La Aljafería de Zaragoza es un palacio fortificado construido en el siglo XI como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Es el único testimonio conservado de la arquitectura islámica hispana de la época de las Taifas y muestra las realizaciones del arte taifa antes de la llegada de los almorávides. Contenía salas regias con suelos de mármol y decoración epigráfica con caracteres cúficos del Corán, así como una pequeña mezquita para el monarca. Tras
1. VISITA CULTURAL AL PALACIO DE LA ALJAFERÍA DE ZARAGOZA
2. La Aljafería (en árabe : قصر الجعفرية Qasr al-Ya`fariyya ) es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de Al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta . Este palacio de recreo (llamado entonces «Qasr al-Surur» o Palacio de la Alegría) refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.
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4. Su importancia radica en que es el único testimonio conservado de un gran edificio de la arquitectura islámica hispana de la época de las Taifas . De modo que, si se conserva un magnífico ejemplo del Califato de Córdoba , su Mezquita (s. X), y otro del canto de cisne de la cultura islámica en Al-Ándalus , del s. XIV, La Alhambra de Granada , se debe incluir en la tríada de la arquitectura hispano-musulmana La Aljafería de Zaragoza (s. XI) como muestra de las realizaciones del arte taifa , época intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almorávides .
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6. Los suelos de las estancias regias eran de mármol y las recorría un zócalo de alabastro. Los capiteles eran de alabastro, excepto algunos de mármol reaprovechados de época califal. Circundaba estas salas una banda de decoración epigráfica con caracteres cúficos que reproducían suras coránicas que aludían al significado simbólico de la ornamentación. Las suras que corresponden a estas inscripciones han podido ser deducidas de los fragmentos supervivientes.
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8. En el extremo oriental del pórtico de entrada al Salón Dorado, se encuentra una pequeña mezquita u oratorio privado para uso del monarca y sus cortesanos. A ella se accede a través de una portada que acaba en un arco de herradura inspirado en la Mezquita de Córdoba pero con salmeres en forma de S, una novedad que imitará el arte almorávide y nazarí . Este arco se apoya en dos columnas con capiteles de hojas muy geometrizantes, en la línea de las realizaciones arte granadino de soluciones en mocárabe. Su alfiz está profusamente ornamentado con decoración vegetal y sobre él se dispone un friso de arcos de medio punto entrecruzados.
9. Más complejo y difícil de describir es la magnificencia y suntuosidad del techo que cubre el Salón del Trono. Sus dimensiones son muy considerables (20 metros de longitud por 8 de anchura) y su artesonado está sustentado por gruesas vigas y traviesas que se decoran con lacerías que en las intersecciones forman estrellas de ocho puntas, al tiempo que generan treinta grandes y profundos casetones cuadrados.
10. La Aljafería se mantuvo sin cambios sustanciales hasta 1705, en que debido a la Guerra de Sucesión Española fue alojamiento de dos compañías de tropas francesas. El deterioro continuó hasta que en 1947 el arquitecto Francisco Íñiguez Almech emprendiera, prácticamente en solitario, la tarea de su restauración integral, en la que estuvo ocupado hasta su muerte en 1982. A partir de 1985 es sede del Parlamento de las Cortes de Aragó. La Aljafería fue inaugurada como monumento histórico artístico en su actual esplendor en 1998 por el príncipe Felipe de Borbón .