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Limpieza y mantenimiento_del_depósito_de_combustible
1. Limpieza y Mantenimiento Del Depósito De Combustible
Normalmente, los combustibles comerciales contienen una cierta cantidad de resi-
duos de múltiples tipos. Dependiendo de ciertos factores como almacenamiento,
transporte, e incluso localización geográfica, estos contaminantes se encuentran en
mayor o en menor proporción.
Concentración de suciedad
La aparición de estas partículas se debe principalmente a la acumulación -durante
el cual los recipientes van oxidándose-, a ciertas reacciones que pueden tener algu-
nos componentes del combustible con el aire atmosférico, y a la propia oxidación
del depósito, con mayor intensidad en climas costeros. Por ello, los problemas que
pueden causarse en el circuito de alimentación, son mayores o menores según el
lugar en que se resida.
Los contaminantes son perjudiciales en varios sentidos: por una parte van
taponando las vías de paso, y por otra se incrustan en el motor formando capas a
largo plazo. Uno de los elementos que al cabo de un cierto tiempo acusa este
problema es el depósito de gasolina, el cual suele ser el más afectado junto a los
carburadores y a los conductos del motor.
El depósito actúa como un primer filtro para los residuos, ya que en la válvula de
paso a los carburadores, normalmente se incluye un filtro de malla encargado de
retener las partículas de mayor granulometría. Además, al estar la gasolina depo-
sitada en él durante intervalos de tiempos más o menos largos, se favorece la
sedimentación de las partículas en suspensión, que poco a poco, cuando la moto
está parada y la gasolina se encuentra en reposo, van bajando por efecto de la
gravedad, ya que son más pesadas. Por si esto fuera poco, existen algunas
fracciones de la gasolina denominadas hidrocarburos insaturados que, en contacto
con el aire, forman residuos gomosos. Cuando el depósito no está completamente
lleno, estos elementos van formando una capa sobre el metal de las paredes, hasta
recubrirlo casi por completo.
Los residuos acortan su vida
Debido a estas contaminaciones, el depósito puede llegar a tener problemas. Por un
lado, el filtro se atasca y la gasolina no pasa, y por otro, si la cantidad de residuos
aumenta, puede acabar por atravesar el filtro, de forma que no solo ensuciarían el
carburador, sino que atascarían los conductos secundarios de menor grosor. En el
caso de que consiguie-ran pasar, serían los conductos de admisión e incluso las
bujías las perjudicadas.
Limpiar el depósito de gasolina es, por tanto, un trabajo necesario cada cierto
tiempo, aunque normalmente el intervalo es bastante largo. Esta operación trae
consigo dos inconvenientes. En primer lugar, la poca accesibilidad del depósito
desde el exterior, al tratarse de un recinto cerrado con tan sólo el orificio de la boca
de llenado y la pequeña abertura de la llave de paso. Es por tanto prácticamente
imposible de limpiar desde el exterior, por lo que hay que utilizar algunos trucos
para conseguir buenos resultados. Además, nos encontramos con la dificultad
añadida del contenido habitual; la gasolina, y sobre todo sus vapores, muy
peligrosos por su fácil inflamación e incluso explosión, si hay la suficiente presión
del vapor. Antes de realizar cualquier operación en el depósito, hay que vaciarlo
por completo y lavarlo muy bien con algún producto que anule la gasolina, por
ejemplo el agua jabonosa.
Limpieza en primer lugar
Una vez que se tiene la seguridad de una correcta limpieza, hay que desmontar y
limpiar todos los elementos accesorios: tapón, aforador de nivel [si existe] y llave
de paso. Esta última dispone de un filtro de plástico o de malla metálica, que hay
que limpiar profundamente. En caso de
que no se consigan eliminar todas las partículas, o bien si la malla está deteriorada,
la mejor solución es cambiarla directamente.
Después de limpiar bien todos los accesorios, hay que pasar a la limpieza del
depósito. Para desincrustar los residuos gomosos y sobre todo las partículas sóli-
2. das, se puede comenzar por introducir una cadena lo más basta y pesada posible,
ya que una superficie poco acabada rasca mejor, y el peso proporciona la energía
necesaria para arrancar las partículas. Para que éstas se mantengan en suspensión
y puedan expulsarse por la boca de llenado cada cierto tiempo, es necesario utilizar
algún líquido.
El proceso es muy sencillo: se introduce la cadena y el líquido y se tapan los
orificios de salida. A continuación se toma el depósito y se agita bruscamente con
la cadena dentro, de modo que ésta choque contra todas las paredes interiores y
las limpie. También se puede recurrir a líquidos especiales que disuelvan las gomas
y los residuos, como los disolventes orgánicos, pero siempre con mucha
precaución, ya que son tóxicos y cancerígenos.
Una vez acabada la limpieza, no está de más añadir algún tipo de protector para
evitar la oxidación de las paredes del depósito, sin olvidar la eliminación del
sobrante. Es importante que dicho producto contenga propiedades que lo protejan
del ataque de la gasolina. Antes de volver a llenar el depósito, hay que dejar pasar
un tiempo prudencial para que éste se seque convenientemente.
LIMPIEZA Y RESTAURACION
Para limpiar el depósito de gasolina se deben desmontar todos los elementos
auxiliares: tapón, aforador y bomba si existen, así como la llave de paso. En el caso
de que exista, se deberá sacar la esponja estabilizadora.
La llave de paso y su filtro requieren una mayor atención, y en caso de que su
estado así lo requiera, deberán ser sustituidos. Normalmente, no es conveniente
repararlos, ya que su precio es barato.
Antes de proceder a la limpieza interior del depósito, se deberá desengrasar con
3. agua jabonosa. A continuación, se introducirá una cadena con eslabones de tamaño
medio, junto a tres litros de agua con detergente, y se sacudirá el depósito durante
varios minutos.
Este proceso se repetirá por tres veces, con la precaución de cambiar el detergente,
y procurar que la cadena roce por igual sobre toda la superficie del depósito.
Una vez limpio y bien seco el interior del depósito, se procederá a recubrir el
interior con resina de poliester, cuya preparación deberá ser muy fluida. A
continuación se colocará el depósito en posición horizontal hasta su total secado
interior.
Para acabar, se procederá a retocar la boca de llenado y el orificio con una lima de
media caña, por medio de la cual, se quitarán las rebarbas de resina; y por último
se volverá a montar el tapón, la llave de paso, y demás componentes .