3. Pedagogía de la Educación: Como objeto de la didáctica.ppsx
Desarrollo territorial
1. ISSN 2250-5539
Desarrollo Territorial:
una mirada desde los procesos locales
Ediciones
Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria
2.
3. Desarrollo Territorial:
una mirada desde los procesos locales
Abordaje teórico-metodológico
Sistematización de experiencias
Testimonio de un extensionista
Compiladores: Marcelo Milo Vaccaro - María Elena Aradas
Centro Regional Santa Fe - Estación Experimental Agropecuaria Oliveros
Serie Construyendovínculos Nº 1
4. Editor Responsable
Ing. Agr. M. Sc. Mario Fernández Alsina
Director EEA INTA Oliveros
Compiladores
Ing. Agr. Dr. Marcelo Milo Vaccaro
Ing. Agr. María E. Aradas
Área Desarrollo Rural EEA INTA Oliveros
Comité Asesor
Ing. Agr. Dr. Roque Craviotto
Ing. Agr. Dr. Fernando Salvagiotti
Lic. M. Sc. Mabel Fior de Leguizamón
Corrección y revisión editorial
Lic. M. Sc. Mabel Fior de Leguizamón
Evaluadoras Externas
Dra. Silvia Cloquell
Ing. Agr. Dra. Susana Rosenstein
Facultad de Ciencias Agraria UNR
INTA
Estación Experimental Agropecuaria Oliveros
Ruta Nac. Nº 11, km 353. 2206 Oliveros (Santa Fe)
ISSN 2250-5539
2
5. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
Prólogo
Podríamos decir que el principal desafío del INTA en este siglo
se ve plasmado en encontrar un equilibrio entre las metas
de sus objetivos fundamentales y los ámbitos de intervención que se propone.
La interrelación entre la eficiencia productiva, la salud ambiental
y la inclusión social sólo pueden darse a partir de las iniciativas de desarrollo
local que tienen como fin superior conservar el capital social.
Estas cuestiones han sido entendidas y abordadas en nuestra región,
no solamente a través de líneas de acción, locales y regionales,
sino también teniendo en cuenta otras iniciativas en diferentes lugares del país,
como un intento de promover el desarrollo territorial y para ello la convocatoria
de actores protagonistas y de aquellos que pueden llegar a serlo.
Esta publicación tiene como finalidad realizar un aporte a la difusión
de ejemplos relevantes en materia de desarrollo local y territorial, como así
también a los métodos y procesos que podrían ser de utilidad en circunstancias
de esta naturaleza que puedan surgir en el futuro. Por otra parte se agregan
memorias de un viejo extensionista que contribuyó a sentar las bases
para que esos procesos tuvieran lugar.
Ing. Agr. (M. Sc.) Mario Fernández Alsina.
Director EEA INTA Oliveros
3
7. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
Agradecimientos
Queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a la doctora
Silvia Cloquell quien además de su papel de evaluador externo nos orientó en
la recuperación de las memorias de un extensionista. Asimismo, a la doctora
Susana Roseinstein, por su tenaz evaluación de los trabajos aquí presentados.
Ambas, docentes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Na-
cional de Rosario, quienes aceptaron el rol de evaluadores externos y lo han
demostrado con su esfuerzo y dedicación en tal tarea.
También, a todas las personas de las comunidades en las que nuestros
compañeros extensionistas desempeñan su labor.
5
9. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
Construyendovinculos
Esta publicación inicia una nueva Serie de la Estación Experimental
Agropecuaria INTA Oliveros denominada construyendovinculos,
que incluirá trabajos sobre Extensión y Desarrollo.
La expresión construyendovinculos es usada para aludir a la tarea del INTA
en esta temática, llevada a cabo con ese enfoque: entablando diálogos,
estableciendo relaciones y también “haciendo en conjunto”,
con una multiplicidad de actores.
El slogan construyendovinculos se crea utilizando una nueva gramática:
la de la web. Por ello se escriben los dos vocablos unidos entre sí –de alguna
manera ‘entrelazados’– y en azul, color que en las redes digitales generalmente
indica la existencia de links (o vínculos).
El propósito comunicacional que así se nombra, está referido a procesos de
desarrollo nunca unilaterales, ni unidireccionales, jamás cerrados ni concluidos
–de allí la utilización del gerundio construyendo–; sí en permanente transfor-
mación y abiertos al diálogo y a la escucha.
La publicación de distintas experiencias de desarrollo bajo la Serie
que lleva esta denominación, pretende destacar lo que a simple vista
puede parecer paradójico: el trabajo en territorios en este mundo globaliza-
do y vertiginoso –representado en el ícono de la web– reclama en contrapo-
sición una temporalidad y localización diferentes.
Lic. M.Sc. Mabel Fior de Leguizamón
Comunicaciones
7
11. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
Índice
Presentación 11
Capítulo 1
Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural 17
1.1. Desarrollo rural. Aportes conceptuales y metodológicos 19
1.1.1. Historicidad de la concepción de desarrollo 19
1.1.2. El peso del desarrollo global recae en el sector agrario 20
1.1.3. Algunas aproximaciones al desarrollo rural en la República Argentina 23
1.1.4. Hacia las perspectivas actuales sobre el desarrollo rural 25
1.1.5. A modo de reflexión final 28
1.1.6. Referencias bibliográficas 28
1.2. El enfoque para el desarrollo local y territorial en el INTA 33
1.2.1. Revisar conceptos e ideas-fuerza sobre desarrollo local y territorial 33
1.2.2. Resumir la propuesta estratégica y organizativa del INTA para abordar
este enfoque 35
1.3. Bibliografía 37
Capítulo 2
Experiencias de extensión y desarrollo rural 39
2.1. Experiencia de desarrollo local en Tinogasta, provincia de Catamarca 41
2.2. Proyecto de apoyo al desarrollo local en la comunidad la Hortensia,
Tacuarendí, provincia de Santa Fe 49
2.3. El caso del proyecto de apoyo al desarrollo local: desarrollo regional
rural de los distritos Santa Rosa, Cayastá y Helvecia del departamento
Garay, provincia de Santa Fe 59
2.4. Experiencia de desarrollo: factibilidad de actividades comunitarias
integradoras sin fines de lucro con aportes al desarrollo rural,
Las Rosas, provincia de Santa Fe 69
9
12. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
2.5. Implementación de actividades integradoras regionales para la
formación de una red de producción y comercialización de productos
agroecológicos: proyecto Grupo Los Horneros, Prohuerta,
centro-oeste santafesino 79
2.6. Fortalecimiento y articulación interinstitucional para impulsar
el desarrollo territorial, el caso de la red de apoyo al desarrollo rural
de Esquina - REDADRE, provincia de Corrientes 89
2.7. Desarrollo local en Tortugas, provincia de Santa Fe.
Experiencia de organización, capacitación y compromiso 101
Capítulo 3
Homenaje a los “viejos” extensionistas 111
3.1. Introducción 113
3.2. Memorias de un extensionista de INTA - Herman Zorzin 115
3.2.1. Mi ingreso al INTA como inicio de esta historia 115
3.2.2. El medio rural en la década del 60, ambiente donde se desarrollaron
las actividades 117
3.2.3. Entidades y Grupos Juveniles 120
3.2.4. Personajes en el camino de la extensión 120
3.2.5. Anécdotas 121
3.2.6. Superando el aislamiento en el medio rural 124
3.2.7. Aspectos sobresalientes en el sector rural 127
3.2.8. El duro golpe del proceso 135
3.2.9. Mi contacto con la apicultura 137
10
13. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
Presentación
Aradas, María Elena1 y Milo Vaccaro, Marcelo2
Ing. Agr. Maestranda en Desarrollo y Gestión Territorial. Universidad
1
Nacional de Rosario. Área Desarrollo Rural de la Estación Experimental
Agropecuaria Oliveros del INTA.
2
Doctor en Agroecología, Sociología y Desarrollo Rural Sostenible por la
Universidad de Córdoba, España. MSc en Extensión Agropecuaria. MSc en
Metodología de la Investigación Científica. Investigador Área Desarrollo
Rural de la Estación Experimental Agropecuaria Oliveros del INTA.
Esta publicación tiene como objetivo reunir experiencias diversas referidas a
la promoción del desarrollo en el territorio, que fueron expuestas en la Jornada
Regional de Desarrollo Territorial organizada por el Centro Regional Santa Fe
del INTA, realizada en la Estación Experimental Agropecuaria Oliveros, el 15
de septiembre de 2010. Dicho evento se enmarcó en la decisión institucional de
acompañar reflexiva y metodológicamente las diferentes dinámicas territoriales.
Lo que nos motivó para elaborar esta publicación fue el anhelo de comunicar
los trabajos en extensión rural, reconociendo el denodado esfuerzo de los exten-
sionistas por impulsar acciones de desarrollo en y con las comunidades, lugares
donde viven y ejercen su profesión. Asimismo, homenajear a “viejos” extensio-
nistas recuperando desde la memoria la cotidianeidad de la extensión. De este
modo, contribuimos en la difusión y comunicación científica de sus trabajos en
el medio rural con una mirada en el desarrollo territorial.
En el capítulo uno, se explican las aproximaciones conceptuales a la idea del
desarrollo en relación con la perspectiva emergente del contexto económico y
político en un rápido recorrido histórico, retomando los enfoques actuales desde
los programas del INTA.
Si bien se trata de una selección de experiencias sin un propósito de inves-
tigación de estudio de casos, nos parece importante señalar lo que Coraggio
(2003:6) reflexiona sobre las experiencias de desarrollo local/territorial y la ne-
cesidad de sistematizarlas con rigurosidad:
11
14. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
“Si ese trabajo va a ser colectivo, supone a la vez producir/compartir una
matriz de pensamiento cognitiva, conceptual e incluso de criterios de valora-
ción. No se puede examinar rigurosamente un caso sin hablar de las categorías
conceptuales con que se organiza su presentación y discusión y sin volver objeto
de reflexión y aprendizaje la forma misma en que sus actores o agentes lo presen-
tan en primera instancia, en una visión del mundo que a veces es de alta sofisti-
cación. Se requiere además no limitarse a exponer las experiencias en su versión
expresivo-sintética, sino analizarlas, extrayendo, mediante diversas operaciones
conceptuales, todo el conocimiento teórico o empírico que puedan aportar como
rica variación de la realidad del Desarrollo local”.
Del párrafo anterior se deduce la importancia de implementar el estudio de
casos como estrategia de investigación empírica que recupera fielmente la diná-
mica local desde las perspectivas de los propios actores, en su riqueza histórica
y trama de relaciones, a partir de una tarea analítica-comprensiva de las acciones
de los actores o agentes interpretando, incluso, los diferentes puntos de vista.
Queremos expresar que esta metodología cualitativa es la más fructífera cuando
pensamos realizar la sistematización de casos o experiencias de extensión/de-
sarrollo y la que de alguna manera nos guió en la recopilación aquí presentada.
Queda el desafío al lector, a modo de ejercicio para su posterior aplicación en
su trabajo cotidiano, advertir los distintos ejes conceptuales y perspectivas que
emergen de los casos, como también los límites de los diferentes procesos de
desarrollo.
En el capitulo dos se abordan los diferentes casos de extensión y/o desarrollo.
Algunas de las experiencias, denotan el esfuerzo puesto en las articulaciones y
en las redes institucionales como respuesta al vacío institucional y ruptura de
contratos sociales, producidos a partir de la década del 90, por efecto de las
políticas de ajuste implementadas en el marco del proceso de la globalización
y la reforma del rol del Estado. Dichas experiencias son una respuesta a esas
transformaciones; al decir de Madoery (2003) “van surgiendo nuevas fórmulas
de acción en ciudades y regiones latinoamericanas”, lo cual pone en evidencia
los mecanismos de desestructuración y reestructuración en los procesos locales.
Entendemos a los sistemas territoriales como espacio-temporales (Bustos
Cara, 2002), en los que “la espacialidad se concibe como territorialidad y su
temporalidad como historicidad significativa”. Espacios que son construidos y
producidos en procesos locales que van constituyendo marcos estructurantes.
“Por lo tanto, la reestructuración debe entenderse como un proceso de cambio
12
15. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
profundo que abarca la totalidad de lo social, tiene un sustento ideológico y eco-
nómico que la explica y progresivamente se impone en el territorio”.
Estas conceptualizaciones nos permiten visualizar al territorio como un cam-
po dinámico y diverso, en permanente construcción que puede ser abordado des-
de diferentes enfoques y prácticas sociales producidas por los mismos sujetos
locales.
En otras experiencias comentadas, surgen claramente movimientos de auto-
gestión enmarcados en distintos enfoques: unos generando nuevos espacios de
construcción de una economía social y solidaria, otros posicionados en la auto-
determinación para fortalecer la identidad local y los que apuntan a consolidar
cadenas de valor sectorial desde las producciones locales.
También, en algunos casos descriptos se aborda el tema de la infraestructura
de caminos rurales como aspecto decisivo en los procesos de desarrollo, para lo
cual se conforma una unidad de gestión y control público privada, que denota
francamente las reacciones de la estructura local al proceso deliberado de des-
centralización de los servicios del Estado en la década del 90.
La recreación del mercado local, como un espacio participativo y descentra-
lizado, se expresa en varias de las experiencias y en diferentes dimensiones: la
valorización de la producción local en manos de familias de pequeños producto-
res mediante la difusión e implementación de ideas y prácticas agroecológicas,
tanto en el establecimiento de cadenas cortas de comercialización, como en las
cuestiones relativas a la conservación del medio y la construcción de una identi-
dad local recuperando saberes, instituciones y capacidades existentes. El rol de
la mujer aparece claramente visualizado en estos espacios locales en donde ellas
se descubren “productoras” y en los que cotidianamente aprenden a valorizarlo
como lugar posible de conciencia, participación ciudadana y pertenencia.
Es interesante observar en ciertos casos descriptos la connotación que le otor-
gan a la noción de la participación como movilidad social y toma de decisiones
para la autorrealización y autogestión, y a la del aprendizaje como construcción
de conocimiento y diálogo de saberes. También es de destacar como el enfoque
de red posibilita la diversidad de actores, cuya ventaja reside en la continuidad o
la permanencia de los procesos iniciados.
En los artículos compilados encontramos distintas aristas de los procesos lo-
cales/territoriales que nos permiten visualizar la reconstrucción de las perspecti-
vas teórico-metodológicas en el abordaje de la problemática del desarrollo.
13
16. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
En la experiencia de Tinogasta (provincia de Catamarca), se observa la im-
portancia del incremento del capital social en todo el proceso -a través de la
constitución del grupo gestor para el desarrollo- tanto en la producción de cono-
cimiento como en la aplicación y apropiación de metodologías por parte de los
actores y en la construcción de marcos institucionales que permitieron consolidar
la pertenencia territorial. Además hay que resaltar la creación de un espacio de
reflexión continua del proceso llevado a cabo.
En la experiencia de Colonia La Hortensia (provincia de Santa Fe), se propo-
ne un proyecto con el objetivo de articular los componentes: productivo, cultural-
educativo y organizacional, promoviendo la formación de grupos de pequeños
productores y obreros rurales para realizar emprendimientos productivos asocia-
tivos. Nuevamente se nota la importancia de fortalecer el capital social a través
de la capacitación y la articulación con el sistema educativo, pero centrando los
esfuerzos en la participación activa de las personas involucradas. Asimismo, se
caracteriza por la visualización del rol de la mujer en el proceso y la conforma-
ción de un espacio propio tanto en lo productivo como en lo recreativo.
El proyecto de Apoyo al Desarrollo Local (ADL), en el departamento Garay
(provincia de Santa Fe) surge como demanda de un conjunto de representantes de
instituciones del sector productivo, debido al decaimiento de las actividades en
la región. Si bien el el eje del proyecto es la participación de los actores, visión
que permite involucrar y articular con varias instituciones, denota una estrategia
de intervención clara con un enfoque de cadena de valor donde se prioriza la
producción de la actividad hortícola y de las actividades alternativas, haciendo
hincapié en los diferentes eslabones del proceso productivo.
Respecto a la experiencia promovida por los técnicos de la Agencia de Ex-
tensión Rural (AER) Las Rosas (Santa Fe) del INTA, que dio origen al “Grupo
Asesor de Caminos Rurales”, los autores describen un proceso de instituciona-
lización incipiente que facilita el ejercicio del control ciudadano en las acciones
de política local, tendiente a mejorar la infraestructura caminera. También, se
observa claramente la articulación entre lo público y lo privado como marco
normativo de las acciones para lograr un fin común.
En el otro caso analizado de la AER Las Rosas, que conduce a la formación
de una red de producción y comercialización de productos agroecológicos, los
autores explican desde la perspectiva de la economía social y solidaria -como op-
ción político cultural- cómo organizar y revalorizar la creatividad en los espacios
14
17. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
microsociales. Ello con el objetivo de generar una nueva tendencia en el proceso
de innovación mediante la autodeterminación, como paradigma alternativo a la
lógica actual de mercado.
En el trabajo referido al fortalecimiento y articulación interinstitucional en la
localidad de Esquina (Corrientes) los autores explican cómo se promovió una red
de instituciones públicas, educativas y de organizaciones no gubernamentales,
para atender a una problemática multidimensional que comprende la educación,
la salud, la red vial y la producción.
Por último, en la experiencia de la localidad de Tortugas (Santa Fe), se des-
taca la promoción de una organización local constituida por personas “autocon-
vocadas” que lograron autogestionar diferentes acciones que conducen al de-
sarrollo local. Para ello recrearon diferentes metodologías de diagnóstico, de
planificación y de organización comunitaria, generando aportes para las políticas
públicas locales.
Como capítulo final de este libro, el lector encontrará una historia de vida de
un “viejo” extensionista que plasma sus memorias en un relato casi anecdótico
de su paso por la labor de extensión rural, desde la Agencia de Extensión más
sureña de la provincia de Santa Fe.
Bibliografía
ALBURQUERQUE, F. (1999). “Identidad y Territorio”. En: Globalización, desarrollo local y
redes asociativas, M Elgue., Edic. Corregidor, Buenos Aires.
BUSTOS CARA, R.: (2002). “Los sistemas territoriales. Etapas de estructuración y deses-
tructuración en Argentina. Anales de geografía de la Universidad Complutense. Vol. 22: 113-129.
Madrid, España.
DI PIETRO P. (2001) “Hacia un desarrollo integrador y equitativo: una introducción al desa-
rrollo local” En: Desarrollo Local. Una respuesta a escala humana a la globalización, D. Burin y
A. Heras comp., Edic. CICCUS/La Crujía, Buenos Aires.
15
21. Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural
1.1 Desarrollo rural.
Aportes conceptuales y metodológicos
Milo Vaccaro, Marcelo
Doctor en Agroecología, Sociología y Desarrollo Rural Sostenible por la
Universidad de Córdoba, España. MSc en Extensión Agropecuaria. MSc en
Metodología de la Investigación Científica. Investigador Área Desarrollo
Rural de la Estación Experimental Agropecuaria Oliveros del INTA.
1.1.1. Historicidad de la concepción de desarrollo
Por una parte, realizaremos un breve recorrido, pero necesario, de las prin-
cipales concepciones del desarrollo que repercutieron en América Latina y en
particular en la Argentina, centrándonos en las nociones surgidas en el contexto
de los años 90 y con repercusión en la actualidad. Por otra parte, es importante
pensar en estas cuestiones en un ámbito de análisis y reflexión a modo de bisagra
entre el plano académico y el plano empírico o de la realidad, en la que se sitúa a
la población rural o el mundo de la vida de la gente.
La concepción más antigua de desarrollo nace ligada a la historia del pensa-
miento del mundo occidental y al surgimiento del modelo económico capitalista
entre los siglos XVI y XVII, vinculado fundamentalmente a dos hechos históri-
cos que dan sentido a la modernidad: la revolución industrial en Inglaterra y el
protestantismo en Alemania. Estos hitos marcan la historia occidental y en este
período se inaugura “el siglo de las luces o la ilustración”, época basada en la
idea de razón, que marca la distancia entre el plano de la realidad social tal cual
se presenta y una razón –como plan superior- que trasciende dicho orden: “sólo
mediante la razón y el conocimiento se alcanzaría el progreso y el bien común”
(Hera y Burín, 2008). Idea que marcó también la cosmovisión de la ciencia.
Como esta corriente de pensamiento estaba vinculada al positivismo en el
campo científico y a las ciencias dominantes en esa época, la noción más antigua
de desarrollo nace ligada a las Ciencias Naturales a mediados del siglo XVIII,
para conceptualizar el desarrollo embrionario (Friedrich 1733/1734, citado en
Guzmán Casado, González de Molina y Sevilla Guzmán, 2000). Darwin retoma
el concepto pero con la noción de evolución o avance hacia formas más perfec-
19
22. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
tas, concepto que fue central en su teoría de la “Evolución de las especies” y
dominó en el mundo occidental, trasladándose estas pautas culturales América
Latina.
Asimismo, en las Ciencias Sociales es Karl Marx quien introduce la dimen-
sión histórica en la conceptualización de desarrollo. Sin embargo, dentro del pen-
samiento económico dominante dicho concepto adquiere una fuerte connotación
etnocéntrica puesto que se lo asocia a la trayectoria histórica de las formas de
producción y consumo del pensamiento occidental. Por lo tanto, la noción de
desarrollo queda vinculada a la de crecimiento económico = progreso. En este
contexto de análisis el concepto de desarrollo “no puede desligarse de las pala-
bras con las cuales se formó –evolución, crecimiento, maduración-” (Esteva; en
Guzmán, González de Molina y Sevilla Guzmán, 2000)
Estas concepciones fueron incorporadas en los países denominados del Tercer
Mundo que debían evolucionar hacia formas más perfectas, mediante el camino
de la modernización y así abandonar el tradicionalismo que los ataba al atraso.
1.1.2. El peso del desarrollo global recae en el sector agrario
Cuando la noción de desarrollo se enfoca en las áreas rurales, en las que se
pretende mejorar el nivel de vida de su población, éste se define como desarrollo
rural: el peso del desarrollo más general está centrado en el sector agrario. Así se
concibió el desarrollo para América Latina hacia los siglos XIX y XX, aunque
con diferentes matices, pero siempre basado en la idea de que capitalismo es
igual a crecimiento y por lo tanto a progreso.
De esta manera, se pueden diferenciar “tres tipos históricos de desarrollo ru-
ral: el desarrollo comunitario, el desarrollo rural integrado y el actual desarrollo
rural sostenible” (ibídem, 2000).
En la década de 1960 las perspectivas convencionales acerca del desarrollo
rural surgen en Estados Unidos en el marco de la corriente teórica de los “Rural
Life Studies”, que implicaba eliminar las diferencias rural-urbano mediante la
evangelización del campo, es decir el camino de la industrialización para mo-
dernizarlo. Surge así el “Desarrollo Comunitario”, de la mano de los “Proyectos
de Desarrollo Comunitario” impulsados desde la Agencia de Desarrollo de los
EEUU, cuya finalidad fue la mejora de la infraestructura social básica en las
comunidades rurales pobres. Los ejemplos más significativos por sus consecuen-
20
23. Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural
cias fueron los Proyectos de Innovación Tecnológica como el Plan Puebla y la
Revolución Verde.
Entonces, la problemática del desarrollo de los países de América Latina se
centró en el desarrollo rural con base en el crecimiento del sector productivo
agrario, que debía superar las limitaciones del atraso, pasando de las formas tra-
dicionales de producción a las modernas. En consecuencia, el concepto de “desa-
rrollo rural” queda ligado al de “desarrollo agrario”, suponiendo que el despegue
de este sector es la base del desarrollo global del medio rural.
Surgieron diferentes “modelos de desarrollo rural”, pero en realidad todos
centrados en la transferencia de la tecnología. Los más clásicos fueron: el “mo-
delo de difusión de innovaciones” o difusionista, basado en la incorporación y
adopción de nuevas tecnologías en el sector agrario para impulsar su desarrollo;
“un modelo de inputs agrarios” de alta productividad, en el que se asentó la Re-
volución Verde y “un modelo de cambio tecnológico inducido”, también susten-
tado en la premisa que la introducción de nuevas tecnologías en el sector agrario
impulsa cambios en las instituciones sociales (Volke y Sepúlveda, 1987; citado
en Sánchez de Puerta, 1996).
Asimismo, como contrapartida a los modelos anteriores surge en América
Latina el “modelo participativo” propuesto desde la extensión rural que sentaba
sus bases en la educación no formal, la comunicación dialéctica y la participa-
ción activa de la población para el cambio de las estructuras socioeconómicas y
políticas, es decir para la transformación de la sociedad. Las principales escuelas
de este modelo fueron las de Paulo Freire en Brasil (en Kaplun, 1987) y Díaz
Bordenave (1985 a y b) en Argentina que instaura los principios de la participa-
ción como un derecho y no como una necesidad.
Hacia la década de los ‘70 comienza a prosperar la noción de Desarrollo
Rural Integrado, refiriendo a acciones que buscan el equilibrio entre sectores:
primarios, industrial y de servicios. También reciben la denominación de ecode-
sarrollo ya que además de esa finalidad se buscaba reducir la degradación de los
recursos naturales.
Aunque estas concepciones surgieron y fueron aplicadas en los países deno-
minados desarrollados, también han sido introducidas en los países subdesarro-
llados (periféricos, o dependientes, según las teorías predominantes para inter-
pretar el estancamiento en Latinoamérica) por organismos internacionales. Así,
hacia fines de los años 70 y comienzo de los 80 se implementan los Proyectos de
21
24. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
Desarrollo Rural Integrado (DRI) impulsados por el Banco Mundial. Los DRI
proponían proveer a las poblaciones pobres de todos los elementos necesarios
para superar su estado de indigencia; pero su viabilidad (económica, institucional
y financiera) fue cada vez más dificultosa a medida que avanzaba el proceso de
ajuste en el plano mundial, lo cual se combinó con la creciente y concomitante
deuda externa en América Latina, dando por resultado una suspensión del flujo
de fondos hacia esa problemática. Se podría pensar en un planteamiento tautoló-
gico del desarrollo para América Latina.
Es importante incluir dentro de este período, el conjunto de acciones llevadas
a cabo en dicho continente por movimientos reivindicatorios sobre la base de la
Teoría de la Dependencia. Surge así el Desarrollo Endógeno, basado en la po-
tenciación de los recursos internos, a partir de la movilización de las poblaciones
implicadas en la toma de decisiones para la resolución de sus problemas (“local”)
y con el fin de romper las barreras externas (“autocentrado”).
Hacia los años 80 con el advenimiento de la democracia en los países de
América Latina, renacen los enfoques de la investigación participativa: se recu-
peran los principios de la participación ciudadana y emergen las organizaciones
civiles y los programas orientados principalmente hacia el sector de la población
de menos recursos. Sin embargo esto ocurre en un contexto macroeconómico de
avance del neoliberalismo.
También, es importante señalar el enfoque del “Desarrollo a Escala Humana”
(Max Neef, Elizalde, Hopenhayn, 1986), cuyo principio central es que –siguien-
do las escala de necesidades de Maslow– las personas pueden autorrealizarse si
reflexionan acerca de los diferentes niveles de necesidades (satisfactores axio-
lógicos y existenciales), las que son concebidas como independientes de la vo-
luntad o de cuestiones fisiológicas. Aunque, esta perspectiva denota la influencia
del contexto, no profundiza el análisis de las relaciones de la comunidad con el
contexto económico y político.
En esta misma década surgen las articulaciones transnacionales de los Esta-
dos a través de organismos internacionales como el F.M.I. y el Banco Mundial.
Estos proclaman la idea de sostenibilidad, dando origen así al concepto de desa-
rrollo rural sostenible que se implementa a través de programas de esos orga-
nismos, en los países subdesarrollados, pero sobre la base de la intensificación de
la agricultura. Constituyó un nuevo discurso del desarrollo, pero sobre la base de
la intensificación de la agricultura, por lo cual resultó una manera de acentuar el
dominio de modelos económico liberales.
22
25. Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural
Esta concepción así surgida, dista mucho de la de “Desarrollo Rural Sosteni-
ble” concebida desde la Agroecología (desarrollo rural agroecológico), perspec-
tiva holística que implica estrategias de transformación social en relación con el
uso de los recursos naturales, realmente sostenible (Guzmán Casado, González
de Molina y Sevilla Guzmán, 2000). Enfoque que se incorpora en la última dé-
cada al plano de la discusión sobre el desarrollo en Latinoamérica, con distintos
niveles de profundización. Según dichos autores, desde la cultura occidental se
promovió una imposición de pautas económicas, sociales, políticas e ideológicas
vinculadas a la modernización. Ante estas pautas, las “culturas locales” o es-
tructuras endógenas “...han reaccionado de distinta manera generando múltiples
mecanismos de resistencia para sobrevivir a un contexto fuertemente hostil a
la naturaleza de sus relaciones” (ibídem, 2000:139). De esta manera, proponen
una perspectiva teórico-metodológica al proceso de “desarrollo rural”, generada
desde la agroecología, puesto que debe basarse en:
“...el descubrimiento, sistematización, análisis y potenciación de [esos] ele-
mentos de resistencia locales al proceso de modernización, para, a través de
ellos, diseñar, en forma participativa, esquemas de desarrollo definidos desde la
propia identidad local del etnoecosistema...” (ibídem, 2000: 139-147).
Ello constituye un avance metodológico respecto a las propuestas de inter-
vención para “acompañar” los procesos de transformación local que orienten
hacia una vía de desarrollo sustentable.
1.1.3. Algunas aproximaciones al desarrollo rural en la Repú-
blica Argentina
El proceso de desarrollo rural seguido en la Argentina se inscribe dentro de
las pautas generales antes descriptas para el caso de América Latina. Aunque es
importante resaltar que el desarrollo económico desde el comienzo de la orga-
nización nacional del Estado argentino en 1880 se asentó en un modelo agroex-
portador que respondía a la denominada teoría de los términos de intercambio.
Asimismo, la base epistemológica del desarrollo se remonta a la introducción
de las ideas evolucionistas de Darwin lo que ocurrió después de 1862. Aunque
hubo opositores, fue decisivo el dominio del grupo de los defensores. “La socie-
dad argentina distaba mucho de ser la sociedad victoriana que había engendrado
a Darwin y sus teorías; sin embargo las clases dominantes y dirigentes del país
23
26. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
compartían una misma cosmovisión, en particular el ideal de progreso” (Burucúa
y Glatsman, 1996). Esta idea de progreso emergía de las concepciones imperan-
tes del positivismo europeo: en el siglo XVIII con Saint Simon, con Augusto
Comte y ya en su fase científica con Herbert Spencer. Muchas de las ideas evo-
lucionistas sustentadas por los intelectuales argentinos en aquella época, mostra-
ban el pensamiento spenceriano1 más que darwiniano.
Si se realiza una mirada histórica, la impronta del desarrollo rural ha segui-
do las pautas de los modelos económicos aplicados en los sucesivos períodos
políticos desde la organización nacional del estado argentino en 1880 hasta la
actualidad. Si se analizan estos períodos, a modo de breve repaso, se pone en evi-
dencia la alternancia de ciclos de crecimiento y expansión económica y ciclos de
recesión e inflación -influenciados por la política y por la ideología dominante-
que caracterizan la evolución económica de la Argentina, adoptando diferentes
macropolíticas, desde enfoques netamente clásicos, neoclásicos, monetaristas o
liberales, hasta los de tipo más estructuralista, nacional distribucionista y desa-
rrollista, dependiendo también de la influencia del contexto internacional (para
un análisis más profundo ver Di Pietro, 2004; Gerchunoff y Llach, 2007).
Como se mencionó en párrafos anteriores, la Argentina no fue ajena a los
modelos de desarrollo rural seguidos en América Latina. Concentrándonos en las
últimas décadas del siglo pasado, a partir de la recuperación de la democracia a
comienzos de los años 80, se vuelve a poner énfasis en las formas participativas
de la ciudadanía en los distintos ámbitos públicos y privados. Retoman el camino
de promoción del desarrollo varias ONG e instituciones del Estado con progra-
mas específicos dirigidos al sector rural, que respondieron con fuerza a la crisis
de finales de los 90.
En materia institucional de gestión global del desarrollo rural en la Argentina,
los principales cambios se produjeron en la década del 90 y estuvieron dados por
la generación de los denominados “Programas de Intervención Focalizados” en
determinadas poblaciones objetivo (pequeños y medianos productores; Pymes;
población NBI, etc.). Si bien estos programas no apuntaron a la transformación
social, sí se destaca el cambio en la percepción del tipo de demandas del medio
y comienza a asumirse en los hechos la articulación entre el sector público y el
1 Spencer (1820-1903) formuló su teoría de la evolución para el desarrollo de lo orgánico y la extrapoló
a lo inorgánico y lo social (lo humano).
24
27. Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural
privado, aunque más que complementariedad, hubo superposición de acciones
entre diferentes programas, incluso nacionales (Manzanal, 2001 b, 2000)
Un enfoque que se impone, aplicable al desarrollo rural, es el “Desarrollo
Local” (Alburquerque, 1996; Arocena, 1995; Boissier, 1999), como nuevo para-
digma para interpretar las dinámicas microsociales (el ámbito de lo local).
Surgen varias definiciones, que no son excluyentes sino más bien comple-
mentarias. Algunas definiciones enfatizan los aspectos económicos y otras, la
dimensión política. Pero, en definitiva el desarrollo local implica que a partir de
formas participativas de acción social puedan lograrse cambios en las relacio-
nes económicas (redistribución de recursos) y sociales (redistribución del poder)
dentro de la comunidad.
Lo local, es el ámbito ideal para la “resignificación de la política” explica
Manzanal (2001): la promoción de los espacios locales exige “acentuar el con-
tenido político –más que el económico– de las acciones e instrumentos de desa-
rrollo”. Esto conlleva al fortalecimiento del accionar de los protagonistas de los
ámbitos locales y por lo tanto de las relaciones sociales, políticas e instituciona-
les que se establecen.
El ámbito local es entendido como espacio o territorio que comprende las re-
laciones cotidianas de tipo productivo, económico, social y político, entre todos
los actores locales y regionales, a través de las cuales circulan recursos: bienes
de capital; conocimiento e innovación. Esto está en relación con la Perspectiva
de Redes (ibídem, 2001), trama o tejido de interacción frecuente con relación a la
actividad productiva, la circulación de conocimiento y las innovaciones.
1.1.4. Hacia las perspectivas actuales sobre el desarrollo rural
A partir de la crisis económica, social e institucional de fines de la década del
90 y principios de 2000, emerge una nueva perspectiva que podemos denominar
de transformación institucional, proclamada por un conjunto de académicos.
La política de privatización de los años 90 se tradujo en continuos procesos de
reestructuración y desestructuración de las instituciones del sector público y pri-
vado. Por lo tanto, afirma Manzanal (2003, 2001 b) “hay que repensar el fun-
cionamiento de la democracia, de las instituciones, entrando en una nueva era
de lo social, lo político y hasta lo ético, a través de la participación y gestión de
los beneficiarios, la recuperación de la solidaridad social mediante las formas
asociativas y redes”.
25
28. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
A comienzos del siglo XXI emerge el enfoque territorial del desarrollo: el
territorio importa en tanto trama de relaciones entre la dimensión económica y
la dimensión institucional. Implica indagar sobre la atmósfera local que poten-
cialmente puede generarse en determinados lugares según los modelos de apren-
dizaje y de producción de conocimiento que generen sus actores e instituciones
(ibídem, 2003 y 2001 b).
Ahora bien, enfocando la dinámica institucional local/regional como mo-
tor del desarrollo económico más global, es que se piensa en el ámbito local
como campo de relaciones de fuerzas (económicas, sociales, de poder) en el
que se mueven los actores. Esta visión del desarrollo regional se sustenta en
los enfoques constructivistas que sostienen la coexistencia de diferentes tipos
de capitales (económico, cultural en tanto conocimiento local, social a partir de
las relaciones que implican poder y capital simbólico como la identidad local),
en complementariedad con el que el presente autor denomina enfoque institu-
cional-subjetivista2 el cual se centra en el agente que despliega estrategias de
acción institucional en una localidad/región, delimitando un campo institucional
específico y un territorio y en el que el principal capital en juego es el político.
Siempre considerando la dinámica local en relación con el contexto macroeco-
nómico argentino, lo cual implica profundizar históricamente en las particula-
ridades del desarrollo económico-social e institucional de las localidades y sus
estrategias o mecanismos de adaptación/rechazo (Milo Vaccaro, 2009).
También, en la primera década del siglo XXI se impone la visión sustentable
del desarrollo, perspectiva que se difunde en distintos planos discursivos de la
comunidad académica argentina y en el nivel de diferentes grupos locales en
relación con la preservación del medio ambiente o sistemas productivos en el
marco de la agricultura urbana, en donde toma más fuerza. Sin embargo, la visión
pura de la sustentabilidad revierte el paradigma del capitalismo como una nueva
utopía o “filosofía de vida” (Toledo, 2003). La matriz disciplinar de este nuevo
paradigma engloba los conocimientos de la ecología, la sociología del medio-
ambiente, la economía ecológica, la antropología, la historia, la ecología política
y la agroecología, con énfasis en la diversidad cultural y especialmente en la
conservación de los conocimientos locales en la agricultura (Leff, 2000, 1998,
1994). Implica una nueva forma de pensar la economía, la cultura y hasta la
ciencia misma. Si bien este enfoque, tiene su origen en corrientes europeas y ha
2 Significado elaborado por el autor de este artículo.
26
29. Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural
sido trasladado a la visión latinoamericana, en estos países es revisado y reorien-
tado a las características locales. Entre el enfoque sustentable del desarrollo y la
corriente institucional, hay una estrecha relación a través de la Ecología Política
que es donde se puede visualizar la puerta de entrada de un camino alternativo
hacia el desarrollo sustentable en las localidades y las regiones de nuestro país.
En relación estrecha al enfoque sustentable, está el de la economía social y
solidaria que se contrapone a las pautas del mercado liberal y del consumo capi-
talista, sosteniendo los principios de la equidad social y de un mercado solidario
y distributivo, con énfasis en la movilidad social desde el punto de vista de la
formación de organizaciones locales y el asociativismo.
Dentro de las perspectivas actuales, es importante mencionar el enfoque cen-
trado en el actor y las acciones que éste ejerce en su mundo cotidiano. En este
enfoque, toma vital interés el concepto de interfaz (Long N., 2010). Explica este
autor que la primera tarea consiste en identificar los diferentes actores socia-
les (individuos, grupos sociales, organizaciones, redes), luego la interfaz como
organización emergente de vínculos e interrelaciones entre grupos sociales. En
las interfaces locales se produce la interacción de valores, ideologías e intereses
diferentes y juego de poder para la captación de recursos. Es el ámbito de la ne-
gociación entre lo público y lo privado.
Los enfoques actuales implican herramientas metodológicas acordes para en-
tender y comprender la realidad social (el mundo de la vida de los pobladores, la
gente) que también permitan aprehender esta realidad, en definitiva ir hacia la
gente. Así, son fructíferas las investigaciones empíricas basadas en los estudios
de casos, a través de sus versiones de caso único y casos múltiples –dependiendo
de problemática y las características del objeto de estudio; los estudios compara-
tivos entre diferentes localidades de un mismo país o de diferentes países de una
misma región; los estudios etnográficos que centran su atención en las formas de
vida y las culturas locales; la investigación-acción en la que los sujetos son par-
tícipes del propio proceso de investigación y la sistematización de experiencias
a partir de la reflexión de la propia práctica de intervención en el medio rural.
Desde la perspectiva metodológica para el abordaje de situaciones de desarrollo,
la cuestión central reside en la compresión e interpretación de los procesos de
desarrollo al interior de las localidades y en relación con el contexto regional/
nacional, lo cual implica la correcta delimitación y diferenciación de dichos pro-
cesos, el establecimiento de mapas de actores y las interacciones predominantes
que se establecen entre ellos. Por esta razón son propicios los métodos y técnicas
27
30. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
cualitativos, sin prescindir de las técnicas cuantitativas como complementarie-
dad metodológica.
1.1.5. A modo de reflexión final
Con todo el conjunto de programas y experiencias llevadas a cabo tanto por
instituciones públicas como privadas en el medio rural y los aportes conceptuales
emergidos desde el mundo académico cabe preguntarse ¿existe una real aproxi-
mación al mundo de la vida de la población rural, en relación con su contexto
económico y político?
El compromiso y los desafíos que hay que afrontar son cada vez mayores en
materia de los senderos de desarrollo que permitan lograr una mejor calidad de
vida en la población, asegurando la equidad social y la distribución del ingreso.
Los problemas del desarrollo que se deben superar en la actualidad implican una
deconstrucción y una reconstrucción del pensamiento académico dominante y un
mayor acercamiento al mundo de la vida de la gente para poder comprender los
patrones de comportamiento de los procesos locales a la vez de ser inclusivos de
las perspectivas de los propios actores.
1.1.6. Referencias bibliográficas
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35. Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural
1.2 El enfoque para el desarrollo local
y territorial en el INTA
Gargicevich, Adrián
Ing. Agr. M Sc. Gerente de Gestión de Programas de Desarrollo Rural (Int.)
INTA Coordinación Nacional de Transferencia y Extensión
Para compartir la visión que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecua-
ria (INTA) tiene sobre el desarrollo rural y el rol de la extensión, se propone
realizar un recorrido que nos permita entender algunos movimientos que se han
dado en los últimos tiempos en los paradigmas que orientan nuestras acciones
institucionales. En este sentido, se abordan dos ejes:
a) Revisar conceptos e ideas- fuerza sobre desarrollo local y territorial.
b) Resumir la propuesta estratégica y organizativa del INTA para abordar
este enfoque.
1.2.1. Revisar conceptos e ideas-fuerza sobre desarrollo local
y territorial
Las políticas de desarrollo territorial surgieron, primero en Europa y luego en
América Latina, en respuesta a la crisis de los sistemas productivos, provocada
por el proceso de globalización y el cambio del modelo tecno-productivo ocurri-
do en las últimas décadas del siglo XX . Este proceso trajo un declive de sectores
maduros -con cierre de empresas, desindustrialización y aumento del desempleo-
y el surgimiento de nuevos sectores y actividades económicas, que en muchos
casos no lograron incorporar los recursos ociosos (Alburquerque, 1997; Vázquez
Barquero, 2001).
Ambos procesos originaron que los gobiernos locales y regionales decidieran
implementar políticas desde el territorio, sustentadas en los recursos endógenos,
con la finalidad de crear entornos institucionales, políticos y culturales que fo-
menten las actividades productivas y la generación de empleo (Alburquerque,
1997; Vázquez Barquero, 2001).
33
36. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
Este cambio de escenario para la actuación de los gobiernos locales y re-
gionales, se da en un ámbito de democratización, descentralización del Esta-
do, formación de bloques supranacionales y políticas de ajuste estructural, entre
otros aspectos, sumado a un aumento de las demandas sociales hacia los niveles
gubernamentales subnacionales.
Atendiendo a esta situación, a principios de este siglo el INTA decidió
incorporar el enfoque de desarrollo territorial a su trabajo, dinamizando un mo-
vimiento institucional en cuanto a la forma de concebir el desarrollo. En este
sentido, planteamos entender al desarrollo como proceso endógeno. No hay
estadios por los que los países o comunidades deban transitar, ni hay determina-
das recetas que deban cumplir, menos aún cierto estado o equilibrio al que deban
llegar. Cada comunidad puede emprender el proceso de desarrollo de su territorio
en función de sus propias características y oportunidades.
Desde la perspectiva del enfoque del desarrollo territorial, un territorio es un
espacio geográfico caracterizado por:
- la existencia de una base de recursos naturales específica;
- una identidad (entendida como historia y cultura locales) particular;
- relaciones sociales, instituciones y formas de organización propias, que con-
forman un tejido o entramado socio institucional (resultado de las diversas inte-
racciones entre los actores e instituciones) característico de ese lugar; y
- determinadas formas de producción, intercambio y distribución del ingreso.
Todas estas características imprimen al territorio una identidad, lo hacen úni-
co, y ponen de relieve que el territorio no es un mero soporte geográfico de
recursos y actividades económicas sino una construcción social producto de las
interrelaciones y decisiones de los actores locales en torno a un proyecto de de-
sarrollo concertado entre todos ellos. En este marco, el desarrollo territorial es un
proceso implementado por los actores del territorio, que procura fortalecer las
capacidades locales y aprovechar los recursos propios y externos para consolidar
el entramado socioinstitucional y el sistema económico-productivo local, con el
propósito de mejorar la calidad de vida de esa comunidad.
Para que este enfoque se transforme en acción es necesario tener en cuenta
y activar algunos elementos fundamentales: una amplia y genuina participación
social; la consideración de la multidimensionalidad de miradas e intereses pues-
tos en juego; la existencia de los múltiples sectores participantes en un territorio;
34
37. Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural
un enfoque y visión económica territorial antes que uno sectorial; y por sobre
todo la búsqueda permanente de las coincidencias de las diferentes instituciones
existentes en el mismo.
1.2.2. Resumir la propuesta estratégica y organizativa del
INTA para abordar este enfoque
La incorporación del enfoque de desarrollo territorial en el INTA hizo necesa-
ria la adecuación de su misión. En este sentido, el Plan Estratégico Institucional
2005-2015 amplió el sujeto de la acción al conjunto del sector agroalimentario
y agroindustrial, y estableció como ámbito de intervención las cadenas de valor,
los sistemas productivos/agroecosistemas y los territorios, fijando como objeti-
vos generales la competitividad, la salud ambiental y la equidad social.
Para quienes formamos parte del INTA, el desarrollo territorial es un proceso
implementado por los actores del territorio, que procura fortalecer las capaci-
dades locales y aprovechar los recursos propios y externos para consolidar el
entramado socioinstitucional y el sistema económico-productivo local, con el
propósito de mejorar la calidad de vida de esa comunidad. Esto implica analizar
y propiciar cambios organizacionales en las capacidades de los equipos de traba-
jo, en los sistemas de programación y organización de la tarea, en los estilos de
desempeño profesional, entre otros. Implica ampliar nuestra mirada y desempe-
ño desde los aspectos exclusivamente técnicos de la producción primaria hacia
los del desarrollo integral del territorio. Implica complementar el enfoque pre-
dominantemente productivo con el de la dinamización de redes interinstitucio-
nales. Implica aceptar que no hay recetas que las comunidades deban transcurrir
o cumplir, que no hay un estado de equilibrio al que se deba llegar y que cada
comunidad puede emprender el proceso de desarrollo de su territorio en función
de sus características y oportunidades. Implica entender que el centro de atención
debe estar puesto en los sujetos y en el proceso más que en los objetos y en los
productos; la coalición de intereses, la participación, la negociación, el capital
social generado y el acuerdo serán los indicadores del proceso de desarrollo de
los territorios. Pero por sobre todas las cosas, para los profesionales, implica
estar dispuestos a complementar el enfoque de análisis predominantemente car-
tesiano y reduccionista, que nos inculcaron en nuestra formación de base, por un
enfoque sistémico y holístico para que nuestros diagnósticos sean compatibles
con la definición y concepción de territorio antes descripta.
35
38. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
¿Qué estamos haciendo para dinamizar el movimiento institucional que pro-
ponemos en cuanto a la forma de concebir el desarrollo e implementar estrategias
de acción acordes?
En los territorios, el Programa Federal de Apoyo al Desarrollo Rural Sus-
tentable (PROFEDER) –que incluye las siguientes estrategias de intervención:
Cambio Rural, Pro-Huerta, Minifundio, Profam, Proyectos de Apoyo al Desa-
rrollo Local, y Proyectos integrados– desarrolla acciones concretas de apoyo.
Distribuidos en los 15 centros regionales del INTA, están en marcha más de 430
proyectos de los cuales más de 100 son específicos de apoyo al desarrollo local.
Todos estos proyectos fueron activados a demanda y por pedido de los territorios,
y no como una línea de intervención impuesta. Si existe la decisión local o terri-
torial de activar un proceso de apoyo es posible proyectarlo y apoyarlos desde el
PROFEDER.
En el marco de un retorno a nivel global de los Sistemas de Extensión Rural
como parte de las políticas públicas, estamos fortaleciendo las capacidades de
nuestros equipos de extensión de todo el país, que se constituyen en articuladores
de los distintos actores y demandantes de las cadenas de valor del territorio.
En apoyo al PROFEDER y a los Proyectos Regionales del INTA, desde 2006
se están implementando espacios de intercambio y formación en temas como
desarrollo territorial, organización, comunicación y finanzas y mercadeo, entre
otros. También se realizan actividades de capacitación para los jóvenes becarios
que han ingresado al INTA pensando en la mejora permanentemente de la calidad
de la gestión de la extensión. En cuanto al seguimiento y evaluación de nuestras
actividades, estamos planteando el monitoreo de los efectos, que hace eje en las
transformaciones y no sólo en los productos.
Todos estos cambios y el diseño de la extensión a “la medida” de cada terri-
torio implicará también revisar y adaptar el rol tradicional del extensionista, de
manera que su perfil pueda tener en cuenta los nuevos paradigmas que orientan
nuestras acciones.
36
39. Aproximaciones teóricas sobre el desarrollo rural
1.2.3. Bibliografía citada
ALBURQUERQUE, F. (1997). Desarrollo económico local y distribución del progreso téc-
nico (Una respuesta a las exigencias del ajuste estructural), Cuadernos del ILPES nº 43, ILPES,
Santiago de Chile, 1997.
VÁZQUEZ BARQUERO, A. (2001). “Desarrollo endógeno y globalización”, en Vázquez
BARQUERO, A. y MADOERY, O. (comp.) Transformaciones globales, instituciones y políticas
de desarrollo local, Homo Sapiens Ed., Rosario.
37
43. Experiencias de extensión y desarrollo rural
2.1 Experiencias de desarrollo local
en Tinogasta (Catamarca)
Balbi, Fernando D.1; Casas, Jorge2; Cassin, Walter3
1
MSc. Ing. Agr. INTA EEA Catamarca. Ruta Provincial Nº 33 km 4, Su-
malao, Dpto. Valle Viejo. 4705 Catamarca, Argentina. fdbalbi@correo.
inta.gov.ar
2
MSc. Ing. Agr. INTA AER Tinogasta. 5340 Tinogasta, Catamarca,
Argentina. jcasas@correo.inta.gov.ar
3
Ing. Agr. INTA EEA Catamarca. Ruta Provincial Nº 33 km 4, Sumalao,
Dpto. Valle Viejo. 4705 Catamarca, Argentina. wcassin@correo.inta.
gov.ar
Resumen
En marzo del 2006, la Agencia de Extensión Rural del INTA Tinogasta junto
a veinte organizaciones e instituciones locales promueven un proyecto de de-
sarrollo local en Tinogasta, provincia de Catamarca. Este trabajo analiza la ex-
periencia desde una perspectiva que cuestiona la producción de conocimientos,
los efectos en el uso de metodologías y el rol de los impulsores en el proceso.
El estudio avanza rescatando los cambios logrados en la constitución del Grupo
Gestor para el desarrollo de Tinogasta (GGDT) y sus aprendizajes.
Palabras claves: organización local - conocimiento - aprendizaje - rol pro-
motores
Summary
In March 2006, the Rural Extension Agency at INTA Tinogasta together with
twenty local organizations and institutions promote a project of local develop-
ment in Tinogasta, located in Catamarca province. This work analyzes the expe-
rience from a perspective that questions the production of knowledge, the effects
in the use of methodologies and the list of the instigators in the process. The
present study advances in rescuing the changes and learnings achieved in the
constitution of the Tinogasta development Agent Group (GGDT).
Key words: local organization. knowledge. learning. list promoters
41
44. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
2.1.1. Introducción
Esta experiencia tuvo lugar al noroeste de la provincia de Catamarca, en los
pagos de Tinogasta, tierra de los vinos fragantes y cuna del “Gigante” dormido.
Con una mirada parcializada y no acabada de la realidad, se intenta compartir
aprendizajes y reflexiones del proceso de desarrollo local, rescatando las opinio-
nes de los integrantes del GGDT.
¿Cómo surge la experiencia? ¿Qué disparó el surgimiento?
En diciembre de 2005, integrantes de la Agencia de Extensión Rural del INTA
Tinogasta (AER) organizan una reunión convocando a instituciones y organiza-
ciones locales y presentan la IDEA sobre la Gestión Estratégica del Desarrollo
Local y Regional. La convocatoria fue impulsada por un integrante de la mencio-
nada Agencia, motivado por su participación en un curso realizado en la CEPAL
(Comisión Económica para América Latina), en Santiago de Chile. Esto generó
gran diversidad de información local.
2.1.2. Metodología
¿Cuál fue la forma de trabajo?
Durante los meses de abril, mayo y junio de 2006 se realizaron talleres de
diagnóstico, en los que participaron alrededor de cuatrocientas personas perte-
necientes a diferentes instituciones y organizaciones y público general. En re-
uniones mensuales se trataron distintas temáticas propuestas por los integrantes
del grupo y en asambleas trimestrales se difundieron las actividades realizadas.
Luego de varios encuentros (taller de planificación estratégica), alrededor
de veinte instituciones y organizaciones de sectores de la comunidad, decidie-
ron constituir el GGDT. En esos talleres se identificaron cinco sectores: Educa-
ción; Salud y Acción Social; Económico-Productivo y Ambiental; Sociocultural
y Recreación; Comercio y Servicios a la comunidad. La metodología sugerida
por INTA y consensuada en los talleres comprendió cuatro pasos: 1) Señalar
un futuro deseable, listando cuatro objetivos posibles de alcanzar a cuatro años
(Bicentenario de la Revolución de Mayo 2010). 2) Identificar en el HOY (la
realidad) ¿Cuáles son los principales problemas del HOY que más preocupan?
Señalar cuatro y priorizarlos. 3) Analizar las causas del problema principal. 4)
Generar alternativas de solución para atacar las causas, elaborando un calendario
de acciones con roles y compromisos a tres meses y evaluar la disposición en
miembros del grupo a trabajar juntos.
42
45. Experiencias de extensión y desarrollo rural
La metodología se caracteriza por tres aspectos: a) la prospectiva, referida
a imaginar un futuro con diferentes escenarios en el territorio; b) diagnosticar
problemas-causas y c) proponer alternativas de solución de manera colectiva.
Posteriormente a los talleres, la información generada fue difundida en asam-
bleas trimestrales que convocaron la participación de la comunidad. Así también
se elaboraron cartillas y se realizaron entrevistas en medios radiales y el cable
local.
Uno de los principales logros del proyecto fue el uso de metodologías partici-
pativas que abordaban las realidades particulares que preocupa a cada organiza-
ción, además de facilitar el intercambio de información con otras organizaciones.
Así lo sostienen integrantes del GGDT cuando comentan que:
“En las reuniones se aplicaron técnicas que fueron positivas y no perdimos el
tiempo...tiene que haber cierta técnica de llevar una reunión adelante, y no que
nos pasemos muchas horas hablando y no concluimos nada”.
“Por iniciativa y por responsabilidad de haber sido el INTA, el ente convo-
cante, moderador, el que ofrecía las metodologías y estaba permanentemente en
el estímulo de esas actividades” (Balbi, 2010)
En este sentido, se pone énfasis en la metodología de trabajo propuesta por
el INTA y utilizada en los talleres. Al respecto, Samaja (2005) comenta que los
hombres usamos diferentes formas para producir conocimiento , una de ellas es
el método de la autoridad, que consiste en resolver una cierta duda a partir de una
creencia que nos es trasmitida por otros sujetos que están investidos de autoridad.
Autoridad entendida no como una investidura formal sino como la habilidad
del actor para satisfacer expectativas y necesidades de la gente; ofrecer solucio-
nes a sus problemas y cumplir con los objetivos planeados.
En este sentido, los integrantes del GGDT otorgan al INTA el rol para convo-
car, acercar metodologías o técnicas de trabajo que permiten satisfacer expecta-
tivas y necesidades de las organizaciones e instituciones.
Sin embargo, (Huberman, 2005) advierte revisar los efectos en el uso de me-
todologías, confrontando procedimientos con resultados obtenidos, dado que su
aplicación puede generar rechazo por parte de sus destinatarios.
En palabras de un entrevistado: “El diagnóstico en los talleres se lo hizo,
estuvo bien y las organizaciones se pudieron juntar y ver los programas comu-
43
46. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
nes, pero no vi la evolución en cuanto a decisiones que terminen en una acción
conjunta” (Balbi, 2010).
Por lo tanto, la aplicación de una metodología de trabajo tiene implícita una
forma de “conocer” la realidad y cuyos efectos deberán estar en continua revi-
sión, acorde a las expectativas de sus destinatarios.
¿Cuál fue el marco teórico que sustentó esta experiencia?
A continuación comentamos parte del marco conceptual utilizado en reunio-
nes y talleres iniciales con la intención de generar la movilización y conceptuali-
zación de los actores en el proceso de desarrollo local.
Figura 1. Marco conceptual utilizado en los talleres de promoción de la experiencia en desarrollo local.
El mundo globalizado 2 Potenciar fuerzas
Aprovechar economías de escala
PROMOVER EL MUNICIPIO MUNICIPIO - REGIÓN
Ecosistemas ambientales
CONECTARLO CON MERCADOS
ATRAER INVERSIÓN
1
4
C MUNICIPIO DE TINOGASTA T
O E
GRUPO DE Liderar R
M
GESTIÓN DEL procesos COMPETITIVIDAD R
DESARROLLO DE U DESARROLLO
y articular I
TINOGASTA N LOCAL
(GGDT) actores de T INTEGRAL.
los sectores I BIENESTAR DE
Articulación O
D LA
supramunicipal EQUIDAD SALUD R
A SOCIAL AMBIENTAL COMUNIDAD
I
D O
GESTIONAR APOYOS
Y RECURSOS
3 POLÍTICO - INSTITUCIONAL
AUMENTAR LA CARTA ORGÁNICA MUNICIPAL DE
GOBERNABILIDAD TINOGASTA
Misión: Liderar procesos y articular actores para el desarrollo local
En la figura 1 se explica un marco conceptual que involucra diferentes as-
pectos:
- El enfoque sistémico y la idea de jerarquías: se analiza el territorio con-
siderando 4 niveles de interacción entre: 1- Municipio, 2 – Región/Provincia,
3- Nación, 4- Contexto internacional.
- Una política institucional del INTA, como impulsor del proceso. El PEI
(Plan Estratégico Institucional 2005-015) del INTA considera 3 objetivos: com-
petitividad, equidad social y la salud ambiental (PEI, 2005).
44
47. Experiencias de extensión y desarrollo rural
- Una política institucional local establecida en la Carta Orgánica del Muni-
cipio local: establece la constitución de un consejo económico social, integrado
por diferentes sectores de la comunidad.
- Una estrategia: integrar un grupo de representantes de instituciones y orga-
nizaciones: GGDT (Grupo Gestor para el desarrollo de Tinogasta). Su misión es
liderar los procesos y articular actores que contribuyan al bienestar de la comu-
nidad.
Este marco conceptual representa una forma de conocer o entender el desa-
rrollo local por los técnicos del INTA.
Entendemos que el conocimiento es resultado de un proceso de construcción
cooperativa en la que sujetos esencialmente iguales realizan aportes diferentes
(Gialdino, 2007); no es estático sino que se constituye por la manera en que los
individuos clasifican, procesan y otorgan significado a sus experiencias a partir
de sus ideas y valores (Arce y Long 1987, en Engel 1997).
El marco teórico explicitado y los conceptos vertidos acerca de la construc-
ción del conocimiento nos induce a preguntamos: ¿cuál ha sido el marco con-
ceptual “difundido” por los técnicos del INTA a los participantes de los talleres?,
¿qué entendían los participantes por desarrollo local?, ¿en qué se diferenciaba su
concepto de desarrollo respecto a lo que planteaba el INTA?, ¿ha cambiado su
concepto para definir el desarrollo?
La forma en la que el “poseedor de un tipo de conocimiento” define su po-
sición en la sociedad se vincula, pues, con la actitud que asume en el proceso
de conocimiento (Vasilachis de Gialdino, 2007). En este sentido, dicha autora
comenta acerca de la construcción del conocimiento y sus efectos en la vida co-
tidiana de las personas. A cinco años de iniciado este proceso nos preguntamos:
¿El conocimiento acerca de desarrollo promovido desde el INTA ha sido útil a
los integrantes del GGDT?, ¿qué agregó al que ya poseen?, ¿ayudó a las organi-
zaciones e instituciones a obtener recursos, desear, trascender, elegir su destino?
Comentario de entrevistas a integrantes del GGDT: “el proyecto de desarrollo
local nos permite tener una visión global de la realidad y necesidades de Tino-
gasta; articular acciones, en forma integral, que cada sector conozca que hace el
otro. No trabajar aislados”.
Se observa al INTA como el actor impulsor de la experiencia. La propuesta de
desarrollo local fue impulsada y conducida por una institución con un alto grado
de reconocimiento por los participantes en el proyecto.
45
48. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
Compartimos con Truffer (2006), ¿el impulso generado por un actor responde
a líneas políticas institucionales o son asumidas por su propia voluntad ante una
situación de crisis?.
En este sentido, (Long 1992, en Éngel 1997) define la construcción del cono-
cimiento como un proceso social que involucra poder, autoridad, legitimación
y refleja conflictos e intereses.
El enfoque de desarrollo local ¿ayuda a repensar y modificar la jerarquiza-
ción, intereses, relaciones, exclusiones que pueden tener lugar entre instituciones
y/ organizaciones del GGDT o mantiene un modelo donde cada integrante con-
serva su posición?
2.1.3. Cambios logrados y aprendizajes
En el 2005 los sectores trabajaban en forma individual. Un proyecto de de-
sarrollo local promovió la IDEA sobre el desarrollo integral de la comunidad.
Veinte instituciones y organizaciones integran el GGDT, mantienen un diálogo
respetuoso y diverso.
- Creación del Centro de Desarrollo Vitícola que funciona en INTA Tino-
gasta. Integración del INTA-COVIAR (Corporación Vitivinícola Argentina) y
el Ministerio de Producción de Catamarca. Incorporación de tres técnicos en la
Agencia Extensión Rural.
Se utilizaron diferentes metodologías: iceberg organizacional y el puente
(Gargicevich, 2009)
La asamblea, como metodología usada para difundir la información generada
en los talleres, mostró algunas limitaciones. En la misma, los representantes de
instituciones informaban a los participantes sobre las acciones realizadas. Sin
embargo, no existía un mecanismo-estrategia que permita captar opiniones-suge-
rencias desde los participantes hacia los representantes de instituciones. En este
sentido, (Sirvent, 2008) plantea que existe participación de tipo receptiva, cuan-
do se trabaja en reuniones exhaustivas, se difunde información, pero el proceso
de toma de decisiones se concentra en una minoría que selecciona la información
y procesa las opiniones.
Una de las estrategias planteadas en el proyecto fue promover la formación
de Consejos desarrollo local (CDL), que trabajarían de manera coordinada en
los nueve distritos con base en el municipio de Tinogasta. Al respecto, la aplica-
46
49. Experiencias de extensión y desarrollo rural
ción práctica de la estrategia se mostró diferente a lo esperado. Algunas posibles
causas fueron: diferencias en el grado de involucramiento de los integrantes del
GGDT en las actividades, para apoyar y promover las relaciones entre los inte-
grantes de los CDL en los distritos. Los integrantes del grupo portaban diferentes
intereses. Como señala (Guber, 2008) en las organizaciones y/o comunidad exis-
te una trama de relaciones entre los actores, dominación/subordinación ya tejida
y que sustenta la interacción social. A veces una intervención externa, peca por
no re-conocer los intereses que sostiene esa trama de relaciones locales.
2.1.4. Bibliografía
BALBI, F. (2010) Tesis de maestría: Indagación acerca de los intereses y los niveles de
participación de los integrantes del Grupo Gestor del Desarrollo de Tinogasta en un proyecto de
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GUBER, R. (2008) El salvaje metropolitano. Reconstrucción del conocimiento social en el
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VASILACHIS DE GIALDINO I. (2007). El aporte de la epistemología del sujeto conocido al
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net/fqs/
47
51. Experiencias de extensión y desarrollo rural
2.2 Proyecto de apoyo al desarrollo
local en la comunidad La Hortensia,
Tacuarendí, provincia de Santa Fe
Deambrosi, Ana
AER INTA Las Toscas, EEA Reconquista. adeambrosi@correo.inta.gov.ar
Colonia La Hortensia, Tacuarendí, Santa Fe
Resumen
A partir de relacionarnos con una institución educativa rural para adultos sur-
gió la necesidad de generar un proyecto de apoyo al desarrollo en la Comunidad
La Hortensia, iniciado en el año 2007. Localidad situada en la cuenca cañera
santafesina, economía regional que fue afectada por políticas económicas libera-
les y cambios estructurales productivos en la década del 90, encontrándose hoy
su población en situación de riesgo social, pobreza estructural y marginalidad.
La comunidad comprende alrededor de 40 familias, integradas por pequeños
productores y obrero del surco. Se observó en el territorio características que
definieron la viabilidad del proyecto. Se conformó un equipo técnico (seis ins-
tituciones), que definen metodologías y acciones. Se prioriza la generación de
organización en la comunidad, mediante la promoción de un espacio de consenso
y decisión, el Consejo Local.
Palabras claves: desarrollo comunitario - organización - pobreza - pequeños
productores
Summary
The necessity of generating a support project for the development of La Hor-
tensia Community begun in 2007 after the relationship with a rural educational
institution for adults. The town is located in the cañera santafesina basin, an area
whose economy was affected by liberal economic policies and structural pro-
49
52. Desarrollo Territorial: una mirada desde los procesos locales
ductive changes in the decade of the 90. Its population is currently in social risk,
structural poverty and marginality. The community is conformed by around 40
families, mainly integrated by small producers and “obrero del surco”. Charac-
teristics that defined the viability of the project were observed at the territory. A
technical team (six institutions) wa conformed and defined methodologies and
actions. Organization is prioritized in the community, by means of the promotion
of the Local Council, a space of consent and decision.
Key words: develop community - organization - poverty - small producers
2.2.1. Introducción
Origen del Proyecto
Desde el equipo de la Agencia de Extensión Rural INTA de Las Toscas, a par-
tir de acciones del programa Pro Huerta nos acercamos a un proceso en marcha
en la escuela para jóvenes y adultos N°205 de la Hortensia, Tacuarendí, donde
un grupo de alumnos de la misma, pequeños productores y obreros del surco en
situación de riesgo social, con el acompañamiento de la institución educativa
generaron un emprendimiento asociativo: producción de pollos parrilleros. Esto
provocó en la comunidad y en instituciones de la región una mirada positiva,
sobre una situación concreta que demostraba que algo se puede hacer para
cambiar la realidad de este sector de la comunidad, muchas veces invisible a las
políticas de desarrollo. Ya cercanos al proceso, participando de capacitaciones,
pudimos observar que en la comunidad, había muchas instituciones: que super-
ponían acciones y objetivos. Un territorio con características que vislumbraban
la posibilidad de desarrollar un proceso de fortalecimiento de redes entre institu-
ciones: con interés de la gente por participar, con procesos concretos que mostra-
ba que sí era posible, y con actores con características de agentes de desarrollo,
como el docente rural y otros integrantes de la comunidad.
“La comunidad constituye el escenario natural y a la vez sociocultural más
inmediato, donde trascurre la vida y se desarrolla el hombre. Todas sus caracte-
rísticas, desde las materiales o externas hasta las espirituales o subjetivas, y espe-
cialmente de los grupos o instituciones que lo integran (familia, escuela, grupos
informales, etc.) matizarán la formación de las personas y en ella hábitos desde
todos los puntos de vista, viéndose reflejados en su desarrollo cultural, intelec-
50
53. Experiencias de extensión y desarrollo rural
tual, emocional, motivacional, ideológico y político, todo lo cual se sintetiza en
su personalidad y cualidades como sujeto (Miltres, 2000)”.
2.2.2. Metodología. Sistematización del trabajo
Las primeras acciones fueron involucrarse con los procesos en marcha,
apoyando en capacitación y asesoramiento técnico. Esto permitió mayor co-
nocimiento de la problemática y necesidades de la comunidad (julio/diciembre
2007). Se realizaron talleres de discusión y planificación de acciones conjuntas
con seis instituciones que actuaban en la comunidad, definiendo objetivos, metas
y actividades en forma conjunta. Se discutieron y consensuaron metodologías
y se definió el marco teórico sobre el cual se basaría el proyecto. Se constituyó
un equipo técnico. Cada institución definió objetivos, metas y responsabilidades
(2008/2009).
El proyecto de desarrollo territorial, se basó en un proceso de abajo hacia
arriba mediante el cual se busca la participación de la población local desde el
inicio del proceso de planificación, tratando de incorporar las orientaciones y
propuestas sentidas por la misma. Es decir, se trata de una concepción de desa-
rrollo de tipo participativo.
El trabajo con la comunidad se inició mediante un diagnóstico participativo,
generando junto a la comunidad una hipótesis de futuro:
“El propósito de la prospectiva es construir un modelo de sociedad futura
mediante la anticipación de nuevas configuraciones, elaboradas y discutidas por
todos, que satisfagan tanto las aspiraciones que motivan a los hombres como las
exigencias técnicas imprescindibles para esos logros” (Merello, 1978).
Se definieron estrategias empleando el Análisis FODA potenciando fortalezas
y disminuyendo debilidades. La estrategia se define como el camino selecciona-
do para alcanzar los objetivos propuestos. Para ello se recurre a una técnica de
análisis FODA, de manera tal de estudiar para cada objetivo estratégico las va-
riables internas (fortalezas y debilidades) y externas (oportunidades y amenazas)
que pueden condicionar o viabilizar el alcance de los objetivos. Para ello, se debe
procurar la definición de la estrategia más adecuada aprovechando al máximo las
potencialidades (fortalezas y oportunidades), minimizando los riesgos (fortale-
zas y amenazas), enfrentado los desafíos (debilidades y amenazas), y procurando
neutralizar las limitaciones (debilidades y amenazas) (Silva Lira, 2003).
51