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Manual 
de Medicina Física 
M . Martínez Morillo 
J .M. Pastor Vega 
F. Sendra Portero 
HARCOURT 
~BRA CE 
Madrid - Barcelona - Boston - Buenos Aires - Caracas - Filadelfia 
Londres -México DF - Orlando- Santafé de Bogotá o Sidney o Tokio o Toronto
F.' una puhhtaci6n 
IIARCOURT 
~BRACE 
o lflQH Ha1 ouJI Brace ce IspañJ., SA 
J '''" Alvar,;< Mend.zaLal. 3 2" 
2800B M•dud tspana 
Quedan ngurosam n· proh:bld3S n la a 1 r 3 "!:": uta Ge os :..~u!.ares 
del Copynght. ba¡o ~s.anc "t'S~> P<Jda ~n J .. l•y.s. .a rcproc-cc:cr: 
p:araa o total de E"Stll bra JXP cua qu r ~d1 procec1irn.i n· e .,....prcnd1dos 
1.1 rrprograh.a y el ua·.a.m ent!,) mf rm.. o a d1strí n ~<" tttmp·ares d~ t" la 
m...-t •nlr alqwlf'r o presta :'!'lo pub.1cc. 
l n•r •• r r ¡ tw t~ r. ,¡r¡ e!" ~po¡ ab tad ~ndl V~lVII 
Harcourt Brace de España, S.A. 
Harcourt Brac~ Publishers lntemational 
División lberoameri<ana 
f1•101 Coordmar1on y prodlJrcton edJfOrl;tl 
,_a.,arwvu 191, 3" 1• 
0803& Barrelona 
ISHN 84 Hl/4 183 < 
lmpr .. ton Maleu Cromo A:tes Grat.cas S A 
p IIQ ~·1 M-4' H4-97 
Contulle el n"loeo de pubbaaones 011-hM 
lntemt'L bUp www ha.rcourt·braa n
Autores 
J. Bonajo Sánchez 
Profesor ArJdJr.t. [U de Fis1oterapra 
Uni'lersldad de alamanca 
C. Cayuelas Antón 
Profesor'lltular de Rehabilrtaoon 
Umversrdad de Cordoba 
Jefe del Sernoo de Reh.lbilttaoon 
Hos¡Mtal Uruvtrs ·ano·Rerna SVt;a• Córdoba 
M. T. Delgado Macias 
Catedrática de Radiologra y Medrcma Ftstca 
Univerndad d~ Ctntabna 
A. Diez de los Rlos Delgado 
C.tedrái!OC de F •e• Médica 
Ll~iversrdad di ~.!alaga 
E. Enríquez Hernández 
Profesor Titular de RadJologia y M•·dtruta Ftstca 
,P.eh.lbJluactón1 
Uruversrdad de :a u,¡una. 
)e:e del SeMCIO de RehabiL:aoor. 
!los;ntal Umverslta'lo ~e Canana>- Ter.<nfe 
A. García Miranda 
Jete del Sernoo d~ Rehablittacton ~~~la Mu:ua 
Montañesa SantandN 
J. Martín Martín 
Pro~esor Titular de flstoterapta 
Umversidad de La laguna Tenenle 
M. Martinez Morillo 
Ca:ed.ráncode Radtoklg!a y Medrana F!Srn 
:Jnr•erSIGad de M.ilag¡ 
)e:e d~: Servtoo :e Radiologta y ~-led10na N~c.ear 
Hospttal Uruversttano •Virgen de la Vínor.a• Malaga 
R. Meijide FaOde 
Profesora 1t u U de Radiolog:a y Me&cr.a F~ a 
U'"·"' rS~Oct~.t v. .a .cruña 
J. C. Miangolarra Page 
Profesor 1tular E u de Fisrotcrapra 
Universrdad Comp.utense Marlnd 
C. Otón Sánchez 
r,uedraL<C~J d. :adi~~a y MediCina flsita 
Un:VersJdaé de La ug-Jna 
)e!e del Departamento de Rad1ologin 
Hosplt~l Uniwrsnario de Canarias Tenerife 
J. M. Pastor Vega 
"retesar TI! U ll l U "e Ra~tolo¡:¡.a y ~ledJcrr.a FISlCll 
Un:·.-er .ldad a e Malaga 
L. de la Peña Femández 
Profesora Ay·tdante de RadlOlogja y Med1cina F1slca 
Unrversrdad dP Malaga 
M. Pérez Martinez 
Prcfescr A;o •"" de Físi ·a Médica 
Uruversrdad dP M alaga 
E. Redondo Sánchez 
Prof~ra ~~~lar de Radrorog¡a y MedJCina Fislca 
Unive~dau "' Satamar.ca 
C. Rodríguez Flórez 
Profesora ASocrada de F!Stoterapra 
Uruversidad de Salamanca 
L. P. Rodríguez Rodriguez 
Catedrat.,o "' Rehabihtaocn JnrmS!dac Corr.plu:ense 
!efe de. ~parta memo de Rehablittacion 
Hospaa Un.versrtano •San Carlos• Madrid 
V
vi 
J. 1.. Rodríguez-Villarrul Femández 
,•of• or lituwr E U "e RacJOiog¡a y !J" o a I'IS!ca 
Ur. r dad a Ccruña 
l. Rubio López 
"rott or T1t~lar E U de Fls.oterap·¡¡ 
UmverMaad de Salamanca 
R. Ruiz Cruces 
Pro!e,;or Ayudante de Radioiog¡a y Medinr.a f1sr J 
Umvcrsrd~d de Malaga 
M. Sabaté Be! 
Pro!. ra A 1ada d~ Fisioterapra 
Unrv,'r rdad de La Laguna Ter.en:e 
J. San Martin Bacaicoa 
atedratAa ..e ldr log¡a ~~ed:ca 
Um~rl>ldad Complu:ense Madnd 
Auto ros 
F. Sendra Portero 
'"" r 1í"'úr ce Racf og¡a v ll.ed ona Fís:o 
r. ,;rsrdad deL';¡· •g• 
J. Teijeiro Vídal 
l..4t...dra"co de Raé.('.ogra y Medre a Fis.!'ll 
Umversróad de La Coruña 
R. Valero Alcaide 
Profesora Titular E. U de Fisroterapia 
Unrms1dad Complutense Madrid 
J. R. Zaragoza Rubira 
Catedratlco de Radiolog:a y Med cma fisrca 
Jmms1dad áe Sevilla 
Jefe del Depana:r.er.:o de Rad10log¡a 
Hosprtal Chmco·~rgendel Rodoo ~.a
, 
lndice de capítulos 
Capitulo 1 Capítulo 9 
Medicina física 1 Electrología médica. Principios físicos 115 
M Martíl!e2 Morillo.) M. l'astor Vega M. Martinez Morillo,}. M. Pastor Vega 
y F Sendra Portero y A. Diez de los Ríos Delgado 
Capítulo 2 Capitulo 10 
Inflamación y dolor. Conceptos básicos Electrostimulación 133 
dt interés en medicina física 2.3 C. Cayuelas Antón y}. M. Postor Vega 
L de la Peña Fern4ndez Capítulo 11 
Corriente galvánica 150 
Capitulo 3 R. Meijide Faflde.). L. Rodríguez· Villa mil Femández 
Cinesiterapia 32 y}. Teijeiro Vida! 
M T Delgado Macias y A. Garcfa Miranda 
Capítulo 12 
Capltulo4 Electrostimulación neuromuscular 169 
Tncciones y manipulaciones 46 J M. Pastor Vega y C. Cayuelas Antón 
L. P. Rodríguez Rodrlguez,}. C. Miangolarra Poge 
y R. Valero Alcaide Capitulo 13 
Electroanalgesia transcutánea 185 
Capítulo 5 ~ M. l'astor Vega 
Masoterapia 61 Capítulo 14 
M. T. Delgado Modas Corrientes interferenciales 194 
Capítulo 6 ). Martín Martln 
Termoterapia 73 Capítulo 15 
J M. Postor Vega Electrodiagnóstico y electromiografia. 
Biofeedback 201 
Copftulo 7 E. Enríquez Herndndez, M. Sabatt Be! 
Termoterapia superficial 91 y C Otón Sdnchez 
}. M. Pastor Vega 
capítulo 16 
Capitulo 8 Corrientes de alta frecuencia. Onda corta 210 
Crioterapia 105 ~ Borrajo Sdnchez, C. Rodríguez flórez, 
M. T. Delgado Macias l. Rubio López y E. Redondo Sánchez
X Índice de capítulos 
Capítulo 17 Capítulo25 
Microndas 224 Protección frente a radiaciones no ionizan tes 317 
J M. Pastor Vega y M. Martínez Morillo A. Díez de los Ríos ~lgado, M Pé1ez Martínez 
y R Ruiz C1uces 
Capitulo 18 
Fototerapia 232 Capítulo 26 
F. Sendra Portero Hidroterapia 335 
R Meijide FaOde.}. L. Rodriguez-Villa mil Femández 
Capítulo 19 y J Teijei1o Vida! 
Radiación infrarroja 244 
F Sendra Portero y M. Martínez Monllo Capítufo27 
Técnicas hidroterápicas 358 
Capitulo 20 R. Meijide FaUde,J. L Rodriguez-Villamil Femóndez 
U ser 254 y J Teijeiro Vida! 
M Martfnez Morillo y F. Sendra Portero 
Capitulo 28 
Capitulo 21 Hidrologia médica 377 
Radiación ultravioleta 276 }. San Martín Bacaicoa 
r Sendra Portero 
Capitulo 29 
Capítulo22 Helioterapia, talasoterapia y climatologia 
Magnetoterapia 286 médica 411 
}. R. Zaragoza Rubira J San Martín Bacaicoa 
. Capítulo 23 Bibliografía general 423 
Ultrasonidos terapéuticos 294 
C. Otón Sánchez, E. Enriquez Hemdndez lndlce de materias 427 
y M Sabaté 8el 
Capítulo24 
Accidente eléctrico 308 
R. Ruiz Cruces y M. Pérez Martfnez
·Medicina física 
M. Martínez Morillo, J. M. Pastor Vega y F. Sendra Portero 
CONCEPTO DE MEDICINA FISICA 
Desde una perspectiva puramente etimológica, po­dría 
decirse que la medicina física comprende el 
empleo de todos los agentes fisicos disponibles en los 
diferentes aspectos de la medicina -diagnóstico, te· 
rapéutico y preventivo-, incluyendo el estudio de es· 
tos agentes como elementos patógenos. Esto conlle· 
va que establecer un concepto de medicina física 
resulte difícil, ya que, debido al amplio campo de 
aplicación y a la diversidad de agentes físicos impli· 
cados, puede prestarse a diferentes interpretaciones. 
Mientras unos autores consideran que la medici· 
na física debe abarcar aspectos relativos tanto al 
diagnóstico como al trata miento o la prevención, 
otros sólo plantean su acción en el terreno terapéu· 
tico. Así, Holser la define como la •ciencia o parte de 
la medicina que utiliza agentes y técnicas de natura· 
leza física para el diagnóstico, tratamiento y preven­ción 
de enfermedades•. En cambio, para Krussen 
constituye una •rama de la medicina que utiliza 
agentes físicos, como la luz, el calor. el agua y la e lec· 
tricidad, así como agentes mecánicos, en el trata· 
miento de las enfermedades•. 
Actualmente, no todos los agentes físicos conocí· 
dos se emplean en medicina fisica.los agentes ioni· 
zantes (p. ej., rayos X, radiación gamma ... } constitu· 
yen una importante exclusión, pues el protagonismo 
y el especial entorno de aplicación que han adquirí· 
do durante la segunda mitad de este siglo han origi· 
nado especialidades diagnósticas y terapéuticas es· 
pecíficas (radiodiagnóstico. radioterapia y medicina 
nuclear}. En este sentido, como expresa Molina Ariño, 
puede concretarse que la medicina física estudia 
ampliamente los recursos que aportan los agentes 
fisicos no ionizantes (mecánicos, térmicos y electro· 
magnéticos); si bien éstos se utilizan fundamental· 
mente con finalidad terapéutica. también pueden 
emplearse con intención diagnóstica, como ocurre 
en el caso de la electromiografía, electrocardiografia, 
electroenc~falografía. etc. Sin embargo, de forma si· 
milar a lo que ha ocurrido con las radiaciones ioni· 
zantes, la utilización diagnóstica de los agentes fisi­cos 
no ionizan tes ha ido haciéndose, en no pocas 
ocasiones, imprescindible en una especialidad médi· 
ca determinada y ha terminado por incluirse en su 
mismo cuerpo de doctrina. Éste es el caso de la elec­trocardiografía 
en cardiología y la electroencefalo· 
grafía en neurología. 
los agentes físicos también deben considerarse 
como elementos con capacidad lesiva para el orga­nismo. 
Son conocidos los accidentes que puede des­encadenar 
la excesiva o inadecuada exposición al 
calor. al frío y a formas más específicas de energía, 
como la radiación ultravioleta, o los accidentes que 
puede originar la corriente eléctrica (electropatolo· 
gía). lgualmeme, el masaje o la movilización en un 
lugar, momento o forma inadecuados pueden causar 
más daño que beneficio. los riesgos potenciales de· 
ben conocerse para establecer con claridad los lími· 
tes de tolerancia y las situaciones en que deba tener­se 
especial precaución para realizar las diferentes 
aplicaciones de forma adecuada. 
De acuerdo con las ideas expresadas, puede defi· 
nirse la medicina física como un cuerpo doctrinal com­plejo. 
constituido por la agrupación de conocimientos y 
experiencias relativas a la naturaleza de los agentes físicos
2 
110 ionizantes, o Jos fenómenos deriwdos de su interacción 
am el organismo y o los oplicociones diognósttcas, teropéu· 
ticas y preuentiuos que deriuon de sus efectos biológicos. 
ORIGEN Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA 
La atención suficiente a la historia de las ciencias 
constituye uno de los postulados doctrinales en la 
formación del estudiante y el ciemífico El conocí· 
miento del pasado es la clave del presente y del fu tu· 
ro. Consideramos de gran importancia, en virtud de 
la sistematización de un concepto, admitir que el 
conocimiento real y reflexivo de la medicina física no 
puede alcanzarse apriorísticamente: por el contrario, 
es preciso revisar sus precedentes históricos. 
Los primeros testimonios 
El comienzo de la medicina física ha de buscarse, al 
igual que el de la historia del hombre, en la prehisto· 
ría. Aunque no disponemos de ningún documento 
escrito que atestig(ie esta idea, no resulta dificil ima· 
ginar al hombre primitivo reaccionando de forma casi 
instintiva con actuaciones como el frotamiento enér· 
gico de una zona dolorida o la aplicación de formas de 
calor o frío que la naturaleza ponía a su alcance. 
Los primeros testimonios escritos de la medicina 
física aparecen en China y datan de más de dos mil 
años antes de la era cristiana. El Kong-fou (año 2700 
a.c.). practicado por los bonzos del Tao Tse, es el es­crito 
más antiguo conocido acerca del ejercicio tera­péutico 
y el masaje. Está basado en una serie de po· 
siciones y movimientos prescritos por los sacerdotes 
para aliviar diferentes dolencias, bajo una concep· 
ción magicorreligiosa (fig.t.t). De igual forma, la 
terapéutica védica hindú es fundamentalmente 
mágica; recurre, también, a la práctica de masajes y 
ejercicios (en los orígenes de la doctrina del Yoga o 
Ayurveda, año 1800 a.C. se incluía un sistema gim· 
nástico) y a los poderes saludables del aire, el agua y 
el sol. 
En el resto de civilizaciones antiguas, las activida· 
des terapéuticas mezclaban los aspectos religiosos 
con conocimientos empíricos, y empleaban con pro· 
fusión el agua, el sol, el aire y la tierra. considerados 
todos ellos como fuerzas primigénicas de ca rácter 
divino. 
Manual de Medicina Flslca 
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Figuro 1. 1. El K""9fooeselescu1o mós onliguoconocodo 
(año 2700 o C 1 oce<co del e¡e<Clcoo y el masaje 
El mundo griego 
Durante el período arcaico, el tratamiento de las en· 
fermedades continuaba siendo una forma de purifi· 
cación religiosa, dentro de una concepción tradicio· 
na! de la enfermedad como mancha o impureza Ha· 
cía el año 900 a.C. se comienzan a erigir múltiples 
os~lepro. templos dedicados a Asclepio (Esculapio 
para los romanos). gran divinidad sanadora. Estos 
templos solían erigirse en lugares especiales, en las 
proximidades de manantiales. donde estaba el san­tuario; 
a su alrededor se disponían las demás insta· 
ladones, compuestas de gimnasio, teatro, baños, jar· 
dines y lugares para la estancia, reposo y tratamiento 
de los pacientes. Los médicos griegos. imbuidos aún 
por el gran contenido espiritual de la curación, envía· 
ban a estos templos a aquellos enfermos en los que 
hablan fallado otros tratamientos. Las medidas tera-
Modlcine ffsica 
péuticas, basadaun el ejercicio físico. la hidrotera­¡ 
ia y el masaje, no sólo eran utilizadas en forma hi· 
gjénica o purificadora, sino también como prepara· 
,ción p;¡ra las competiciones atléticas (fig. 1.2). 
A partir del siglo v a.C., por innuencia de las ideas 
naturalistas de filósofos presocráticos, la práctica 
médica se entenderá romo un saber natural, dentro 
de la idea de physis o naturaleza. que se extendió 
entre los hombres cultos de Grecia 
Durante la segunda mitad del siglo v y la primera 
del siglo rv a C., destaca la figura de Hipócrates de Cos 
(460-380 a.c.). Su concepción de la terapéutica se 
basaba en el empleo de medios fisicos, higiénicos y 
dietéticos (diaetia). De esta forma, el ejercicio fisico. la 
gimnasia. el masaje (anatripsis) y una correcta ali· 
mentación eran medios adecuados para mantener y 
desarrollar la condición saludable del hombre. Sólo 
un género de vida natural podía contribuir a perfec­cionar 
las condiciones humanas. tanto fiSICas como 
morales, lo que constituye el fundamento de la !la· 
mada •medicina hipocrática• (fig. 13). 
En los escritos del Corpus Hipocrancum destaca la 
importancia del ambiente físico, el clima, el sol y el 
agua, tanto en la salud como en la enfermedad, y se 
recomienda el uso del agua fría frente a los dolores 
f iguro 1 .2. El ejercicio fisico, lo hidroterapia y el masaje, 
juniO o lo d¡ejo, fueron utilizados podo CIJ•uro helénico IOn­lada 
bmo 1-og>éniOC o purifícodoro como poro lo preparo· 
o6n odétiOC 
3 
Figuro 1 .3. Hrp6croles, creodO< de lo •madrona hrpocr6· 
hao•, "'9""IO aún en nueslrOs dios 
articulares de la gota y las contracturas musculares. 
así como los baños marinos en el tratamiento de 
eccemas y de cualquier herida no infectada. La pala­bra 
ejercicio aparece a menudo. si bien en su mayor 
parte referida al aspecto higiénico. En el libro Acerca 
de las articulaciones, se demuestra una profunda per­cepción 
de las relaciones entre los movimientos y los 
músculos. Se enumeran pautas frente a la debilidad 
muscular y para la mejora de las desavenencias 
mentales, se recomiendan los paseos rápidos y fre· 
cuentes, y se adviene sobre los efectos negauvos de 
los ejercidos extenuantes. 
En definitiva, la terapéutica hipocrática se basó en 
un saber humanista. destinado a conocer los secre­tos 
de la naturaleza del hombre, de las distintas 
enfermedades, de los distintos tratamientos y de la 
propia naturaleza
4 
El mundo romano 
La práctica gimnástica tardó en incorporuse a la ci­vilización 
romana, por considerarse como una de las 
causas de la decadencia de Grecia, pero terminó sien­do 
aceptada por las masas y reconociéndose el valor 
beneficioso del ejercicio moderado. Entre los métodos 
gimnásticos de la época se incluyeron el hidromasaje, 
los estiramientos y los movimientos asistidos con pe­sos 
y poleas. Posteriormente, con el cristianismo co­menzaría 
la decadencia de la gimnasia, hasta que el 
emperadorTeodosio pusiera fin definitivamente a las 
prácticas gimnásticas populares, suprimiendo los jue­gos 
Olímpicos en el año 394 de nuestra era. 
En Jos primeros tiempos de la era romana se prac­ticaba 
principalmente una medicina empírica, cuya 
terapéutica era casi exclusivamente medicamento­sa. 
Frente a ésta. destacan Asclepíades (siglo 1 a.c.) y 
Temisón. creadores de la escuela metódica, la cual 
rechaza el empleo de medicamentos y propone la 
dieta. el masaje, la hidroterapia y los ejercicios físicos 
-junto con la marcha y la carrera-. aunque lejos de 
la idea de la capacidad sanadora natural. 
Con la incorporación del pensamiento griego a la 
civilización romana, se intentó llevar el sentido co­mún 
a la praxis médica. rechazándose tanto los ex­cesos 
de los empíricos como los de los metódicos. 
Retomando las pautas hipocráticas, se vuelve a in­uoduor 
la dieta, la hidroterapia y el ejercicio físico, 
para establecer razonadamente las indicaciones y el 
modo de acción de esta terapéutica 
En los escritos de Galeno {129-201 d.C). médico de 
origen griego al servicio de Marco Aurelio, cuya obra 
trascendió hasta la Edad Media. se encuentran clasi­ficaciones 
de los ejercicios y del masaje según su vi­gor. 
duración y frecuencia, asi como descripciones 
del empleo de aparatos diversos y de la pane del 
cuerpo que interviene al utilizarlos. 
El sentido utilitario de los romanos se puso pron­to 
de manifiesto en su devoción por la higiene, tan­to 
mdividual como pública. Se difundió el empleo del 
agua como práctica social. higiénica y curativa. Los 
romanos llegaron a superar a los griegos en sus prác­ticas 
crenoterápicas. Los baños comunitarios exis­tian 
desde los tiempos de Catón, hacia el200 a.C .. 
pero los grandes establecimientos termales, que aún 
en la actualidad continúan en vigencia en muchos 
Manual do M ed icina Flstca 
países, proceden de la época imperial Las termas de 
Caracalla y de Diocleciano contaban con estanques 
de paredes de mármol capaces de albergar entre 
1.600 y 3.000 bañistas respectivamente, durante las 
cinco horas que duraba la jornada diaria. Aunque sin 
alcanzar el esplendor de las termas de Roma, la do­minación 
romana en España legó múltiples instala­ciones 
termales. como las de Alenge y Montemayor 
en Extremadura, Ledesma en Castilla, Cal des de Ma­lavella 
y Caldes de Montbui en Cataluña. Alhama en 
Aragón, Archena en Murcia y Alhama de Granada y 
Santiponce en Andalucia. 
Las termas solían estar constituidas por las si­guientes 
partes: un pórtico que daba paso al apodite­rium, 
lugar donde los bañistas se desnudaban y ves­tian; 
el unctuarium, donde los balneatores aplicaban 
pomadas y perfumes; el baptisterium,lugar para rea­lizar 
abluciones higiénicas; el frigidarium,local con 
una o varias piscinas para tomar baños fríos; el cali­danum 
o zona destinada a los baños calientes; el su­datarium 
o baño de vapor; el tepidarium o baño tem­plado, 
donde los bañistas permanedan cierto tiempo 
para evitar los cambios bruscos de temperatura. y el 
plantanone o spheristeria, lugar donde se reunían los 
bañistas para recibir masajes por parte de expertos 
masajistas (tradatores) y pasar el tiempo conversan­do 
o realizando ejercicios 
Thmb1én tuvieron gran importancia los baños ma­rítimos 
Los romanos utilizaban el sol. el aire y el 
mar, y aprovechaban el clima para el tratamiemo de 
múltiples procesos. La talasoterapia, por tanto. fue 
una auténtica realidad en aquel tiempo. 
A pesar de la división del Imperio Romano, la tra­dición 
hipocraticogalénica se mantuvo en la medici­na 
bizantina (siglos IV al vu). El médico romano Celio 
Aureliano (v d.C). ardiente defensor de la luz solar 
como agente curativo (helioterapia). enunció algunos 
conceptos muy parecidos a Jos modernos acerca del 
tratamiento fisico, incluyendo la hidrogimnasia.la 
suspensionterapia y la poleoterapia. En la época 
justiniana destaca Alejandro de 1'alles. que continuó 
la doctrina de la fuerza sanadora de la naturaleza, 
concediendo especial importancia al régimen de vida 
para mamener la salud y prevenir las enfermedades. 
Empleó las curas climáticas y la hidroterapia, y se 
opuso al abuso de fármacos y a las curas drásticas.
Medicine lisies 
La Edad Media 
Después de la caída del Imperio Romano, el crisúa­nismo 
reaccionó ante los espectáculos gimnásúcos 
_ abandonando la prácúca de ejercicios fisicos. La me­dicina 
estaba prácticamente en mano de los monjes 
(medicina monástica}. El cuidado del alma tenía pre­dilección 
sobre el cuidado del cuerpo. En esta época, 
tan sólo persistió la terapia farmacológica y la hidro­terapia, 
mientras que el ejercicio fisico era pracúca­do 
exclusivamente por la nobleza y los primados 
eclesihúcos como diversión o para prepararse para 
la caza y la lucha [fig. 1.4}. 
Los árabes. en cambio, mantuvieron viva la medi­cina 
griega y romana por medio de traducciones 
sirias y hebreas. Destacan las figuras de Avicena 
[980-1037), fiel seguidor de la medicina galénica, y 
Albucasis (936-1013}, que escribió un tratado de 
30 tomos en los que se recoge el saber médico del 
Figuro 1 .4. C6dice medieval en el que opo<ece uno esce­na 
de bollos colecm.oo.. 
5 
momento Durante esta época, vuelve a valorarse la 
prácúca de ejercicios fisicos y la balneoterapia, y se 
crean las casas de baños, lugares donde, tras las apli­caciones 
hidroterápicas, se podian recibir fricciones 
con lodos y tierras. así como diversas atenciones 
médicas. Los baños árabes. fomentados por los sobe· 
ranos. se convirtieron en un factor cultural y social 
de primer orden. Se tiene conocimiento de que, a 
mediados del siglo x, la ciudad de Córdoba poseía 
más de tres mil baños públicos o hommoms Desgra­ciadamente, 
este resurgir de la ciencia médica propi­ciado 
por los árabes quedó interrumpido cuando la 
peste negra irrumpió en Europa. 
El Renacimiento 
La medicina renacenústa inició el derrocamiento de la 
antropología galénica, aceptada como verdad irrefu­table 
durante el medievo. Con el inicio del Renaci­miento. 
se retoma un interés inusitado por la acúvi­dad 
muscular. El gran Leonardo da lfmci estuvo a la 
cabeza del interés por la anatomía, que llegó a ser 
revolucionada por Andreas Vesalius [1515-1564}, 
quien, basándose en la disección de cadáveres huma­nos, 
detalla perfectamente la dinámica anatómica en 
su obra De humani corporis fabrica iibri seprem (1543}. 
La influencia de Pietro Vergerio (1349·1428} sobre 
Víttorino da Feltra [1378-1446), profesor de la Univer­sidad 
de Padua, impulsó en gran medida la reintro­ducción 
del ejercicio fisico en la educación de la épo­ca. 
Así, volvió a florecer el desarrollo armónico del 
espíritu y del cuerpo de la Grecia clásica. La hidrote­rapia, 
la natación y los ejercicios corporales pasaron 
a formar parte del método pedagógico humanista. 
La segunda mitad del siglo xu presenció una nota­ble 
estimulación de la actividad intelectual, cuyo 
mérito fundamental debe asignarse a la invención de 
la imprenta, con lo que los clásicos griegos y roma­nos 
comenzaron a aparecer impresos; de este modo 
se redescubrió la terapéuúca hipocráúca y galénica. 
Durante el siglo XVI, el interés por la perfección fi­sica 
y las formas corporales produjo una renovación 
de los estudios anatómicos y, en consecuencia, del 
ejercicio terapéutico. Cabe el honor al médico espa­ñol 
Cristóbal Méndez de ser el autor del primer tra­tado 
publicado sobre el ejercicio terapéutico. Libro del 
Exercicio (1553). donde se establecen conceptos sobre
6 
el modo de realizar correctamente el ejercicio corpo· 
ral y se valoran las distintas modalidades deportivas 
relacionadas con la edad, el sexo y la condición social 
del practicante (lig. 1.5). Pero el primer tratado im· 
preso sobre los ejercidos que obtuvo especial reper­cusión 
fue De Arte Gymndstiro. escrito en el año 1573 
por Hieronymus Mercurialis {1530·1606). considera· 
do como el eslabón entre la educación física griega y 
la moderna (fig. 1.6). En esta obra se recogen observa· 
dones sobre los ejercicios y sus efectos sobre el orga· 
nismo. reconociéndose su verdadero valor terapéuti· 
co, con sus indicaciones y contraindicaciones. Consta 
de seis capítulos dedicados a principios médicos, 
gimnasia del movimiento Oucha y saltos), especiali· 
da des como la natación, navegación y equitación, así 
como los lugares. tiempos y modos de realizar los 
ejercicios para que los resultados obtenidos sean 
f igura 1 .5. Palada del Libra del Exercicio, del español 
Crislóbal!Véodez, publioodo en 1553. 
Manual de Medicina Ffslca 
figura 1 .6. En el año 1573 se publica lo obro de Hie<o­nymus 
11ercuriolis De arte Gymnósfl'co, de eno1me trascen­dencia 
en su época. 
óptimos. y la descripción de los efectos y cualidades 
que pueden obtenerse con la práctica gimnástica. 
Aunque existen referencias al empleo de las des­cargas 
eléctricas del pez torpedo en el tratamiento 
de algias y especialmente de la gota, la primera apor­tación 
conocida sobre los fenómenos eléctricos se 
debe a Tales de Mileto (600 a.c.). Pero no es hasta el 
siglo XVI cuando William Gilbert. médico de la reina 
Isabel de Inglaterra. publica la obra De magnete mag· 
netisque corporibus, donde establece diferencias entre 
electricidad y magnetismo. 
Es también durante esta época cuando comenzó 
a ponerse en práctica el método experimental, de 
forma que. poco a poco. comenzaba a distinguirse 
entre ciencia y empirismo. esbozándose la ciencia 
que conduciría de la alquimia a la química moderna 
y farmacéutica.
Medicina flsica 
Siglo XVII 
Durante el siglo xvn, bajo la influencia de la mecáni· 
ca de Galileo y las teorías de Descanes. intenta con­cebirse 
de un modo enteramente mecánico la activi· 
· dad del cuerpo humano. Giovanni Alfonso Borelli 
(1608·1679), en su libro De motu Animalium, intenta 
explicar el movimiento de los cuerpos animales ba· 
sándose en principios mecánicos, describiendo el 
funcionamiento muscular mediante tensiones, fuer­zas 
y las leyes de la palanca. 
Con Thomas Sydenham (1624·1689), considerado 
el más notable médico de la medicina inglesa, se re· 
cupera el hipocratismo y su fe en la naturaleza como 
·fuerza vital•, así como en la acción curativa de los 
agentes físicos naturales y remedios sencillos, refle· 
jados en su obra Processus integri. 
Aunque el primer tratado de balneoterapia, De 
Salneis etThennis, escrito por Giovanni Michele Savo­narola 
(1452·1498), fue publicado en Ferrara en 1485, 
es durante el siglo xvu cuando se establecen las bases 
de la moderna hidrología médica. En 1697. aparece 
en España la primera obra fundamental de hidrolo· 
gía, Espejo cristalino de las aguas de España, escrita por 
Alfonso Limón Montero, Catedrá tico de la Universi­dad 
de Alcalá de Henares. Esta obra erudita, realiza ­da 
con la colaboración de casi medio centenar de 
corresponsales, médicos en su mayoría, consta de 
cuatro libros que describen las propiedades de las 
aguas de 59 manantiales españoles, los baños de 
aguas termales, y examina el valor higiénico y medi­cinal 
de los baños de •aguas simples• y las cualida­des 
terapéuticas de lo que el autor denomina •baños 
compuestos•. 
La llustroción 
Los estudios de BoreUi influyeron en médicos del si­glo 
IMII, quienes pensaban en el movimiento como la 
expresión inmediata de la vida. Entre ellos. Fridericus 
Hoffmann fue quien más hizo para restablecer la 
imponancia del ejercicio físico en la higiene, en el 
tratamiento y en la vida diaria, como preconizaban 
los clásicos (fig. 1.7). Durante esta época comenzaron 
a realizarse los primeros estudios fisiológicos serios 
acerca del ejercicio terapéutico. Nicolas Andry escri· 
bió en 1723 su notable tesis con el titulo: ¿Es el ejerci­do 
moderado el mejor medio para conservar la salud? 
7 
El último cuano del siglo xvm presenció sorpren­dentes 
progresos en el pensamiento humano. Se pro­dujeron 
revoluciones en la política. la educación y las 
ciencias. En este período, aparece el primer libro 
acerca del ejercicio terapéutico, de forma muy simi­lar 
a como lo conocemos en la actualidad. )oseph· 
Clement Tlssot (1750-1826) publicó Gymnastique Mé­dicinale 
et Chirurgicale, obra muy avanzada por su 
concepción y contenidos, que durante muchos años 
no vio reconoada su imponancia.Tissot rompió con 
la tradición de los clásicos, al recomendar la movili­zación 
en Jos pacientes quirúrgicos. En esta obra, el 
masaje es empleado de modo reglado según las dis· 
tintas afecciones, se insiste en la necesidad de cono­cer 
la anatomfa al prescribir ejercicios terapéuticos 
y se analizan los movimientos que intervienen 
en numerosas actividades tanto manuales como 
anesanales 
figura 1.7. froderiOJs Holfmom.
8 
La Física dio importantes pasos en este siglo, a los 
que se debe, en gran pane,la iniciación de la revolu­ción 
industrial en Inglaterra. Los nuevos conocimien­tos 
en los campos de la acústica. la termología y los 
importantes estudios sobre Jos fenómenos eléctricos 
tuvieron gran influencia en la medicina de la época. 
Durante el último cuarto de siglo se multiplicaron los 
estudios sobre la naturaleza de la electricidad: la 
botella de Leyden permitió conservar la electricidad 
para su uso posterior; Benjamín Franklin enunció el 
principio de conservación de la electricidad y descu­brió 
la naturaleza del relámpago: Walsh demostró la 
identidad entre la corriente eléctrica producida por 
el pez torpedo y por la botella de Leyden. y Cavendish 
y Coulomb establecieron las medidas de la fuerza 
entre cargas eléctricas. Pero. sin duda, los estudios 
más relevantes se deben a Luigi Calva ni (1737 -1798) 
y a Alessandro Volta (1745-1827), quienes descubrie­ron 
diversas pruebas de que la electricidad podía 
excnar la contracción muscular (fig. 1.8). Estos ha­llazgos. 
que desataron una gran polémica, encauza­ron 
la electrología en una dirección muy diferente, y 
dieron a la medicina nuevas posibilidades de conoci­miento 
y tratamiento de los fenómenos patológicos. 
Las ideas naturalistas de numerosos filósofos ilus­trados 
influyeron mucho en los médicos de la época, 
que reconocieron las ventajas saludables de la vida 
al aire hbre y del ejercicio moderado, así como las ac­ciones 
curativas del agua. La hidroterapia. uno de los 
aspectos importantes de la terapéutica hipocrática, 
gozó en el siglo xvm de un gran fervor en toda Euro- 
Figuro 1.8. Volto mo>~ondo lo ptlo oléc~teo al emperador 
Napoleón Bonoporle. 
Manual de Medicina Flsica 
pa en sus diferentes formas En este sentido, algunos 
médicos. como Floyer. Vicente Pérez y Von Hilde­brandt, 
dedicaron esfuerzos a resaltar las postbilida­des 
terapéuticas de las aplicaciones de agua. En Ale­mania 
destacaron Sigrnund Hahn {1664-1742) y su 
hijo)ohann S. Hahn {1696-1773), médicos de Schweid­nitz 
(Silesia). quienes, además de ser Jos primeros en 
administrar agua a los pacientes febriles en contra 
de la opinión de la época, resaltaron la importancia 
de las aplicaciones de agua fría. tanto en bebida co­mo 
en aplicaciones externas. Hufeland (1762-1836), 
médico neohipocrático alemán, destacó la importan­cia 
de los baños marinos y la helioterapia en el tra­tamiento 
de enfermos tuberculosos. En España, 
Pedro Gómez de Bedoya publicó en 1764 otra de las 
obras fundamentales de la hidrología médica. Histo­ria 
universal de las fuentes minerales de España, en la que 
se enumeran las propiedades de 214 manantiales. En 
1778, por encargo de la Academia de Medicina de 
París, Carrere realizó una magnífica recopilación de 
todos los conocimientos que hasta el momento se 
tenían de las aguas mineromedicinales. 
Es a finales de este siglo cuando vuelve a retomar­se 
el interés por las propiedades terapéuticas de la 
luz solar, gracias a los esfuerzos de hombres como 
Poncet. Fa u re, Leretre, Leconte y Richard Rusell. Se 
realizaron diversos estudios científicos sobre el tra­tamiento 
por el clima. tanto en general, como consi­derando 
sus diversos componentes. en especial el 
aire y los vientos. Del aire se estudiaron sus propie­dades 
fisicas y su relación con la aparición o persis­tencia 
de determinadas enfermedades, así como su 
papel en la evolución de las heridas quirúrgicas. 
Durante todo este siglo, muchos médicos envia­ban 
a sus enfermos a Jos hoteles balnearios construi­dos 
en las cercanías de los manantiales, de forma 
que eran numerosos los bañistas que acudian a •to­mar 
las aguas•. para aliviar diversas dolencias o por 
costumbre social (fig. 1.9). 
Siglo XIX 
La Medicina del siglo XIX vivió una serie de impor­tantes 
transformaciones doctrinales. éticas y cientí­ficas, 
que condujeron a un nuevo enfoque. desde una 
perspectiva diferente, de la uulización de Jos agentes 
flsicos.
Medicina flsica 
Figura 1.9. Conel publicítoriode un bolneoriornglés, en el 
que se ~ustro o Higeo. dioso gnego de lo solud 
Entre los iniciadores de la gimnasia durante la 
época moderna cabe citar al capitán valenciano 
Francisco Amorós, cuya obra Tratado detducacián gim­nilsnca 
y moral gozó de enorme éxito en toda Europa. 
Una gran parte del rápido desarrollo del movimien­to 
gimn~stico acontecido durante el siglo x1x se atri­buye 
a Per Henrik Ling (1776-1839). fundador del Ins­tituto 
Gimnástico Central de Estocolmo. cuya tesis 
era la •perfección física y moral• del ciudadano me­diante 
el ejercicio físico. Su gran aportación consis­tió 
en introducir la sistemática en el ejercicio: dosi­ficación 
e instrucciones detalladas. Ling dividió la 
gimnasia en cuatro ramas: pedagógica, médica, mi­litar 
y estética. Aunque no dejó obra escrita, sus tra­bajos 
fueron dados a conocer por dos de sus discípu­los, 
Liedbeck y Georgii. Este último publicó en 1840 
su tratado Fundamentos generales de la gimnasia, en el 
que aparece el término •kinesiterapia•, entendiendo 
9 
como ta !la noción general de ejercicios metódicos 
que e¡ecuta el enfermo solo, por prescripción médi­ca, 
el terapeuta en un paciente pasivo o, terapeuta y 
paciente juntos. 
El sistema de ejercicios propuesto por Ling nece­sitaba 
la continua atención personal del terapeuta. 
Gustav Zander llegó a la conclusión de que con pa­lancas, 
poleas y pesas (mecanoterapia) podía ofrecer 
a la vez asistencia y resistencia, eliminando altera­peuta, 
salvo para lograr que el paciente comenzara 
el tratamiento y para una supervisión penódica. Weir 
Mitchell fue quien trasladó los conocimientos euro­peos 
sobre gimnasia terapéutica a Estados Unidos, 
en un periodo en que se iniciaba el interés por la edu­cación 
flsica y la cinesiterapia en las universidades y 
escuelas de medicina americanas. 
A raíz de los descubrimientos de Galvani y Volta, 
muchos autores comenzaron a publicar comunica­ciones 
sobre curaciones llevadas a cabo mediante el 
galvanismo Tras el descubrimiento de la inducción 
eléctrica por Micha el Faraday en 1831, este nuevo 
tipo de electricidad se incorporó a las prácticas tera­péuticas. 
Poco después, Duchen e de Boulogne (1806· 
1875) subrayó el hecho de que ciertos músculos pa­ralizados 
conservaban la excitabilidad inducida por 
la comente farádica, mientras que otros la perdían. 
Entre los primeros figuraban los afectados por pará­lisis 
debidas a lesiones de nervios periféricos. A par­tir 
de entonces podian diferenciarse las parálisis de 
origen central de las periféricas Sus investigaciones 
electrofisiológicas condujeron a la aplicación prácti­ca 
del electrodiagnóstico. A finales de siglo, D'Arson­val 
comenzó a realizar aplicaciones con corrientes de 
alta frecuencia, determinando en ellas la importan­cia 
de la tensión y de la intensidad. Demostró la 
inexcitabilidad neuromuscular y la producción de 
calor en profundidad con este tipo de corrientes. 
El recurso a las fuerzas macrocósmicas. el aire, el 
agua,la tierra y la luz solar, conooó muchos partida­rios 
en la época romántica, lo que prop1ció la siste­matización 
de la hidroterapia y de las curas terma­les. 
Antón Sebastian Kneipp (1821-1897), párroco de 
Bad Worishofen (Alemania), fue uno de los grandes 
impulsores de la hidroterapia. Las aplicaciones más 
empleadas por él y sus discípulos fueron los chorros, 
baiios fríos y calientes (parciales o totales) a los que
10 
añadía plantas medicinales, baños de vapor, lavados 
de agua fría y envolturas. Su método de tratamiento 
o •cura de Kneipp• aún mantiene en nuestros días 
cierto prestigio. Wilhelm Wintemitz (1835·1917). 
médico vienés, consolidó la hidroterapia como cien· 
cia médica, sentando sus bases fisiológicas y estable­ciendo 
sus indicaciones. de forma que fue introdu· 
cid a en los planes de enseñanza de la Facultad de 
Medicina de su país y, posteriormente, en el resto 
de Europa. 
los ingleses Downen y Blunot demostraron que la 
radiación solar era capaz de destruir ciertas bacte­rias 
que originaban enfermedades infecciosas. lo que 
proporcionó a la helioterapia un apoyo científico. 
Pero el empleo de la luz solar como agente terapéu­tico 
adquirió su mayor popularidad gracias a Rickli, 
quien diseñó un sanatorio en Austria con grandes sa­las 
para practicar esta modalidad de tratamiento y 
obtuvo notables resultados, que impresionaron a los 
médicos de la época. los trabajos que, a principios 
del siguiente siglo, realizaron Bernhard y Rollier con­tribuyeron 
a sustentar la helioterapia en cimientos 
de naturaleza científica, pese a que la utilización de 
la luz solar data de épocas muy remotas. 
la práctica del masaje resurgió gracias a los resul­tados 
obtenidos en Amsterdam por Johan Georg 
Metzger (1838-1909), quien publicó a finales del siglo 
x1x los métodos de Ling aplicados a la medicina. Su 
libro y técnicas, Tratado de las luxaciones del pie por 
medio del masaje, tuvo en aquella época un enorme 
éxito. Lucas Championiere (1843-1913) introdujo el 
masaje y la necesidad de la movilización precoz en el 
tratamiento de las fracturas y sus secuelas. los se­guidores 
de Metzger. figuras destacadas de la medi­cina 
y la cirugía, adoptaron la clasificación del masa­je 
en cuatro variedades -fricción suave, fricción, 
amasamiento y golpeteos- y contribuyeron a sis­tematizar 
el masaje en el tratamiento físico de las 
incapacidades. 
Durante el transcurso de la segunda mitad del si­glo 
x1x,la mentalidad de los pensadores románticos 
fue dando paso a otra diferente, cuyos objetivos prin­cipales 
eran la ciencia y la técnica. Los estudios cien­tificos 
fueron abarcando todos los aspectos del saber 
y se produjeron descubrimientos trascendentales 
para la ciencia. La inducción electromagnética de 
Manual de Medicina Frslca 
Faraday fue llevada a términos matemáticos por J. C. 
Maxwell(1831-1879), quien enunció las ecuaciones 
que rigen los fenómenos electromagnéticos y lumi­nosos. 
la mecánica tradicional, edificada en los su­puestos 
de Galileo y Newton,llegó a ponerse en duda 
por las demostraciones de Hertz (1857 -1894) y Henri 
Poincaré (1854-1912) sobre la propagación de las on­das 
electromagnéticas. Se establecieron en esta épo­ca 
los principios de la termodinámica y fueron incor­porándose 
a los tratamientos radiaciones electro­magnéticas, 
como la rad iación ultravioleta y la 
infrarroja. producidas de forma artificial. 
En el terreno de la medicina, frente al positivismo 
cientifico, llevado hasta sus límites por los máximos 
representantes de la denominada nueva Escuela de 
Viena, surgió un escepticismo terapéutico, que supu­so 
el renacer del hipocratismo médico, abandonado 
por las tendencias positivistas de la época. Gracias a 
la aparición de esta nueva tendencia vitalista, opues­ta 
al materialismo del método cientifico, se retomó el 
interés por el termalismo, el ejercicio físico, la helio­terapia, 
la vida al aire libre y la dietética. Bajo esta 
concepción apareció el sistema de manipulaciones 
vertebrales (quiropraxia), ideado por Daniel Palmer, 
y la doctrina de la osteopatia de Andrew Taylor Still 
Siglo xx 
El estallido de la Primera Guerra Mundial determinó 
que se incrementara el empleo de los ejercicios flsi­cos 
para rehabilitación en los hospitales militares de 
los países contendientes. En Estados Unidos, W. G. 
Wright desarrolló muchas técnicas cinesiterápicas, 
especialmente el entrenamiento de los parapléjicos 
para deambular sobre muletas valiéndose de las ex­tremidades 
superiores, Jo que representó uno de los 
mayores éxitos en la historia de la cinesiterapia. A 
otro médico estadounidense, C. l. lowman, se debe 
la hidrocinesiterapia, como término y como método, 
tal y como se utiliza en la actualidad. En Alemania, 
después de la Primera Guerra Mundial. se produjo 
cierto cambio de actitud hacia los ejercicios, desta­cándosecada 
vez más la importancia de la relajación. 
De esta forma, se insistió en que se incluyeran ejer­cicios 
de relajación en los programas terapéuticos. 
Uno de los mayores impulsos para los ejercicios 
terapéuticos provino de otro médico estadouniden-
Medicina flsica 
se, Thomas Delorme. quien ideó un método de dosi­ficación 
sistemática del esfuerzo, al que denominó 
-ejercicios de resistencias progresivas•. el cual obru­yo 
una amplia y rápida aceptación. Pero la medida 
m~s revolucionaria en la movilización terapéutica, 
durante el siglo xx, tal vez sea la movilización precoz 
de los pacientes después de una intervención quirúr­gica 
mayor, propuesta por Leithauser. 
A partir de los conceptos de inervación e inhibi­ción 
reciprocas, desarrollados a finales del siglo m 
por C. S. Sherrington, un neurofisi6logo experimen­tal, 
diversos médicos contribuyeron a introducir Jos 
reflejos normales y patológicos en la terapia con ejer­cicios 
(fig. 1.10). Pero el principal investigador en esta 
línea fue otro neurofisiólogo, Herman Kabat. quien 
utilizó el reflejo de extensión, flexión y tónico (entre 
otros), y dio a su método el nombre de ·facilitación 
propioceptiva•. 
Figuro 1.10.lo$ invesrigociO<>e$ delg<on neurolisiólogo e S Sl>enlngiOn dieron fundomenro o lo$ bCl$0$ de lo$ 
mél:xlos de focilloción p<opi<x:epr..., 
11 
Desde prinopios de siglo, mediante múlnples ex­periencias 
y publicaciones de distintas escuelas eu­ropeas, 
americanas y orientales (de China y Japón, 
principalmente), se establecieron definitivamente 
las bases actuales del masaje, y se distinguieron di­versos 
métodos y técnicas terapéuticas: masaje tera · 
péutico, reflejo, sobre tejido conjuntivo, acupuntura!, 
quiropráctico, deportivo, automasajes, etc. Hacia el 
año 1952, Gertrude Beard realizó una descripción y 
definición del masaje clásico en la que establece las 
tendencias actuales del masaje para provocar diver­sos 
efectos sobre sistemas específicos (nervioso, 
musculosquelético, sanguíneo, linfático) y en todo el 
organismo en general. 
En la primera mitad del siglo xx, al mismo tiempo 
que tuvieron lugar las más grandes catástrofes béli­cas 
de la historia de la humanidad. se produjo un 
gran despliegue de la ciencia y la técnica, hasta en­tonces 
desconocido, que, en una parte no desdeñab!e 
(desarrollo del radar, la termografia, los ultrasonidos, 
etc.), se debió a la acción •estimulante• de las situa­ciones 
bélicas. En 1917, Langevin construyó el primer 
equipo de ultrasonidos basado en la piezoelectri­cidad. 
observando los primeros efectos biológicos de 
estas vibraciones de alta frecuencia. En 1936, Dolh­mann 
construyó el primer equipo de ultrasonidos 
aplicable en medicina. Se comenzó a tratar con 
ultrasonidos enfermos con otosclerosis, cicatrices 
cutáneas y neuralgias. Por fin, en 1939, tuvo lugar en 
Erlangen (Alemania) el Primer Congreso lntemacicr 
na! de Ultrasonidos 
El desarrollo de la tecnologla permitió grandes 
avances en el terreno de las radiaciones electroma~­néticas 
y su aplicación en medicina, durante los pri· 
meros decenios de este siglo. Whitney introdujo la 
diatermia por onda corta en 1910 y la hipertermia en 
1928. En ese mismo año, Esa u y Schliephake imciaron 
la radanerapia y, en 1929, el electrodiagnóstico fue 
perfeccionado por Adrian y Bronk con la aguja coa­xial. 
base de la electromiografia actual 
El siglo xx inició su despenar destruyendo la in­quebrantable 
fe mecanicista. El más caracterizado 
protagonista de este fenómeno fue Albert Einstein. 
quien supo traducir en hechos prácticos para la cien­cia 
el ambiente que se percibía en su época. orienta­do 
hacia la elecetón de un nuevo rumbo en la fisica
12 
y el resto de ciencias y conocimientos. En 1917, el 
propio Einstein describió el fenómeno teórico de la 
emisión estimulada y, en 1951, Pourcell y Pound lo 
realizaron experimentalmente. A partir de estos des­cubrimientos 
y de las experiencias de científicos 
como Weber, Gordon, Zeiger y Townes. T. H. Maiman 
construyó en 1960 el primer láser de rubí; de este 
modo la laserterapia se incorporó al campo de la te· 
rapéutica por agentes fisicos 
El notable desarrollo cienúfico y tecnológico de 
este siglo ha contribuido a la aparición de nuevas 
formas de tratamiento (laserterapia. magnetotera· 
pi a, corrientes interferenciales, corrientes pulsan tes 
de alta frecuencia, etc.) y al perfeccionamiento de las 
ya existentes, al profundizarse en los mecanismos 
intrínsecos (físicos y biológicos) de su acción tera · 
péutica. 
PERSPECTIVA AQ UAL 
La mayor parte de las aplicaaones diagnósticas de 
los agentes físicos han ido integrándose en otras es­pecialidades 
médicas: en unas ocasiones, por su 
especificidad, orientada hacia un sistema determi· 
nado (como es el caso de la electrocardiografia). y en 
otras. por tratarse de técnicas de imagen, como la 
ecografía o la resonancia magnética, que se han in· 
corporado a los recursos del radiodiagnóstico. En 
cualquier caso. hay que admitir que, en el contexto 
actual, la medicina física se ocupa principalmente de 
aspectos relativos al tratamiento de las enfermeda· 
des, lo que recibe el nombre genérico de terapéutica. 
Esto crea ciertas áreas de solapamiento y. por qué no, 
de confusión con otros términos conocidos, como te· 
rapéutica jisica y jisioteTapia. 
La terapéutica fisica puede entenderse como la par­te 
de la terapéutica cuyos remedios son los agentes 
fisicos. Se originó reuniendo los agentes fisicos na tu· 
rales Quz, agua, calor .. ) y aquellos aportados por el 
desarrollo de la física.lo que la dotó de suficiente 
autonomía como para poder emanciparse de las di· 
ferentes modalidades terapéuticas. Así. a finales del 
siglo x1x y principios del xx, se estudiaban los agentes 
fisicos en algunos tratados de terapéutica, de forma 
aislada, incluyéndolos en un amplio capítulo que 
genéricamente se denominó fisioterapia. El desarro- 
M anual de Medicina Fis•ca 
llo de los agentes físicos y de sus técnicas de apli­cación 
llegó a ocupar un espacio tan amplio, dentro 
de los estudios de medicina en España, que hubo de 
instaurarse un bloque independiente dentro de la 
enseñanza de pregrado, para separar su estudio del 
de las demás terapéuticas. especialmente la farma­cológica. 
Con el paso del tiempo, la asignatura •Tera­péutica 
física• fue cargándose de contenidos, mu· 
chos de ellos diagnósticos, paradójicamente. hasta 
que a finales de los años setenta, por motivos ya ex­puestos, 
pasó a denominarse ·Radiolorja y medicina 
física•. 
Etimológicamente,jisioterapia equivale a terapéu­tica 
fisica, aunque sólo supone una parte de ella, si se 
considera que esta última incluye a todos los agen· 
tes físicos. mientras que la primera se refiere ex· 
clusivamente a los agentes no ionizan tes. Además, el 
concepto de fisioterapia ha adquirido una relación 
más duecta con la aplicación de los tratamientos. 
La Confederación Mundial de FISioterapia establece la 
siguiente definición de la fisioterapia: 
•La fisioterapia es el arte y la ciencia del trata· 
miento fisico, es decir, el conjunto de técnicas que, 
mediante la aplicación de agentes fisicos, curan, pre­vienen. 
recuperan y readaptan a los pacientes sus­ceptibles 
de recibir tratamiento físico •. 
Por su parte, el comité de expertos de la Organiza· 
ción Mundial de la Salud (OMS) especifica este trata­miento 
fisico al realizado mediante la cinesiterapia, 
termocrioterapia, fototerapia, hidroterapia y electro· 
terapia. Por fisioterapeuta se entiende el profesional 
sanitario paraméd.ico que aplica los agentes fisicos 
no ionizan tes bajo prescripción y control médico, 
cuya titulación (diplomado) en España, desde 1980, 
se obtiene tras cursar tres años de estudios en escue­las 
universitarias. El fisioterapeuta es el único profe­sional 
no médico con formación universitaria capa· 
citado para aplicar, en su campo de actuación, los 
diferentes medios y técnicas terapéuticas con agen­tes 
físicos no ionizan tes. 
Recientemente, por Real Decreto 546/1995 de 7 de 
abril se establece la titulación de formación profesio· 
nal de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermeria. 
Entre las competencias generales de estos profesio· 
nales figura la de aplicar técnicas de tratamientos 
locales de termoterapia, críoterapia, hidroterapia e
Medicina física 
hidrología médica, tanto en entidades públicas como 
en privadas, bajo la figura del auxiliar de balnearios. 
Lamentablemente existe un gran número de 
•seudoprofesionales• (masajistas, quiromasajistas. 
manipuladores, naturópatas, etc.), que, sin titulación 
o acreditándose bajo títulos sin reconocer, no sola· 
mente compiten con los auténticos profesionales, 
sino que muchas veces su actuación agrava pato lo· 
gíasexistentes o provoca lesiones irreparables entre 
los iocautos que caen en sus manos. 
Thnto la medicina fisica como la fisioterapia están 
muy interrelacionadas con la rehabilitación. Sin em· 
bargo, cada una posee ciertas características que la 
dotan de identidad propia. Así, la Comisión Nacional 
de la especialidad médica de rehabilitación establece 
que la rehabilitación es -diagnóstico, evolución, pre­vención 
y tratamiento de la incapacidad, encamina· 
dos a facilitar, mantener o devolver el mayor grado de 
capacidad funcional e independencia posibles•. La 
OMS, en su segundo informe de 1968, define la reha· 
bilitación como •el conjunto de medios médicos. so­ciales, 
educativos y profesionales, destinados a res· 
tituir al paciente minusválido la mayor capacidad 
posible de independencia•. Por tanto, si bien la medi· 
cina física se asocia generalmente con la rehabilita­ción, 
hay que considerar a esta última de forma inde­pendiente, 
ya que, además de agentes físicos, utiliza 
medidas sociales, profesionales, educativas, etc. 
Los agentes físicos no ionizan tes ven ampliado 
cada vez más su horizonte terapéutico, pues no que­da 
entroncado únicamente con el quehacer rehabi· 
litador, ortopédico, traumatológico o neurológico. En 
efecro. estOS agentes y medios físicos vienen incorpo­rándose 
al arsenal terapéutico de otras especialida­des. 
Valgan como ejemplo: 
- La hipertermia mediante radiofrecuencias y mi· 
crondas prostático o su utilización por su efectora­dioseiiSibilizador 
sobre tejidos normales y tumores. 
- La denominada terapia fotodinámica, que utiliza 
diferentes tipos de láseres junto con sustancias fo­tosensibilizantes 
para el tratamiento de neoplasias. 
- El empleo de láseres de alta potencia en cirugía y 
dermatología. 
- La aplicación de ultrasonidos en litotripsia,la 
estímulación eléctrica de cordones posteriores 
para el control del dolor, las modernas técnicas 
13 
de electroquimioterapia o la rizolisis, entre otras 
muchas. 
La medicina física debe basarse en el conocimien· 
to científico de los agentes físicos, para lo cual son 
fundamentales la física y otras oencias relaciona­das. 
Pero la anatomía, la fisiología y la patología son 
igualmente esenciales, tanto para plantear y contro· 
lar adecuadamente las diferentes aplicaciones te­rapéuticas. 
como para establecer las normas de se­guridad 
en el manejo de los diferentes equipos y 
técnicas, evitando los riesgos y accidentes derivados 
de su empleo. 
Al considerar las acciones de los agentes físicos en 
el organismo, puede apreciarse que se trata de una 
ciencia compleja En efecto, la medicina física com· 
prende una gran variedad de agentes físicos de na tu· 
raleza diversa (movimiento, presión, electricidad, 
calor, frío ... ) y, sin embargo, en ocasiones. tratamien· 
tos de diversa índole persiguen un efecto similar 
(p. ej .. producir calentamiento en una zona). Otras 
veces. en cambio, agentes de la misma naturaleza fi. 
sica actúan produciendo diferentes acciones tera· 
péuticas. tste es el caso de la corriente alterna, que 
a baja frecuencia presenta una acción predominan­temente 
excitomotriz (favorece la excitación y con· 
tracción muscular), mientras que a alta frecuencia 
pierde esta capacidad (produce calor en el interior 
del organismo). Por todo ello, se hace necesario abor· 
dar el estudio de la medicina física desde una pers· 
pectiva integradora, más aún si se tiene en cuenta 
que muchos tratamientos diferentes son perfecta· 
mente complementarios. 
En nuestros días, la medicina fis1ca viene experi· 
mentando un auge paralelo a los progresos de la me· 
dicina en general. Los recientes avances tecnológicos, 
junto con cierta tendencia a reducir tratamientos 
farmacológicos que resultan en ocasiones abusivos y 
muy costosos, han abierto nuevas pe1spectivas para la 
medicina fis1ca en el ámbito terapéutico, así como en 
el higiénico o preventivo. En la actualidad, la medió· 
na física está orientada tanto en un sentido profilác· 
tico (prevención primaria) y terapéutico (prevención 
secundaria), como hacia la reeducación y reinserción 
profesional de los pacientes (prevención terciaria). 
Las condiciones de salud en las que se vive actual· 
mente hacen que la esperanza de vida se sitúe en tor·
14 
no a los ochenta años. Esto motiva que la población de 
la •tercera eda~ sea cada vez mayor y que la atención 
médica a sus problemas espedficos adquiera más 
trascendencia. Se presta más atención a la necesidad 
de una buena forma física para mantener una calidad 
de vida adecuada en todas las etapas y aspectos de la 
vida Oaboral y del ocio). Por tanto, la medicina física 
no sólo encuentra aplicación en las disciplinas y espe­cialidades 
fundamentales de rehabilitación, medicina 
interna y cirugía. sino también en otras, como ortope­dia, 
traumatología. reumatología. medicina laboral, 
medicina deportiva, neurología. pediauía, ginecología, 
geriatría y medicina estética. 
Por último, debemos recordar que muchas medi­das 
físicas constituyen métodos preventivos y de 
mantenimiento que pueden estar incluidos en un 
denominado •régimen de vida saludable•. Sabemos 
desde muy antiguo que la acción del sol, el agua, el 
clima y el ejercicio físico influyen de forma acusada 
en la salud e incluso en el carácter del ser humano. 
A pesar de la superespeaalización inevitable por 
el aumento de conocimientos, actualmente existe 
una tendencia en la praxis médica a efectuar una 
mirada hacia el saber humanista que no olvida nun· 
ca el marco general de referencia sobre el que se rea­lizan 
unos determinados estudios concretos. Este 
retomo holístico, no exento de abusos, charlatanería 
e intrusismo, vuelve a considerar la salud como un 
equilibrio del hombre consigo mismo y con su medio 
ambiente, y la enfermedad como una ruptura de di· 
cho equilibrio, bien por razones personales o am­bientales. 
En esta concepción, la terapéutica por 
a~ntes físicos (nunca alternativa, aunque sí cierta­mente 
olvidada en nuestras Universidades y en la 
praxis médica, quizá por el gran desarrollo de la in­dustria 
farmacéutica y la deshumanización en la 
relación médico-enfermo), tecnológicamente más 
desarrollada, física y biológ¡camente más funda· 
mentada, está retomando la importancia de épocas 
pasadas 
AGENTES FISICOS EN MEDICINA FISICA 
Desde tiempos hipocráticos, los agentes terapéuticos 
fueron tradicionalmente divididos en higiénicos. 
farmacológicos y quirúrgicos Los higiénicos se defi- 
Manuel de Medicina Frsica 
nían como •todos los agentes naturales que actua­ban 
habitualmente sobre el organismo sano sos te· 
mendo en él la vida y que, en ocasiones. podían ali­viar 
o curar padecimientos•: incluían elementos de 
origen natural, como el agua, el sol. el calor, el frío, 
etc. Así pues. en un principio, los agentes fisicos em­pleados 
tuvieron un carácter telúrico. la medicina 
fisica fue una de las primeras modalidades que en­contró 
el hombre para aliviar sus padecimientos. A 
partir de los grandes descubrimientos de la física, 
esta terapia de tipo •natural• pasó a incorporar agen· 
tes fisicos producidos artificialmente (electricidad 
estática. ultrasonidos. microndas, láser, etc.). 
Todo agente físico es portador de energía y su 
interacción con el material biológico implica la ce­sión 
de toda o parte de ella. la energia cedida y ab­sorbida 
origina una serie de efectos sobre el material 
biológico: unos de tipo fisico o primarios y otros de 
naturaleza bioquímica o secundarios, de los que 
derivarán sus efectos terapéuticos o, en su caso. su 
acción nociva (fig. 1.11). 
Atendiendo a un efecto primario en particular, la 
capacidad de producir ionizaciones en la materia, los 
agentes físicos pueden clasificarse en ionizantes y no 
ionizantes: 
1. Agentes ionizan tes. Incluyen tanto radiaciones 
constituidas por campos de materia, clásica· 
mente denominadas corpusculares (protones, 
electrones. partículas alfa, etc.). como radiacio­nes 
conformadas por campos electromagnéti­cos, 
también denominadas no corpusculares 
(rayos X y radiación gamma). Su interacción 
con la materia produce fundamentalmente la 
ionización de los átomos que la componen. Es· 
tos agentes constituyen el principal interés de 
la fisica nuclear y de la radiología. 
2 Agentes no ionizan tes. Son los que se emplean 
en medicina física. En ellos se incluyen el resto 
de los agentes físicos, naturales y artificiales, 
cuya interacción con el material biológico no 
produce ionizaciones atómicas, pues la energía 
que transmiten al medio es insuficiente para 
ello. La casi totalidad de los agentes físicos 
ionizantes induce finalmente la generación de 
calor, aunque no sea la consecuencia última de 
su mecanismo de acción.
Medicina llsica 
/GENTE Flslc:O 
Energla 
Térmica Mecánica ElectromagMk:a 
t 
INTERACCIÓN FISQ. 
con el materialt>o!Oglco 
' RBI'UESll SE~ 
NIVel tisular y or!jMICO 
Figl.o"o 1 . 11 . Represenloción esquem6hoo de lo tnlemcción 
de le» ogenleslí$iCOS con el molefiol b;ol6gico. 
CLASIFICACIÓN DE LOS AGENTES 
FISICOS NO IONIZANTES 
Los agentes flsicos no ionizantes pueden clasificarse. 
atendiendo a su naturaleza, en varios grupos: agen· 
tes cinéticos o mecánicos. agentes ténnicos. agentes 
eléctricos y electromagnéticos y agentes climáticos 
o complejos. A continuación se expondrán las prin­cipales 
características de cada uno de ellos. 
Agentes cinéticos o me:c6nlcos 
Los agentes cinéticos implican la emisión y transmi­sión 
de fuerza o energía mecánica. que conlleva el 
movimiento del organismo, los tejidos o las molé· 
culas sobre los que actúan. De acuerdo con la fre ­cuencia 
de dicho movimiento, los agentes cinéticos 
pueden ordenarse desde el reposo o ausencia de m o· 
vimiento (frecuencia aproximadamente cero). hasta 
los ultrasonidos, ondas mecánicas de frecuencia 
superior a 16.000 ciclos por segundo o hercios (Hz). 
pasando por movimientos y manipulaciones del or· 
ganismo o segmentos de éste. La aplicación médica 
15 
de los agentes cinéticos da lugar a una serie de mo­dalidades 
en medicina física; que detallamos a con­tinuación. 
CINESITERAPIA (KINESITERAPIA) 
En su más amplia acepción significa •tratamiento 
por el movimiento• (del griego kinesis: movimiento y 
therapeia: curación, remedio, tratamiento), aunque 
algunos la han denominado como el •tratamiento 
del movimientO>. debido a que con frecuencia tiene 
como objetivo restablecer movimientos normales. 
Las fuerzas aplicadas, pasiva o activamente, sobre 
Jos diferentes segmentos corporales, asi como los 
movimientos resultantes. producen efectos terapéu· 
ticos. El objetivo final de la cinesiterapia consiste en 
ejecutar una serie de movimientos. ejercicios gra­duales 
y sistemáticos. con una finalidad preventiva 
o curativa. Igualmente. la privación intencionada de 
movimiento (acinesia, reposo, inmovilización) posee 
efectos terapéuticos. 
Incluida en la cinesiterapia se encuentra la meOJ­noterapia, 
a la que Lagrange definió como •el ane de 
aplicar a la terapéutica y a la higiene cienas máqui· 
nas destinadas a provocar movimientos corporales 
metódicos, cuya fuerza, extensión y energía se han 
regulado de antemano•. La mecanoterapia puede 
considerarse como una variedad instrumental de 
cinesiterapia. que engloba un conjunto de técnicas 
que requieren el empleo de aparatos mecánicos 
diversos. 
MASO TERAPIA 
liatamiento mediante el masaje. Constituye una de 
las modalidades terapéuticas más antiguas. La pala­bra 
masaje no tiene un origen muy claro; puede de· 
rivar de cualquiera de los siguientes vocablos: mass 
(árabe: tocar con suavidad, frotar suavemente). mas­sein 
(griego: amasar, frotar). macltfd! (hebreo: palpa.r. 
tantear) o masser (francés: amasar, sobar). Ello con· 
lleva que se hayan dado muchas definiciones dife· 
rentes del masaje. Una de las más aceptables, en tér­minos 
científicos, considera el masaje como •toda 
técnica manual o mecánica que moviliza de forma 
metódica los tejidos con fines terapéuticos. preven­tivos, 
higiénicos. estéticos o deportivos•. En un prin­dpio 
el masaje se hallaba más ligado a la higiene cor·
16 
peral; posterionneme se situó en un plano, similar al 
actual, esencialmente terapéutico y preventivo. Los 
efectos que produce de fonna local y general lo ha­cen 
indicado en afecciones del aparato locomotor, 
cardiorrespiratorio y circulatorio, así como el sistema 
nervioso y de otras localizaciones. 
ULTRASONIDOS TERAPtUTKOS 
Los ultrasonidos, al igual que los sonidos, son ondas 
mecánicas de tipo longitudinal, que se propagan por 
las paróculas del medio como un movimiento ondu­latorio, 
a una velocidad detenninada a partir de su 
foco emisor. La diferencia entre ambos estriba en que 
los primeros no son capaces de estimular el meca­nismo 
de la audición. La capacidad de percepción del 
sonido depende de que su in tensidad supere un 
umbral determinado y de que su frecuencia se en­cuentre 
entre ciertos límites. El espectro sonoro para el 
ser humano comprende una zona audible, que varía 
según los individuos y la edad, aunque se admite que 
abarca desde los 16 hasta los 20.000 Hz.. Existen dos 
zonas inaudibles: una por debajo de los 16Hz [lnfra­sonidos) 
y otra por encima de los 16.000 o 20.000 Hz 
(ultrasonidos). También pueden producirse ultraso­nidos 
de muy elevadas frecuencias. superiores a los 
100 MHz. denominados hipersonidas- 
La utilización diagnóstica de los ultrasonidos 
(ecografía) se estudia en el contexto del diagnóstico 
por la imagen, junto a otras exploraciones radioló­gicas: 
la utilización terapéutica es la que tiene inte­rés 
en medicina flSica. Los ultrasonidos de emisión 
continua, aplicados a intensidad media o baja, se 
emplean fundamentalmente por su efecto ténnico 
en profundidad. A intensidades elevadas, en cambio, 
predomina la acción mecánica intensa, con gran ca­pacidad 
destructiva. Este efecto mecánico se ha 
aprovechado para la fabricación de limpiadores u]. 
trasónicos para diferentes materiales, bisturíes 
ultrasónicos y equipos de litotripsia para la des· 
trucción de cálculos urinarios y biliares. 
Agentes térmicos 
La temperatura es uno de los aspectos físicos que 
contribuye al equilibrio en la naturaleza. Los seres 
vivos, de hecho, sólo subsisten de forma óptima bajo 
determinadas condiciones térmicas. e incluso han 
M anual de Medicina Flslca 
evolucionado para adaptarse a ellas. Como se ha co­mentado 
en la revisión histórica, tal vez el a pone de 
calor (calentamiento) o la sustracción de éste (enfria. 
miento) sean los remedios físicos que acompañan al 
hombre desde más antiguo. 
TERMO TERAPIA 
El calor produce una serie de respuestas fisiológicas 
en el ser humano que pueden utilizarse con finalidad 
terapéutica. Los agentes terrnoterápicos son múlti· 
pies: abarcan desde la aplicación de diferentes agen­tes 
a temperatura elevada -materiales sólidos ca­lientes 
o termóforos (bolsas calientes, ladrillos, 
envolturas. etc.), líquidos (agua), semilíquidos (pe­loides, 
parafina) o gaseosos (aire seco, vapor de agua)­hasta 
la conversión en calor en el interior del orga· 
nismo de otras formas de energía -radiaciones in· 
frarrojas, corrientes eléctricas de alta frecuencia o 
energía mecánica (ultrasonidos)-. Según la profun­didad 
de acción,los agentes termoterápicos se cla­sifican 
en superficiales (cuerpos sólidos, líquidos, 
semilíquidos y radiación infrarroja) o profundos (co­rrientes 
de alta frecuencia, ultrasonidos). Según el 
mecanismo principal de cesión de energía térmica al 
organismo, la termoterapia puede realizarse por con­ducción, 
convección o conversión de otras formas de 
energía en calor. 
CRIC TERAPIA 
En crioterapia se utiliza un conjunto de procedirnien· 
tos terapéuticos basados en las respuestas fisiológi· 
cas de la aplicación del frio sobre el organismo. Así 
pues. pretendesubstraerse energía térmica con fina ­lidad 
curativa. En la actualidad. los agentes criote· 
rápicos empleados realizan este enfriamiento me· 
diante varios mecanismos: conducción (compresas y 
envolturas frías. bolsas de hielo, masaje de hielo. 
etc.), convección (baños y duchas frias) y evapora· 
oón (empleando agentes refrigerantes, como cloru­ro 
de etilo, nitrógeno líquido vaporizado, etc.). 
Agentes electroml!gnéticos 
Los métodos terapéuticos y diagnósticos que en me­dicina 
física utilizan la electricidad como agente 
físico se estudian en la electroterapia y el electro· 
diagnóstico (tabla 1.1).
Medicina ffsica 
ELECTROTERAPIA 
Por definición, la electroterapia estudia la corriente 
eléctrica como agente terapéutico. Las corrientes 
.eléctricas se han dividido clásicamente en continuas 
(corriente galvánica) y alternas. y éstas a su vez en 
corrientes de baja (hasta 1.000 Hz), media (1.000· 
10.000 Hz) y alta frecuencia (por encima de 10.000 Hz). 
Esta clasificación según el rango de frecuencia pro­voca 
cierta confusión si se atiende a los efectos que 
se producen. Por ejemplo, las frecuencias de lasco­rrientes 
estimulantes neuromusculares empleadas 
habitualmente en medicina van de 1 a 4.000 Hz. 
Las corrientes eléctricas se utilizan esencialmente 
para obtener efectos electroquímicos por la produc­ción 
de movimiento neto de iones, modular el dolor y 
producir contracciones musculares (efecto excito­motor). 
Sin embargo. aunque los impulsos eléctricos 
pueden ejercer acción terapéutica directa, la energía 
eléctrica puede transformarse en calor (electrotermo­terapia), 
lo que constituye una modalidad de ter- 
Co1rientes estimulantes 
17 
moterapia esencialmente profunda, la diatermia (•por 
medio del calor• J. las corrientes como la onda oorra y 
las micrOfldas, que por su elevada frecuencia pierden la 
capacidad exdtomotora. pero producen calor en pro­fundidad 
al atravesar el organismo y ser absorbidas 
por Jos tejidos, son consideradas diatermias. 
La onda corta y las microndas se transmiten en 
forma de ondas electromagnéticas. En electroterapia 
se incluyen también otras modalidades de energía, 
que se transmiten en forma de ondas electromag­néticas, 
obtenidas por medios artificiales, como los 
rayos infrarrojos.láser y campos magnétioos fijos o varia­bles. 
Incluso hay autores que incluyen los ultraso­nidos, 
ya que se necesita energía eléctrica para su 
producción. 
La corriente eléctrica variable o una partícula car­gada 
dotada de movimiento acelerado producen en 
cada punto del espacio campos eléctricos y magné­ticos, 
que varían con el tiempo y se transmiten en 
forma de movimiento ondulatorio: onda electromagné- 
(bajo y medio frecuencia] 3-108 • 7,5-103 km Electrostimuloción 
Onda corto 
(diatermia) 22m Termoteropio profundo 
Microndos 
(diatermia] 11 mm Termoteropio profundo 
Infrarrojo (IR] Termoteropio superficial 
IR distales 10.000-1 .500 nm 
IR proximales 1,50-780 nm 
Láser 
láser de As-Go 904·91 O nm (IR] Modulación del dolor 
lóser de He-Ne 632 nm (rojo] Acción trófico 
Ultravioleta (UV] 
UV-A o próximo 400315 nm Acción fotoquímico, 
UV-Bomedio 3 15·280 nm fotoeléctrico, bactericida 
uv-e o corto 280- 185 nm
18 
tiC4 Toda onda e!ecuomagnética supone una propa­gación 
de energía a través del espacio y, por tanto. 
una transmisión de energía desde un sistema que la 
produce hasta el sistema que la recibe. sin contacto 
inmediato entre ambos. 
La radiación es un proceso en el cual las diferentes 
formas de energía viajan a través del espacio. Asi,la 
radiación puede ser tanto un mecanismo de transfe­rencia 
de calor, por el que se adquiere o cede energía 
térmica. como el proceso de emisión de energía en 
forma de ondas electromagnéticas desde una fuente 
productOra. Las diferentes radtaciones electromagné­ticas 
presentan varias características comunes: 
l. Se producen cuando se aplican fuerzas eléctri­cas 
o químicas suficientemente intensas a un 
materiaL 
2. Se transmiten por el vacío a igual velocidad. 
3. Se propagan en línea recta. 
4 Se pueden reflejar, refractar. transmitir o absor­ber 
según el medio con el que interaccionen. 
El origen de las radiaciones electromagnéticas es 
diverso. Algu110s cuerpos las emiten espontánea­mente, 
sin a pone externo de energía. por procesos de 
desintegración nuclear (isótopos radiactivos). Otros 
cuerpos las emiten si se les suministra energía térmi­ca, 
luminosa. etc. (infrarrojos. ultravioletas, láser). 
Otro mecanismo de producción se basa en acelera­ciones 
y frenado de electrones (rayos X, microndas). 
Por último, otras radiaciones electromagnéticas se 
producen en osáladores electrónicos por corrientes 
variables que generan campos electromagnéticos 
(onda cona). 
A diferencia de las vibraciones mecánicas, las ra­diaciones 
electromagnéticas pueden transmitirse en 
el vacío, al considerarse éste como un medio no di­sipativo 
de energía. La velocidad de propagación en 
el vacío de todas las radiaciones electromagnéticas. 
conocida como velocidad de la luz en el vacío (e). es 
una de las constantes fundamentales de la natura­leza, 
cuyo valor muy aproximado es 3- lO" m s·'. 
A partir de la teoría de Maxwell se desprende que 
las diferentes radiaciones electromagnéticas. inclu­yendo 
las luminosas, poseen una naturaleza común. 
por lo que es lógico representarlas en forma de esca­la 
única. Cada radiación se caracteriza por su fre­cuencia 
o su longitud de onda. El conjunto de todas 
Manual de Medicina Flslca 
las ondas elecuomagnéticas constituye un espectro 
continuo de gran amplitud: espectro elearomagnétiro. 
FOTOTERAPIA 
Consiste en la utilización terapéutica de la luz. En 
medicina queda limitada a la utilización terapéutica 
de la radiación infrarroja, ultravioleta y radiación so­lar 
(helioterapia); la luz visible tiene menos im­portancia. 
El empleo terapéutico de la luz láser 
Qasenerapia) constituye un a panado especial de la 
fototerapia. 
ELECTRODIAGNÓSTICO 
Consiste en explorar y registrar las respuestas de los 
sistemas orgánicos a estímulos eléctricos. o lasco­rrientes 
producidas por éstos de fo.rma espontánea. 
El término electrodiagnóstico queda reservado a la 
exploración de la función neuromuscular, pues otras 
técnicas diagnósticas -como electrocardiografía, 
elecuoencefalografia. etc.- han pasado a formar par­te 
del bagaje diagnóstico específico de diferentes es­pecialidades 
médicas. En la actualidad, bajo el nom­bre 
genérico de electromiograj!a se incluyen una serie 
de técnicas diagnósticas neurofisiológicas que se 
complementan entre sí. 
Agentes climáticos o complejos 
En este grupo se incluyen técnicas o métodos com­plejos, 
porque frecuentemente intervienen varios 
agentes, de forma simultánea, en la producción de 
respuestas fisiológicas. Dentro de este grupo quedan 
incluidos la mayoría de los agentes físicos de tipo 
natural. como formas de termoterapia y crioterapia, 
el empleo de las radiaciones solares {helioterapia). el 
agua {hidroterapia, hidrología médica) y el clima en 
su conjunto (climatoterapia). 
La palabra hidroterapia procede del griego (hidros: 
agua y thtrapeia: curación). Así pues, puede definirse 
como el empleo del agua con fines terapéuticos. Sin 
embargo. sus efectos terapéuticos no residen en el 
agua en si, sino en el resultado de aplicar sobre el 
cuerpo una serie de estímulos de tipo térmico (calor, 
frío), mecánico (mayor o menor presión) y químico 
(sales minerales, preparados medicinales activos). 
Gracias a la acción térmica del agua,la hidroterapia 
puede considerarse como una modalidad de termo-
Medicina flsica 
terapia o crioterapia, según se emplee el agua a dife­rentes 
temperaturas. 
En inmersión. la presión hidrostática y la resisten· 
cía hidrodinámica permiten que el equilibrio, la mar­. 
cha y la coordinación de movimientos puedan ser 
reeducados antes incluso de que se haya conseguido 
la recuperación de la fuerza muscular. La realización 
de ejercicios dentro del agua constituye la hidrocine· 
siterapia o cinebalneoterapia, de enorme interés en 
rehabilitación. 
Las acciones terapéuticas del agua en hidrotera· 
pía derivan, por tanto, de sus aplicaciones externas. 
La hidrología médica, por contra, estudia la acción te· 
rapéutica de las aguas mineromedicinales, apro· 
vechando además las condiciones climáticas del 
entorno. Relacionada con la hidroterapia e hidro· 
logia médica se encuentra la talasoterapia o aprove· 
chamiento del mar con fines terapéuticos. Lata· 
Jasoterapia ha resurgido después de la Segunda 
Guerra Mundial, con la creación de numerosas ins· 
talaciones modernas. en las que el agua del mar se 
utiliza en forma de baños calientes en bañeras y 
piscinas adaptadas para hidrocinesiterapia, duchas 
submarinas, baños de burbujas. etc. También se 
emplean baños de lodos marinos, algas y aguas es· 
tancadas de las salinas y los baños fríos de mar. En 
la cura talasoterápica interviene la acción terapéu· 
tica de todo Jo que existe en tomo al mar (aire, sol, 
arena, etc.) 
La hidroiQ&ia médica o balneoterapia son denomi· 
naciones que recibe la terapéutica basada en la uti­lización 
de aguas mineromedicinales con fines pre· 
ventivos o curativos. Se encuentra relacionada con la 
hidroterapia y la climatoterapia, ya que la acción te· 
rapéutica se realiza en localidades determinadas, en 
las que a la acción curativa de las aguas se añade la 
de los factores climáticos ambientales. La cura bal· 
nearia incluye un conjunto de métodos terapéuticos. 
higiénicos, hoteleros, hospitalarios y sociales. que 
intervienen en la utilización de las aguas minerome· 
d.icinales en los manantiales de los cuales emergen 
(crenoterapia). Estas curas deben realizarse porpres· 
cripción médica y deben estar controladas por un 
médico especialista (hidrólogo médico): incluyen 
tanto tratamientos externos (baños, duchas. etc.) 
como internos (bebidas. inhalaciones, etc.). 
19 
La dunatottrapia es la acción beneficiosa de los di· 
ferentes climas y ha sido utilizada desde antiguo por 
civilizaciones diversas, para tratar afecciones respira· 
torias. reumatológicas. etc. Los factores climáticos. 
como la temperatura, la humedad y la presión, deter· 
minados por la altitud, la pluviosidad.los vientos, etc .. 
perfilan la indicación de cada tipo de clima para los 
diferentes procesos. El sol puede ser sólo una parte del 
conjunto de elementos climatoterápicos, contribu· 
yendo al efecto térmico del clima y a la luminosidad 
del ambiente, o puede tener un protagonismo espe· 
cial. en cuyo caso se conviene en elemento terapéu· 
tico primordial para la helioterapia Además, hay que 
tener en cuenta que la acción de estos agentes climá· 
ticos sobre el organismo y el efecto que crean el clima 
y e! régimen de vida sobre la mente actúan conjunta· 
mente de forma indisoluble. 
CARACTERISTICAS BIOLóGICAS 
GENERALES DE LOS AGENTES FISICOS 
NO IONIZANTES. 
NORMAS GENERALES DE APLICACIÓN 
Todos aquellos agentes físicos o fisicoquímicos, ca· 
paces de producir una modificación en los procesos 
fisiológicos vitales. desde un nivel celular hasta el or­ganismo 
en su conjunto, se consideran estímulos, y la 
respuesta del organismo frente a un estímulo se de· 
nomina reacción. Los diferentes agentes físicos, al 
interaccionar con el material biológico. ceden total o 
parcialmente su energía: sólo constituye un estimulo 
eficaz aquella energía que se absorbe. Por ejemplo, el 
ser humano está protegido de multitud de radiado· 
nes electromagnéticas. como las ondas de radio, que 
al no absorberse significativamente no producen 
efectos biológicos. Secundariamente a los procesos 
de absorción se producen fenómenos físicos, quími· 
cos y biológicos. característicos de cada agente fisi· 
co, que serán la base de su acción terapéutica. 
En general. y como se ha expresado anteriormen· 
te, Jos agentes empleados en medicina física van a 
provocar una reacción. por lo que constituyen una 
terapia de •reacción•. •reactivación• o •estimulación• 
de Jos procesos fisiológicos normales que realiza un 
tejido u órgano concreto. Además de provocar el des· 
encadenamiento inmediato de una reacción de ter-
20 
minada, la mayoría de las modalidades terapéuticas 
constituyen un apoyo general de los mecanismos fi­siológicos 
de adaptación, reparación y defensa. 
Otra de las peculiaridades que hay que tener en 
cuenta es que un mismo agente físico puede influir 
de diferentes modos en los procesos biológicos. Por 
ejemplo, las corrientes variables utilizadas a alta fre­cuencia 
producen un efecto térmico predominante, 
mientras que a baja frecuencia poseen una acción 
predominantemente estimuladora o excitomotríz. 
por lo que producen efectos mecánicos. Además, la 
corriente eléctrica dispone de un componente de 
actividad química, por la alteración del medio iónico 
que tiene lugar al paso de corriente (corriente directa 
o galvánica). Hechos similares se producen con las 
aplicaciones de otros agentes físicos, como hidrote­rapia, 
fototerapia, etc. 
Algunas modalidades se emplean para facilitar la 
penetración en el organismo de diversas sustancias 
medicamentosas. Éste es el caso de la iontoforesis y 
de la fonoforesis, que utilizan la corriente galvánica 
y los ultrasonidos. respectivamente, para este fin. 
Thmbién se presenta una acción combinada, físico­medicamentosa, 
en aquellos procedimientos hidro­terápicos 
y balneoterápicos en los que se utilizan 
aguas con propiedades mineromedicinales o se aña­den 
sustancias medicinales al agua. 
Quizá la reacción más característica de muchos 
de los métodos empleados en medicina física sea la 
producción de vasodilatación, con el consiguiente 
aumento del flujo sanguíneo o hiperemia. De acuer­do 
con Klare y Scholz, pueden distinguirse diferentes 
formas de hiperemia: 
- Hiperemia por frío. considerada la forma más pura 
de hiperemia arterial. 
- Hiperemia por calor, en la que participa más el sis­tema 
venoso. 
- Hiperemia mecánica, provocada por masajes, fric­ciones, 
chorros de agua a presión. etc. 
- Hiperemia actínica, efecto sobre todo de la luz 
ultravioleta. 
- Hiperemia por estímulo químico, producida por 
medicamentos. 
La hiperemia reactiva contribuye a mejorar la 
nutrición tisular, al aumentar el aporte de oxígeno y 
de sustancias nutritivas y defensivas. y a acelerar 
Manual de Medicina Ffsica 
la descarga de productos de desecho derivados del 
metabolismo. 
Aunque, evidentemente, existen diferencias acu­sadasen 
los mecanismos de producción de determi­nados 
efectos biológicos, otra de las características 
de los agentes físicos es la existencia de mecanismos 
comunes de acción biológica ~ey de Holzer). que ex­plica 
la presencia de patrones comunes de respues­tas 
biológicas. fruto de la interacción de dichos agen­tes 
físicos. 
En raras ocasiones, las modalidades terapéuticas 
presentan una indicación aislada y especifica, por lo 
que se emplean de forma complementaria con otras 
medidas de tipo físico, farmacológico o quirúrgico, en 
el seno de un programa terapéutico. Aunque no 
constituyen un tratamiento etiológico. su eficacia 
para combatir la sintomatología de diversos procesos 
contribuye a que se reduzcan considerablemente las 
dosis de medicamentos e incluso a que éstos sean 
sustituidos, lo que resulta especialmente beneficio­so 
en procesos crónicos que afectan a individuos de 
edad avanzada. La inespecificidad de las medidas 
ter~péuticas en medicina física dificulta su selección 
para las diferentes indicaciones, ya que muchas ve­ces 
puede alcanzarse un mismo efecto de modos 
muy diferentes. Por otro lado, hay que considerar 
que, aun siendo su acción esencialmente inespeci­fica, 
los diversos procedimientos terapéuticos no son 
indiferentes ni inocuos y su empleo inadecuado pue­de 
provocar daños considerables. 
Muchas aplicaciones necesitan de un soporte tec­nológico 
avanzado, y su empleo sólo puede realizarse 
por indicación de especialistas en cada rama de la 
medicina. La prescripción y vigilancia facultativa es 
indispensable, pues la utilización abusiva e intempes­tiva 
de agentes. incluso tan •naturales• como el sol, el 
calor o el frío, puede tener consecuencias desastrosas 
en algunas enfermedades, y a un en personas sanas. 
En muchas ocasiones resulta difícil prever con 
toda seguridad cuáles van a ser los efectos obtenidos 
con la aplicación de algunos agentes físicos. Por tan­to, 
debe seguirse de cerca la evolución del tratamien­to, 
observando las reacciones de los pacientes, distin­tas 
en función de los procesos patológicos (agudos o 
crónicos), y ajustando el tratamiento a dichas reac­ciones. 
Para descartar en lo posible consecuencias
Medic•na ffsica 
nocivas, es una buena medida comenzar la aplica ­ción 
de aquellos estímulos muy energéticos con do­sis 
bajas, para ir elevándolas poco a poco, al compro­bar 
su buena tolerancia. 
' Existen factores individuales que condicionan la 
respuesta a los estímulos aplicados. Estos factores 
están muy bien estudiados en hidroterapia Así, los 
individuos con el tipo constitucional A de Lambert 
(hábito asténico) suelen reaccionar de forma poco 
ostensible ante estimules fisicos externos, por lo que 
precisan de estímulos más fuertes que los individuos 
de tipo B (pícnicos), los cuales poseen una rápida ca­pacidad 
de reacción. 
Otro factor que hay que considerar es el momento 
del día en que se realiza el tratamiento. Durante las 
mañanas, después del descanso nocturno y hasta el 
mediodia, existe un predominio vagotónico, mientras 
que por la tarde se produce un predominio simpa­ticotónico. 
Así, al mediodía y por la tarde tiene lugar 
un aumento de la reactividad, mientras que durante 
el sueño nocturno y en las horas que siguen por la 
mañana hasta el mediodía se produce una disminu­ción 
de reactividad. Thmbién existen variaciones en la 
reaccionabilidad durante el transcurso del año. Espe­cialmente 
durante la primavera, se presenta una 
mayor capacidad de reactividad del sistema nervioso 
autónomo frente a los agentes fisicos externos 
El prinCipio de Schultz-Amdt, aunque ofrece una base 
algo imprecisa respecto a la correspondencia entre es­tímulo 
(dosis) y reacción (respuesta), establece que no 
se producen reacciones o cambios en los tejidos si la 
enerp¡a absorbida es insuficiente para estimular los 
tejidos absorbentes. Por el contrario, un exceso de 
energía absorbido durante un período de tiempo de­terminado 
puede alterar la función tisular normal e, 
induso, puede llegar a provocar daños coDSlderables 
De este principio se desprende el hecho, incompren­sible 
a primera vista, de que un mismo agente produz­ca 
acciones totalmente opuestas, según se emplee a 
dosis bajas o elevadas. Por tanto. clínicamente el ob­jetivo 
principal deberá ser la administración de la 
energía suficiente y necesaria para estimular la fun. 
ción normal de tejidos y órganos concretos. 
Otra norma biológica de interés es el principio del 
wfaini:ial deWílder, el cual establece que •cuanto más 
fuerte sea la excitación de los nervios vegetativos o el 
21 
grado de actividad de un órgano vegetativo. menor 
será su excitabilidad frente a estímulos positivos y 
mayor frente a estímulos negativos-. Esta norma vie· 
nea decirqueel mecanismo de acción de los métodos 
terapéuticos físicos se caracteriza frecuentemente 
porque, según el estado inicial del enfermo o de la 
función tisular estudiada (umbral de origen). un mis· 
mométodopuedeactivaren unoscasosodeprimiren 
otros, por lo que tiende a normalizar las funciones 
alteradas. La regla de Wilder también establece que, si 
el estado de excitación o de función en el momento 
anterior a la aplicación de un estímulo alcanza un 
nivel elevado, la reacción producida podria hacerse 
paradójica. por eXIstir sistemas antagónicos, de modo 
que se obtendr!a una reacción contraria. 
Otro concepto de notable importancia es el de in­dice 
terapéutico. Por ejemplo, en las aplicaciones ter­moterápicas 
y fototerápicas, existe un margen de 
dosis en el que la reacción producida es terapéutica­mente 
efectiva (índice terapéutico o rango biológico). 
Por debajo de este margen no se observan reacciones. 
mientras que si se supera el umbral superior las re­acciones 
provocan inevitablemente la aparición de 
efectos dañinos o destructivos (fig. l. 12). Por ello, con 
frecuencia resulta mucho m~s importante elegir la 
dosis correcta que plantearse cuál es el mejor proce­dimiento 
entre varios equiparables para cada caso 
en concreto. 
lnalcc o rango 
1erapéutico 
Figura 1 .12. Índice te<Opéutico. E>~Sie un morgoo en lo in­tensidad 
del estimulo aplicada y el efecto obtenido. PO< 
debajo de dicho margen, los reooclones no se presenten o 
son ""'Ydébole.. teropéuticoon<li• oneiJCOCeO Si sewpero 
lo resp.,esiQ rewlto eJ<CeWO y do~ono
22 
En las aplicaciones terapéuticas hay que tener en 
cuenta que la mayoría de las veces la respuesta bio­lógica 
no es inmediata, sino que existe un período de 
latencia entre la aplicación del agente y la aparición 
de los efectos. También hay que considerar que los 
efectos se presentan tanto de forma local (en la zona 
de aplicación) como general. A veces esto se debe a la 
puest& en marcha de mecanismos fisicoq uímicos. 
Así, por ejemplo, al aplicar radiación ultravioleta, la 
aparición de eritema representa el efecto local y la 
acción antirraquítica (síntesis de vitamina 0), el efec­to 
general. En otras ocasiones el efecto general obe· 
Manual de Medicina Fisica 
dece a mecanismos nerviosos de tipo reflejo. De esta 
forma, la vasodilatación local obtenida por una apli­cación 
termoterápica puede dar lugar a una vasodi­latación, 
menos intensa, a distancia de la zona (reac­ción 
consensual). 
De todas las consideraciones que se han expues­to 
hasta ahora se deduce la importancia que posee 
un contacto estrecho con el paciente y una evalua· 
ción de forma continua de las reacciones logradas, 
según las cuales habrá que mantener, aumentar o 
incluso reducir las dosis sucesivas, o, en su caso, su­primir 
el tratamiento.
Capil'ulo 2 
·lnflatnación y dolor. 
Conceptos básicos de interés 
en tnedicina física 
L de lo Peña Fernández 
DOLOR. TIPOS DE DOLOR 
El dolor es una sensación subjetiva. con más de una 
dimensión y diferentes interpretaciones de sus cua­lidades 
y características. A pesar de los esfuerzos 
continuados realizados, no es posible dar una defini­ción 
exacta y real del dolor. La Asooación Internacio­nal 
para el Estudio del Dolor (IASP-1979) establece 
como válida la siguiente definición: •El dolor es una 
experiencia sensorial y emocional desagradable, aso­ciada 
a lesiones reales o potenciales de los tejidos. o 
descrita en términos de los daños producidos por 
tales lesiones•. 
El dolor agudo se ha definido como •aquel que si­gue 
a un daño. lesión o enfennedad. con evidencia de 
actiVldad nociceptiva, que es percibtdo por el sistema 
nervioso y que suele desaparecer con la curación. 
Ejemplos: dolor postoperatorio, dolor por una fractu­ra 
o luxación. dolor cólico. etc. El dolor agudo es de 
corta duración, representa una señal biológica de la 
posibilidad o extensión de una lesión y se acompaña 
de ansiedad y signos autonómicos (sudación. pali­de2. 
midriasis. taquipnea, taquicardta .). 
El dolorcrótnco persiste durante un largo periodo de 
tiempo (más de 6 meses o años) y pierde su función 
biológica-defensiva. Ejemplos: neuralgias. cefaleas. 
lumbalgias. artritis ... Se asocia con modificaciones de 
la personalidad y depresión. No responde al trata­miento 
de una causa especifica (enfermedad orgáni­ca 
insuficiente o ausente) y ya no es un síntoma. 
pues se conviene en una enfermedad 
Atendiendo a tres orígenes generales, el dolor 
puede ser: 
a) Cutdneo estructuras superficiales de la piel y 
tejido subcutáneo. 
b) Somdnco profundo huesos. nervios. músculos y 
tejidos de sostén de estas estructuras. 
e) Visceral: órganos internos. 
Topográficamente suelen establecerse diferentes 
tipos de dolor: 
- Dolor localizado: confinado al lugar de origen. 
- Dolor radiado: se extiende a partir dellugar de ori-gen 
- Dolor referido: se percibe en una pane del cuerpo 
distante al lugar de origen. 
- Dolor proyectado: transmitido a lo largo de la dis· 
tribución de un nervio. 
TEORIAS DEL DOLOR 
Las teorías tradicionales y oposicionistas sobre el do· 
lor evolucionaron durante finales del siglo pasado. 
Estas teorías son la teoría específica y la teoría del 
modelo. 
La teorfa específica propuso que existía un SIStema 
específico de uansmisión del dolor Cuando los re­ceptores 
del dolor ubicados en la piel se estimulan, 
los impulsos se transmiten por medio de un sistema 
directo al centro del dolor ubicado en el cerebro. Von 
Frey y Müller afirmaron que un estímulo aplicado a 
un receptor produce la misma sensación en el ce re· 
bro. independientemente del tipo de estímulo; es
24 
decir, cualquier estímulo potencialmente dañino 
aplicado a la superficie de la piel produce una sensa · 
ción de dolor. 
Por el contrario, la teoría del modelo establecía que 
la información sensitiva está codificada. Esta codifi­cación 
es temporal y los potenciales de acción se 
generan en la periferia. Un estímulo táctil sobre un 
receptor produce un modelo particular de respuesta, 
cuya sensación resultante es de tacto. Un estímulo 
potencialmente dañino aplicado sobre un receptor 
produce un modelo diferente de potencial de acción, 
y el resultado es dolor. 
PERCEPCIÓN Y TRANSMISIÓN 
DEL DOLOR 
Receptores sensoriales y transmisión 
neural 
Existen varios tipos de receptores sensoriales en el 
organismo. En concreto, se conocen seis tipos dife· 
rentes de terminaciones nerviosas receptoras, que 
están encapsuladas en el tejido conectivo y se en­cuentran 
en la piel: cada una de ellas está diseñada 
para responder a diferentes tipos de estímulos: 
l. Los corpúsculos de Meissner son ovalados, se ac­tivan 
por un ligero toque de presión y están dis­tribuidos 
en las papilas de la dermis. en aque­llas 
zonas más sensibles al tacto, como mejillas, 
pulpejos de los dedos, etc. 
2. Los corpúsculos de Pacini responden a la presión 
profunda. Están formados por una neurofibrilla 
rodeada de capas concéntricas de tejido con­juntivo. 
3. Los corpúsculos de Merkel responden también a 
presiones profundas, pero más lentamente que 
los de Pacini, y se activan por deflexión del fo­lículo 
piloso. Están constituidos por células epi· 
telialesde la capa profunda de la epidermis, en 
contacto con las fibrillas de un disco táctil. 
4. Los corpúsculos de Ruffini en la piel son sensibles 
al tacto, a la tensióp y posiblemente al calor, y 
los de las cápsulas articulares y ligamentos son 
sensibles al cambio de posición. Su papel es 
muy importante en la propiocepción. gracias a 
la cual el sistema nervioso tiene información 
constante de la posición de todos los segmentos 
corporales. 
M anual de Medicina F(sica 
5. Los termorreceptores de Krause, de forma ovoide, 
situados en el tejido conjuntivo, inmedia­tamente 
por debajo del epitelio, reaccionan 
principalmente ante disminuciones de tem­peratura. 
Se los considera responsables de la 
sensación de frio. 
6. Los receptores del dolor, denominados nocicep­tores 
o terminaciones nerviosas libres, son sen­sibles 
a las energías mecánica, térmica o quími­ca 
extremas y responden a lesiones tisulares 
inminentes o reales. 
Una neurona nociceptiva es la que transmite las se­ñales 
de dolor. Su cuerpo celular se sitúa en el gan· 
glio de la raíz dorsal, cerca de la médula espinal. Las 
neuronas aferentes o fibras nerviosas conducen im­pulsos 
desde la periferia hacia el cerebro. mientras 
que las eferentes, como las motoras, conducen los 
impulsos desde el cerebro hacia la periferia (tabla 
2.1). Aproximadamente el 25% de las fibras A-delta 
mielinizadas y el 50% deJas e no mielinizadas con­tactan 
con los nociceptores y se consideran neuro· 
nas aferentes, nociceptivas. 
La sensación de dolor y temperatura se transmite 
a lo largo de las aferencias de las fibras A·delta y C. 
Estas fibras tienen diferente diámetro Qas A-delta son 
mayores) y velocidad de conducción Qas A-delta son 
más rápidas). Las fibras e se conectan también a más 
nociceptores no adaptadores. Estas diferencias dan 
lugar a dos tipos de dolor cualitativamente distintoo. 
denominados rápido y lento. El dolor rápido es breve. 
Tipo 
A~ JI 
Aferente huso neuromusculor 
Aferente órgano tendinoso de Golgi 
Eferente muscular 
Aferente tacto y pcesión 
Aferente huso neuromusculor 
A, Eferente huso neuromusculor 
A• 111 Aferente dolor y temperatura 
B Eferente vegetativo pregonglionor 
C IV Afecente dolor y temperatura 
Eferente vegetativo posgongliooor
lnflamaciOn y dolor 
bien localizado y equiparado al estímulo. El dolor len­to 
es una sensaoón dolorosa, punzante o ardiente, 
mal localizada y menos relacionada específicamente 
con el estímulo que otros tipos de dolor. Suele produ­éirse 
retraso en la percepción del dolor lento tras la 
lesión; sin embargo, se mantiene mucho después de 
que se elimine el estimulo nocivo. El dolor rápido se 
transmite por las neuronas aferentes A-delta, más 
grandes y m~s rápidas, y se origina en los receptores 
localizados en la piel. El dolor lento se transmite por 
medio de las neuronas aferentes e y se origina en el 
tejido superficial (piel) y más profundo (ligamentos y 
músculo). Los diversos tipos de fibras aferentes siguen 
distintos caminos cuando ascienden hacia el cerebro. 
La mayorla de las aferentes e entran en la médula 
espinal y contactan con una neurona de segundo or­den, 
en una zona denominada sustancia gelatinosa. uta sigue hacia el tálamo y aquí efectúa sinapsis con 
una neurona de tercerorden,queenvía su axón al sis­tema 
supraspinal (fig. 2.1). 
EXPLICACIONES NEUROFISIOLÓGICAS 
DEL CONTROL DEL DOLOR 
Teorle de la compuerte 
y mecenlsmos descendentes 
Desde la publicación, en 1965, de una nueva teoría 
del dolor por parte de Melzack y Wall. el mundo oc­cidental 
redescubre los métodos denominados de 
<ontrastimulación, métodos analgésicos no invasi­YOS 
o neuromodulación•. La teorla de la •puerta de 
entrada• ha sido la más debatida, pero también la 
más ampliamente aceptada. Es frecuente encontrar­la 
en la literatura científica en su denominación ori­~ 
nal inglesa, teoría delgate control, que hace referen· 
cia al control que ejerce una puerta de entrada (en 
inglés, gate) medular sobre la percepción de dolor. 
Según esta teoría, las fibras aferentes llegan al 
asta posterior de la médula y se proyectan sobre las 
células de la sustancia gelatinosa y células efectoras. 
Si no existiese ningún tipo de modulación, el mensa­jese 
transmitiría por las vías que hemos citado an­teriormente; 
sin embargo, otro tipo de fibras, como 
son las fibras A-beta inhibitorias, el sistema de in ter­neuronas 
y los sistemas activador e inhibidor des­cendentes. 
pueden inhibir/facilitar esta transmisión 
25 
Coneza ~ensor.at 
Neurond 
d~ 1 • oroM 
figuro 2. 1. Esquema bó•ico de lo 11onsrnl$i6n del dolor. 
según su grado de activación, al actuar de •puerta de 
entrada• medular. Así, si existe una hipertonicidad 
de las fibras gruesas A-beta sobre las fibras A-delta 
y e (transmisoras del dolor). aquéllas inhibirán la 
sinapsis espinal, de manera directa y mediante la 
estimulación de las intemeuronas inhibidoras, al 
-cerrar• la puerta medular. Del mismo modo, si por 
un estímulo penféríco se produce una estimulación 
central de Jos sistemas inhibitorios, éstos actuarán 
mediante la liberación de neurotransmisores inhi· 
bidores en el lugar de la sinapsis, bloqueando tam­bién 
la transmisión en este punto. Por último, en caso 
de que el estímulo álgico periférico estimule más las
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  • 1.
  • 2. Manual de Medicina Física M . Martínez Morillo J .M. Pastor Vega F. Sendra Portero HARCOURT ~BRA CE Madrid - Barcelona - Boston - Buenos Aires - Caracas - Filadelfia Londres -México DF - Orlando- Santafé de Bogotá o Sidney o Tokio o Toronto
  • 3. F.' una puhhtaci6n IIARCOURT ~BRACE o lflQH Ha1 ouJI Brace ce IspañJ., SA J '''" Alvar,;< Mend.zaLal. 3 2" 2800B M•dud tspana Quedan ngurosam n· proh:bld3S n la a 1 r 3 "!:": uta Ge os :..~u!.ares del Copynght. ba¡o ~s.anc "t'S~> P<Jda ~n J .. l•y.s. .a rcproc-cc:cr: p:araa o total de E"Stll bra JXP cua qu r ~d1 procec1irn.i n· e .,....prcnd1dos 1.1 rrprograh.a y el ua·.a.m ent!,) mf rm.. o a d1strí n ~<" tttmp·ares d~ t" la m...-t •nlr alqwlf'r o presta :'!'lo pub.1cc. l n•r •• r r ¡ tw t~ r. ,¡r¡ e!" ~po¡ ab tad ~ndl V~lVII Harcourt Brace de España, S.A. Harcourt Brac~ Publishers lntemational División lberoameri<ana f1•101 Coordmar1on y prodlJrcton edJfOrl;tl ,_a.,arwvu 191, 3" 1• 0803& Barrelona ISHN 84 Hl/4 183 < lmpr .. ton Maleu Cromo A:tes Grat.cas S A p IIQ ~·1 M-4' H4-97 Contulle el n"loeo de pubbaaones 011-hM lntemt'L bUp www ha.rcourt·braa n
  • 4. Autores J. Bonajo Sánchez Profesor ArJdJr.t. [U de Fis1oterapra Uni'lersldad de alamanca C. Cayuelas Antón Profesor'lltular de Rehabilrtaoon Umversrdad de Cordoba Jefe del Sernoo de Reh.lbilttaoon Hos¡Mtal Uruvtrs ·ano·Rerna SVt;a• Córdoba M. T. Delgado Macias Catedrática de Radiologra y Medrcma Ftstca Univerndad d~ Ctntabna A. Diez de los Rlos Delgado C.tedrái!OC de F •e• Médica Ll~iversrdad di ~.!alaga E. Enríquez Hernández Profesor Titular de RadJologia y M•·dtruta Ftstca ,P.eh.lbJluactón1 Uruversrdad de :a u,¡una. )e:e del SeMCIO de RehabiL:aoor. !los;ntal Umverslta'lo ~e Canana>- Ter.<nfe A. García Miranda Jete del Sernoo d~ Rehablittacton ~~~la Mu:ua Montañesa SantandN J. Martín Martín Pro~esor Titular de flstoterapta Umversidad de La laguna Tenenle M. Martinez Morillo Ca:ed.ráncode Radtoklg!a y Medrana F!Srn :Jnr•erSIGad de M.ilag¡ )e:e d~: Servtoo :e Radiologta y ~-led10na N~c.ear Hospttal Uruversttano •Virgen de la Vínor.a• Malaga R. Meijide FaOde Profesora 1t u U de Radiolog:a y Me&cr.a F~ a U'"·"' rS~Oct~.t v. .a .cruña J. C. Miangolarra Page Profesor 1tular E u de Fisrotcrapra Universrdad Comp.utense Marlnd C. Otón Sánchez r,uedraL<C~J d. :adi~~a y MediCina flsita Un:VersJdaé de La ug-Jna )e!e del Departamento de Rad1ologin Hosplt~l Uniwrsnario de Canarias Tenerife J. M. Pastor Vega "retesar TI! U ll l U "e Ra~tolo¡:¡.a y ~ledJcrr.a FISlCll Un:·.-er .ldad a e Malaga L. de la Peña Femández Profesora Ay·tdante de RadlOlogja y Med1cina F1slca Unrversrdad dP Malaga M. Pérez Martinez Prcfescr A;o •"" de Físi ·a Médica Uruversrdad dP M alaga E. Redondo Sánchez Prof~ra ~~~lar de Radrorog¡a y MedJCina Fislca Unive~dau "' Satamar.ca C. Rodríguez Flórez Profesora ASocrada de F!Stoterapra Uruversidad de Salamanca L. P. Rodríguez Rodriguez Catedrat.,o "' Rehabihtaocn JnrmS!dac Corr.plu:ense !efe de. ~parta memo de Rehablittacion Hospaa Un.versrtano •San Carlos• Madrid V
  • 5. vi J. 1.. Rodríguez-Villarrul Femández ,•of• or lituwr E U "e RacJOiog¡a y !J" o a I'IS!ca Ur. r dad a Ccruña l. Rubio López "rott or T1t~lar E U de Fls.oterap·¡¡ UmverMaad de Salamanca R. Ruiz Cruces Pro!e,;or Ayudante de Radioiog¡a y Medinr.a f1sr J Umvcrsrd~d de Malaga M. Sabaté Be! Pro!. ra A 1ada d~ Fisioterapra Unrv,'r rdad de La Laguna Ter.en:e J. San Martin Bacaicoa atedratAa ..e ldr log¡a ~~ed:ca Um~rl>ldad Complu:ense Madnd Auto ros F. Sendra Portero '"" r 1í"'úr ce Racf og¡a v ll.ed ona Fís:o r. ,;rsrdad deL';¡· •g• J. Teijeiro Vídal l..4t...dra"co de Raé.('.ogra y Medre a Fis.!'ll Umversróad de La Coruña R. Valero Alcaide Profesora Titular E. U de Fisroterapia Unrms1dad Complutense Madrid J. R. Zaragoza Rubira Catedratlco de Radiolog:a y Med cma fisrca Jmms1dad áe Sevilla Jefe del Depana:r.er.:o de Rad10log¡a Hosprtal Chmco·~rgendel Rodoo ~.a
  • 6. , lndice de capítulos Capitulo 1 Capítulo 9 Medicina física 1 Electrología médica. Principios físicos 115 M Martíl!e2 Morillo.) M. l'astor Vega M. Martinez Morillo,}. M. Pastor Vega y F Sendra Portero y A. Diez de los Ríos Delgado Capítulo 2 Capitulo 10 Inflamación y dolor. Conceptos básicos Electrostimulación 133 dt interés en medicina física 2.3 C. Cayuelas Antón y}. M. Postor Vega L de la Peña Fern4ndez Capítulo 11 Corriente galvánica 150 Capitulo 3 R. Meijide Faflde.). L. Rodríguez· Villa mil Femández Cinesiterapia 32 y}. Teijeiro Vida! M T Delgado Macias y A. Garcfa Miranda Capítulo 12 Capltulo4 Electrostimulación neuromuscular 169 Tncciones y manipulaciones 46 J M. Pastor Vega y C. Cayuelas Antón L. P. Rodríguez Rodrlguez,}. C. Miangolarra Poge y R. Valero Alcaide Capitulo 13 Electroanalgesia transcutánea 185 Capítulo 5 ~ M. l'astor Vega Masoterapia 61 Capítulo 14 M. T. Delgado Modas Corrientes interferenciales 194 Capítulo 6 ). Martín Martln Termoterapia 73 Capítulo 15 J M. Postor Vega Electrodiagnóstico y electromiografia. Biofeedback 201 Copftulo 7 E. Enríquez Herndndez, M. Sabatt Be! Termoterapia superficial 91 y C Otón Sdnchez }. M. Pastor Vega capítulo 16 Capitulo 8 Corrientes de alta frecuencia. Onda corta 210 Crioterapia 105 ~ Borrajo Sdnchez, C. Rodríguez flórez, M. T. Delgado Macias l. Rubio López y E. Redondo Sánchez
  • 7. X Índice de capítulos Capítulo 17 Capítulo25 Microndas 224 Protección frente a radiaciones no ionizan tes 317 J M. Pastor Vega y M. Martínez Morillo A. Díez de los Ríos ~lgado, M Pé1ez Martínez y R Ruiz C1uces Capitulo 18 Fototerapia 232 Capítulo 26 F. Sendra Portero Hidroterapia 335 R Meijide FaOde.}. L. Rodriguez-Villa mil Femández Capítulo 19 y J Teijei1o Vida! Radiación infrarroja 244 F Sendra Portero y M. Martínez Monllo Capítufo27 Técnicas hidroterápicas 358 Capitulo 20 R. Meijide FaUde,J. L Rodriguez-Villamil Femóndez U ser 254 y J Teijeiro Vida! M Martfnez Morillo y F. Sendra Portero Capitulo 28 Capitulo 21 Hidrologia médica 377 Radiación ultravioleta 276 }. San Martín Bacaicoa r Sendra Portero Capitulo 29 Capítulo22 Helioterapia, talasoterapia y climatologia Magnetoterapia 286 médica 411 }. R. Zaragoza Rubira J San Martín Bacaicoa . Capítulo 23 Bibliografía general 423 Ultrasonidos terapéuticos 294 C. Otón Sánchez, E. Enriquez Hemdndez lndlce de materias 427 y M Sabaté 8el Capítulo24 Accidente eléctrico 308 R. Ruiz Cruces y M. Pérez Martfnez
  • 8. ·Medicina física M. Martínez Morillo, J. M. Pastor Vega y F. Sendra Portero CONCEPTO DE MEDICINA FISICA Desde una perspectiva puramente etimológica, po­dría decirse que la medicina física comprende el empleo de todos los agentes fisicos disponibles en los diferentes aspectos de la medicina -diagnóstico, te· rapéutico y preventivo-, incluyendo el estudio de es· tos agentes como elementos patógenos. Esto conlle· va que establecer un concepto de medicina física resulte difícil, ya que, debido al amplio campo de aplicación y a la diversidad de agentes físicos impli· cados, puede prestarse a diferentes interpretaciones. Mientras unos autores consideran que la medici· na física debe abarcar aspectos relativos tanto al diagnóstico como al trata miento o la prevención, otros sólo plantean su acción en el terreno terapéu· tico. Así, Holser la define como la •ciencia o parte de la medicina que utiliza agentes y técnicas de natura· leza física para el diagnóstico, tratamiento y preven­ción de enfermedades•. En cambio, para Krussen constituye una •rama de la medicina que utiliza agentes físicos, como la luz, el calor. el agua y la e lec· tricidad, así como agentes mecánicos, en el trata· miento de las enfermedades•. Actualmente, no todos los agentes físicos conocí· dos se emplean en medicina fisica.los agentes ioni· zantes (p. ej., rayos X, radiación gamma ... } constitu· yen una importante exclusión, pues el protagonismo y el especial entorno de aplicación que han adquirí· do durante la segunda mitad de este siglo han origi· nado especialidades diagnósticas y terapéuticas es· pecíficas (radiodiagnóstico. radioterapia y medicina nuclear}. En este sentido, como expresa Molina Ariño, puede concretarse que la medicina física estudia ampliamente los recursos que aportan los agentes fisicos no ionizantes (mecánicos, térmicos y electro· magnéticos); si bien éstos se utilizan fundamental· mente con finalidad terapéutica. también pueden emplearse con intención diagnóstica, como ocurre en el caso de la electromiografía, electrocardiografia, electroenc~falografía. etc. Sin embargo, de forma si· milar a lo que ha ocurrido con las radiaciones ioni· zantes, la utilización diagnóstica de los agentes fisi­cos no ionizan tes ha ido haciéndose, en no pocas ocasiones, imprescindible en una especialidad médi· ca determinada y ha terminado por incluirse en su mismo cuerpo de doctrina. Éste es el caso de la elec­trocardiografía en cardiología y la electroencefalo· grafía en neurología. los agentes físicos también deben considerarse como elementos con capacidad lesiva para el orga­nismo. Son conocidos los accidentes que puede des­encadenar la excesiva o inadecuada exposición al calor. al frío y a formas más específicas de energía, como la radiación ultravioleta, o los accidentes que puede originar la corriente eléctrica (electropatolo· gía). lgualmeme, el masaje o la movilización en un lugar, momento o forma inadecuados pueden causar más daño que beneficio. los riesgos potenciales de· ben conocerse para establecer con claridad los lími· tes de tolerancia y las situaciones en que deba tener­se especial precaución para realizar las diferentes aplicaciones de forma adecuada. De acuerdo con las ideas expresadas, puede defi· nirse la medicina física como un cuerpo doctrinal com­plejo. constituido por la agrupación de conocimientos y experiencias relativas a la naturaleza de los agentes físicos
  • 9. 2 110 ionizantes, o Jos fenómenos deriwdos de su interacción am el organismo y o los oplicociones diognósttcas, teropéu· ticas y preuentiuos que deriuon de sus efectos biológicos. ORIGEN Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA La atención suficiente a la historia de las ciencias constituye uno de los postulados doctrinales en la formación del estudiante y el ciemífico El conocí· miento del pasado es la clave del presente y del fu tu· ro. Consideramos de gran importancia, en virtud de la sistematización de un concepto, admitir que el conocimiento real y reflexivo de la medicina física no puede alcanzarse apriorísticamente: por el contrario, es preciso revisar sus precedentes históricos. Los primeros testimonios El comienzo de la medicina física ha de buscarse, al igual que el de la historia del hombre, en la prehisto· ría. Aunque no disponemos de ningún documento escrito que atestig(ie esta idea, no resulta dificil ima· ginar al hombre primitivo reaccionando de forma casi instintiva con actuaciones como el frotamiento enér· gico de una zona dolorida o la aplicación de formas de calor o frío que la naturaleza ponía a su alcance. Los primeros testimonios escritos de la medicina física aparecen en China y datan de más de dos mil años antes de la era cristiana. El Kong-fou (año 2700 a.c.). practicado por los bonzos del Tao Tse, es el es­crito más antiguo conocido acerca del ejercicio tera­péutico y el masaje. Está basado en una serie de po· siciones y movimientos prescritos por los sacerdotes para aliviar diferentes dolencias, bajo una concep· ción magicorreligiosa (fig.t.t). De igual forma, la terapéutica védica hindú es fundamentalmente mágica; recurre, también, a la práctica de masajes y ejercicios (en los orígenes de la doctrina del Yoga o Ayurveda, año 1800 a.C. se incluía un sistema gim· nástico) y a los poderes saludables del aire, el agua y el sol. En el resto de civilizaciones antiguas, las activida· des terapéuticas mezclaban los aspectos religiosos con conocimientos empíricos, y empleaban con pro· fusión el agua, el sol, el aire y la tierra. considerados todos ellos como fuerzas primigénicas de ca rácter divino. Manual de Medicina Flslca ~ J.tk_#:... /J ·_f" .Jil ~t. .fk~ • ,.J $' úJ ~" _l:.. ~~ ~A .J. ~ ~ ~ Figuro 1. 1. El K""9fooeselescu1o mós onliguoconocodo (año 2700 o C 1 oce<co del e¡e<Clcoo y el masaje El mundo griego Durante el período arcaico, el tratamiento de las en· fermedades continuaba siendo una forma de purifi· cación religiosa, dentro de una concepción tradicio· na! de la enfermedad como mancha o impureza Ha· cía el año 900 a.C. se comienzan a erigir múltiples os~lepro. templos dedicados a Asclepio (Esculapio para los romanos). gran divinidad sanadora. Estos templos solían erigirse en lugares especiales, en las proximidades de manantiales. donde estaba el san­tuario; a su alrededor se disponían las demás insta· ladones, compuestas de gimnasio, teatro, baños, jar· dines y lugares para la estancia, reposo y tratamiento de los pacientes. Los médicos griegos. imbuidos aún por el gran contenido espiritual de la curación, envía· ban a estos templos a aquellos enfermos en los que hablan fallado otros tratamientos. Las medidas tera-
  • 10. Modlcine ffsica péuticas, basadaun el ejercicio físico. la hidrotera­¡ ia y el masaje, no sólo eran utilizadas en forma hi· gjénica o purificadora, sino también como prepara· ,ción p;¡ra las competiciones atléticas (fig. 1.2). A partir del siglo v a.C., por innuencia de las ideas naturalistas de filósofos presocráticos, la práctica médica se entenderá romo un saber natural, dentro de la idea de physis o naturaleza. que se extendió entre los hombres cultos de Grecia Durante la segunda mitad del siglo v y la primera del siglo rv a C., destaca la figura de Hipócrates de Cos (460-380 a.c.). Su concepción de la terapéutica se basaba en el empleo de medios fisicos, higiénicos y dietéticos (diaetia). De esta forma, el ejercicio fisico. la gimnasia. el masaje (anatripsis) y una correcta ali· mentación eran medios adecuados para mantener y desarrollar la condición saludable del hombre. Sólo un género de vida natural podía contribuir a perfec­cionar las condiciones humanas. tanto fiSICas como morales, lo que constituye el fundamento de la !la· mada •medicina hipocrática• (fig. 13). En los escritos del Corpus Hipocrancum destaca la importancia del ambiente físico, el clima, el sol y el agua, tanto en la salud como en la enfermedad, y se recomienda el uso del agua fría frente a los dolores f iguro 1 .2. El ejercicio fisico, lo hidroterapia y el masaje, juniO o lo d¡ejo, fueron utilizados podo CIJ•uro helénico IOn­lada bmo 1-og>éniOC o purifícodoro como poro lo preparo· o6n odétiOC 3 Figuro 1 .3. Hrp6croles, creodO< de lo •madrona hrpocr6· hao•, "'9""IO aún en nueslrOs dios articulares de la gota y las contracturas musculares. así como los baños marinos en el tratamiento de eccemas y de cualquier herida no infectada. La pala­bra ejercicio aparece a menudo. si bien en su mayor parte referida al aspecto higiénico. En el libro Acerca de las articulaciones, se demuestra una profunda per­cepción de las relaciones entre los movimientos y los músculos. Se enumeran pautas frente a la debilidad muscular y para la mejora de las desavenencias mentales, se recomiendan los paseos rápidos y fre· cuentes, y se adviene sobre los efectos negauvos de los ejercidos extenuantes. En definitiva, la terapéutica hipocrática se basó en un saber humanista. destinado a conocer los secre­tos de la naturaleza del hombre, de las distintas enfermedades, de los distintos tratamientos y de la propia naturaleza
  • 11. 4 El mundo romano La práctica gimnástica tardó en incorporuse a la ci­vilización romana, por considerarse como una de las causas de la decadencia de Grecia, pero terminó sien­do aceptada por las masas y reconociéndose el valor beneficioso del ejercicio moderado. Entre los métodos gimnásticos de la época se incluyeron el hidromasaje, los estiramientos y los movimientos asistidos con pe­sos y poleas. Posteriormente, con el cristianismo co­menzaría la decadencia de la gimnasia, hasta que el emperadorTeodosio pusiera fin definitivamente a las prácticas gimnásticas populares, suprimiendo los jue­gos Olímpicos en el año 394 de nuestra era. En Jos primeros tiempos de la era romana se prac­ticaba principalmente una medicina empírica, cuya terapéutica era casi exclusivamente medicamento­sa. Frente a ésta. destacan Asclepíades (siglo 1 a.c.) y Temisón. creadores de la escuela metódica, la cual rechaza el empleo de medicamentos y propone la dieta. el masaje, la hidroterapia y los ejercicios físicos -junto con la marcha y la carrera-. aunque lejos de la idea de la capacidad sanadora natural. Con la incorporación del pensamiento griego a la civilización romana, se intentó llevar el sentido co­mún a la praxis médica. rechazándose tanto los ex­cesos de los empíricos como los de los metódicos. Retomando las pautas hipocráticas, se vuelve a in­uoduor la dieta, la hidroterapia y el ejercicio físico, para establecer razonadamente las indicaciones y el modo de acción de esta terapéutica En los escritos de Galeno {129-201 d.C). médico de origen griego al servicio de Marco Aurelio, cuya obra trascendió hasta la Edad Media. se encuentran clasi­ficaciones de los ejercicios y del masaje según su vi­gor. duración y frecuencia, asi como descripciones del empleo de aparatos diversos y de la pane del cuerpo que interviene al utilizarlos. El sentido utilitario de los romanos se puso pron­to de manifiesto en su devoción por la higiene, tan­to mdividual como pública. Se difundió el empleo del agua como práctica social. higiénica y curativa. Los romanos llegaron a superar a los griegos en sus prác­ticas crenoterápicas. Los baños comunitarios exis­tian desde los tiempos de Catón, hacia el200 a.C .. pero los grandes establecimientos termales, que aún en la actualidad continúan en vigencia en muchos Manual do M ed icina Flstca países, proceden de la época imperial Las termas de Caracalla y de Diocleciano contaban con estanques de paredes de mármol capaces de albergar entre 1.600 y 3.000 bañistas respectivamente, durante las cinco horas que duraba la jornada diaria. Aunque sin alcanzar el esplendor de las termas de Roma, la do­minación romana en España legó múltiples instala­ciones termales. como las de Alenge y Montemayor en Extremadura, Ledesma en Castilla, Cal des de Ma­lavella y Caldes de Montbui en Cataluña. Alhama en Aragón, Archena en Murcia y Alhama de Granada y Santiponce en Andalucia. Las termas solían estar constituidas por las si­guientes partes: un pórtico que daba paso al apodite­rium, lugar donde los bañistas se desnudaban y ves­tian; el unctuarium, donde los balneatores aplicaban pomadas y perfumes; el baptisterium,lugar para rea­lizar abluciones higiénicas; el frigidarium,local con una o varias piscinas para tomar baños fríos; el cali­danum o zona destinada a los baños calientes; el su­datarium o baño de vapor; el tepidarium o baño tem­plado, donde los bañistas permanedan cierto tiempo para evitar los cambios bruscos de temperatura. y el plantanone o spheristeria, lugar donde se reunían los bañistas para recibir masajes por parte de expertos masajistas (tradatores) y pasar el tiempo conversan­do o realizando ejercicios Thmb1én tuvieron gran importancia los baños ma­rítimos Los romanos utilizaban el sol. el aire y el mar, y aprovechaban el clima para el tratamiemo de múltiples procesos. La talasoterapia, por tanto. fue una auténtica realidad en aquel tiempo. A pesar de la división del Imperio Romano, la tra­dición hipocraticogalénica se mantuvo en la medici­na bizantina (siglos IV al vu). El médico romano Celio Aureliano (v d.C). ardiente defensor de la luz solar como agente curativo (helioterapia). enunció algunos conceptos muy parecidos a Jos modernos acerca del tratamiento fisico, incluyendo la hidrogimnasia.la suspensionterapia y la poleoterapia. En la época justiniana destaca Alejandro de 1'alles. que continuó la doctrina de la fuerza sanadora de la naturaleza, concediendo especial importancia al régimen de vida para mamener la salud y prevenir las enfermedades. Empleó las curas climáticas y la hidroterapia, y se opuso al abuso de fármacos y a las curas drásticas.
  • 12. Medicine lisies La Edad Media Después de la caída del Imperio Romano, el crisúa­nismo reaccionó ante los espectáculos gimnásúcos _ abandonando la prácúca de ejercicios fisicos. La me­dicina estaba prácticamente en mano de los monjes (medicina monástica}. El cuidado del alma tenía pre­dilección sobre el cuidado del cuerpo. En esta época, tan sólo persistió la terapia farmacológica y la hidro­terapia, mientras que el ejercicio fisico era pracúca­do exclusivamente por la nobleza y los primados eclesihúcos como diversión o para prepararse para la caza y la lucha [fig. 1.4}. Los árabes. en cambio, mantuvieron viva la medi­cina griega y romana por medio de traducciones sirias y hebreas. Destacan las figuras de Avicena [980-1037), fiel seguidor de la medicina galénica, y Albucasis (936-1013}, que escribió un tratado de 30 tomos en los que se recoge el saber médico del Figuro 1 .4. C6dice medieval en el que opo<ece uno esce­na de bollos colecm.oo.. 5 momento Durante esta época, vuelve a valorarse la prácúca de ejercicios fisicos y la balneoterapia, y se crean las casas de baños, lugares donde, tras las apli­caciones hidroterápicas, se podian recibir fricciones con lodos y tierras. así como diversas atenciones médicas. Los baños árabes. fomentados por los sobe· ranos. se convirtieron en un factor cultural y social de primer orden. Se tiene conocimiento de que, a mediados del siglo x, la ciudad de Córdoba poseía más de tres mil baños públicos o hommoms Desgra­ciadamente, este resurgir de la ciencia médica propi­ciado por los árabes quedó interrumpido cuando la peste negra irrumpió en Europa. El Renacimiento La medicina renacenústa inició el derrocamiento de la antropología galénica, aceptada como verdad irrefu­table durante el medievo. Con el inicio del Renaci­miento. se retoma un interés inusitado por la acúvi­dad muscular. El gran Leonardo da lfmci estuvo a la cabeza del interés por la anatomía, que llegó a ser revolucionada por Andreas Vesalius [1515-1564}, quien, basándose en la disección de cadáveres huma­nos, detalla perfectamente la dinámica anatómica en su obra De humani corporis fabrica iibri seprem (1543}. La influencia de Pietro Vergerio (1349·1428} sobre Víttorino da Feltra [1378-1446), profesor de la Univer­sidad de Padua, impulsó en gran medida la reintro­ducción del ejercicio fisico en la educación de la épo­ca. Así, volvió a florecer el desarrollo armónico del espíritu y del cuerpo de la Grecia clásica. La hidrote­rapia, la natación y los ejercicios corporales pasaron a formar parte del método pedagógico humanista. La segunda mitad del siglo xu presenció una nota­ble estimulación de la actividad intelectual, cuyo mérito fundamental debe asignarse a la invención de la imprenta, con lo que los clásicos griegos y roma­nos comenzaron a aparecer impresos; de este modo se redescubrió la terapéuúca hipocráúca y galénica. Durante el siglo XVI, el interés por la perfección fi­sica y las formas corporales produjo una renovación de los estudios anatómicos y, en consecuencia, del ejercicio terapéutico. Cabe el honor al médico espa­ñol Cristóbal Méndez de ser el autor del primer tra­tado publicado sobre el ejercicio terapéutico. Libro del Exercicio (1553). donde se establecen conceptos sobre
  • 13. 6 el modo de realizar correctamente el ejercicio corpo· ral y se valoran las distintas modalidades deportivas relacionadas con la edad, el sexo y la condición social del practicante (lig. 1.5). Pero el primer tratado im· preso sobre los ejercidos que obtuvo especial reper­cusión fue De Arte Gymndstiro. escrito en el año 1573 por Hieronymus Mercurialis {1530·1606). considera· do como el eslabón entre la educación física griega y la moderna (fig. 1.6). En esta obra se recogen observa· dones sobre los ejercicios y sus efectos sobre el orga· nismo. reconociéndose su verdadero valor terapéuti· co, con sus indicaciones y contraindicaciones. Consta de seis capítulos dedicados a principios médicos, gimnasia del movimiento Oucha y saltos), especiali· da des como la natación, navegación y equitación, así como los lugares. tiempos y modos de realizar los ejercicios para que los resultados obtenidos sean f igura 1 .5. Palada del Libra del Exercicio, del español Crislóbal!Véodez, publioodo en 1553. Manual de Medicina Ffslca figura 1 .6. En el año 1573 se publica lo obro de Hie<o­nymus 11ercuriolis De arte Gymnósfl'co, de eno1me trascen­dencia en su época. óptimos. y la descripción de los efectos y cualidades que pueden obtenerse con la práctica gimnástica. Aunque existen referencias al empleo de las des­cargas eléctricas del pez torpedo en el tratamiento de algias y especialmente de la gota, la primera apor­tación conocida sobre los fenómenos eléctricos se debe a Tales de Mileto (600 a.c.). Pero no es hasta el siglo XVI cuando William Gilbert. médico de la reina Isabel de Inglaterra. publica la obra De magnete mag· netisque corporibus, donde establece diferencias entre electricidad y magnetismo. Es también durante esta época cuando comenzó a ponerse en práctica el método experimental, de forma que. poco a poco. comenzaba a distinguirse entre ciencia y empirismo. esbozándose la ciencia que conduciría de la alquimia a la química moderna y farmacéutica.
  • 14. Medicina flsica Siglo XVII Durante el siglo xvn, bajo la influencia de la mecáni· ca de Galileo y las teorías de Descanes. intenta con­cebirse de un modo enteramente mecánico la activi· · dad del cuerpo humano. Giovanni Alfonso Borelli (1608·1679), en su libro De motu Animalium, intenta explicar el movimiento de los cuerpos animales ba· sándose en principios mecánicos, describiendo el funcionamiento muscular mediante tensiones, fuer­zas y las leyes de la palanca. Con Thomas Sydenham (1624·1689), considerado el más notable médico de la medicina inglesa, se re· cupera el hipocratismo y su fe en la naturaleza como ·fuerza vital•, así como en la acción curativa de los agentes físicos naturales y remedios sencillos, refle· jados en su obra Processus integri. Aunque el primer tratado de balneoterapia, De Salneis etThennis, escrito por Giovanni Michele Savo­narola (1452·1498), fue publicado en Ferrara en 1485, es durante el siglo xvu cuando se establecen las bases de la moderna hidrología médica. En 1697. aparece en España la primera obra fundamental de hidrolo· gía, Espejo cristalino de las aguas de España, escrita por Alfonso Limón Montero, Catedrá tico de la Universi­dad de Alcalá de Henares. Esta obra erudita, realiza ­da con la colaboración de casi medio centenar de corresponsales, médicos en su mayoría, consta de cuatro libros que describen las propiedades de las aguas de 59 manantiales españoles, los baños de aguas termales, y examina el valor higiénico y medi­cinal de los baños de •aguas simples• y las cualida­des terapéuticas de lo que el autor denomina •baños compuestos•. La llustroción Los estudios de BoreUi influyeron en médicos del si­glo IMII, quienes pensaban en el movimiento como la expresión inmediata de la vida. Entre ellos. Fridericus Hoffmann fue quien más hizo para restablecer la imponancia del ejercicio físico en la higiene, en el tratamiento y en la vida diaria, como preconizaban los clásicos (fig. 1.7). Durante esta época comenzaron a realizarse los primeros estudios fisiológicos serios acerca del ejercicio terapéutico. Nicolas Andry escri· bió en 1723 su notable tesis con el titulo: ¿Es el ejerci­do moderado el mejor medio para conservar la salud? 7 El último cuano del siglo xvm presenció sorpren­dentes progresos en el pensamiento humano. Se pro­dujeron revoluciones en la política. la educación y las ciencias. En este período, aparece el primer libro acerca del ejercicio terapéutico, de forma muy simi­lar a como lo conocemos en la actualidad. )oseph· Clement Tlssot (1750-1826) publicó Gymnastique Mé­dicinale et Chirurgicale, obra muy avanzada por su concepción y contenidos, que durante muchos años no vio reconoada su imponancia.Tissot rompió con la tradición de los clásicos, al recomendar la movili­zación en Jos pacientes quirúrgicos. En esta obra, el masaje es empleado de modo reglado según las dis· tintas afecciones, se insiste en la necesidad de cono­cer la anatomfa al prescribir ejercicios terapéuticos y se analizan los movimientos que intervienen en numerosas actividades tanto manuales como anesanales figura 1.7. froderiOJs Holfmom.
  • 15. 8 La Física dio importantes pasos en este siglo, a los que se debe, en gran pane,la iniciación de la revolu­ción industrial en Inglaterra. Los nuevos conocimien­tos en los campos de la acústica. la termología y los importantes estudios sobre Jos fenómenos eléctricos tuvieron gran influencia en la medicina de la época. Durante el último cuarto de siglo se multiplicaron los estudios sobre la naturaleza de la electricidad: la botella de Leyden permitió conservar la electricidad para su uso posterior; Benjamín Franklin enunció el principio de conservación de la electricidad y descu­brió la naturaleza del relámpago: Walsh demostró la identidad entre la corriente eléctrica producida por el pez torpedo y por la botella de Leyden. y Cavendish y Coulomb establecieron las medidas de la fuerza entre cargas eléctricas. Pero. sin duda, los estudios más relevantes se deben a Luigi Calva ni (1737 -1798) y a Alessandro Volta (1745-1827), quienes descubrie­ron diversas pruebas de que la electricidad podía excnar la contracción muscular (fig. 1.8). Estos ha­llazgos. que desataron una gran polémica, encauza­ron la electrología en una dirección muy diferente, y dieron a la medicina nuevas posibilidades de conoci­miento y tratamiento de los fenómenos patológicos. Las ideas naturalistas de numerosos filósofos ilus­trados influyeron mucho en los médicos de la época, que reconocieron las ventajas saludables de la vida al aire hbre y del ejercicio moderado, así como las ac­ciones curativas del agua. La hidroterapia. uno de los aspectos importantes de la terapéutica hipocrática, gozó en el siglo xvm de un gran fervor en toda Euro- Figuro 1.8. Volto mo>~ondo lo ptlo oléc~teo al emperador Napoleón Bonoporle. Manual de Medicina Flsica pa en sus diferentes formas En este sentido, algunos médicos. como Floyer. Vicente Pérez y Von Hilde­brandt, dedicaron esfuerzos a resaltar las postbilida­des terapéuticas de las aplicaciones de agua. En Ale­mania destacaron Sigrnund Hahn {1664-1742) y su hijo)ohann S. Hahn {1696-1773), médicos de Schweid­nitz (Silesia). quienes, además de ser Jos primeros en administrar agua a los pacientes febriles en contra de la opinión de la época, resaltaron la importancia de las aplicaciones de agua fría. tanto en bebida co­mo en aplicaciones externas. Hufeland (1762-1836), médico neohipocrático alemán, destacó la importan­cia de los baños marinos y la helioterapia en el tra­tamiento de enfermos tuberculosos. En España, Pedro Gómez de Bedoya publicó en 1764 otra de las obras fundamentales de la hidrología médica. Histo­ria universal de las fuentes minerales de España, en la que se enumeran las propiedades de 214 manantiales. En 1778, por encargo de la Academia de Medicina de París, Carrere realizó una magnífica recopilación de todos los conocimientos que hasta el momento se tenían de las aguas mineromedicinales. Es a finales de este siglo cuando vuelve a retomar­se el interés por las propiedades terapéuticas de la luz solar, gracias a los esfuerzos de hombres como Poncet. Fa u re, Leretre, Leconte y Richard Rusell. Se realizaron diversos estudios científicos sobre el tra­tamiento por el clima. tanto en general, como consi­derando sus diversos componentes. en especial el aire y los vientos. Del aire se estudiaron sus propie­dades fisicas y su relación con la aparición o persis­tencia de determinadas enfermedades, así como su papel en la evolución de las heridas quirúrgicas. Durante todo este siglo, muchos médicos envia­ban a sus enfermos a Jos hoteles balnearios construi­dos en las cercanías de los manantiales, de forma que eran numerosos los bañistas que acudian a •to­mar las aguas•. para aliviar diversas dolencias o por costumbre social (fig. 1.9). Siglo XIX La Medicina del siglo XIX vivió una serie de impor­tantes transformaciones doctrinales. éticas y cientí­ficas, que condujeron a un nuevo enfoque. desde una perspectiva diferente, de la uulización de Jos agentes flsicos.
  • 16. Medicina flsica Figura 1.9. Conel publicítoriode un bolneoriornglés, en el que se ~ustro o Higeo. dioso gnego de lo solud Entre los iniciadores de la gimnasia durante la época moderna cabe citar al capitán valenciano Francisco Amorós, cuya obra Tratado detducacián gim­nilsnca y moral gozó de enorme éxito en toda Europa. Una gran parte del rápido desarrollo del movimien­to gimn~stico acontecido durante el siglo x1x se atri­buye a Per Henrik Ling (1776-1839). fundador del Ins­tituto Gimnástico Central de Estocolmo. cuya tesis era la •perfección física y moral• del ciudadano me­diante el ejercicio físico. Su gran aportación consis­tió en introducir la sistemática en el ejercicio: dosi­ficación e instrucciones detalladas. Ling dividió la gimnasia en cuatro ramas: pedagógica, médica, mi­litar y estética. Aunque no dejó obra escrita, sus tra­bajos fueron dados a conocer por dos de sus discípu­los, Liedbeck y Georgii. Este último publicó en 1840 su tratado Fundamentos generales de la gimnasia, en el que aparece el término •kinesiterapia•, entendiendo 9 como ta !la noción general de ejercicios metódicos que e¡ecuta el enfermo solo, por prescripción médi­ca, el terapeuta en un paciente pasivo o, terapeuta y paciente juntos. El sistema de ejercicios propuesto por Ling nece­sitaba la continua atención personal del terapeuta. Gustav Zander llegó a la conclusión de que con pa­lancas, poleas y pesas (mecanoterapia) podía ofrecer a la vez asistencia y resistencia, eliminando altera­peuta, salvo para lograr que el paciente comenzara el tratamiento y para una supervisión penódica. Weir Mitchell fue quien trasladó los conocimientos euro­peos sobre gimnasia terapéutica a Estados Unidos, en un periodo en que se iniciaba el interés por la edu­cación flsica y la cinesiterapia en las universidades y escuelas de medicina americanas. A raíz de los descubrimientos de Galvani y Volta, muchos autores comenzaron a publicar comunica­ciones sobre curaciones llevadas a cabo mediante el galvanismo Tras el descubrimiento de la inducción eléctrica por Micha el Faraday en 1831, este nuevo tipo de electricidad se incorporó a las prácticas tera­péuticas. Poco después, Duchen e de Boulogne (1806· 1875) subrayó el hecho de que ciertos músculos pa­ralizados conservaban la excitabilidad inducida por la comente farádica, mientras que otros la perdían. Entre los primeros figuraban los afectados por pará­lisis debidas a lesiones de nervios periféricos. A par­tir de entonces podian diferenciarse las parálisis de origen central de las periféricas Sus investigaciones electrofisiológicas condujeron a la aplicación prácti­ca del electrodiagnóstico. A finales de siglo, D'Arson­val comenzó a realizar aplicaciones con corrientes de alta frecuencia, determinando en ellas la importan­cia de la tensión y de la intensidad. Demostró la inexcitabilidad neuromuscular y la producción de calor en profundidad con este tipo de corrientes. El recurso a las fuerzas macrocósmicas. el aire, el agua,la tierra y la luz solar, conooó muchos partida­rios en la época romántica, lo que prop1ció la siste­matización de la hidroterapia y de las curas terma­les. Antón Sebastian Kneipp (1821-1897), párroco de Bad Worishofen (Alemania), fue uno de los grandes impulsores de la hidroterapia. Las aplicaciones más empleadas por él y sus discípulos fueron los chorros, baiios fríos y calientes (parciales o totales) a los que
  • 17. 10 añadía plantas medicinales, baños de vapor, lavados de agua fría y envolturas. Su método de tratamiento o •cura de Kneipp• aún mantiene en nuestros días cierto prestigio. Wilhelm Wintemitz (1835·1917). médico vienés, consolidó la hidroterapia como cien· cia médica, sentando sus bases fisiológicas y estable­ciendo sus indicaciones. de forma que fue introdu· cid a en los planes de enseñanza de la Facultad de Medicina de su país y, posteriormente, en el resto de Europa. los ingleses Downen y Blunot demostraron que la radiación solar era capaz de destruir ciertas bacte­rias que originaban enfermedades infecciosas. lo que proporcionó a la helioterapia un apoyo científico. Pero el empleo de la luz solar como agente terapéu­tico adquirió su mayor popularidad gracias a Rickli, quien diseñó un sanatorio en Austria con grandes sa­las para practicar esta modalidad de tratamiento y obtuvo notables resultados, que impresionaron a los médicos de la época. los trabajos que, a principios del siguiente siglo, realizaron Bernhard y Rollier con­tribuyeron a sustentar la helioterapia en cimientos de naturaleza científica, pese a que la utilización de la luz solar data de épocas muy remotas. la práctica del masaje resurgió gracias a los resul­tados obtenidos en Amsterdam por Johan Georg Metzger (1838-1909), quien publicó a finales del siglo x1x los métodos de Ling aplicados a la medicina. Su libro y técnicas, Tratado de las luxaciones del pie por medio del masaje, tuvo en aquella época un enorme éxito. Lucas Championiere (1843-1913) introdujo el masaje y la necesidad de la movilización precoz en el tratamiento de las fracturas y sus secuelas. los se­guidores de Metzger. figuras destacadas de la medi­cina y la cirugía, adoptaron la clasificación del masa­je en cuatro variedades -fricción suave, fricción, amasamiento y golpeteos- y contribuyeron a sis­tematizar el masaje en el tratamiento físico de las incapacidades. Durante el transcurso de la segunda mitad del si­glo x1x,la mentalidad de los pensadores románticos fue dando paso a otra diferente, cuyos objetivos prin­cipales eran la ciencia y la técnica. Los estudios cien­tificos fueron abarcando todos los aspectos del saber y se produjeron descubrimientos trascendentales para la ciencia. La inducción electromagnética de Manual de Medicina Frslca Faraday fue llevada a términos matemáticos por J. C. Maxwell(1831-1879), quien enunció las ecuaciones que rigen los fenómenos electromagnéticos y lumi­nosos. la mecánica tradicional, edificada en los su­puestos de Galileo y Newton,llegó a ponerse en duda por las demostraciones de Hertz (1857 -1894) y Henri Poincaré (1854-1912) sobre la propagación de las on­das electromagnéticas. Se establecieron en esta épo­ca los principios de la termodinámica y fueron incor­porándose a los tratamientos radiaciones electro­magnéticas, como la rad iación ultravioleta y la infrarroja. producidas de forma artificial. En el terreno de la medicina, frente al positivismo cientifico, llevado hasta sus límites por los máximos representantes de la denominada nueva Escuela de Viena, surgió un escepticismo terapéutico, que supu­so el renacer del hipocratismo médico, abandonado por las tendencias positivistas de la época. Gracias a la aparición de esta nueva tendencia vitalista, opues­ta al materialismo del método cientifico, se retomó el interés por el termalismo, el ejercicio físico, la helio­terapia, la vida al aire libre y la dietética. Bajo esta concepción apareció el sistema de manipulaciones vertebrales (quiropraxia), ideado por Daniel Palmer, y la doctrina de la osteopatia de Andrew Taylor Still Siglo xx El estallido de la Primera Guerra Mundial determinó que se incrementara el empleo de los ejercicios flsi­cos para rehabilitación en los hospitales militares de los países contendientes. En Estados Unidos, W. G. Wright desarrolló muchas técnicas cinesiterápicas, especialmente el entrenamiento de los parapléjicos para deambular sobre muletas valiéndose de las ex­tremidades superiores, Jo que representó uno de los mayores éxitos en la historia de la cinesiterapia. A otro médico estadounidense, C. l. lowman, se debe la hidrocinesiterapia, como término y como método, tal y como se utiliza en la actualidad. En Alemania, después de la Primera Guerra Mundial. se produjo cierto cambio de actitud hacia los ejercicios, desta­cándosecada vez más la importancia de la relajación. De esta forma, se insistió en que se incluyeran ejer­cicios de relajación en los programas terapéuticos. Uno de los mayores impulsos para los ejercicios terapéuticos provino de otro médico estadouniden-
  • 18. Medicina flsica se, Thomas Delorme. quien ideó un método de dosi­ficación sistemática del esfuerzo, al que denominó -ejercicios de resistencias progresivas•. el cual obru­yo una amplia y rápida aceptación. Pero la medida m~s revolucionaria en la movilización terapéutica, durante el siglo xx, tal vez sea la movilización precoz de los pacientes después de una intervención quirúr­gica mayor, propuesta por Leithauser. A partir de los conceptos de inervación e inhibi­ción reciprocas, desarrollados a finales del siglo m por C. S. Sherrington, un neurofisi6logo experimen­tal, diversos médicos contribuyeron a introducir Jos reflejos normales y patológicos en la terapia con ejer­cicios (fig. 1.10). Pero el principal investigador en esta línea fue otro neurofisiólogo, Herman Kabat. quien utilizó el reflejo de extensión, flexión y tónico (entre otros), y dio a su método el nombre de ·facilitación propioceptiva•. Figuro 1.10.lo$ invesrigociO<>e$ delg<on neurolisiólogo e S Sl>enlngiOn dieron fundomenro o lo$ bCl$0$ de lo$ mél:xlos de focilloción p<opi<x:epr..., 11 Desde prinopios de siglo, mediante múlnples ex­periencias y publicaciones de distintas escuelas eu­ropeas, americanas y orientales (de China y Japón, principalmente), se establecieron definitivamente las bases actuales del masaje, y se distinguieron di­versos métodos y técnicas terapéuticas: masaje tera · péutico, reflejo, sobre tejido conjuntivo, acupuntura!, quiropráctico, deportivo, automasajes, etc. Hacia el año 1952, Gertrude Beard realizó una descripción y definición del masaje clásico en la que establece las tendencias actuales del masaje para provocar diver­sos efectos sobre sistemas específicos (nervioso, musculosquelético, sanguíneo, linfático) y en todo el organismo en general. En la primera mitad del siglo xx, al mismo tiempo que tuvieron lugar las más grandes catástrofes béli­cas de la historia de la humanidad. se produjo un gran despliegue de la ciencia y la técnica, hasta en­tonces desconocido, que, en una parte no desdeñab!e (desarrollo del radar, la termografia, los ultrasonidos, etc.), se debió a la acción •estimulante• de las situa­ciones bélicas. En 1917, Langevin construyó el primer equipo de ultrasonidos basado en la piezoelectri­cidad. observando los primeros efectos biológicos de estas vibraciones de alta frecuencia. En 1936, Dolh­mann construyó el primer equipo de ultrasonidos aplicable en medicina. Se comenzó a tratar con ultrasonidos enfermos con otosclerosis, cicatrices cutáneas y neuralgias. Por fin, en 1939, tuvo lugar en Erlangen (Alemania) el Primer Congreso lntemacicr na! de Ultrasonidos El desarrollo de la tecnologla permitió grandes avances en el terreno de las radiaciones electroma~­néticas y su aplicación en medicina, durante los pri· meros decenios de este siglo. Whitney introdujo la diatermia por onda corta en 1910 y la hipertermia en 1928. En ese mismo año, Esa u y Schliephake imciaron la radanerapia y, en 1929, el electrodiagnóstico fue perfeccionado por Adrian y Bronk con la aguja coa­xial. base de la electromiografia actual El siglo xx inició su despenar destruyendo la in­quebrantable fe mecanicista. El más caracterizado protagonista de este fenómeno fue Albert Einstein. quien supo traducir en hechos prácticos para la cien­cia el ambiente que se percibía en su época. orienta­do hacia la elecetón de un nuevo rumbo en la fisica
  • 19. 12 y el resto de ciencias y conocimientos. En 1917, el propio Einstein describió el fenómeno teórico de la emisión estimulada y, en 1951, Pourcell y Pound lo realizaron experimentalmente. A partir de estos des­cubrimientos y de las experiencias de científicos como Weber, Gordon, Zeiger y Townes. T. H. Maiman construyó en 1960 el primer láser de rubí; de este modo la laserterapia se incorporó al campo de la te· rapéutica por agentes fisicos El notable desarrollo cienúfico y tecnológico de este siglo ha contribuido a la aparición de nuevas formas de tratamiento (laserterapia. magnetotera· pi a, corrientes interferenciales, corrientes pulsan tes de alta frecuencia, etc.) y al perfeccionamiento de las ya existentes, al profundizarse en los mecanismos intrínsecos (físicos y biológicos) de su acción tera · péutica. PERSPECTIVA AQ UAL La mayor parte de las aplicaaones diagnósticas de los agentes físicos han ido integrándose en otras es­pecialidades médicas: en unas ocasiones, por su especificidad, orientada hacia un sistema determi· nado (como es el caso de la electrocardiografia). y en otras. por tratarse de técnicas de imagen, como la ecografía o la resonancia magnética, que se han in· corporado a los recursos del radiodiagnóstico. En cualquier caso. hay que admitir que, en el contexto actual, la medicina física se ocupa principalmente de aspectos relativos al tratamiento de las enfermeda· des, lo que recibe el nombre genérico de terapéutica. Esto crea ciertas áreas de solapamiento y. por qué no, de confusión con otros términos conocidos, como te· rapéutica jisica y jisioteTapia. La terapéutica fisica puede entenderse como la par­te de la terapéutica cuyos remedios son los agentes fisicos. Se originó reuniendo los agentes fisicos na tu· rales Quz, agua, calor .. ) y aquellos aportados por el desarrollo de la física.lo que la dotó de suficiente autonomía como para poder emanciparse de las di· ferentes modalidades terapéuticas. Así. a finales del siglo x1x y principios del xx, se estudiaban los agentes fisicos en algunos tratados de terapéutica, de forma aislada, incluyéndolos en un amplio capítulo que genéricamente se denominó fisioterapia. El desarro- M anual de Medicina Fis•ca llo de los agentes físicos y de sus técnicas de apli­cación llegó a ocupar un espacio tan amplio, dentro de los estudios de medicina en España, que hubo de instaurarse un bloque independiente dentro de la enseñanza de pregrado, para separar su estudio del de las demás terapéuticas. especialmente la farma­cológica. Con el paso del tiempo, la asignatura •Tera­péutica física• fue cargándose de contenidos, mu· chos de ellos diagnósticos, paradójicamente. hasta que a finales de los años setenta, por motivos ya ex­puestos, pasó a denominarse ·Radiolorja y medicina física•. Etimológicamente,jisioterapia equivale a terapéu­tica fisica, aunque sólo supone una parte de ella, si se considera que esta última incluye a todos los agen· tes físicos. mientras que la primera se refiere ex· clusivamente a los agentes no ionizan tes. Además, el concepto de fisioterapia ha adquirido una relación más duecta con la aplicación de los tratamientos. La Confederación Mundial de FISioterapia establece la siguiente definición de la fisioterapia: •La fisioterapia es el arte y la ciencia del trata· miento fisico, es decir, el conjunto de técnicas que, mediante la aplicación de agentes fisicos, curan, pre­vienen. recuperan y readaptan a los pacientes sus­ceptibles de recibir tratamiento físico •. Por su parte, el comité de expertos de la Organiza· ción Mundial de la Salud (OMS) especifica este trata­miento fisico al realizado mediante la cinesiterapia, termocrioterapia, fototerapia, hidroterapia y electro· terapia. Por fisioterapeuta se entiende el profesional sanitario paraméd.ico que aplica los agentes fisicos no ionizan tes bajo prescripción y control médico, cuya titulación (diplomado) en España, desde 1980, se obtiene tras cursar tres años de estudios en escue­las universitarias. El fisioterapeuta es el único profe­sional no médico con formación universitaria capa· citado para aplicar, en su campo de actuación, los diferentes medios y técnicas terapéuticas con agen­tes físicos no ionizan tes. Recientemente, por Real Decreto 546/1995 de 7 de abril se establece la titulación de formación profesio· nal de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermeria. Entre las competencias generales de estos profesio· nales figura la de aplicar técnicas de tratamientos locales de termoterapia, críoterapia, hidroterapia e
  • 20. Medicina física hidrología médica, tanto en entidades públicas como en privadas, bajo la figura del auxiliar de balnearios. Lamentablemente existe un gran número de •seudoprofesionales• (masajistas, quiromasajistas. manipuladores, naturópatas, etc.), que, sin titulación o acreditándose bajo títulos sin reconocer, no sola· mente compiten con los auténticos profesionales, sino que muchas veces su actuación agrava pato lo· gíasexistentes o provoca lesiones irreparables entre los iocautos que caen en sus manos. Thnto la medicina fisica como la fisioterapia están muy interrelacionadas con la rehabilitación. Sin em· bargo, cada una posee ciertas características que la dotan de identidad propia. Así, la Comisión Nacional de la especialidad médica de rehabilitación establece que la rehabilitación es -diagnóstico, evolución, pre­vención y tratamiento de la incapacidad, encamina· dos a facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posibles•. La OMS, en su segundo informe de 1968, define la reha· bilitación como •el conjunto de medios médicos. so­ciales, educativos y profesionales, destinados a res· tituir al paciente minusválido la mayor capacidad posible de independencia•. Por tanto, si bien la medi· cina física se asocia generalmente con la rehabilita­ción, hay que considerar a esta última de forma inde­pendiente, ya que, además de agentes físicos, utiliza medidas sociales, profesionales, educativas, etc. Los agentes físicos no ionizan tes ven ampliado cada vez más su horizonte terapéutico, pues no que­da entroncado únicamente con el quehacer rehabi· litador, ortopédico, traumatológico o neurológico. En efecro. estOS agentes y medios físicos vienen incorpo­rándose al arsenal terapéutico de otras especialida­des. Valgan como ejemplo: - La hipertermia mediante radiofrecuencias y mi· crondas prostático o su utilización por su efectora­dioseiiSibilizador sobre tejidos normales y tumores. - La denominada terapia fotodinámica, que utiliza diferentes tipos de láseres junto con sustancias fo­tosensibilizantes para el tratamiento de neoplasias. - El empleo de láseres de alta potencia en cirugía y dermatología. - La aplicación de ultrasonidos en litotripsia,la estímulación eléctrica de cordones posteriores para el control del dolor, las modernas técnicas 13 de electroquimioterapia o la rizolisis, entre otras muchas. La medicina física debe basarse en el conocimien· to científico de los agentes físicos, para lo cual son fundamentales la física y otras oencias relaciona­das. Pero la anatomía, la fisiología y la patología son igualmente esenciales, tanto para plantear y contro· lar adecuadamente las diferentes aplicaciones te­rapéuticas. como para establecer las normas de se­guridad en el manejo de los diferentes equipos y técnicas, evitando los riesgos y accidentes derivados de su empleo. Al considerar las acciones de los agentes físicos en el organismo, puede apreciarse que se trata de una ciencia compleja En efecto, la medicina física com· prende una gran variedad de agentes físicos de na tu· raleza diversa (movimiento, presión, electricidad, calor, frío ... ) y, sin embargo, en ocasiones. tratamien· tos de diversa índole persiguen un efecto similar (p. ej .. producir calentamiento en una zona). Otras veces. en cambio, agentes de la misma naturaleza fi. sica actúan produciendo diferentes acciones tera· péuticas. tste es el caso de la corriente alterna, que a baja frecuencia presenta una acción predominan­temente excitomotriz (favorece la excitación y con· tracción muscular), mientras que a alta frecuencia pierde esta capacidad (produce calor en el interior del organismo). Por todo ello, se hace necesario abor· dar el estudio de la medicina física desde una pers· pectiva integradora, más aún si se tiene en cuenta que muchos tratamientos diferentes son perfecta· mente complementarios. En nuestros días, la medicina fis1ca viene experi· mentando un auge paralelo a los progresos de la me· dicina en general. Los recientes avances tecnológicos, junto con cierta tendencia a reducir tratamientos farmacológicos que resultan en ocasiones abusivos y muy costosos, han abierto nuevas pe1spectivas para la medicina fis1ca en el ámbito terapéutico, así como en el higiénico o preventivo. En la actualidad, la medió· na física está orientada tanto en un sentido profilác· tico (prevención primaria) y terapéutico (prevención secundaria), como hacia la reeducación y reinserción profesional de los pacientes (prevención terciaria). Las condiciones de salud en las que se vive actual· mente hacen que la esperanza de vida se sitúe en tor·
  • 21. 14 no a los ochenta años. Esto motiva que la población de la •tercera eda~ sea cada vez mayor y que la atención médica a sus problemas espedficos adquiera más trascendencia. Se presta más atención a la necesidad de una buena forma física para mantener una calidad de vida adecuada en todas las etapas y aspectos de la vida Oaboral y del ocio). Por tanto, la medicina física no sólo encuentra aplicación en las disciplinas y espe­cialidades fundamentales de rehabilitación, medicina interna y cirugía. sino también en otras, como ortope­dia, traumatología. reumatología. medicina laboral, medicina deportiva, neurología. pediauía, ginecología, geriatría y medicina estética. Por último, debemos recordar que muchas medi­das físicas constituyen métodos preventivos y de mantenimiento que pueden estar incluidos en un denominado •régimen de vida saludable•. Sabemos desde muy antiguo que la acción del sol, el agua, el clima y el ejercicio físico influyen de forma acusada en la salud e incluso en el carácter del ser humano. A pesar de la superespeaalización inevitable por el aumento de conocimientos, actualmente existe una tendencia en la praxis médica a efectuar una mirada hacia el saber humanista que no olvida nun· ca el marco general de referencia sobre el que se rea­lizan unos determinados estudios concretos. Este retomo holístico, no exento de abusos, charlatanería e intrusismo, vuelve a considerar la salud como un equilibrio del hombre consigo mismo y con su medio ambiente, y la enfermedad como una ruptura de di· cho equilibrio, bien por razones personales o am­bientales. En esta concepción, la terapéutica por a~ntes físicos (nunca alternativa, aunque sí cierta­mente olvidada en nuestras Universidades y en la praxis médica, quizá por el gran desarrollo de la in­dustria farmacéutica y la deshumanización en la relación médico-enfermo), tecnológicamente más desarrollada, física y biológ¡camente más funda· mentada, está retomando la importancia de épocas pasadas AGENTES FISICOS EN MEDICINA FISICA Desde tiempos hipocráticos, los agentes terapéuticos fueron tradicionalmente divididos en higiénicos. farmacológicos y quirúrgicos Los higiénicos se defi- Manuel de Medicina Frsica nían como •todos los agentes naturales que actua­ban habitualmente sobre el organismo sano sos te· mendo en él la vida y que, en ocasiones. podían ali­viar o curar padecimientos•: incluían elementos de origen natural, como el agua, el sol. el calor, el frío, etc. Así pues. en un principio, los agentes fisicos em­pleados tuvieron un carácter telúrico. la medicina fisica fue una de las primeras modalidades que en­contró el hombre para aliviar sus padecimientos. A partir de los grandes descubrimientos de la física, esta terapia de tipo •natural• pasó a incorporar agen· tes fisicos producidos artificialmente (electricidad estática. ultrasonidos. microndas, láser, etc.). Todo agente físico es portador de energía y su interacción con el material biológico implica la ce­sión de toda o parte de ella. la energia cedida y ab­sorbida origina una serie de efectos sobre el material biológico: unos de tipo fisico o primarios y otros de naturaleza bioquímica o secundarios, de los que derivarán sus efectos terapéuticos o, en su caso. su acción nociva (fig. 1.11). Atendiendo a un efecto primario en particular, la capacidad de producir ionizaciones en la materia, los agentes físicos pueden clasificarse en ionizantes y no ionizantes: 1. Agentes ionizan tes. Incluyen tanto radiaciones constituidas por campos de materia, clásica· mente denominadas corpusculares (protones, electrones. partículas alfa, etc.). como radiacio­nes conformadas por campos electromagnéti­cos, también denominadas no corpusculares (rayos X y radiación gamma). Su interacción con la materia produce fundamentalmente la ionización de los átomos que la componen. Es· tos agentes constituyen el principal interés de la fisica nuclear y de la radiología. 2 Agentes no ionizan tes. Son los que se emplean en medicina física. En ellos se incluyen el resto de los agentes físicos, naturales y artificiales, cuya interacción con el material biológico no produce ionizaciones atómicas, pues la energía que transmiten al medio es insuficiente para ello. La casi totalidad de los agentes físicos ionizantes induce finalmente la generación de calor, aunque no sea la consecuencia última de su mecanismo de acción.
  • 22. Medicina llsica /GENTE Flslc:O Energla Térmica Mecánica ElectromagMk:a t INTERACCIÓN FISQ. con el materialt>o!Oglco ' RBI'UESll SE~ NIVel tisular y or!jMICO Figl.o"o 1 . 11 . Represenloción esquem6hoo de lo tnlemcción de le» ogenleslí$iCOS con el molefiol b;ol6gico. CLASIFICACIÓN DE LOS AGENTES FISICOS NO IONIZANTES Los agentes flsicos no ionizantes pueden clasificarse. atendiendo a su naturaleza, en varios grupos: agen· tes cinéticos o mecánicos. agentes ténnicos. agentes eléctricos y electromagnéticos y agentes climáticos o complejos. A continuación se expondrán las prin­cipales características de cada uno de ellos. Agentes cinéticos o me:c6nlcos Los agentes cinéticos implican la emisión y transmi­sión de fuerza o energía mecánica. que conlleva el movimiento del organismo, los tejidos o las molé· culas sobre los que actúan. De acuerdo con la fre ­cuencia de dicho movimiento, los agentes cinéticos pueden ordenarse desde el reposo o ausencia de m o· vimiento (frecuencia aproximadamente cero). hasta los ultrasonidos, ondas mecánicas de frecuencia superior a 16.000 ciclos por segundo o hercios (Hz). pasando por movimientos y manipulaciones del or· ganismo o segmentos de éste. La aplicación médica 15 de los agentes cinéticos da lugar a una serie de mo­dalidades en medicina física; que detallamos a con­tinuación. CINESITERAPIA (KINESITERAPIA) En su más amplia acepción significa •tratamiento por el movimiento• (del griego kinesis: movimiento y therapeia: curación, remedio, tratamiento), aunque algunos la han denominado como el •tratamiento del movimientO>. debido a que con frecuencia tiene como objetivo restablecer movimientos normales. Las fuerzas aplicadas, pasiva o activamente, sobre Jos diferentes segmentos corporales, asi como los movimientos resultantes. producen efectos terapéu· ticos. El objetivo final de la cinesiterapia consiste en ejecutar una serie de movimientos. ejercicios gra­duales y sistemáticos. con una finalidad preventiva o curativa. Igualmente. la privación intencionada de movimiento (acinesia, reposo, inmovilización) posee efectos terapéuticos. Incluida en la cinesiterapia se encuentra la meOJ­noterapia, a la que Lagrange definió como •el ane de aplicar a la terapéutica y a la higiene cienas máqui· nas destinadas a provocar movimientos corporales metódicos, cuya fuerza, extensión y energía se han regulado de antemano•. La mecanoterapia puede considerarse como una variedad instrumental de cinesiterapia. que engloba un conjunto de técnicas que requieren el empleo de aparatos mecánicos diversos. MASO TERAPIA liatamiento mediante el masaje. Constituye una de las modalidades terapéuticas más antiguas. La pala­bra masaje no tiene un origen muy claro; puede de· rivar de cualquiera de los siguientes vocablos: mass (árabe: tocar con suavidad, frotar suavemente). mas­sein (griego: amasar, frotar). macltfd! (hebreo: palpa.r. tantear) o masser (francés: amasar, sobar). Ello con· lleva que se hayan dado muchas definiciones dife· rentes del masaje. Una de las más aceptables, en tér­minos científicos, considera el masaje como •toda técnica manual o mecánica que moviliza de forma metódica los tejidos con fines terapéuticos. preven­tivos, higiénicos. estéticos o deportivos•. En un prin­dpio el masaje se hallaba más ligado a la higiene cor·
  • 23. 16 peral; posterionneme se situó en un plano, similar al actual, esencialmente terapéutico y preventivo. Los efectos que produce de fonna local y general lo ha­cen indicado en afecciones del aparato locomotor, cardiorrespiratorio y circulatorio, así como el sistema nervioso y de otras localizaciones. ULTRASONIDOS TERAPtUTKOS Los ultrasonidos, al igual que los sonidos, son ondas mecánicas de tipo longitudinal, que se propagan por las paróculas del medio como un movimiento ondu­latorio, a una velocidad detenninada a partir de su foco emisor. La diferencia entre ambos estriba en que los primeros no son capaces de estimular el meca­nismo de la audición. La capacidad de percepción del sonido depende de que su in tensidad supere un umbral determinado y de que su frecuencia se en­cuentre entre ciertos límites. El espectro sonoro para el ser humano comprende una zona audible, que varía según los individuos y la edad, aunque se admite que abarca desde los 16 hasta los 20.000 Hz.. Existen dos zonas inaudibles: una por debajo de los 16Hz [lnfra­sonidos) y otra por encima de los 16.000 o 20.000 Hz (ultrasonidos). También pueden producirse ultraso­nidos de muy elevadas frecuencias. superiores a los 100 MHz. denominados hipersonidas- La utilización diagnóstica de los ultrasonidos (ecografía) se estudia en el contexto del diagnóstico por la imagen, junto a otras exploraciones radioló­gicas: la utilización terapéutica es la que tiene inte­rés en medicina flSica. Los ultrasonidos de emisión continua, aplicados a intensidad media o baja, se emplean fundamentalmente por su efecto ténnico en profundidad. A intensidades elevadas, en cambio, predomina la acción mecánica intensa, con gran ca­pacidad destructiva. Este efecto mecánico se ha aprovechado para la fabricación de limpiadores u]. trasónicos para diferentes materiales, bisturíes ultrasónicos y equipos de litotripsia para la des· trucción de cálculos urinarios y biliares. Agentes térmicos La temperatura es uno de los aspectos físicos que contribuye al equilibrio en la naturaleza. Los seres vivos, de hecho, sólo subsisten de forma óptima bajo determinadas condiciones térmicas. e incluso han M anual de Medicina Flslca evolucionado para adaptarse a ellas. Como se ha co­mentado en la revisión histórica, tal vez el a pone de calor (calentamiento) o la sustracción de éste (enfria. miento) sean los remedios físicos que acompañan al hombre desde más antiguo. TERMO TERAPIA El calor produce una serie de respuestas fisiológicas en el ser humano que pueden utilizarse con finalidad terapéutica. Los agentes terrnoterápicos son múlti· pies: abarcan desde la aplicación de diferentes agen­tes a temperatura elevada -materiales sólidos ca­lientes o termóforos (bolsas calientes, ladrillos, envolturas. etc.), líquidos (agua), semilíquidos (pe­loides, parafina) o gaseosos (aire seco, vapor de agua)­hasta la conversión en calor en el interior del orga· nismo de otras formas de energía -radiaciones in· frarrojas, corrientes eléctricas de alta frecuencia o energía mecánica (ultrasonidos)-. Según la profun­didad de acción,los agentes termoterápicos se cla­sifican en superficiales (cuerpos sólidos, líquidos, semilíquidos y radiación infrarroja) o profundos (co­rrientes de alta frecuencia, ultrasonidos). Según el mecanismo principal de cesión de energía térmica al organismo, la termoterapia puede realizarse por con­ducción, convección o conversión de otras formas de energía en calor. CRIC TERAPIA En crioterapia se utiliza un conjunto de procedirnien· tos terapéuticos basados en las respuestas fisiológi· cas de la aplicación del frio sobre el organismo. Así pues. pretendesubstraerse energía térmica con fina ­lidad curativa. En la actualidad. los agentes criote· rápicos empleados realizan este enfriamiento me· diante varios mecanismos: conducción (compresas y envolturas frías. bolsas de hielo, masaje de hielo. etc.), convección (baños y duchas frias) y evapora· oón (empleando agentes refrigerantes, como cloru­ro de etilo, nitrógeno líquido vaporizado, etc.). Agentes electroml!gnéticos Los métodos terapéuticos y diagnósticos que en me­dicina física utilizan la electricidad como agente físico se estudian en la electroterapia y el electro· diagnóstico (tabla 1.1).
  • 24. Medicina ffsica ELECTROTERAPIA Por definición, la electroterapia estudia la corriente eléctrica como agente terapéutico. Las corrientes .eléctricas se han dividido clásicamente en continuas (corriente galvánica) y alternas. y éstas a su vez en corrientes de baja (hasta 1.000 Hz), media (1.000· 10.000 Hz) y alta frecuencia (por encima de 10.000 Hz). Esta clasificación según el rango de frecuencia pro­voca cierta confusión si se atiende a los efectos que se producen. Por ejemplo, las frecuencias de lasco­rrientes estimulantes neuromusculares empleadas habitualmente en medicina van de 1 a 4.000 Hz. Las corrientes eléctricas se utilizan esencialmente para obtener efectos electroquímicos por la produc­ción de movimiento neto de iones, modular el dolor y producir contracciones musculares (efecto excito­motor). Sin embargo. aunque los impulsos eléctricos pueden ejercer acción terapéutica directa, la energía eléctrica puede transformarse en calor (electrotermo­terapia), lo que constituye una modalidad de ter- Co1rientes estimulantes 17 moterapia esencialmente profunda, la diatermia (•por medio del calor• J. las corrientes como la onda oorra y las micrOfldas, que por su elevada frecuencia pierden la capacidad exdtomotora. pero producen calor en pro­fundidad al atravesar el organismo y ser absorbidas por Jos tejidos, son consideradas diatermias. La onda corta y las microndas se transmiten en forma de ondas electromagnéticas. En electroterapia se incluyen también otras modalidades de energía, que se transmiten en forma de ondas electromag­néticas, obtenidas por medios artificiales, como los rayos infrarrojos.láser y campos magnétioos fijos o varia­bles. Incluso hay autores que incluyen los ultraso­nidos, ya que se necesita energía eléctrica para su producción. La corriente eléctrica variable o una partícula car­gada dotada de movimiento acelerado producen en cada punto del espacio campos eléctricos y magné­ticos, que varían con el tiempo y se transmiten en forma de movimiento ondulatorio: onda electromagné- (bajo y medio frecuencia] 3-108 • 7,5-103 km Electrostimuloción Onda corto (diatermia) 22m Termoteropio profundo Microndos (diatermia] 11 mm Termoteropio profundo Infrarrojo (IR] Termoteropio superficial IR distales 10.000-1 .500 nm IR proximales 1,50-780 nm Láser láser de As-Go 904·91 O nm (IR] Modulación del dolor lóser de He-Ne 632 nm (rojo] Acción trófico Ultravioleta (UV] UV-A o próximo 400315 nm Acción fotoquímico, UV-Bomedio 3 15·280 nm fotoeléctrico, bactericida uv-e o corto 280- 185 nm
  • 25. 18 tiC4 Toda onda e!ecuomagnética supone una propa­gación de energía a través del espacio y, por tanto. una transmisión de energía desde un sistema que la produce hasta el sistema que la recibe. sin contacto inmediato entre ambos. La radiación es un proceso en el cual las diferentes formas de energía viajan a través del espacio. Asi,la radiación puede ser tanto un mecanismo de transfe­rencia de calor, por el que se adquiere o cede energía térmica. como el proceso de emisión de energía en forma de ondas electromagnéticas desde una fuente productOra. Las diferentes radtaciones electromagné­ticas presentan varias características comunes: l. Se producen cuando se aplican fuerzas eléctri­cas o químicas suficientemente intensas a un materiaL 2. Se transmiten por el vacío a igual velocidad. 3. Se propagan en línea recta. 4 Se pueden reflejar, refractar. transmitir o absor­ber según el medio con el que interaccionen. El origen de las radiaciones electromagnéticas es diverso. Algu110s cuerpos las emiten espontánea­mente, sin a pone externo de energía. por procesos de desintegración nuclear (isótopos radiactivos). Otros cuerpos las emiten si se les suministra energía térmi­ca, luminosa. etc. (infrarrojos. ultravioletas, láser). Otro mecanismo de producción se basa en acelera­ciones y frenado de electrones (rayos X, microndas). Por último, otras radiaciones electromagnéticas se producen en osáladores electrónicos por corrientes variables que generan campos electromagnéticos (onda cona). A diferencia de las vibraciones mecánicas, las ra­diaciones electromagnéticas pueden transmitirse en el vacío, al considerarse éste como un medio no di­sipativo de energía. La velocidad de propagación en el vacío de todas las radiaciones electromagnéticas. conocida como velocidad de la luz en el vacío (e). es una de las constantes fundamentales de la natura­leza, cuyo valor muy aproximado es 3- lO" m s·'. A partir de la teoría de Maxwell se desprende que las diferentes radiaciones electromagnéticas. inclu­yendo las luminosas, poseen una naturaleza común. por lo que es lógico representarlas en forma de esca­la única. Cada radiación se caracteriza por su fre­cuencia o su longitud de onda. El conjunto de todas Manual de Medicina Flslca las ondas elecuomagnéticas constituye un espectro continuo de gran amplitud: espectro elearomagnétiro. FOTOTERAPIA Consiste en la utilización terapéutica de la luz. En medicina queda limitada a la utilización terapéutica de la radiación infrarroja, ultravioleta y radiación so­lar (helioterapia); la luz visible tiene menos im­portancia. El empleo terapéutico de la luz láser Qasenerapia) constituye un a panado especial de la fototerapia. ELECTRODIAGNÓSTICO Consiste en explorar y registrar las respuestas de los sistemas orgánicos a estímulos eléctricos. o lasco­rrientes producidas por éstos de fo.rma espontánea. El término electrodiagnóstico queda reservado a la exploración de la función neuromuscular, pues otras técnicas diagnósticas -como electrocardiografía, elecuoencefalografia. etc.- han pasado a formar par­te del bagaje diagnóstico específico de diferentes es­pecialidades médicas. En la actualidad, bajo el nom­bre genérico de electromiograj!a se incluyen una serie de técnicas diagnósticas neurofisiológicas que se complementan entre sí. Agentes climáticos o complejos En este grupo se incluyen técnicas o métodos com­plejos, porque frecuentemente intervienen varios agentes, de forma simultánea, en la producción de respuestas fisiológicas. Dentro de este grupo quedan incluidos la mayoría de los agentes físicos de tipo natural. como formas de termoterapia y crioterapia, el empleo de las radiaciones solares {helioterapia). el agua {hidroterapia, hidrología médica) y el clima en su conjunto (climatoterapia). La palabra hidroterapia procede del griego (hidros: agua y thtrapeia: curación). Así pues, puede definirse como el empleo del agua con fines terapéuticos. Sin embargo. sus efectos terapéuticos no residen en el agua en si, sino en el resultado de aplicar sobre el cuerpo una serie de estímulos de tipo térmico (calor, frío), mecánico (mayor o menor presión) y químico (sales minerales, preparados medicinales activos). Gracias a la acción térmica del agua,la hidroterapia puede considerarse como una modalidad de termo-
  • 26. Medicina flsica terapia o crioterapia, según se emplee el agua a dife­rentes temperaturas. En inmersión. la presión hidrostática y la resisten· cía hidrodinámica permiten que el equilibrio, la mar­. cha y la coordinación de movimientos puedan ser reeducados antes incluso de que se haya conseguido la recuperación de la fuerza muscular. La realización de ejercicios dentro del agua constituye la hidrocine· siterapia o cinebalneoterapia, de enorme interés en rehabilitación. Las acciones terapéuticas del agua en hidrotera· pía derivan, por tanto, de sus aplicaciones externas. La hidrología médica, por contra, estudia la acción te· rapéutica de las aguas mineromedicinales, apro· vechando además las condiciones climáticas del entorno. Relacionada con la hidroterapia e hidro· logia médica se encuentra la talasoterapia o aprove· chamiento del mar con fines terapéuticos. Lata· Jasoterapia ha resurgido después de la Segunda Guerra Mundial, con la creación de numerosas ins· talaciones modernas. en las que el agua del mar se utiliza en forma de baños calientes en bañeras y piscinas adaptadas para hidrocinesiterapia, duchas submarinas, baños de burbujas. etc. También se emplean baños de lodos marinos, algas y aguas es· tancadas de las salinas y los baños fríos de mar. En la cura talasoterápica interviene la acción terapéu· tica de todo Jo que existe en tomo al mar (aire, sol, arena, etc.) La hidroiQ&ia médica o balneoterapia son denomi· naciones que recibe la terapéutica basada en la uti­lización de aguas mineromedicinales con fines pre· ventivos o curativos. Se encuentra relacionada con la hidroterapia y la climatoterapia, ya que la acción te· rapéutica se realiza en localidades determinadas, en las que a la acción curativa de las aguas se añade la de los factores climáticos ambientales. La cura bal· nearia incluye un conjunto de métodos terapéuticos. higiénicos, hoteleros, hospitalarios y sociales. que intervienen en la utilización de las aguas minerome· d.icinales en los manantiales de los cuales emergen (crenoterapia). Estas curas deben realizarse porpres· cripción médica y deben estar controladas por un médico especialista (hidrólogo médico): incluyen tanto tratamientos externos (baños, duchas. etc.) como internos (bebidas. inhalaciones, etc.). 19 La dunatottrapia es la acción beneficiosa de los di· ferentes climas y ha sido utilizada desde antiguo por civilizaciones diversas, para tratar afecciones respira· torias. reumatológicas. etc. Los factores climáticos. como la temperatura, la humedad y la presión, deter· minados por la altitud, la pluviosidad.los vientos, etc .. perfilan la indicación de cada tipo de clima para los diferentes procesos. El sol puede ser sólo una parte del conjunto de elementos climatoterápicos, contribu· yendo al efecto térmico del clima y a la luminosidad del ambiente, o puede tener un protagonismo espe· cial. en cuyo caso se conviene en elemento terapéu· tico primordial para la helioterapia Además, hay que tener en cuenta que la acción de estos agentes climá· ticos sobre el organismo y el efecto que crean el clima y e! régimen de vida sobre la mente actúan conjunta· mente de forma indisoluble. CARACTERISTICAS BIOLóGICAS GENERALES DE LOS AGENTES FISICOS NO IONIZANTES. NORMAS GENERALES DE APLICACIÓN Todos aquellos agentes físicos o fisicoquímicos, ca· paces de producir una modificación en los procesos fisiológicos vitales. desde un nivel celular hasta el or­ganismo en su conjunto, se consideran estímulos, y la respuesta del organismo frente a un estímulo se de· nomina reacción. Los diferentes agentes físicos, al interaccionar con el material biológico. ceden total o parcialmente su energía: sólo constituye un estimulo eficaz aquella energía que se absorbe. Por ejemplo, el ser humano está protegido de multitud de radiado· nes electromagnéticas. como las ondas de radio, que al no absorberse significativamente no producen efectos biológicos. Secundariamente a los procesos de absorción se producen fenómenos físicos, quími· cos y biológicos. característicos de cada agente fisi· co, que serán la base de su acción terapéutica. En general. y como se ha expresado anteriormen· te, Jos agentes empleados en medicina física van a provocar una reacción. por lo que constituyen una terapia de •reacción•. •reactivación• o •estimulación• de Jos procesos fisiológicos normales que realiza un tejido u órgano concreto. Además de provocar el des· encadenamiento inmediato de una reacción de ter-
  • 27. 20 minada, la mayoría de las modalidades terapéuticas constituyen un apoyo general de los mecanismos fi­siológicos de adaptación, reparación y defensa. Otra de las peculiaridades que hay que tener en cuenta es que un mismo agente físico puede influir de diferentes modos en los procesos biológicos. Por ejemplo, las corrientes variables utilizadas a alta fre­cuencia producen un efecto térmico predominante, mientras que a baja frecuencia poseen una acción predominantemente estimuladora o excitomotríz. por lo que producen efectos mecánicos. Además, la corriente eléctrica dispone de un componente de actividad química, por la alteración del medio iónico que tiene lugar al paso de corriente (corriente directa o galvánica). Hechos similares se producen con las aplicaciones de otros agentes físicos, como hidrote­rapia, fototerapia, etc. Algunas modalidades se emplean para facilitar la penetración en el organismo de diversas sustancias medicamentosas. Éste es el caso de la iontoforesis y de la fonoforesis, que utilizan la corriente galvánica y los ultrasonidos. respectivamente, para este fin. Thmbién se presenta una acción combinada, físico­medicamentosa, en aquellos procedimientos hidro­terápicos y balneoterápicos en los que se utilizan aguas con propiedades mineromedicinales o se aña­den sustancias medicinales al agua. Quizá la reacción más característica de muchos de los métodos empleados en medicina física sea la producción de vasodilatación, con el consiguiente aumento del flujo sanguíneo o hiperemia. De acuer­do con Klare y Scholz, pueden distinguirse diferentes formas de hiperemia: - Hiperemia por frío. considerada la forma más pura de hiperemia arterial. - Hiperemia por calor, en la que participa más el sis­tema venoso. - Hiperemia mecánica, provocada por masajes, fric­ciones, chorros de agua a presión. etc. - Hiperemia actínica, efecto sobre todo de la luz ultravioleta. - Hiperemia por estímulo químico, producida por medicamentos. La hiperemia reactiva contribuye a mejorar la nutrición tisular, al aumentar el aporte de oxígeno y de sustancias nutritivas y defensivas. y a acelerar Manual de Medicina Ffsica la descarga de productos de desecho derivados del metabolismo. Aunque, evidentemente, existen diferencias acu­sadasen los mecanismos de producción de determi­nados efectos biológicos, otra de las características de los agentes físicos es la existencia de mecanismos comunes de acción biológica ~ey de Holzer). que ex­plica la presencia de patrones comunes de respues­tas biológicas. fruto de la interacción de dichos agen­tes físicos. En raras ocasiones, las modalidades terapéuticas presentan una indicación aislada y especifica, por lo que se emplean de forma complementaria con otras medidas de tipo físico, farmacológico o quirúrgico, en el seno de un programa terapéutico. Aunque no constituyen un tratamiento etiológico. su eficacia para combatir la sintomatología de diversos procesos contribuye a que se reduzcan considerablemente las dosis de medicamentos e incluso a que éstos sean sustituidos, lo que resulta especialmente beneficio­so en procesos crónicos que afectan a individuos de edad avanzada. La inespecificidad de las medidas ter~péuticas en medicina física dificulta su selección para las diferentes indicaciones, ya que muchas ve­ces puede alcanzarse un mismo efecto de modos muy diferentes. Por otro lado, hay que considerar que, aun siendo su acción esencialmente inespeci­fica, los diversos procedimientos terapéuticos no son indiferentes ni inocuos y su empleo inadecuado pue­de provocar daños considerables. Muchas aplicaciones necesitan de un soporte tec­nológico avanzado, y su empleo sólo puede realizarse por indicación de especialistas en cada rama de la medicina. La prescripción y vigilancia facultativa es indispensable, pues la utilización abusiva e intempes­tiva de agentes. incluso tan •naturales• como el sol, el calor o el frío, puede tener consecuencias desastrosas en algunas enfermedades, y a un en personas sanas. En muchas ocasiones resulta difícil prever con toda seguridad cuáles van a ser los efectos obtenidos con la aplicación de algunos agentes físicos. Por tan­to, debe seguirse de cerca la evolución del tratamien­to, observando las reacciones de los pacientes, distin­tas en función de los procesos patológicos (agudos o crónicos), y ajustando el tratamiento a dichas reac­ciones. Para descartar en lo posible consecuencias
  • 28. Medic•na ffsica nocivas, es una buena medida comenzar la aplica ­ción de aquellos estímulos muy energéticos con do­sis bajas, para ir elevándolas poco a poco, al compro­bar su buena tolerancia. ' Existen factores individuales que condicionan la respuesta a los estímulos aplicados. Estos factores están muy bien estudiados en hidroterapia Así, los individuos con el tipo constitucional A de Lambert (hábito asténico) suelen reaccionar de forma poco ostensible ante estimules fisicos externos, por lo que precisan de estímulos más fuertes que los individuos de tipo B (pícnicos), los cuales poseen una rápida ca­pacidad de reacción. Otro factor que hay que considerar es el momento del día en que se realiza el tratamiento. Durante las mañanas, después del descanso nocturno y hasta el mediodia, existe un predominio vagotónico, mientras que por la tarde se produce un predominio simpa­ticotónico. Así, al mediodía y por la tarde tiene lugar un aumento de la reactividad, mientras que durante el sueño nocturno y en las horas que siguen por la mañana hasta el mediodía se produce una disminu­ción de reactividad. Thmbién existen variaciones en la reaccionabilidad durante el transcurso del año. Espe­cialmente durante la primavera, se presenta una mayor capacidad de reactividad del sistema nervioso autónomo frente a los agentes fisicos externos El prinCipio de Schultz-Amdt, aunque ofrece una base algo imprecisa respecto a la correspondencia entre es­tímulo (dosis) y reacción (respuesta), establece que no se producen reacciones o cambios en los tejidos si la enerp¡a absorbida es insuficiente para estimular los tejidos absorbentes. Por el contrario, un exceso de energía absorbido durante un período de tiempo de­terminado puede alterar la función tisular normal e, induso, puede llegar a provocar daños coDSlderables De este principio se desprende el hecho, incompren­sible a primera vista, de que un mismo agente produz­ca acciones totalmente opuestas, según se emplee a dosis bajas o elevadas. Por tanto. clínicamente el ob­jetivo principal deberá ser la administración de la energía suficiente y necesaria para estimular la fun. ción normal de tejidos y órganos concretos. Otra norma biológica de interés es el principio del wfaini:ial deWílder, el cual establece que •cuanto más fuerte sea la excitación de los nervios vegetativos o el 21 grado de actividad de un órgano vegetativo. menor será su excitabilidad frente a estímulos positivos y mayor frente a estímulos negativos-. Esta norma vie· nea decirqueel mecanismo de acción de los métodos terapéuticos físicos se caracteriza frecuentemente porque, según el estado inicial del enfermo o de la función tisular estudiada (umbral de origen). un mis· mométodopuedeactivaren unoscasosodeprimiren otros, por lo que tiende a normalizar las funciones alteradas. La regla de Wilder también establece que, si el estado de excitación o de función en el momento anterior a la aplicación de un estímulo alcanza un nivel elevado, la reacción producida podria hacerse paradójica. por eXIstir sistemas antagónicos, de modo que se obtendr!a una reacción contraria. Otro concepto de notable importancia es el de in­dice terapéutico. Por ejemplo, en las aplicaciones ter­moterápicas y fototerápicas, existe un margen de dosis en el que la reacción producida es terapéutica­mente efectiva (índice terapéutico o rango biológico). Por debajo de este margen no se observan reacciones. mientras que si se supera el umbral superior las re­acciones provocan inevitablemente la aparición de efectos dañinos o destructivos (fig. l. 12). Por ello, con frecuencia resulta mucho m~s importante elegir la dosis correcta que plantearse cuál es el mejor proce­dimiento entre varios equiparables para cada caso en concreto. lnalcc o rango 1erapéutico Figura 1 .12. Índice te<Opéutico. E>~Sie un morgoo en lo in­tensidad del estimulo aplicada y el efecto obtenido. PO< debajo de dicho margen, los reooclones no se presenten o son ""'Ydébole.. teropéuticoon<li• oneiJCOCeO Si sewpero lo resp.,esiQ rewlto eJ<CeWO y do~ono
  • 29. 22 En las aplicaciones terapéuticas hay que tener en cuenta que la mayoría de las veces la respuesta bio­lógica no es inmediata, sino que existe un período de latencia entre la aplicación del agente y la aparición de los efectos. También hay que considerar que los efectos se presentan tanto de forma local (en la zona de aplicación) como general. A veces esto se debe a la puest& en marcha de mecanismos fisicoq uímicos. Así, por ejemplo, al aplicar radiación ultravioleta, la aparición de eritema representa el efecto local y la acción antirraquítica (síntesis de vitamina 0), el efec­to general. En otras ocasiones el efecto general obe· Manual de Medicina Fisica dece a mecanismos nerviosos de tipo reflejo. De esta forma, la vasodilatación local obtenida por una apli­cación termoterápica puede dar lugar a una vasodi­latación, menos intensa, a distancia de la zona (reac­ción consensual). De todas las consideraciones que se han expues­to hasta ahora se deduce la importancia que posee un contacto estrecho con el paciente y una evalua· ción de forma continua de las reacciones logradas, según las cuales habrá que mantener, aumentar o incluso reducir las dosis sucesivas, o, en su caso, su­primir el tratamiento.
  • 30. Capil'ulo 2 ·lnflatnación y dolor. Conceptos básicos de interés en tnedicina física L de lo Peña Fernández DOLOR. TIPOS DE DOLOR El dolor es una sensación subjetiva. con más de una dimensión y diferentes interpretaciones de sus cua­lidades y características. A pesar de los esfuerzos continuados realizados, no es posible dar una defini­ción exacta y real del dolor. La Asooación Internacio­nal para el Estudio del Dolor (IASP-1979) establece como válida la siguiente definición: •El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable, aso­ciada a lesiones reales o potenciales de los tejidos. o descrita en términos de los daños producidos por tales lesiones•. El dolor agudo se ha definido como •aquel que si­gue a un daño. lesión o enfennedad. con evidencia de actiVldad nociceptiva, que es percibtdo por el sistema nervioso y que suele desaparecer con la curación. Ejemplos: dolor postoperatorio, dolor por una fractu­ra o luxación. dolor cólico. etc. El dolor agudo es de corta duración, representa una señal biológica de la posibilidad o extensión de una lesión y se acompaña de ansiedad y signos autonómicos (sudación. pali­de2. midriasis. taquipnea, taquicardta .). El dolorcrótnco persiste durante un largo periodo de tiempo (más de 6 meses o años) y pierde su función biológica-defensiva. Ejemplos: neuralgias. cefaleas. lumbalgias. artritis ... Se asocia con modificaciones de la personalidad y depresión. No responde al trata­miento de una causa especifica (enfermedad orgáni­ca insuficiente o ausente) y ya no es un síntoma. pues se conviene en una enfermedad Atendiendo a tres orígenes generales, el dolor puede ser: a) Cutdneo estructuras superficiales de la piel y tejido subcutáneo. b) Somdnco profundo huesos. nervios. músculos y tejidos de sostén de estas estructuras. e) Visceral: órganos internos. Topográficamente suelen establecerse diferentes tipos de dolor: - Dolor localizado: confinado al lugar de origen. - Dolor radiado: se extiende a partir dellugar de ori-gen - Dolor referido: se percibe en una pane del cuerpo distante al lugar de origen. - Dolor proyectado: transmitido a lo largo de la dis· tribución de un nervio. TEORIAS DEL DOLOR Las teorías tradicionales y oposicionistas sobre el do· lor evolucionaron durante finales del siglo pasado. Estas teorías son la teoría específica y la teoría del modelo. La teorfa específica propuso que existía un SIStema específico de uansmisión del dolor Cuando los re­ceptores del dolor ubicados en la piel se estimulan, los impulsos se transmiten por medio de un sistema directo al centro del dolor ubicado en el cerebro. Von Frey y Müller afirmaron que un estímulo aplicado a un receptor produce la misma sensación en el ce re· bro. independientemente del tipo de estímulo; es
  • 31. 24 decir, cualquier estímulo potencialmente dañino aplicado a la superficie de la piel produce una sensa · ción de dolor. Por el contrario, la teoría del modelo establecía que la información sensitiva está codificada. Esta codifi­cación es temporal y los potenciales de acción se generan en la periferia. Un estímulo táctil sobre un receptor produce un modelo particular de respuesta, cuya sensación resultante es de tacto. Un estímulo potencialmente dañino aplicado sobre un receptor produce un modelo diferente de potencial de acción, y el resultado es dolor. PERCEPCIÓN Y TRANSMISIÓN DEL DOLOR Receptores sensoriales y transmisión neural Existen varios tipos de receptores sensoriales en el organismo. En concreto, se conocen seis tipos dife· rentes de terminaciones nerviosas receptoras, que están encapsuladas en el tejido conectivo y se en­cuentran en la piel: cada una de ellas está diseñada para responder a diferentes tipos de estímulos: l. Los corpúsculos de Meissner son ovalados, se ac­tivan por un ligero toque de presión y están dis­tribuidos en las papilas de la dermis. en aque­llas zonas más sensibles al tacto, como mejillas, pulpejos de los dedos, etc. 2. Los corpúsculos de Pacini responden a la presión profunda. Están formados por una neurofibrilla rodeada de capas concéntricas de tejido con­juntivo. 3. Los corpúsculos de Merkel responden también a presiones profundas, pero más lentamente que los de Pacini, y se activan por deflexión del fo­lículo piloso. Están constituidos por células epi· telialesde la capa profunda de la epidermis, en contacto con las fibrillas de un disco táctil. 4. Los corpúsculos de Ruffini en la piel son sensibles al tacto, a la tensióp y posiblemente al calor, y los de las cápsulas articulares y ligamentos son sensibles al cambio de posición. Su papel es muy importante en la propiocepción. gracias a la cual el sistema nervioso tiene información constante de la posición de todos los segmentos corporales. M anual de Medicina F(sica 5. Los termorreceptores de Krause, de forma ovoide, situados en el tejido conjuntivo, inmedia­tamente por debajo del epitelio, reaccionan principalmente ante disminuciones de tem­peratura. Se los considera responsables de la sensación de frio. 6. Los receptores del dolor, denominados nocicep­tores o terminaciones nerviosas libres, son sen­sibles a las energías mecánica, térmica o quími­ca extremas y responden a lesiones tisulares inminentes o reales. Una neurona nociceptiva es la que transmite las se­ñales de dolor. Su cuerpo celular se sitúa en el gan· glio de la raíz dorsal, cerca de la médula espinal. Las neuronas aferentes o fibras nerviosas conducen im­pulsos desde la periferia hacia el cerebro. mientras que las eferentes, como las motoras, conducen los impulsos desde el cerebro hacia la periferia (tabla 2.1). Aproximadamente el 25% de las fibras A-delta mielinizadas y el 50% deJas e no mielinizadas con­tactan con los nociceptores y se consideran neuro· nas aferentes, nociceptivas. La sensación de dolor y temperatura se transmite a lo largo de las aferencias de las fibras A·delta y C. Estas fibras tienen diferente diámetro Qas A-delta son mayores) y velocidad de conducción Qas A-delta son más rápidas). Las fibras e se conectan también a más nociceptores no adaptadores. Estas diferencias dan lugar a dos tipos de dolor cualitativamente distintoo. denominados rápido y lento. El dolor rápido es breve. Tipo A~ JI Aferente huso neuromusculor Aferente órgano tendinoso de Golgi Eferente muscular Aferente tacto y pcesión Aferente huso neuromusculor A, Eferente huso neuromusculor A• 111 Aferente dolor y temperatura B Eferente vegetativo pregonglionor C IV Afecente dolor y temperatura Eferente vegetativo posgongliooor
  • 32. lnflamaciOn y dolor bien localizado y equiparado al estímulo. El dolor len­to es una sensaoón dolorosa, punzante o ardiente, mal localizada y menos relacionada específicamente con el estímulo que otros tipos de dolor. Suele produ­éirse retraso en la percepción del dolor lento tras la lesión; sin embargo, se mantiene mucho después de que se elimine el estimulo nocivo. El dolor rápido se transmite por las neuronas aferentes A-delta, más grandes y m~s rápidas, y se origina en los receptores localizados en la piel. El dolor lento se transmite por medio de las neuronas aferentes e y se origina en el tejido superficial (piel) y más profundo (ligamentos y músculo). Los diversos tipos de fibras aferentes siguen distintos caminos cuando ascienden hacia el cerebro. La mayorla de las aferentes e entran en la médula espinal y contactan con una neurona de segundo or­den, en una zona denominada sustancia gelatinosa. uta sigue hacia el tálamo y aquí efectúa sinapsis con una neurona de tercerorden,queenvía su axón al sis­tema supraspinal (fig. 2.1). EXPLICACIONES NEUROFISIOLÓGICAS DEL CONTROL DEL DOLOR Teorle de la compuerte y mecenlsmos descendentes Desde la publicación, en 1965, de una nueva teoría del dolor por parte de Melzack y Wall. el mundo oc­cidental redescubre los métodos denominados de <ontrastimulación, métodos analgésicos no invasi­YOS o neuromodulación•. La teorla de la •puerta de entrada• ha sido la más debatida, pero también la más ampliamente aceptada. Es frecuente encontrar­la en la literatura científica en su denominación ori­~ nal inglesa, teoría delgate control, que hace referen· cia al control que ejerce una puerta de entrada (en inglés, gate) medular sobre la percepción de dolor. Según esta teoría, las fibras aferentes llegan al asta posterior de la médula y se proyectan sobre las células de la sustancia gelatinosa y células efectoras. Si no existiese ningún tipo de modulación, el mensa­jese transmitiría por las vías que hemos citado an­teriormente; sin embargo, otro tipo de fibras, como son las fibras A-beta inhibitorias, el sistema de in ter­neuronas y los sistemas activador e inhibidor des­cendentes. pueden inhibir/facilitar esta transmisión 25 Coneza ~ensor.at Neurond d~ 1 • oroM figuro 2. 1. Esquema bó•ico de lo 11onsrnl$i6n del dolor. según su grado de activación, al actuar de •puerta de entrada• medular. Así, si existe una hipertonicidad de las fibras gruesas A-beta sobre las fibras A-delta y e (transmisoras del dolor). aquéllas inhibirán la sinapsis espinal, de manera directa y mediante la estimulación de las intemeuronas inhibidoras, al -cerrar• la puerta medular. Del mismo modo, si por un estímulo penféríco se produce una estimulación central de Jos sistemas inhibitorios, éstos actuarán mediante la liberación de neurotransmisores inhi· bidores en el lugar de la sinapsis, bloqueando tam­bién la transmisión en este punto. Por último, en caso de que el estímulo álgico periférico estimule más las