En el año 2003, por medio de la resolución 58/4, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió instituir el 9 de diciembre de cada año, día internacional contra de la corrupción, para llamar la atención sobre este flagelo. No es un día para celebrar o conmemorar. Es una fecha para recordar lo mucho que la corrupción afecta a nuestros países y nuestras poblaciones y cuánto debemos combatirla hasta erradicarla de nuestros Gobiernos y, en general, de todos los ámbitos de nuestras vidas.