2. La pintura a partir del 1900
La comprensión del arte moderno, con su espectacular dinámica, se ha hecho difícil
para el espectador, por lo que son necesarios unos principios generales antes de
adentrarse en el estudio de los distintos grupos y artistas y ello a pesar de nuestra
insistencia en la pluralidad de las vanguardias artísticas vamos a estudiar algunos rasgos
comunes a todas ellas:
a. Repudio al realismo
La realidad que captamos a través de los sentidos deja de ser el modelo a imitar. Tiene
que ver mucho en ello no sólo la voluntad de los artistas sino la propia existencia de
otros medios de reproducción más fieles como la fotografía y el cine. Hablar a partir de
ahora del contenido de un cuadro o una escultura va a resultar cada vez más difícil.
b. Creación de un nuevo lenguaje
Frente a la realidad exterior los medios propios de la pintura y de la escultura (como la
línea, el volumen, el color, la composición…) se convierten en protagonistas. El artista
mira a su paleta y la obra es autónoma del exterior. Es decir, reafirmación de la
conciencia de que el valor del cuadro no está ligado a lo que representa, sino que es una
superficie plana recubierta con cierto orden.
c. Investigación
El artista se convierte en un investigador de la imagen y de sus posibilidades. Trabajará
sobre la percepción en igual medida que sobre los materiales y los procedimientos.
d. Crisis de la misma concepción del arte y del papel del artista
En torno al arte se alza la obra convertida en una mercancía; la existencia de una
clientela y de un mercado del arte; los marchantes… El artista se posiciona ante toda
esta realidad que inserta la producción artística en un mercado.
e. Necesidad de grupo o manifestación de la individualidad
Los movimientos artísticos que constituyen las vanguardias, estén o no amparados en
formulaciones teóricas completas, viven la coexistencia entre cierta necesidad de
pertenencia a un grupo (agrupamiento que les lleva a firmar manifiestos conjuntos) y la
expresión de su individualidad que, en ocasiones, les hará inclasificables.
d. Paulatina importancia de los materiales nuevos y de las posibilidades derivadas
de la tecnología.
Esta renovación constante va a ser galvanizada por grupos reducidos de artistas (las
vanguardias) que, reivindicando su derecho a la libertad y a la originalidad, proponen
una suerte de programas universales, de manifiestos, que se sitúan en un periodo de
relativo florecimiento económico (1890- 1914), y que agudiza la conflictividad entre los
compromisos sociales, humanos y artísticos.
3. Introducción
LOS ISMOS
Las vanguardias evolucionan más rápidamente que la comprensión del público. Esto y
el hecho de necesitar una preparación previa para decodificar los mensajes que los
artistas mandan a través de sus obras, crea un abismo entre el pintor y la mayor parte de
la población que no entiende sus obras.
Ya no son los gremios ni las academias los que rigen el destino del artista. Ahora se
regulan por la oferta y la demanda; un sistema que gira entorno a los marchantes, las
galerías, los coleccionistas y los críticos.
La era industrial representa la inquietud y el constante cambio que precisamente son los
principales rasgos del arte del siglo XX. Grupos de jóvenes artistas, todos ellos nacidos
después del Impresionismo, se afanan en crear un arte nuevo, un arte que pudiera
satisfacer, realmente, al ser humano moderno, nacido de la civilización industrial.
Inquietos, rebeldes, polémicos e innovadores, con su apasionada y apasionante
aventura, los grupos de artistas geniales que hoy conocemos bajo el denominador
común de vanguardias históricas revolucionaron las bases de la creación plástica
durante las primeras décadas del siglo XX. Por un lado, desmontan pacientemente los
valores del arte tradicional, en apariencia inamovibles, y por otro, concretan
alternativas en su búsqueda de un arte nuevo.
Con inusitado descaro comienza por preguntar: ¿Por qué ponemos en nuestras casas
adornos que las hacen más caras y más incómodas? ¿Por qué tengo que pintar las cosas
quietas cuando en realidad se están moviendo? ¿Por qué no puedo construir edificios
con piezas prefabricadas al igual que se montan los automóviles? ¿Por qué he de
reproducir lo que veo despierto y no lo que sueño?
Para quienes se hacen éstas u otras preguntas similares hay una cosa evidente: el arte
tiene que evolucionar en la misma medida que lo hace la sociedad. Si no es así, el
arte perderá su sentido. Resultaría absurdo pretender mantener inamovibles los
principios artísticos cuando el mundo cambia. El arte medieval o barroco fueron válidos
en tanto que coherentes con su época. Al arte actual no le podemos pedir lo contrario.
Al margen de cualquier dogma o principio universal, el arte del período se disgrega en
una infinidad de tendencias estética e ideológicamente dispares que, además, se suceden
con un vértigo arrollador, solapándose o enfrentándose entre ellas. Comparten, eso sí,
un carácter radicalmente innovador. Van por delante del gusto predominante. Son las
vanguardias del arte en su eterno proceso de renovación.
Por tanto, presenciamos un arte plural:
Con qué aspecto de la tradición se rompe y
Cómo se elabora esa ruptura
Estos dos aspectos definirán cada uno de los “ismos” que estudiaremos. Las
vanguardias son, por tanto, unas minorías que se proponen renunciar al pasado, eliminar
las normas establecidas y querer arrancar de la nada. El contexto más importante
(posiblemente el más creativo de la pasada centuria) será el periodo de entreguerras
aunque son varios los factores y las líneas que influyen en las vanguardias.
4. Vanguardias artísticas y su relación con acontecimientos históricos y líneas de
pensamiento
Vanguardia Acontecimiento o línea de Carácter
pensamiento
Fauvismo Imperialismo Relativización del modelo europeo de
civilización. Indagación en el arte
negro y afirmación del COLOR como
emoción.
Dadaísmo Primera Guerra Mundial Reconocimiento del fracaso de la
cultura occidental y búsqueda de una
RUPTURA RADICAL: se replantea
desde el gusto al espectador y al objeto
artístico.
Cubismo Einstein La teoría de la relatividad de Einstein
niega el carácter único e inmutable del
universo así como el ESPACIO
EUCLIDIANO de representación.
Futurismo Revolución Industrial Valoración de la prisa, de la estética de
la máquina y de la industria, del
MOVIMIENTO.
Expresionismo Primera Guerra Mundial La ciencia y su aplicación técnica
pueden provocar no sólo el bienestar y
el progreso sino la destrucción y al
muerte. El arte debe GRITAR ante
semejante situación.
Surrealismo freud Más importante que el mundo
consciente, existe un
SUBCONSCIENTE que el arte puede
manifestar porque se expresa en
imágenes.
Acontecimientos históricos y líneas de pensamiento influirán, como no puede ser de
otro modo, en las estéticas vanguardistas. De igual modo hay caminos ya iniciados en el
arte en la centuria pasada que marcan sectores a seguir. Tendremos ocasión de
comprobarlo pero a nadie se le oculta que el Cubismo aprendió mucho de Cézanne o
que la liberación del color que propugnan tanto fauces como expresionistas estaba ya en
Van Gogh y Gauguin. Aunque se quiera es difícil partir de cero en una cultura como la
occidental de tantos y tantos milenarios estratos. Por tanto, Fauvismo, Expresionismo
alemán, Cubismo, Futurismo, Dadaísmo, Surrealismo, Abstracción. Son movimientos
rupturistas y están claramente enraizadas en las experiencias postimpresionistas,
Cezanne, Van Gogh, Gauguin. El centro geográfico de su desarrollo fue Europa y su
meca París.