1. La neurociencia y la Educación
Primero que todo, debemos saber que la neurociencia es una disciplina que
intenta descifrar la estructura y la organización funcional del sistema nervioso;
para con ello poder “identificar el papel esencial que desempeñan en los procesos
que permiten al ser humano percibir su ambiente, memorizarlo y aprender de él,
generando conductas y estados mentales únicos y particulares” (Carazo, V y
López, L. 2009. pág 33)
Es importante resaltar, que según el autor, dichas bases estructurales y
funcionales a las que conlleva el proceso de neurodesarrollo, establece un
elemento clave que permitirá que sea transformado a lo largo del periodo de vida
del ser humano, donde tomarán gran relevancia dentro de este proceso, la
interacción con las experiencias que pueda interiorizar del entorno, creando de
esta forma características únicas.
Así mismo, los autores aportan dentro de su análisis, cómo toda la estructura del
sistema nervioso, está interrelacionado con las demás partes, inclusive nos habla
de las neuronas, la glía y cómo éstas están constituidas y cómo mediante la
sinapsis se recopilan y procesan las señales del medio, controlando de esta
manera, las respuestas de conciencia y conducta que presentan los seres
humanos al relacionarse con su entorno; todo esto a manera de estados mentales.
También, como parte de este interesante proceso, dichos autores nos hablan
acerca de la importancia de la plasticidad, menciona que es propiedad intrínseca
del sistema nervioso y que es producto necesario de toda actividad neural; el cual
quiere decir que el cerebro humano tiene la capacidad de adaptarse a las nuevas
experiencias y de asimilar la información que a lo largo de su vida va adquiriendo.
Ante esto, menciona que: “La existencia innegable de la plasticidad cerebral dirige
una clara luz hacia la posibilidad de modificar las conductas o los pensamientos
tanto en el proceso de enseñanza, como en el aprendizaje. Cuando pensamos o
hacemos algo, es porque un estado cerebral nos lo permite, los circuitos que
2. generan dichos estados mentales resultan de la suma de la plasticidad de
neuronas individuales; es decir, nuestro organismo es plástico y cambia, podemos
enseñar y aprender”(Carazo, V y López, L. 2009. p 77)
El doctor Tomás Ortíz, y Carazo junto con López, consideran que los padres y la
escolarización son elementos fundamentales para moldear este proceso de
modificación, muy relacionado con el plano emocional, por lo que según Ortíz, el
nivel emocional también juega un papel primordial para el aprendizaje, ya que
considera que la parte del cerebro que engloba la memoria y la otra parte que
concierne a la emoción deben estar integradas, por lo que opina que la enseñanza
debe dirigirse en una línea de resolución de problemas y en la toma de decisiones,
y no en el almacenamiento de la información, ya que lo que verdaderamente
importa es quien logra organizar y procesar mejor la información, por lo que debe
enfatizar en el cómo, porqué y para qué de los distintos fenómenos a estudiar.
Por lo que se puede resumir lo anterior en que “Los estilos parentales,
características de escolarización, las experiencias de interacción y los efectos de
estas y otras vivencias sociales inmersas en la cultura y procesos de desarrollo de
un ser humano van a tener el potencial de incidir a nivel genético, neurobiológico,
conductual o de aprendizaje, momento a momento. La influencia de la experiencia
y cultura deja huellas en el desarrollo del cerebro, modelando su organización
estructural y funcional en respuesta a la historia de la vida de cada quien.”
(Carazo, V y López, L. 2009. pág 77)
Siguiendo esta misma línea Francis considera que para llevar a cabo un mejor
proceso de enseñanza aprendizaje, se necesita que el docente logre una
formación que tome en cuenta el aspecto biológico, de la mano con el afectivo y
cognitivo; que se busque una educación íntegra de los estudiantes. Ante esto
señala que: “La síntesis de los aportes de las ciencias humanas, no requiere la
creación de nuevos cursos dentro de los planes de formación docente, sino de la
incorporación del espacio biológico en la comprensión de la formación humana.
Pareciera que esta esfera ha venido siendo disminuida por una atención
significativa a la parte afectiva y cognitiva, que no obstante como ya lo vimos,
3. también tienen como una de las fuentes de origen, la acción cerebral.”(Francis, S.
2005. Pág 17)
Bibliografía
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José, C.R,: Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana, CECC/SICA.
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Francis, S. (2005). El aporte de la neurociencia para la formación docente.
Universidad de Costa Rica. Facultad de Educación. Actualidades Educativas en
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Ortiz, T. Neurociencia y Educación . Catálogo en Línea [Archivo de Video].
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