1. El derecho a la educación
Pistas para la movilización
México
2010

2. Índice
Introducción 3
La educación es un derecho 4
El Estado: garante del cumplimiento
del derecho a la educación 7
La Educación que necesitamos
para el país que queremos 10
La movilización 14
Bibliografía 15

3. Introducción
Una parte fundamental del trabajo por lograr el pleno ejercicio del derecho
a la educación es difundir los conceptos relacionados con el tema y promover su
discusión, así como el intercambio de ideas y propuestas relacionadas a él; ese es,
en principio, el objeto de este documento.
Sin este trabajo de diseminación e intercambio, difícilmente llegaremos a un
estado de conciencia acerca del problema real que representa para todos el tema
del derecho a la educación y de la importancia que tiene en el contexto en que el
país vive actualmente.
En estas líneas presentamos una serie de temas sobre los que hemos venido
reflexionando e intercambiando ideas desde hace tiempo; los ponemos ahora aquí,
para complementar nuestros conocimientos, retarlos, impulsarlos. Nuestro afán es
exploratorio y propositivo; y está en nuestro interés aportar al esfuerzo de construcción
de una sociedad que brinde a sus integrantes la posibilidad real de ejercer el derecho
a una educación integral que les permita desarrollarse con plenitud.
Este documento es también un pretexto para darnos el tiempo y el gusto de
acercarnos y compartir nuestra palabra al respecto. Queda, entonces, abierta la
invitación a establecer el diálogo y a continuar la exposición y discusión de las
ideas y de los medios que nos permitan modificar para bien la educación que nos
damos en México.
Hacia una cultura democrática, A. C., ACUDE.

4. El derecho a la educación
Pistas para la movilización1
Toda persona tiene derecho a la educación. La
educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente
a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción
elemental será obligatoria [...]
Artículo 26
Declaración Universal de los Derechos Humanos
La educación es un derecho
Adquirir y compartir conocimientos, aprender de manera significativa, desarrollar
las habilidades y capacidades necesarias para vivir, son algunos elementos de aquello
que nombramos como educación. Y ésta, se dice, es un derecho humano. Pero ¿qué
es lo que implica ese dicho y cuál es su importancia para nosotros?
En este documento pretendemos dar un panorama del tema, acercándolo a la
situación de México, con el interés particular de llamar la atención hacia la posibilidad
de incidir en la problemática participando en la búsqueda de soluciones.
Para comenzar, habrá que decir que la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (DUDH) consagra, en su Artículo 6, el derecho a la educación; y que, en
nuestro país, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) lo hace
en su Artículo 3º.
Ambos documentos, con sus especificidades, hacen responsable al Estado de
velar por el derecho a la educación, de manera que los ciudadanos puedan reclamar
la violación al derecho si así fuera necesario.
Por tanto, es el Estado quien ha de encargarse de las tres tareas necesarias para
garantizar a sus ciudadanos el derecho a la educación, a saber:
- Respetar. El Estado no debe privar a nadie, de ningún modo, del acceso a la
educación.
1 Este documento es un aporte a la movilización por el derecho a la educación de ca�
lidad para todas y todos, promovida por el Consejo Ciudadano Autónomo para la Educación,
del cual ACUDE forma parte.
Los Derechos Humanos son un conjunto de principios de aceptación universal, recono�
cidos constitucionalmente y garantizados jurídicamente, orientados a asegurar al ser humano su
dignidad como persona, en su dimensión individual y social, material y espiritual.

5. - Proteger. El Estado debe impedir que la acción de terceros evite el acceso a la
educación.
- Garantizar. El Estado debe asegurar el acceso de todos a la educación.
Es de esta forma que el Estado implementa el derecho a la educación. Si deja
de hacerlo estará violando este derecho humano. Y esta violación �o su posibilidad� y
los asuntos que la rodean, son la esencia de los temas siguientes.
La justiciabilidad del derecho a la educación.
Esto significa que, como todos los derechos humanos, el derecho a la educación
puede ser invocado en un tribunal para ser objeto de la atención y tratamiento por
parte del sistema judicial; es decir, que pueda ser materia del trabajo judicial.
La exigibilidad del derecho a la educación.
Puesto que el enunciado y las características de los DDHH son de raíz iusnaturalista
(o sea que son correspondientes al llamado derecho natural), se hace necesario
“positivarlos”, es decir, traducirlos a expresiones del derecho positivo; para que la
justiciabilidad de los derechos sea posible, deben existir los medios para realizarlos. Así,
además de las medidas judiciales, deben existir las legislativas, políticas, administrativas
y sociales que hagan asequible ese derecho.
Dicho de otro modo, hacer “positivo” el derecho significa que deben existir por
escrito las leyes, reglamentaciones y normas, así como las instancias judiciales necesarias
para que alguien pueda acudir a ellas y exigir el cumplimiento de su derecho.
¿Por qué es importante el tema de la exigibilidad?
Conocerlo implica saber que las violaciones al derecho humano a la educación
son más frecuentes de lo que parece, pues el tema tiene muchísimas vertientes que
tienen que ver con los aciertos o deficiencias en la legislación y el orden jurídico,
por ejemplo, o con la implementación de las normas en las diversas dependencias
encargadas de llevar a la práctica la educación.
Este conocimiento es necesario si se quiere emprender una defensa efectiva y
contundente del derecho a la educación, pues permite llevar la discusión hacia los
puntos nodales del sistema de Estado, situándonos en la posición adecuada como
ciudadanos conscientes y participativos.
Defender el derecho a la educación �así como todos los demás� y fomentar su
exigibilidad son acciones necesarias, sobre todo, como parte de la misma enseñanza
brindada a las nuevas generaciones; no hacerlo implica permitir la degradación de la
dignidad humana en la persona de quienes sufren la violación y sus consecuencias.3
3 Como se ha visto, este documento no pretende ser exhaustivo, sino una “provocación”;
para adentrarse más en estos temas, se recomienda la lectura de los documentos enumerados
en la bibliografía.

6. El artículo tercero
En tanto la DUDH es una expresión que tiende a lo general y a cierta abstracción
en sus términos, la CPEUM, al “positivarlos”, apunta hacia lo individual y concreto: a
garantizar �es decir: a asegurar, proteger, salvaguardar, defender� los derechos. Así
redactadas, las garantías individuales expresadas en nuestra Constitución resultan ser
la primera defensa o tutela de los DDHH.
Adentrándonos en la materia, encontramos que en el Artículo 3º se expresan
elementos que el legislador ha considerado indispensables para la educación nacional.
El presente es un resumen de ideas contenidas en el Art. 3º:
• La educación es un derecho de todos.
• La imparte el Estado ��ederación, Estados, Distrito �ederal y Municipios�.
• Es obligatoria de preescolar a secundaria.
• Debe fomentar el desarrollo armónico de todas las facultades del ser humano.
• La educación será laica.
• �a educación se basar�� en los avances científicos y estar�� en lucha contra la
ignorancia, las servidumbres y los fanatismos y prejuicios.
• Contará con criterio democrático �entendida la democracia como una forma
de vivir que busca la mejora económica, social y cultural del pueblo�.
• Será nacional.
• Contribuirá a la mejor convivencia humana, basada en la dignidad de la
persona, la integridad familiar, el interés general, la fraternidad, igualdad de todos y en
evitar los privilegios de razas, religiones, grupos, sexos o individuos.
• La federación determina los planes y programas de estudio en preescolar,
primaria, secundaria y normal�; considerando la opinión de los gobiernos estatales y
del D�, así como de diversos sectores sociales involucrados en la educación.
• La educación estatal será gratuita.
• El estado promoverá y atenderá todos los tipos y modalidades educativas,
incluyendo la educación inicial y superior.
• El Estado otorga o retira reconocimiento a particulares que impartan educación,
siempre y cuando:
o Se apeguen a los mismos criterios, planes y programas.
o �btengan autorización legal del poder público.
• Las universidades y demás instituciones de educación superior a las que la ley
otorgue autonomía tienen una serie de facultades y responsabilidades explícitas.
• El �ongreso de la �nión, con el fin de unificar y coordinar la educación en
toda la republica, expedirá las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social
educativa entre la federación, los estados y los municipios, a fijar las aportaciones
económicas correspondientes a ese servicio publico y a señalar las sanciones aplicables
a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones relativas, lo
mismo que a todos aquellos que las infrinjan.

7. El Estado: garante del cumplimiento del derecho a la educación
Para hablar de las responsabilidades del Estado en materia del derecho a la
educación, es necesario tener una definición mínima de lo que aquél es.
Según la Convención de Montevideo, el Estado es una persona de derecho
internacional, que reúne los siguientes requisitos:
I. Población permanente.
II. Territorio determinado.
III. Gobierno.
IV. Capacidad de entrar en relaciones con los demás Estados.
Otras definiciones añaden m��s o menos atributos, tales como la administración
de los recursos nacionales, el uso monopólico de la fuerza legal, las funciones de
defensa, gobernación, justicia, seguridad. Existen diversas discusiones al respecto, pero
podemos decir que ésta es la caracterización más generalizada.
Resumiendo: el Estado es quien detenta el poder, se encarga de ejercer el
gobierno, de aplicar la ley y, como se ha dicho antes, de respetar, proteger y garantizar
los derechos de las personas. No debemos perder de vista ésta última afirmación.
El derecho ciudadano a participar
Antes de avanzar hacia el análisis de la situación educativa, hay que explorar
el tema de la participación. Desde nuestra perspectiva, la participación es uno de los
atributos fundamentales de la ciudadanía democr��tica y significa conocer, atender e
interesarse activa y constantemente en los asuntos relacionados al bienestar personal
y colectivo.
Participar de manera democrática también exige la consideración de los otros
como sujetos con iguales derechos, merecedores de respeto, escucha y trato digno
tanto como nosotros.
Para participar es necesaria la creación de condiciones que permitan el diálogo
y la equidad en las relaciones sociales; esto requiere la intervención del Estado como
regulador, aunque a veces él mismo es una de las partes que debe ser regulada. De
no ser así, el Estado quedaría solo en las tareas de elaboración, ejecución y evaluación
de sus políticas y acciones.
En México se han creado diversos mecanismos para permitir la participación de
los ciudadanos en los asuntos nacionales, pues vivir en una democracia supone que
tenemos el derecho de modificar las condiciones en que el Estado ha de funcionar.
A continuación, a manera de ejemplo, mencionamos algunos de esos mecanismos
relacionados al tema educativo:

8. • En el Art. 6�� de la Ley General de Educación se establece la existencia de
consejos de participación social en los niveles nacional, estatal, municipal y escolar. En
los Artículos subsiguientes �69 a 73� establece las responsabilidades y limitaciones para
cada nivel de gobierno: federal, estatal, municipal y para los centros escolares.
• �tro ejemplo de institución que posibilita nuestra intervención ciudadana en
los asuntos de gobierno es el que tiene que ver con el conocimiento de los resultados
del trabajo que las autoridades realizan. Para ello se promulgó la Ley federal de
transparencia y acceso a la información pública gubernamental y se creó el Instituto
que vigila su cumplimiento. En esta ley se establece la obligación, por parte del
gobierno, de entregar a la ciudadanía los informes que ésta le requiera. Esta ley pone
en manos del ciudadano el poder para solicitar, conocer y evaluar el resultado del
trabajo que el Estado realiza para el beneficio de toda la población.
• La Ley de Desarrollo Social tiene un Capítulo (el VI, Participación Social) en
el que se menciona expresamente el derecho de los ciudadanos a participar “de
manera activa y corresponsable en la planeación, ejecución, evaluación y supervisión
de la política social”.
Nuestras leyes prevén formas concretas mediante las cuales podemos hacer
presente nuestra inconformidad y exigencia de modificaciones en las acciones del
Estado tendientes a cumplir sus obligaciones en materia educativa. Queda, entonces,
realizar nuestra tarea ciudadana de conocer las leyes e interesarnos por hacerlas
cumplir. En ello estriba la defensa de nuestros derechos.
En relación al tema de derecho a la educación, hemos hecho una somera
exploración del concepto de derecho y de otros aspectos relacionados �Estado,
DDHH, participación, etc.-; ahora creemos que nos hace falta profundizar y definir
mejor qué es eso que llamamos educación, y más aún… ¿qué es eso de “educación
de calidad”?
Dentro de la complejidad del mundo actual, hablar de educación “a secas”
ya no es suficiente, se ha hecho necesario ampliar el concepto para lograr poner en
juego una serie de necesidades a las que, de otro modo, no se les pondría la atención
necesaria y podrían olvidarse o quedar relegadas.
Por tanto, ahora hablamos de educación “de calidad”, y esto sirve para clarificar
que la educación actual debe ir sumando ciertos contenidos, prácticas y condiciones
para lograr su objetivo superior de que los seres humanos tengamos oportunidad de
desarrollarnos aprovechando al máximo nuestro potencial.
Anteriormente, para el Estado, la tarea era poner la educación a disposición de
todos, dar cobertura; ahora no sólo debe cumplir eso, sino que ha de proporcionar
una educación oportuna y pertinente.

9. La educación, con calidad, debe ser asequible a todos y todas sin importar la
edad, y debe dar la posibilidad de acrecentar nuestro nivel de vida, tanto individual
como socialmente.
Para reconocer los contenidos necesarios para una educación así, requerimos
un referente que nos permita reflejar lo realizado y dar clara cuenta de los avances y
faltantes. Para saber qué educación necesitamos, tenemos que hacernos una idea
del tipo de país en que queremos vivir.

10. La Educación que necesitamos para el país que queremos
A continuación, proponemos algunas reflexiones que se han construido desde las
discusiones e intercambios, realizados en ACUDE e ICE, en relación al tema del tipo de
educación que el país necesita y del tipo de país que puede proveer dicha educación
�como se intuye, y como en la realidad sucede, ambos temas se interrelacionan
fuertemente y esta “separación” sólo obedece a nuestro afán exploratorio�.
Este tema es de capital importancia pues, desde nuestra perspectiva, no
podríamos dilucidar con claridad qué tipo de educación hay que tener, sin antes
haber delineado el tipo de país en el que queremos vivir.
El país que queremos
• Queremos un país en donde haya vida digna; libre y plena para todos y todas
las y los ciudadanos desde el momento de su nacimiento y a lo largo de la vida.
• Queremos un país en el que convivamos en paz y en solidaridad, celebrando
nuestra diversidad, logrando un enriquecimiento personal y social desde y para la
interculturalidad.
• Queremos un país en el que se respeten y garanticen plenamente los derechos
humanos y en el que las prácticas de exclusión y discriminación por motivos de género,
cultura, religión, o preferencia sexual sean parte de nuestro pasado.
• Queremos un país en el que la sociedad tenga un estilo de vida democrático
y participe más intensamente en la toma de decisiones públicas con leyes que lo
garanticen.
• Queremos un país realmente descentralizado, que ofrezca los recursos y
oportunidades necesarios para que todos sus habitantes satisfagan sus necesidades
básicas y tengan las condiciones para el desarrollo pleno de sus capacidades, a
través de un modelo económico de desarrollo sustentable que garantice un desarrollo
productivo, justamente distribuido y socialmente responsable y que proteja los recursos
y el medio ambiente.
• Queremos un país que construya las condiciones para participar en el entorno
internacional sin menoscabo de su soberanía riqueza y diversidad cultural y que pugne
por una globalización que reconozca las asimetrías y sea incluyente.
• Queremos un país que se proponga construir un orden mundial centrado en
el desarrollo humano y dotado de instituciones democráticas e igualitarias, donde
impere la resolución pacífica de los conflictos y donde el intercambio económico,
social y político sean factores de equilibrio, respeto por las formas de producción y la
solidaridad.
• Queremos un país en donde la educación se reconozca como un bien público, un
derecho humano esencial inalienable y un proceso integral a lo largo de toda la vida.4
4 Es un precepto establecido por la UNESC� en el año 000 que supone “ofrecer múltiples
y variadas oportunidades con diferentes finalidades: acceder y complementar estudios en cu�
alquier nivel educativo, incluida la educación superior, proporcionando distintas modalidades y
posibilidades de ingreso o reingreso; facilitar el perfeccionamiento y la formación técnica vin�
culada al trabajo, la conversión laboral y la promoción profesional, incrementando los vínculos
0

11. • Queremos un país en donde sea responsabilidad primera e insustituible del
Estado el garantizar su disfrute pleno y responsabilidad de toda la sociedad participar
en su definición, implementación y evaluación para preservarla, exigirla y cultivarla.
• Queremos un país en el que haya una visión de Estado a favor de la educación,
implementando políticas que trasciendan las administraciones de los diversos gobiernos
y que cultiven el desarrollo humano y el ejercicio de los derechos y responsabilidades
ciudadanas.
• Queremos un país en el que el Estado impulse y reconozca las iniciativas
ciudadanas que pretenden atender necesidades educativas específicas.
La educación que necesitamos
• Necesitamos una educación para la justicia, la equidad y la inclusión social;
una educación para la democracia y para la producción sustentable, una educación
para la construcción de conocimiento que genere ciencia y tecnología propias,
con desarrollo sostenible y sustentable en nuestra diversidad y riqueza cultural y que
favorezca la construcción colectiva e incluyente.
• Necesitamos una educación, que como marca el artículo tercero de nuestra
constitución sea gratuita, obligatoria y laica.
• Necesitamos una educación de calidad que ofrezca condiciones y apoyos
diversos para la producción de conocimientos, desarrollo de habilidades, actitudes y
que se oriente a la sociedad y al mundo.
• Que promueva una formación política en donde el diálogo y debate continuo
permitan la reflexión de la sociedad, de la propia existencia y de la historia.
• Según los términos de la Unesco que cumpla con los atributos de: equidad,
relevancia, pertinencia, eficacia y eficiencia en términos de la propia cultura e identidad.
Que fortalezca e impulse la auto�organización de los procesos de aprendizaje, fomente
la autonomía y la autoresponsabilidad y la capacidad de actuar de las personas.
• Que promueva, conforme al Informe Delors, aprender a conocer, aprender a
hacer, aprender a convivir, y aprender a ser.5 Además aprender a sentir y a decidir.
• Necesitamos funcionarios y servidores públicos en educación, que sean formados
profesionalmente, como una carrera de vida, que comprendan la permanente
actualización y superación profesional como parte de su vida y la recepción de estímulos
y recompensas con base en resultados y aportaciones significativas y relevantes a la
educación.
• Necesitamos servidores públicos en Educación que se formen y actualicen
para hacer del servicio civil de carrera un ejercicio responsable y a largo plazo.
entre la educación y el mundo del trabajo. Significa también facilitar diferentes itinerarios forma�
tivos y el establecimiento de puentes entre ellos, posibilitando que cada persona construya su
propio proyecto formativo orientado a su enriquecimiento personal y profesional (UNESC�/�RE�
ALC 00, en Educación de Calidad para Todos. Un asunto de Derechos Humanos Pág. ��).
5 Informe Delors, 1993, UNESC�

12. Una educación para la justicia, la equidad y la inclusión social
• Una educación que contribuya a fomentar la justicia y la equidad y deje de
reproducir la desigualdad económica, cultural y social existente;
• Una educación que reconozca la multiculturalidad y promueva la
interculturalidad, es decir que no sólo reconozca que somos un país diverso, sino que
promueva el conocimiento, el aprecio y la inclusión plena de los pueblos indígenas
como sujetos colectivos de derecho; de todas las expresiones culturales regionales y de
otras expresiones, construyendo “una relación basada en el respeto, desde posiciones
de igualdad, entre miembros de diferentes culturas”.6
• �na educación que promueva el fin de las pr��cticas discriminatorias, de
exclusión y de violencia contra poblaciones de diferentes origen y raza, las mujeres,
homosexuales y personas con capacidades diferentes.
• Una educación incluyente y equitativa que no sólo de oportunidades a todos
y todas sino que también promueva el respeto y la celebración de la diferencia, la
participación y la solidaridad.
• Una educación Para Todas y todos (niños y niñas, jóvenes, adultos) que pueda
ofrecer oportunidades dentro y fuera del sistema escolar y a lo largo de toda la vida.
Una educación para la democracia
• Que tenga entre sus principales objetivos formar personas que cuenten con
las capacidades que se requieren para convivir y ejercer sus derechos y deberes en
tanto ciudadanos y ciudadanas, conforme a los valores de la democracia: búsqueda
del bien común, vida, solidaridad, di��logo, participación, resolución de conflictos, el
respeto a las leyes y formas de gobierno autóctonas de los pueblos.
• Que promueva una formación ciudadana en donde el diálogo y debate
continuo permitan la reflexión de la sociedad, de la propia existencia y de la historia.
• �ue se vea reflejada en un sistema educativo y gestión escolar e institucional
que permita, la expresión de la propia cultura, el ejercicio de los derechos humanos y
la participación en la toma de decisiones de todas y todos los y las integrantes de los
centros educativos y que cuente con mecanismos claros de transparencia y rendición
de cuentas.
Una educación para la productividad sustentable
• Que sea una herramienta para el desarrollo a través de la formación de
personas capacitadas para participar en el sistema productivo con una formación
sólida y comprometida con el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales,
entendiendo que éstos son bienes nacionales y que su explotación debe ser en
beneficio del propio medio ambiente y la sociedad en general.
• Que promueva una productividad sustentable, tecnológicamente viable, justa,
equitativa, respetuosa del entorno cultural y de las distintas formas de producción y
que fomente la economía local y su aporte a lo nacional.
6 Los retos de México en el futuro de la educación, pág. 46.

13. Una educación para la construcción de conocimiento
que genere ciencia y tecnología
• Que nos permita desarrollar un pensamiento complejo, aprender a aprender,
aprender a pensar y aprender a sentir y generar conocimiento desde, de, con y para
la vida incorporando el aprendizaje cognitivo, metacognitivo, crítico, constructivista
social en las ciencias, matemáticas, geografía y todas las áreas del conocimiento
• Que promueva en la escuela redes de interacción permanente con los
diferentes actores sociales y con la diversidad de espacios sociales ambientales con el
fin de generar aprendizajes significativos y cambios sustantivos que impacten la calidad
de vida y que estén bien asentados en el mundo concreto de la vida cotidiana de las
personas.

14. La movilización
Qué entendemos por movilización
Es una convocación de voluntades al logro de un propósito colectivo. Si es un
acto de voluntad, es un acto de pasión. Si es un acto de convocación, es un acto
de libertad. Si es un acto colectivo, es un acto público. El único motor es el “deseo”.
Cuando no es público es subversivo7.
¿Cómo se construye? Para que una movilización ocurra deben solucionarse tres
problemas básicos:
1) �ormular un horizonte atractivo y deseable: el imaginario
) Establecer una red de reeditores
3) Establecer un sistema de colectivización
El imaginario es la expresión de lo que se quiere lograr. Por ejemplo: cuando
el presidente Kennedy dijo que antes de que terminara la década de los 60 habría
un primer hombre que fuera a la luna y regresara a salvo. En ese momento los de la
televisión crearon el imaginario de una cámara de mano que hiciera la toma de la
llegada, los productores de combustible se hicieron el imaginario de que su producto
sería el que estuviera en la nave, en la educación se contempló la posibilidad de
enseñar educación espacial en el nivel de secundaria, etc.
Un imaginario crea movilización por sí mismo, es la representación de un futuro
deseable y factible. Es poner en el lenguaje una aspiración ya existente en los individuos
de una sociedad o grupo.
�tro ejemplo es el de Corea del Sur, donde el presidente dijo: “Pueden vencernos
con armas pero no pueden vencer nuestra imaginación” ¿resultado? ahora Corea
tiene el 3er mejor sistema educativo del mundo. �tro imaginario fue el del pueblo
chileno al rechazar la continuidad de la dictadura de Pinochet diciendo: “No, la
alegría ya llega”.
Los reeditores son personas con un público propio, ellos retoman y reformulan el
mensaje adecuándolo a su público, de manera que consigan su interés en el tema y
su participación consciente en la movilización.
La colectivización se logra cuando cada participante tiene la certeza de que lo
que él hace está siendo hecho también por muchos otros participantes, por las mismas
razones y sentidos, en otros lugares del país.
Lo que nos proponemos es lograr una movilización por el derecho a la educación
para todos y todas.
7 Ver el documento de Bernardo Toro y Martha C. Rodríguez: La comunicación y la movi�
lización social en la construcción de bienes públicos.

15. Bibliografía.
Bavines, Cristina (010). La educación como derecho. Mimeo. ACUDE.
Latapí Sarre, Pablo (009). El derecho a la educación en México: ¿real o metafórico?
En Este País, febrero. México.
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relevancia para la política educativa. En Revista Mexicana de Investigación
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Educativa.
Loyo B., Aurora (006). El sello de la alternancia en la política educativa. México
00�005. En Revista Mexicana de Investigación Educativa, julio�septiembre.
México. Consejo Mexicano de Investigación Educativa.
Loyo B., Aurora (00��). Cambiar para perdurar: La historia reciente del Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación de México. En Los sindicatos y la
educación pública en América latina, programa regional de la �undación
Konrad Adenauer: Política Social en América Latina (S�PLA).
Loyo B., Aurora. La “catástrofe educativa” continúa: se busca responsable. Mimeo.
�rnelas, Carlos (00��). El SNTE, Elba Esther Gordillo y el gobierno de Calderón. En
Revista Mexicana de Investigación Educativa, abril�junio. México. Consejo
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�rnelas, Carlos (009). Política, poder y pupitres. Crítica al nuevo federalismo
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Mexicana de Investigación Educativa, abril�junio. México. Consejo Mexicano
de Investigación Educativa.
Toro, J. Bernardo y Martha C. Rodríguez G. (001). La comunicación y la movilización
social en la construcción de bienes públicos. BID