Este documento analiza los impactos del cambio de uso del suelo sobre los procesos de desertificación en el valle del Bajo Piura, Perú. Describe la metodología de evaluar el cambio de uso del suelo a través de datos climáticos e históricos de cultivos como el arroz y el algodón. También examina cómo los cambios climáticos como las sequías exacerban la desertificación y degradación del suelo debido a la deforestación y sobrecarga agrícola. El objetivo es comprender mejor la dinámica del ag
Usos del suelo y su impacto sobre procesos de desertificación en el Valle del Bajo Piura. Por Ninell Dedios
1. SEPIA XIV
Piura, del 23 al 26 de agosto 2011
Eje Temático III
“Desafíos Ambientales. Aportes de Investigación:
biodiversidad, desertificación y cambio climático”
"Usos del suelo y su impacto sobre los procesos de
desertificación en el Valle del Bajo Piura"
Ninell Dedios M.
2. USOS DEL SUELO Y SU IMPACTO SOBRE LOS PROCESOS DE DESERTIFICACION
EN EL VALLE DEL BAJO PIURA (PERU)
Resumen
La desertificación definida como el proceso de degradación del suelo, afecta a zonas
áridas, semiáridas y subhúmedas secas causadas, entre otros factores por cambios
climáticos (Barriendos, 2002) y antrópicos. Este proceso acarrea la reducción del
potencial productivo de los recursos superficiales y subsuperficiales y, por tanto a la
disminución de la capacidad de mantener a la población de forma sostenible. Por esta
razón, aproximadamente el 40% de la superficie de la Tierra se encuentran amenazadas
por riesgo de desertificación en diferentes niveles que se corresponde entre moderada a
gravemente degradadas (Lean, 1995), situación sobre el cual vive el 37% de la población
mundial.
En este sentido, la desertificación no sólo amenaza el potencial del suelo de producir
alimentos y biomasa, sino que, en las zonas afectadas se reduce drásticamente la
biodiversidad. Por ello, cabe señalar sobre la importancia de estudiar los impactos en los
cambios producidos en los ciclos fenológicos de la vegetación la cual forma parte del
ecosistema agrícola del valle del Bajo Piura.
Por lo expuesto, en este artículo serán descritos los antecedentes inmediatos de esta
problemática, al enfocar al uso del suelo como uno de los principales protagonistas del
incremento del problema en el valle, asimismo comentaremos sus interacciones con la
pérdida de biodiversidad y el cambio climático.
Palabras clave. Desertificación y cambio de uso del suelo.
3. Introducción
La desertificación se expresa como el conjunto de procesos o manifestaciones de
fenómenos implicados en el empobrecimiento y degradación de los geoecosistemas
terrestres por impacto humano. La UNCED (1992) y el CCD (1994) la han definido como
un proceso complejo que reduce la productividad y el valor de los recursos naturales, en
el contexto específico de condiciones climáticas áridas, semiáridas y subhúmedas secas,
como resultado de variaciones climáticas y actuaciones humanas adversas.
Interpretado como la disminución de los niveles de productividad de los geosistemas
como resultado de la sobreexplotación, uso y gestión inapropiados de los recursos en
territorios fragilizados por la aridez y las sequías (Dregne, 1983; 1986; Mainguet,1990;
CCD,1994; Puigdefábregas, 1985a; López Bermúdez,1995,1996c; UNCOD,1997). Las
múltiples causas hay que buscarlas en la acción sinérgica de un amplio conjunto de
procesos climáticos y antrópicos multiescalados en el tiempo y en el espacio, como
resultado de un feedback positivo, difícil de frenar, que refuerza o amplifica determinados
mecanismos naturales a causa de la intervención humana (Charney,1975; Scoging, 1991;
López Bermúdez,1995; Puigdefábregas, 1995b; Thomas et.al.,1994; Ibáñez et.al., 1997;
Barberá et.al., 1997).
Bajo esta perspectiva, en el mundo, el 20% de las tierras áridas presentan problemas de
desertificación por el manejo inadecuado del agua (Middleton y Thomas 1997). Se estima
que el 70% de los 5.200 millones de hectáreas de tierras secas utilizadas con fines
agrícolas en todo el mundo presentan diferentes niveles de degradación (Lean, 1995). De
esta manera se espera que en el año 2025, las tierras cultivables disminuirán en una
quinta parte en América del Sur (75%).
Por su parte, en Perú, la desertificación es un problema crítico y creciente (3.862.786
hectáreas desertificadas), y representa el 3% de la superficie total del país (30.522.010
hectáreas que se encuentran en proceso de desertificación) (Fuente: INRENA), que
equivale al 24% del territorio nacional o poco más de la superficie agregada de los
departamentos de Ucayali, Madre de Dios, Puno y Piura, siendo este ultimo la que ocupa
4. la mayor extensión del problema. Mientras que en la región de la sierra, la erosión de
suelos, afecta entre el 50% y 60% de los suelos (Andaluz et al. 2005), en la costa norte la
desertificación está afectada por la salinización que ocupa el 40% de la superficie
cultivada, ocasionando el incremento de la pobreza de la población rural (MEA, 2005).
Aunque la vulnerabilidad a la desertificación depende del clima, el relieve, las condiciones
de los suelos y la vegetación, así como de la gestión de los recursos naturales, es en este
último donde se producen los procesos de impacto de manera más acentuada. De esta
manera la deforestación, el deficiente manejo agrícola y el sobrepastoreo producen el
deterioro del suelo (erosión y degradación física incluido la salinización, etc.).
Evidentemente, la desertificación sólo resulta posible en regiones sensibles donde existe
un determinado grado de aridez climática, como es el caso de las condiciones del valle
del bajo Piura donde el paisaje ha sufrido una transformación en el tiempo predominando
las áreas de aptitud agrícola en contraposición con la casi desaparición del bosque seco
encontrándose entre ellos el incremento de las áreas de cultivo de arroz (Cabrera, 2005).
Desertificación en el contexto del cambio climático
El Perú es considerado como uno de los países más sensibles al cambio climático por la
variedad y fragilidad de los ecosistemas debido a los eventos extremos que incrementa la
vulnerabilidad de los cultivos, reduciendo la productividad del suelo y por ende los
ingresos económicos de la población.
En las zonas semiáridas y áridas, los cambios en el clima pueden modificar los patrones
de magnitud y frecuencia de eventos extremos como (sequías, inundaciones, tormentas),
aumentando la vulnerabilidad a la desertificación. De esta manera, las sequías suelen
tener una amplia duración temporal (varios años), con efectos lentos sobre extensas
regiones e impactos sobre la agricultura.
Por esta razón, se estima que el mayor avance de la desertificación se produce cuando el
periodo de sequía donde se realiza después de la puesta en actividad de nuevas zonas
agrícolas y ganaderas. En estas condiciones de aridez se aceleran los procesos de
erosión y degradación de los suelos desprotegidos, y por tanto, la desertificación del
territorio. Asimismo, la identificación y supervisión de la ocurrencia de sequías puede ser
efectuada mediante la utilización de sensores remotos complementada con información de
superficie (Ravelo y Pascale, 1997; Kogan, 1991). Dado que las sequías están
5. estrechamente relacionadas con la variabilidad y monto de las precipitaciones, resulta
relevante un análisis que permita identificar la existencia de patrones temporales y
espaciales de las sequías, en especial en las áreas donde existen cultivos con mayores
requerimientos hídricos.
En este enfoque, la eliminación de la cobertura vegetal arbórea en ecosistemas frágiles
con climas semiáridos o áridos, constituye el principal factor que activa los fenómenos que
provocan la desertificación (UNEP, 1991). Según Rusin y Flit (1960), la cubierta forestal
estabilizada actúa: como un techo protector. En los ambientes naturales cuando se
elimina la vegetación arbórea nativa, se alteran parámetros climáticos y variables
ambientales tales como: la humedad relativa, la temperatura del aire y del suelo, el déficit
de saturación y el albedo (Asbjorsen et al., 2004) que producen modificaciones
irreversibles en el ecosistema.
Huss (1993) argumenta que la desertificación no avanza por sí sola sino que es el hombre
el principal responsable de una explotación desmedida de los recursos naturales, que
muchas veces excede la capacidad productiva del suelo en zonas con déficit hídricos
estacionales. Por ello, el Indicador de la Intensidad de la Sequía de Palmer (PDSI) es un
algoritmo de la humedad del suelo, calibrado para regiones relativamente homogéneas.
Se trata de un indicador meteorológico, y responde a condiciones climáticas que han sido
anormalmente secas o anormalmente húmedas. Fue creado por Palmer (1965), para
medir la pérdida de humedad, basándose en el concepto de oferta y demanda de la
ecuación del balance hídrico, teniendo en cuenta otras variables además de la escasez de
precipitaciones en lugares determinados.
Por esta razón, diversos investigadores coinciden en que el cambio climático exacerba la
deforestación ampliando los efectos negativos de la desertificación y elevando los riesgos
de degradación de los suelos que se traduce en un aumento en los costos de intervención
y la posterior implementación de medidas de adaptación o mitigación.
Requerimiento térmico e hídrico de los cultivos
La temperatura es un factor determinante en el crecimiento y desarrollo de los cultivos.
Los cambios bruscos en la actividad metabólica, puede inducir a procesos como la
reducción de su potencial productivo (WMO, 1993, Lorenzo, 2000).
6. Por esta razón, cada especie vegetal presenta temperaturas críticas que definen sus
requerimientos de calor necesarios para su crecimiento y desarrollo, la cual incluye: la
temperatura mínima (temperatura más baja que necesita la planta para crecer);
temperatura óptima (temperatura adecuada para que la planta crezca y desarrolle) y la
temperatura máxima que es la temperatura más alta que la planta necesita para crecer.
(http://www.agrored.com.mx/agrocultura/62-temperatura.html).
Para el caso del cultivo de arroz, el agua desempeña un papel prominente en la
producción de arroz. Siendo el único cereal que puede soportar la sumersión en agua, lo
que ayuda a explicar los vínculos históricos entre el arroz y el agua considerado como una
estrategia del cultivo a la adaptación (FAO, 2004). Si se considera que en el riego por
inundación se emplean de 1000 a 1300 mm, la eficiencia de uso del agua irrigada del
arroz es mucho menor que la de maíz o trigo bajo riego (Kijne, 2006).
El incremento de la eficiencia en el uso del agua podría mejorar la viabilidad económica
de los productores y producir beneficios ambientales a largo plazo debido menores
problemas de salinización en las zonas regadas (Borrell et al., 1997).
De otro lado, pese a la escasa disponibilidad, y a veces fiabilidad, de las observaciones y
datos sobre la extensión y severidad de los procesos de desertificación en diferentes
escalas espacio-temporales, se conocen síntomas y respuestas de los agro ecosistemas
de los territorios semiáridos que en este caso será tomado como referencia, el impacto de
los elementos del clima como la precipitación, temperaturas sobre los cultivos de algodón
y arroz, relacionados con el cambio de uso del suelo, incluido el análisis de su
rendimiento y producción.
Sin embargo, la información sobre estos procesos de degradación ambiental, presentan
tres importantes premisas. Por un lado, si se quiere entender adecuadamente los
mecanismos de la desertificación en los ambientes del valle del Bajo Piura, es preciso
comprender el funcionamiento de su agro ecosistema y paisaje (Ibáñez et.al., 1997).
Materiales y Metodología
El área de estudio
7. El valle de Bajo Piura se ubica entre los paralelos 04º42' y 05º45' de latitud sur y entre los
meridianos 79°29' y 81°00' de longitud oeste. Por su proximidad con la línea ecuatorial,
presenta un clima cálido durante todo el año, siendo la temperatura promedio de 27 °C
(SENAMHI-2011). El balance hídrico según Thornthwaite, es deficitario en prácticamente
todo los meses del año con excepción de fenómenos meteorológicos extremos asociados
con el fenómeno del niño (FEN).
En cuanto al origen de los suelos, Colombi-Mendivil (1966), indica que está constituido
por un substrato de origen marino (Zapayal), estrechamente vinculadas con la presencia
de salinidad (92% de áreas afectadas), con una profundidad y textura variable sin
limitaciones para la labranza o riego. Figura Nº1.
Figura N1. El área de estudio.
Se consideraron como información climática, la procedente de la red de estaciones
hidrometeorológicas del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología SENAMHI. Las
estaciones ubicadas en el ámbito del valle del Bajo Piura: C.O San Miguel, C.O Bernal,
C.O Chusis en un periodo de tiempo de 30 años de observación.
En este sentido los datos termo pluviométricos de las estaciones mencionadas, fueron
empleados para calcular el índice de sequía de Palmer (PDI), (Palmer, 1965) útil para
identificar el incremento o disminución de la intensidad de las sequías en el valle del Bajo
Piura en el periodo 1990-2010. A través de un software específico (Ravelo, 1990). su
determinación combina precipitación y temperatura y categoriza las sequías de acuerdo a
su intensidad. Las distintas categorías nos indican el grado de sequedad en los estratos
8. que componen el suelo y podemos tener: condiciones normales (0,49 a -0,49), sequía
incipiente (-0,50 a -0,99), débil (-1,00 a -1,99), moderada (-2,00 a -2,99), severa (-3,00 a
3,99).y extrema (-4,00 ò menor).
Asimismo, la evaluación del cambio de uso del suelo y su impacto fue tomada de la serie
histórica de los cultivos arroz y algodón incluida la información sobre producción y
cosechas, según cifras del Ministerio de Agricultura MINAG de los años 1986 al 2010, y
complementado con información agrometorològica extraída de la red fenológica del
Servicio Nacional de Meteorología e hidrología (SENAMHI) de los citados cultivos.
Usos del suelo, idoneidad de la tierra y sostenibilidad del suelo
La metodología FAO modificada es empleada para determinar su sostenibilidad en el
ámbito del valle en relación a la capacidad del suelo. Tabla. 1.
Tabla Nº1. Usos del suelo y sostenibilidad según el método FAO
Clase Características Usos Usos Secundarios Medidas de
Principales conservación
Tierras adecuadas para el cultivo
I Tierra excelente, plana y Agricultura Recreación, vida Ninguna
bien drenada silvestre, pastura
II Buena tierra con Agricultura, Recreación, vida Cultivo de franjas,
limitaciones menores, pastura silvestre, pastura labranza en
como pendiente ligera, contorno.
suelo arenoso o drenaje
deficiente.
III Terreno Agricultura, Recreación, vida Labranza en
moderadamente bueno pastura, cuenca silvestre, industria contorno, cultivo de
con limitantes colectora urbana franjas, vías
importantes en suelo, fluviales, terrazas
pendiente o drenaje
IV Tierra regular, Pastura limitada, Pastura, vida Labranza en
limitaciones severas en huertos, silvestre contorno, cultivo de
suelo, pendiente o agricultura franjas, vías
drenaje limitada, industria fluviales, terrazas
urbana
Tierras no apropiadas para el cultivo
V Rocosa, suelo somero, Apacentamiento, Recreación, vida Sin precauciones
humedad o pendiente silvicultura, silvestre especiales, si se
alta imposibilitan la pastorea o tala de
9. agricultura cuenca colectora manera apropiada,
no debe ararse
VI Limitaciones moderadas Apacentamiento, Recreación, vida El apacentamiento
para apacentamiento silvicultura, silvestre y la tala deben
(ganadería) y silvicultura cuenca colectora, limitarse a
industria urbana determinadas
épocas
VII Limitaciones severas Apacentamiento, Si requiere una
para apacentamiento silvicultura, administración
(ganadería) y silvicultura cuenca colectora, cuidadosa cuando
recreación, se utiliza para
paisaje estético, apacentamiento o
vida silvestre tala
VIII Inadecuada para Recreación, No se usa para
silvicultura a causa de paisaje estético, apacentamiento o
fuertes pendientes, vida silvestre, tala
suelo somero, carencia industria urbana
de agua o demasiada
agua
La determinación del análisis de vulnerabilidad fue realizada desde la rutina Seasonal de
DSSAT 3.0 utilizando la serie histórica de los datos climáticos 1990-2010 del SENAMHI.
Detección del cambio de uso de suelo
La base del modelo corresponde a la determinación del tipo de uso/cobertura de suelo,
para ello se ha interpretado imágenes de satélite del año 1998, e imagen satelital Ikonos-2
PAN/MSI, del 15 de marzo de 2008, para un cuadrante de 12 por 12 km en el valle del
Bajo Piura y sus alrededores. Dichas imágenes fueron georreferenciadas al sistema de
coordenadas UTM WGS-84 (17S), y complementada con información agrometorològica
años 2004-2010 del SENAMHI. Posteriormente se digitalizaron polígonos de
uso/cobertura de suelo, desde el software ARCGIS, asignándoles un código de
identificación a cada categoría en la base de datos respectiva. Las tipologías detectadas
fueron: (1) agricultura, zonas degradadas (2), bosque, (3) otros, (4).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Cambio del uso / cobertura de suelo 1975-2010
La mayor probabilidad de cambio de las distintas categorías de uso del suelo es del
tipo agrícola (de 73.61% de área ocupada en 1998 al 76.72% de ocupación al 2010) y
10. la presencia de suelo desnudo con diversos niveles de degradación que representa un
incremento del (0.76%).
Tabla Nº 2. EVOLUCIÓN DE LOS USOS / COBERTURAS DE SUELO EN EL VALLE DEL
BAJO PIURA 1998-2010.
Usos/coberturas de 1998 2010
suelo Ha % Ha %
Cultivos 10605 73,61 11,053 76.72
Bosque seco 132 0,92 131 0,91
Zona degradada 137 0.95 246 1,71
Otros 3534.03 24.53 3397.17 23.58
La clasificación temática de las imágenes determinaron no solo la disminución del bosque
a consecuencia del incremento de la actividad agrícola sino también el incremento de las
áreas degradadas muchas de ellas abandonadas por el agotamiento de su capacidad
productiva, lo cual tiene una importante repercusión en el comportamiento del suelo y su
problema relacionado con la desertificación.
Figura 2. Suelos degradados en abandono en el valle del bajo Piura.
De otro lado, el resultado de la observación fenológica de los cultivos algodón y arroz,
permiten inferir que la degradación del suelo (Fig.2), se agrava por las prácticas agrícolas
11. inadecuadas de uso del suelo, que incluyen: el manejo del recurso hídrico y la quema de
rastrojo que coincide con la época más seca del año. De esta manera observamos, que el
incremento de la superficie de uso algodón a arroz, evolucionó en forma exponencial en el
período 1975/2010 (Fig. 3).
Figura 3. Evolución de la superficie de uso (algodón a arroz) en el valle del Bajo Piura en
el Período 1975/2010
Según estos resultados, durante los últimos diez años en el valle del bajo Piura, el tipo de
uso agrícola que porcentualmente sufrió una importante reducción corresponde al cultivo
del algodonero en relación al arroz (41,383 ha registradas para el año 1986 a 2,461 ha,
sembradas en el año 2010.) la que representó una variación del 76,72%. Figura. 4
Figura.4. Variación cambio de uso año 1986-2010.
En cuanto al análisis espacial según el requerimiento térmico para los cultivos (algodón y
arroz) indican un progresivo incremento, de la temperatura media máxima en el tiempo.
Incremento que se acentúa durante los tres primeros meses del año en la cual los cultivos
de algodón y arroz inician su crecimiento y periodo vegetativo y donde las demandas del
recurso hídrico son mayores. Fig.5.
12. a) b)
Figura 5. Escenario base de temperatura máxima (a) y mínima (b)
(1990-2010)
Por ello observamos que los años de mayor incremento de temperatura se presentaron
entre el 2004 al 2007, donde las máximas temperaturas (igual y superior a 35ºC)
resultaron criticas para los cultivos de arroz y algodón.
Sobre el comportamiento de la sequia
A pesar de observarse un aumento del régimen de severidad de las sequías, tal como lo
muestra la serie de la figura 6. Este resultado se presenta incompatible en relación a las
decisiones de cambio del tipo de cultivo (algodón a arroz).
13. Figura 6. Evolución del índice de sequía de Palmer (ISP) para el valle del bajo Piura
durante el período 1990/2010
Según el análisis promedio mensual de los índices desde el año 1990 hasta 2010, se
observa que los meses de mayor intensidad media de sequías en todos los años
corresponden a los meses julio a octubre, esto se debe al régimen estival de las
precipitaciones presentes en el ámbito geográfico del valle. Asimismo, los años de
observación indican que las sequías incrementaron en duración, siendo más acentuada
entre el año 2004-2006, situación antagónica comparada con el incremento de las áreas
agrícolas destinadas al uso del cultivo de arroz.
De acuerdo a los resultados obtenidos, las sequías extremas (menores a -4.00) a lo largo
del periodo de estudio fueron las siguientes: Tabla 3
Tabla 3. Año de ocurrencia, intensidad y duración de las sequías según el índice PDI.
Año Intensidad Duración de la
índice PDI sequía
1990 -5.4 9 meses
1999 -5,7 6 meses
2001 -4,8 8 meses
2000 -4,8 8 meses
14. 2004 -4,9 11 meses
2005 -5,4 9 meses
2006 -8.2 10 meses
2007 -5,5 8 meses
Se observa que el valor -8,2 de la sequía correspondiente al año 2006 es la de mayor
intensidad, valor que indica que los estratos o capas que componen el suelo han sufrido la
mayor pérdida de humedad comparada con las otras sequías registradas. Situación que
no sucede lo mismo en lo referente a longitud de la sequía en meses, ya que entre los
años 2004/2006 tuvieron un período promedio de 9 meses de sequía.
En cuanto a los resultados obtenidos del análisis temporal, existe una tendencia marcada
hacia el aumento de las sequías a partir del 2000 con respecto a sus valores extremos.
Observamos que durante el período 2004/2006 se presentaron las sequías más intensas
que el período 2007/2010. La tendencia para toda la serie de años es ligeramente positiva
acentuándose desde el año 2000, no solo en el ámbito del valle del Bajo Piura sino en el
ámbito de la Costa Norte de la región. El análisis de los periodos observados indica la
persistencia de sequías leves a moderadas. Esta situación podría indicar que
ambientalmente la reducción en las ocurrencias de las precipitaciones debería permitir un
cambio en el sistema agrícola a explotaciones en las cuales se debe considerar
seriamente la demanda de agua que necesitan los cultivos. Del mismo modo, eventos
recurrentes como el fenómeno del niño del año 1997-1998 permitió que el agricultor vea
en el cultivo de algodón una gran amenaza especialmente económica tal vez una razón
para decidir “sembrar menos dicho cultivo”. Figura 7.
Figura. 7. Rendimiento del cultivo de algodón y arroz 1987-2009
15. Conclusiones.
El análisis del índice de sequía de Palmer permitió identificar la ocurrencia de períodos
con sequías leves a moderadas para los períodos considerados. Asimismo, no se
identificaron patrones de distribución de sequías extremas durante los periodos de
observación. Asimismo se observa un aumento en la frecuencia de sequías, pero ésta
tendencia se ha incrementado a partir del año 2000 con una prolongada sequía durante el
año 2004-2006. No obstante dicho comportamiento en cuanto a las condiciones de aridez
puede tener consecuencias ambientales beneficiosas para algunos cultivos como es el
caso del algodón en la que por un lado presentan una menor demanda del recurso hídrico
relacionada con el cultivo de arroz pero que no forma parte del interés a sembrar por parte
del agricultor.
El análisis de la cartografía digital indican que el incremento de la frontera agrícola
acompañado de prácticas no conservacionista afectarán la sustentabilidad agropecuaria
al producir desequilibrios en los balances hídricos y energéticos del ecosistema. Situación
que se verifica en el cambio de tipo de cultivo reflejado en un descenso constante
durante las últimas décadas en la que el cultivo de arroz desplaza al algodonero entre
1990 y 2000 (de 99,709 Has anuales, significativamente menos que la media de 136,400
Has en contraposición con el cultivo de arroz).
La perspectiva futura de la desertificación del valle del bajo Piura, en relación con los
impactos del cambio climático sobre los cultivos, resulta pesimista y motivo de
preocupación, poniendo como causa la sostenibilidad del territorio en condiciones de
aridificación del clima.
Las observaciones de campo permitieron verificar un incremento de la salinización en los
campos donde en un momento dado se sembró arroz actualmente campos abandonados.
Vulnerabilidad de los cultivos al cambio climático
El análisis de vulnerabilidad de los cultivos al cambio climático nos indica que tanto el
arroz como el algodón son vulnerables a diversos tipos de impacto principalmente la
disponibilidad del recurso hídrico y el estrés por calor, sequia y por precipitaciones o
lluvias.
16. Figura.8. Niveles de vulnerabilidad de los cultivos de arroz y algodón al cambio climático
Observamos, que el cultivo de algodón presenta una muy alta vulnerabilidad a estrés por
calor, sequia y exceso de precipitación en relación al cultivo de arroz que es altamente
vulnerable al estrés por sequia y del cual se corrobora con el descenso en su producción
y rendimiento tal es el caso de lo reportado en el año 2003, 2004, 2005, 2007.
Recomendaciones
El estudio debe ser complementado con un análisis de tipo económico pues esta claro
que los aspectos ambientales y de suelo son incompatibles con las decisiones de
instalación de un determinado cultivo. Asimismo el comprender como el proceso de
cambio de uso del suelo de algodón a arroz, ha favorecido o no el proceso de
desertificación, hace evidente la necesidad de desarrollar y consolidar modelos de fácil
aplicación, así como la de diseñar metodologías con el objetivo de producir información
adecuada que sirva a las necesidades de quienes puedan tomar decisiones políticas a
escala local.
La desertificación representa, la ruptura del equilibrio entre el sistema de recursos
naturales y el sistema socioeconómico que lo explota. Por ello, investigación,
identificación, diagnóstico, evaluación permanente y detallada, ejecución de proyectos
acompañado de planes de acción y demostración, parece un buen camino para luchar
contra la desertificación y avanzar hacia un desarrollo durable.
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