El documento describe los diferentes roles que puede desempeñar el estado como agente de desarrollo, incluyendo estado protector, productor, regulador y subsidiario. Explica que el principal objetivo del estado es generar equilibrio entre el gasto público, los impuestos y la regulación para fomentar el empleo, redistribuir la riqueza e impulsar políticas sociales primarias a través de impuestos directos e indirectos, y actuando como regulador de la actividad económica y gestor de empresas públicas estratégicas.