidad.
Queda patente por tanto que nos estamos refiriendo a aquella tecnología que
se circunscribe dentro de un desarrollo moderno, basada principalmente en la
microelectrónica y la computación, relacionada directamente con la
comunicación y el acceso a la información.
Las nuevas tecnologías, las tecnologías modernas, tienen para las personas
con discapacidad un significado y potencial distinto del que tienen para la
población sin ninguna discapacidad.
El desarrollo tecnológico ha posibilitado la realización de algunas actividades
de nuestra vida diaria, de la vida diaria de cualquier persona, de una forma más
independiente y autónoma, ya sea con el uso de herramientas estándares o
bien a través de la utilización de tecnologías asistivas.
En este sentido, se considera un hecho probado que las nuevas tecnologías
suponen una herramienta importante para favorecer la integración social y
laboral de las personas con discapacidad, pero que, de no ser accesibles para
todos, pueden suponer una nueva barrera para el mundo de la discapacidad.
No obstante, es una lucha constante el intento de que esas mismas nuevas
tecnologías no se conviertan en una nueva barrera de comunicación para las
personas ciegas y deficientes visuales, o una barrera de otro tipo para
personas con otras discapacidades, e incluso para las personas que están en
el otro lado de la brecha digital. Si, por ejemplo, los nuevos expendedores de
billetes de transporte, la televisión digital, las redes sociales o los nuevos
sistemas informáticos no están «diseñados para todos», o no conseguimos
adaptarlos para nuestro uso, nos encontramos con que tareas que
históricamente hemos ejecutado con independencia y autonomía, no las
podamos hacer solos.
En este punto, el trabajo que ha realizado y seguirá realizando la ONCE y su
Fundación en el campo de la investigación y el desarrollo de herramientas
específicas, asesorando y convenciendo a fabricantes y operadores de
elementos estándares para que se fabrique y se diseñe para todos, y poniendo
al alcance de quienes lo precisen las herramientas existentes en el mundo que
puedan minimizar el impacto de nuestra discapacidad, es y seguirá siendo vital
para no quedarnos atrás en la carrera tecnológica.
La aparición de lo que se ha venido en denominar “Nuevas Tecnologías y la
Sociedad de la Información y del Conocimiento” ha supuesto para la sociedad
en general un gran cambio en el enfoque de la actividad humana de los
2. procesos de producción, así como de las actividades cotidianas de los
ciudadanos.
De forma tradicional, los cambios e innovaciones tecnológicas y su aplicación a
la vida diaria, se han definido y proyectado atendiendo a las características de
la “persona media”, sin tener en cuenta en ningún momento que, en diversas
franjas poblacionales, concurren determinados aspectos como por ejemplo una
discapacidad, que les otorga unas características diferentes.
Si el diseño de los productos basados en las nuevas tecnologías no se hace
pensando en que ha de ser un “diseño para todos”, corremos un claro riesgo de
exclusión social de una parte de la población, como parte de un mecanismo de
discriminación social.
Su aparición y uso en multitud de actividades humanas, supone para las
personas con discapacidad una oportunidad de avanzar hacia una mejor
calidad de vida e integración en la sociedad.
Mediante el uso de las nuevas tecnologías, ya sea en productos normalizados
o de mercado, o mediante tecnologías específicas adaptadas a cada
discapacidad, se permite en muchas ocasiones minimizar el efecto que supone
la discapacidad en la vida laboral, educacional y diaria de las personas.
En ocasiones, la extensión de las nuevas tecnologías entre las personas con
discapacidad se ha producido por vía de la adaptación posterior de las
tecnologías globales, del ajuste de una tecnología general a las necesidades
particulares, actuaciones que palian en parte el que los productos, bienes y
servicios no hayan sido realizados utilizando los principios del “diseño para
todos”.
Podemos entender que, ofrecer bienes y servicios no accesibles para una parte
de la población es una discriminación clara, puesto que a dichas personas se
las separa del resto de la población atendiendo a sus características
personales, puesto que hay una serie de productos y servicios que no pueden
ser utilizados por ellos.
Sin perjuicio de lo antedicho, el balance actual ha de ser marcadamente
positivo. Quién se hubiera planteado hace tan solo unos años que una persona
ciega, sin ayuda de nadie, podría leer un libro de forma autónoma con un
escáner, podría acceder al inmenso mundo de contenidos que nos ofrece
Internet, podría utilizar un teléfono que «habla los menús», o podría visitar un
museo con el uso de una audioguía.
La transversalidad en el uso de las nuevas tecnologías es muy marcada y por
lo tanto o se dispone de destrezas y posibilidades para su uso, o se entra a
formar parte de un nuevo tipo de analfabetismo, que reduce drásticamente las
posibilidades de desarrollo humano de las personas.
La alternativa está clara, debemos seguir avanzando en el aprovechamiento de
la tecnología para toda la sociedad y no construir nuevas barreras.
3. Xavier Grau i Sabaté.
Delegado Territorial de la ONCE en Catalunya