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Pelagio Mendoza María de los Ángeles
Reporte de lectura
El mundo de Sofía
La historia comienza contando la vida de una niña que se llama Sofía Amundsen, ella tiene
catorce años, es una chica normal, va al colegio y allí tiene una amiga que se llama Jorunn. Un
día como cualquier otro iban caminando de regreso a casa y empiezan a hablar sobre los robots
pero se contradicen, entonces optaron por hablar de otras cosas. Después llegaron al punto donde
se despedían y cada quien tomo su camino. Sofía vivía en un lugar muy retirado de las personas
así es que le quedaba mucho camino por recorrer. Luego de caminar unos minutos llego al
espeso bosque donde le encantaba observar como florecían los bosques, como se llenaban de
hojas, era algo que la relajaba mucho.
Llegó a su casa y miro el buzón de su jardín. Había muchas cartas pero entre todas miro
una pequeña carta que iba dirigida para ella pero únicamente decía su nombre. Sofía se sentía
nerviosa pero tuvo el valor de leerlo. En cuanto lo abrió solo había una hoja en la que le
preguntaban quien era, no decía nada más. Sofía muy intrigada se quedó pensando por un
momento, corrió hacia el callejón y su gato Sherekan fue tras de ella. Sofía tenía muchas
mascotas peces, periquitos, una tortuga y su gato. Todos esos animales se los había regalado su
madre y su padre como una recompensa porque no podían pasar mucho tiempo con ella. Su
madre siempre llegaba tarde del trabajo y su padre viajaba mucho. Le dio de comer a su gato y
después se sentó, se puso a reflexionar sobre en realidad quien era. Luego se metió al baño y se
miro en el espejo detenidamente pero no lograba conseguir respuesta.
Sofía se puso a pensar que nada era eterno y se le vino a la mente si existe vida después
de la muerte. Ella decía que no se puede tener la sensación de existir sin tener también la
2. sensación de morir. Reflexionaba mucho acerca de lo que decía su abuela, en realidad Sofía
nunca se había dado cuenta de la importancia de la vida. Recordaba que su abuela siempre decía
que tal vez la gente podría cambiar si encontraba una carta misteriosa en su buzón. De repente
tuvo la idea de ir al buzón y encontró otra carta con su nombre y una nota en la que le
preguntaban de donde provenía el mundo. Sofía no tenía ni la más remota idea, pensaba que tal
vez nadie tenía una respuesta para eso. Muy confundida decidió irse al callejón, su escondite
favorito, solo iba allí en ocasiones especiales. Empezó a reflexionar sobre las preguntas pero una
cosa llevaba a la otra y no encontraba respuestas. Entonces se le ocurre ir por tercera vez al buzón
y encontró publicidad, periódicos, cartas y una postal que creía que era de su padre pero después
lo dudo porque si era su dirección pero no su nombre decía Hilde Moller Knag, lo abrió y se da
cuenta de que si era su papá pero era para la tal Hilde Moller Knag felicitándola por sus quince
años. Con esto Sofía se queda más confundida; corrió hacia la cocina y reviso la agenda
telefónica pero no encontró nadie que se llamara así. Ya era otro misterio por descubrir.
Al día siguiente pensó que esa misteriosa persona se volvería a comunicar con ella,
decidió esperar y opto por no decirle nada a nadie. Jorunn notaba que Sofía estaba muy rara y le
pregunto que si le pasaba algo, solo le dijo que era un secreto y se marcho. Sofía se sintió triste
por como trato a su amiga pero pensó que fue lo mejor. Llego a su casa, reviso el buzón y noto
que había un gran sobre amarillo que decía su nombre con una nota la cual decía curso de
filosofía, trátese con mucho cuidado. Sofía salió corriendo al jardín y se fue al callejón. Al llegar
abrió el sobre y llego Sherekan, Sofía no le hizo caso saco tres hojas y empezó a leer. Venia una
hoja que hablaba sobre la filosofía. Mientras más leía se iba formulando preguntas como el
porqué a la gente no le importaba mucho la filosofía o si existía algo que en verdad le gustaba a
todas las personas, cuando acabo de leerla quedo agotada y mas confundida aún. Fue corriendo al
3. buzón y miro otro sobre amarillo lo abrió y empezó a leer una frase que decía que lo único que
necesitamos para ser filósofos es la capacidad de asombro. Es lo más importante de todo lo que
decía allí, Sofía muy intrigada se puso a reflexionar sobre cómo mientras más edad adquiría se
sorprendía menos. Recordó como un niño con el solo hecho de ver un perro se entusiasma y que
a lo largo de los años para los adultos ya es algo muy normal e insignificante. Ver al mundo
como siempre lo vemos en verdad no apreciamos las cosas que aunque son tan pequeñas son muy
importantes, pensó Sofía. En la tarde llego su madre del trabajo y Sofía le pregunto que si no le
parecía extraño vivir entonces su madre se quedo callada y no supo que decir.
Todos los días Sofía iba y revisaba el buzón, en la escuela se distraía mucho ya que solo
pensaba en las cartas. Llego a su casa y de nuevo encontró un sobre amarillo que decía su nombre
y se dispuso a leerlas. Al instante se dio cuenta de que hablaba de los mitos de Grecia, al final
terminó de leerlo y comprendió que los seres humanos a veces necesitan entender las
explicaciones a los procesos de la naturaleza. En la tarde su madre recibió la correspondencia y
venia una carta para Sofía, lo abrió y solo venían dos preguntas en las que le cuestionaban si el
agua se puede convertir en vino y la otra que decía si el agua se puede convertir en una rana. De
nuevo Sofía se sentía tan confundida que en realidad ya no sabía ni que pensar, cada pregunta la
confundía más y más.
Al día siguiente llego de la escuela, encontró otro sobre y se fue hacia el callejón. El
escrito hablaba de la antigüedad griega hasta hoy en día. Hablaba también de la vida de los
filósofos como: Aristóteles, Tales de Mileto, Anaxímenes, Parmėnides, Heráclito, Empėdocles, y
Anaxágoras. Mientras leía todas las biografías empezó a ordenar todos esos datos en su cabeza y
así fue comprendiendo como los filósofos fueron muy importantes.
Iba guardando las cartas en una caja de galletas, salió corriendo hacia el callejón y
4. encontró otra carta pero se le ocurrió la idea de vigilar porque ya tenía mucha curiosidad por
saber quién era el misterioso filósofo. A la mañana siguiente estuvo muy atenta para ver si podía
ver algo, abrió el sobre y solo encontró una nota que le preguntaba por qué el lego es el juguete
más genial del mundo. Sofía no estaba de acuerdo con eso y se confundió aun más porque pensó
que no tenía nada que ver con la filosofía. Se le ocurrió buscar unas piezas de lego que las tenía
de cuando era chica y empezó a jugar con ellas. Después comprendió que con el lego se podían
formar muchas cosas y se le hacía tonto que la gente adulta ya no jugara con los juguetes. Al
siguiente día llego del colegio y se encontró con más hojas, se puso a leer, al mismo tiempo
vigilaría el buzón. Las hojas hablaban sobre el filosofo Demócrito y cuando acabo de leer se
percato de la importancia de lo que había hecho este filósofo, demostró que tan solo una cosa por
más pequeña que fuera podía ser fundamental para poder iniciar algo. Sofía seguía vigilando pero
cuando acabo de leer decidió ir al buzón pero en la escalera encontró otro sobre pero en un
principio se molesto porque el filósofo la había engañado por dejar el sobre allí. Se dio cuenta de
que el sobre estaba mojado y con pequeñas cortaduras, se quedo intrigada entonces comenzó a
leerlo, le preguntaban que era el destino y si las enfermedades eran un castigo divino. No estaba
segura si creía en el destino y pensaba que las enfermedades no eran un castigo divino eso le
parecía una tontería.
Totalmente confundida, decidió mandarle una carta al mismo filósofo aunque sentía que
iba a ser muy raro hacer eso pero no tenía otra opción. Redactó una pequeña carta en la cual le
decía que le molestaba el no conocerlo y que lo invitaba a tomar café. Sofía se las tenía que
ingeniar como mandársela. En la noche mientras su mamá veía una película ella bajo despacio
hacia el buzón pero esta vez no encontró ninguna carta, opto por vigilar el buzón desde su
ventana. Sofía se estaba quedando dormida cuando de pronto alcanzó a ver una sombra que salía
5. del bosque. Casi no se veía nada vio la silueta de un hombre, observó como depositaba la carta en
el buzón y descubrió la carta de Sofía, la tomo y salió corriendo misteriosamente.
A Sofía le daban ganas de salir corriendo tras él pero le daba miedo. Entonces salió por el
sobre se metió a su casa y comenzó a leer. En ella el filósofo le decía que se había molestado
porque lo había estado vigilando, además en la carta hablaba sobre los acontecimientos políticos
de la antigüedad, del destino, de los historiadores griegos Herėdoto, Tucídides e Hipócrates.
Sofía se había quedado dormida, de repente se despertó y comenzó a recordar todo lo que había
leído la noche anterior pero lo sentía tan real que pensaba que no solo había sido un sueño.
Entonces sacó todas las cartas y al momento de agacharse mira un pañuelo rojo que decía Hilde.
Confundida se quedo pensado porque estaba eso allí pero no encontraba explicación lógica.
Se vistió y bajo a la cocina, recogió el periódico pero esta vez no había ninguna carta,
pero en el periódico encontró un artículo que tenía que ver con su padre y los sellos de las cartas.
Subió a su cuarto y en la caja de galletas encontró un sobre blanco que ella no había dejado allí
estaba mojado como el sobre pasado y se puso a pensar como había podido llegar hasta allí.
Abrió el sobre y leyó la nota en la cual el filósofo le decía que tendría que pasar tiempo para
poder conocerse, también decía que las cartas ya no las iba a llevar el porqué podía ser arriesgado
y que las llevaría su pequeño mensajero también decía que si encontraba un pañuelo lo guardara
bien porque cosas así se cambian por error, pero lo más importante era que el filósofo ya ponía su
nombre, Alberto Knox.
A Sofía cada día le parecía más raro todo esto, una de las dudas que tenía era que tenía
que ver Hilde Moller Knag con Alberto Knox ya que los nombres se parecían. Le dio la vuelta a
la hoja y venían frases como si existía el pudor natural, más sabia es la que sabe lo que no sabe, la
verdadera comprensión viene desde adentro y quien sabe lo que es correcto también hará lo
correcto.
6. Por las frases entendió que el pudor natural si existe, más sabia es la que sabe lo que no
sabe entendió que ninguna persona puede saber todo, por más que sepa siempre va a ver algo
nuevo que aprender, con la frase de la verdadera comprensión viene desde adentro se confundió
mas porque ella pensaba que todos los conocimientos vienen desde afuera y también no estaba de
acuerdo con esto porque no todas las personas saben lo que en verdad significa lo correcto.
Después de que termino de leer todo eso escuchó crujir las hojas, salió al jardín y de
repente vio un gran perro que traía un sobre, ella no supo reaccionar y el perro huyó. Se sintió
aliviada por saber que un perro era el que le llevaba las cartas, abrió el sobre y se puso a leer. La
carta hablaba de Hermes, Sócrates y los sofistas que tenían que ver con la naturaleza, como
ayudó a la sociedad y su terrible muerte. Después llego su madre y Sofía le empezó a cuestionar
sobre la vida de Sócrates y su mamá se enojó con ella por la forma en que le respondió.
En la tarde su mamá salió a visitar a una amiga, Sofía se quedó sola entonces salió al
jardín encontró un nuevo paquete, lo abrió y dentro venia una cinta de video. Rápido se apresuró
a ponerlo, empezó a verlo y se dio cuenta a simple vista de que trataba de Atenas pero las
imágenes eran tan vivas que ella se sentía como si en verdad estuviera allí, Alberto Knox le iba
contando cómo era la vida en aquella ciudad y época. En el video pudo apreciar como Sócrates
caminaba por las plazas platicando con la gente y los contagiaba de su filosofía, acompañado de
Platón que era como su mano derecha. Ahora tenía más dudas que nunca. Subió a su cuarto
guardo el video y se quedó dormida. En la noche llego su madre, notó que se había dormido
vestida y la despertó. Ella media dormida le dijo que había estado en Atenas. A la mañana
siguiente se despertó y se dio cuenta de que verdaderamente había estado en Atenas y que no solo
había sido un sueño, se puso a reflexionar sobre Platón y su forma de pensar, allí encontró
algunas respuestas de tantas preguntas.
7. De repente llegó Hermes el perro de Alberto Knox, le entregó el sobre a Sofía y se
esfumó. Lo abrió y mientras lo leía se identificó con Platón porque cada cosa que él decía tenia la
razón porque intentaba señalar lo que es eternamente verdadero y hermoso.
Fuente:
Bibliografía
Gaarder, J. (2005). El mundo de Sofía. 1ra edic. (1991). PATRIA: México, D.F.