1. Evaluación de páginas web,
algo que ningún docente puede
dejar de aprender.
Esta necesidad de evaluar las páginas web que
visitamos surge como consecuencia de un
hecho real e indiscutible: hoy en día cualquiera
de nosotros puede crear una página web o un
blog como éste, y llenarlo de contenidos e
información de todo tipo. Ya no se necesita una
imprenta o una editorial interesada en publicar
lo que escribimos. Hoy lo que creamos lo
publicamos directamente cualquiera de
nosotros. El contenido que encontramos en la
web y los libros puede ser el mismo, pero la
diferencia reside en que las editoriales cuentan
con un editor que filtra y selecciona qué se
publica. Si en el mundo web no existe tal editor,
¿cómo saber si la información que
encontramos cuando googleamos cualquier
palabra es fiable? En tanto docentes, este tema
resulta de suma importancia no sólo para
nosotros mismos, sino también para guiar a
nuestros alumnos a bucear y encontrar la
respuesta adecuada en la web.
Aguillo (2000) nos habla de “la necesidad
acuciante de organizar y gestionar la
información de la web”. La cantidad y
2. diversidad de información es abrumadora, y
para complicar aún más la situación, ésta
cambia constantemente. Es preciso entonces,
evaluarla, organizarla y llegar a lo que
realmente buscamos sin pérdidas de tiempos.
Evaluar es por lo tanto,analizar que se cumplan
ciertos requisitos a fin de que las decisiones
que tomemos sean menos complejas.
Partiremos de la idea de que “un página web, o
un conjunto de ellas, ligadas jerarquicamente a
una página principal, identificable por una URL,
forma una unidad documental reconocible e
independiente de otras ya sea por su temática,
autoría o representatividad institucional”. Para
los autores Arroyo y Pareja, es posible
reconocer tres tipos de sedes web:
institucionales, temáticas y personales.
Tanto para analizar y evaluar una página web,
como así también para crearla y diseñarla, hay
diversos criterios a tener en cuenta que tienen
que ver directamente con la calidad de la
misma.
No existe un criterio absoluto respecto de qué
se debe evaluar, pero en el mundo anglosajón
se perciben 5 criterios clásicos: autoridad, rigor,
objetividad, actualidad y cobertura. Froidevaux
(2003) agrega a ellos: acceso, navegación y
3. diseño. A continuación detallaremos cada uno
de ellos:
♦ Autoridad: ¿quién es el responsable
intelectual de la información publicada? La
responsabilidad sobre la misma alcanza al
autor, editor, patrocinadores. La influencia de
éstos últimos, ¿es visible?, ¿es positiva: les
interesa mantener y difundir una imagen
respetable?; ¿es negativa: sus intereses
influyen en la información brindada?
Deberíamos poder encontrar información sobre
la autoría de la página en las secciones “About”
o “quienes somos”, o en credenciales en la
cabecera o al pie de la página. Si no es así
podemos observar la URL y el dominio, o
recurrir a los grandes buscadores para obtener
más información sobre el autor. Las personas y
otra páginas que enlazan la página en análisis
también pueden darnos una idea del perfil de la
misma. La estructura de la información: estilo,
profundidad, objetividad son otros criterios que
valoran a una página web.
♦ Rigor: Precisión, exactitud, relevancia. ¿A
qué audiencia se dirige la página a evaluar?;
¿qué objetivo persigue?: ¿crear opinión,
informar, publicitar algo? ; ¿es fuente de
información primaria o se trata de información
que fue reproducida y reinterpretada?; ¿fue
4. revisada?; ¿contiene errores gramaticales,
ortográficos, de sintáxis?; ¿realiza aportaciones
nuevas?; ¿cita bibliografía?. Es importante
además, pasar del “sentido común al buen
sentido” en el decir de Gramsci y contrastar la
información leída con lo que ya sabemos, o con
otras fuentes que hablan sobre lo mismo y son
fiables. Es decir, tener espíritu crítico.
Los enlaces también deben ser analizados y
observar si responden al objetivo buscado y si
dicha información es rigurosa.
♦ Objetividad: éste constituye un elemento
fundamental. Como las páginas web están
escritas por seres humanos que solemos ser
difícilmente totalmente objetivos, es
aconsejable contrastar opiniones pero antes de
contrastar debemos identificar antes bien la
información encontrada. ¿Está la misma
sesgada y en qués sentido?, ¿es posible ver
alguna influencia de su patrocinador?, ¿las
perspectivas presentadas están equilibradas?,
¿existe publicidad en la página?
♦ Actualidad: desde el momento en que fue
elaborada la información, ¿recibió alguna
actualización? (para algunos campos como el
científico éste aspecto es fundamental). Este
criterio es uno de los más rápido indicadores de
si la información es útil a nuestra búsqueda o
5. no. Téngase especial observación en la fecha
en que un artículo fue elaborado y en el que fue
efectivamente publicado. Como así también, tal
como mencionamos anteriomente, la fecha de
revisiones o actualizaciones.
♦ Cobertura: Respecto de la cantidad de
información presentada y los temas tratados,
¿se efectúa una análisis profundo de los
mismos?; ¿aporta la información contenida en
la página en análisis, algo novedoso, original?;
¿se corresponde el contenido con el objetivo de
la búsqueda?; ¿se adecúa a la audiencia? Si
se tratara de una empresa, ¿se incluyen,
dsecriben los servicios ofrecidos?
♦ Acceso: Incluye aspectos técnicos y otros
no tan técnicos. Entre los primeros
encontraríamos el requerimiento de software
para abrir la misma, rapidez de conexión y
carga de imágenes, estabilidad de conexión,
existencia de opciones sin gráficos. Entre los
segundos, acceso restringido (con login y
contraseña) a quienes estuviera dirigida (las
más importantes editoriales didácticas de
lengua inglesa lo solicitan, por ejemplo) ;
necesidad de pagos previos por determinados
servicios (como ocurre con algunos sitios de
descarga de actividades para docentes);
limitación de acceso únicamente a demos o
6. con determinadas condiciones de uso (como
ocurre con algunos libros). Este criterio también
se refiere a si la página incluye facilidades de
acceso para discapacitados visuales, por
ejemplo.
♦ Diseño: El determina se una página es
atractiva o no. Pero no lo es todo, páginas con
muy buenos contenidos pueden no serlo.
Además, ¿es el formato apropiado al objetivo
de la página? (el público infantil puede valorar
más colores pero ¿cómo quedarían dibujos y
colores llamativos en una página científica?
Si se utilizan recursos multimedia, éstos
deberían contribuir a aumentar el poder
informativo de la página y no a disminuir su
calidad.
Los recursos interactivos son muy apreciados
(dirección de correo/e, contacto con el
webmaster, lugar para hacer comentarios,
formularios adecuados). Asimismo, las
opciones de impresión y descarga no deberían
constituir un inconveniente, lo mismo que la
propaganda que no debe ser intrusiva o
engañosa (por ejemplo, cuando aparecen
botones de descarga por todos lados, y en vez
de comenzar a bajar una película, termina uno
siendo conducido a otra página con más
publicidad!).
7. ♦ Navegación: éste es uno de los elementos
más importantes de las páginas web, si es
imposible navegar en ella porque no es
efectiva, es también imposible acceder a su
contenido. A efectos de evitar esto, la
información debe estar bien organizada, que se
fácil volver atrás, que los elementos de
navegación sean intuitivos y no arbritarios. Más
aún, sería ideal que el sitio contara con un
mapa en el cual se pudiera ver todo lo que en
él se puede encontrar y que cuente con
herramientas de búsqueda propias.
Creemos que aplicando estos criterios de
evaluación de información, la selección de la
misma constituirá una tarea menos complicada
y podremos utilizar esta herramienta que es la
web, como lo que es, una herramienta que nos
brinda infinita información pero que la misma,
puede ser analizada por nosotros, y utilizada de
acuerdo a nuestras necesidades y objetivos.
Bibliografía: ANDONI CALDERON REHECHO,
(2006), La evaluación de las páginas web.