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Textos y Fotografías de Fernando de Alarcón
Nueva época - Vol. II No. 35 Julio de 2012
El Valor, fundamento del Amor
Sea cual sea tu destino sentimental, no pierdas el valor. Sobre todo, no
vayas a creer que no habiendo conocido la felicidad del amor, ignoras
por completo la gran felicidad de la existencia humana. Así tome la felici-
dad la forma de un río, de un arroyo subterráneo, de un torrente o de un
lago, no tiene más que una sola fuente en los lugares secretos de nues-
tro corazón, y el más desdichado de los hombres puede formarse una
idea de la más grande de las felicidades.
Hay en el amor una embriaguez, pero esa embriaguez no dejaría, en el
fondo de un corazón grave y sincero, más que una gran melancolía, si
no se encontrara en el amor verdadero, algo más seguro, más profundo,
más inconmovible que la embriaguez; y lo más seguro, lo más profundo,
lo más inconmovible que hay en el amor, es también lo más seguro, lo
más profundo, lo más inconmovible que hay en una noble vida.
El menos favorecido de nosotros puede ser justo, leal, dulce, fraternal,
generoso; el menos bien dotado puede acostumbrarse a mirar en torno
suyo sin malevolencia, sin envidia, sin rencor, sin tristeza inútil; el más
desheredado puede tomar no sé qué silenciosa parte, que no es siempre
la menos buena, en la alegría de aquellos que lo rodean; el menos hábil
puede saber hasta qué punto perdona una ofensa, disculpa un error,
admira una palabra y una acción humanas; y el menos amado puede
amar y respetar el amor.
Obrando así se inclina sobre la fuente ante la que van los felices a aga-
charse también en las horas ardientes de la felicidad. Muy en el fondo de
las felicidades del amor, como en el fondo de la humilde vida del justo a
quien el azar no ha querido sonreír, sólo son inalterables e inmóviles la
justicia, la confianza, la benevolencia, la sinceridad, la generosidad. El
amor da un poco más de brillo a esos puntos luminosos; y por eso es
que hay que buscar el amor. La mayor ventaja del amor es que abre
nuestros ojos para ciertas verdades pacíficas y dulces.
La mayor ventaja del amor es que nos da la oportunidad de amar y de
admirar, en un objeto único, lo que no habríamos tenido ni la idea ni la
fuerza de amar o de admirar en mil objetos diversos; es que así nos en-
sancha el corazón para lo porvenir. Pero en la base del amor más mara-
villoso, no hay más que una felicidad muy simple, una ternura y una ado-
ración muy comprensibles, una confianza, una seguridad y una sinceri-
dad muy accesibles, una admiración y un abandono muy humanos que,
de la mano de la buena voluntad, todos podemos cultivar con un poco
menos de amargura, un poco menos de impaciencia, un poco más de
iniciativa, un poco más de energía.
De cuando en cuando, todos atravesamos por crisis existenciales. A su
término, quedan varios “saldos”: ideas y sensaciones como material para
la reflexión. A mis “saldos” -de cada crisis– los llamo “ideas de lenguaje”.
Son mis pensamientos brutos, en su primera versión, tal y como brotan
por primera vez en mi mente. De ahí es necesario trabajar para pulir,
relacionar, profundizar y reflexionar para establecer un sistema lógico,
sencillo y entendible.
Algunas veces, mis ideas de lenguaje surgen claras, acabadas y sin
necesidad de retoques o pulimentos; entonces me siento afortunado. Sin
embargo, el proceso natural es el del ejercicio intelectual con las ideas,
conmigo mismo, en ese trabajo parecido al de la parturienta primeriza.
Por lo general, mis saldos son abruptos, cínicamente honestos, inocen-
tes en su verdad pero –muy frecuentemente– salvajes, terribles e incen-
diarios.
Entonces hay que escribir. Y escribo para sosegar mi mente y para re-
conciliar mis pensamientos furtivos –aunque intensos– con la realidad
evidente. Los intervalos de tiempo registrados en mis libretas muestran
el vaivén que una idea sorda o un sentimiento enmudecido sufren ante
la escalada cotidiana y su intempestiva crudeza.
De repente me espanta escribir. Una especie de inseguridad, incertidum-
bre e indefinible obsesión, me atrapan. Lo que sí es cierto es que, en las
libretas, mi escritura es la muestra de una serie de efectos y concrecio-
nes.
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De mi
Libreta de Apuntes
De mi
Libreta de Apuntes
“La vida es muy corta y no hay tiempo para peleas
o discusiones. Siempre he pensado que eso es un
crimen, así que te lo pregunto otra vez: ¿podemos
solucionarlo?... ”
Lennon & McCartney
Tenerte a ti.
Me gustaría poder tenerte
entre mis brazos
y surcar con mis manos
tu escultura.
Aspirar hasta el alma
tu fragancia y
enjugar con mi boca
tus dos labios.
Navegar con mis dedos
tu cabello
hasta el mismo final
de tu recuerdo.
©
Banco de Historia VisualBanco de Historia Visual
Fernando de Alarcón / Banco de Historia Visual ©
Sostenerte frente a mí
mientras suspiras y
colmarte de besos
y caricias.
Cómo me gustaría poder
tenerte aquí y
entre mis brazos,
y adornarte a ti
de un suave tacto.
Transmitirte mi amor
y mi deseo,
hasta el mismo final
de nuestro abrazo.
1989
El Caramelo, México - 2010