2. LA POSICIÓN AL SISTEMA DE
RESTAURACIÓN
• A los pilares de la restauración se opusieron dos
principios revolucionarios: el liberalismo y el
nacionalismo.
• Liberalismo: defendía las libertades individuales, se
oponía al depostismo y estaba a favor de la
democracia parlamentaria.
• Se basaba en: La libertad de pensamiento
• La propiedad privada
3. LA POSICIÓN AL SISTEMA DE
RESTAURACIÓN
El nacionalismo: Había surgido en varias zonas de
Europa como reacción a la invasión de las tropas
napoleónicas. Exigía también la libertad de los
pueblos o naciones y se oponía al principio de la
legitimidad monárquica impuesto por el congreso de
Viena
4.
5. LAS REVOLUCONES DE LA DÉCADA
DE 1820
En este decenio se produjeron los primeros
ataques al sistema de la Restauración. De
carácter liberal fueron los levantamientos que
comenzaron en diferentes puntos de Europa,
como España e Italia, contra el absolutismo y
en defensa de la Constitución. La Santa
Alianza reprimió todas estas revoluciones y
fracasaron. Inspirada por un sentimiento
nacionalista, se produjo la insurrección de los
griegos contra los turcos en 1821. Tras una
larga y sangrienta guerra, Grecia obtuvo su
independencia en 1830.
6. LAS REVOLUCIONES DE 1830
En 1830, la revolución volvió a estallar en Francia, debido a la
decisión del rey Car-los X de suspender la Carta de Derechos
de su antecesor, Luis XVIII. Durante tres jornadas del mes de
julio, conocidas como las Tres Gloriosas, las calles de París se
llenaron de barricadas y el pueblo reclamó el fin de los
Borbones. Carlos X decidió renunciar y la Restauración llegó a
su fin en Francia. Entonces, Luis Felipe de Orleans fue
nombrado rey de los franceses. Los acontecimientos franceses
despertaron la conciencia nacionalista en Europa y la
revolución se extendió a otros lugares, como Bélgica (que se
independizó de los Países Bajos), Italia, Alemania, Polonia y el
Imperio austriaco.
7. LAS REVOLUCIONES DE 1848
Luis Felipe de Orleans favoreció los intereses económicos
de la burguesía, pero no satisfizo todas las demandas
liberales. A este descontento político se unió el malestar
causado por los altos precios de los alimentos, como
consecuencia de pobres cosechas. El resultado fue la
aparición de dos movimientos revolucionarios: la revolución
de febrero, que llevó a de Orleans a abdicar, para luego
proclamar la Segunda República y aprobar el sufragio
universal masculino; y las barricadas de junio, con las que
el pueblo exigió mejoras en las condiciones de vida y
trabajo, pero fueron duramente reprimidas