Este documento presenta los fundamentos de la reflexología. En 3 oraciones o menos:
La reflexología es una técnica alternativa que utiliza la presión en los pies para mejorar la salud general del cuerpo. Un reflexólogo capacitado puede tratar muchos problemas de salud utilizando solo sus manos y dedos. La reflexología puede aliviar la tensión y promover la circulación sanguínea para restaurar el equilibrio y la armonía en el cuerpo.
1. FU ND A M EN T OS E N LO ESENCIAL DE LA
REFLEXOLOGÍA
Tomado de mis primeros textos en 2002
Instituto de la medicina china
Instituto Atrica
Bs As – Argentina
Un reflexólogo en cada familia
Un reflexólogo con una buena formación está preparado para tratar la mayoría de
los problemas de salud con el tacto de las manos y los dedos. Nuestras manos son
como equipos de primeros auxilios que llevamos con nosotros todo el tiempo. Lo
único que necesitamos son nuestros pulgares y nuestros dedos para enfrentarnos a
cualquier problema de salud. Creo que en todas las familias debería haber un
reflexólogo, o una reflexóloga, para que aplique este sencillo arte para favorecer y
mantener un estado saludable. Si se utilizara la reflexología con regularidad, la gente
estaría más sana, más feliz, y tendría mejores relaciones. La salud y la armonía del
mundo también mejorarían drásticamente. La reflexología es muy sencilla y es
entretenida de aprender. Aprender reflexología le abrirá a una nueva comprensión
de su cuerpo: cómo funciona, cómo interactúan todas las partes, cómo los pies
reflejan la salud del cuerpo y cómo el cuerpo es afectado por los pies. Aprender
reflexología le permitirá controlar su propia salud y participar activa- mente en su
mejora.
Además, la reflexología cambiará su forma de relacionarse con los de- más. Una
charla con un viejo amigo puede convertirse en un momento para conectar más
estrechamente si trabaja sus pies mientras conversan. Aprender reflexología le
proporcionará una confianza renovada para tratar los problemas de salud de su
familia sin usar medicamentos. Yo le daré las herramientas que necesita para ayudarle
y ayudar a su familia, a sus amigos y a sus clientes a relajarse de verdad.
Tensión y relajación
La tensión es responsable de la mayoría de nuestros problemas de salud. Ciertamente,
necesitamos cierta dosis de tensión para vivir y funcionar óptimamente (si la
elimináramos del todo, el cuerpo caería al suelo des- fallecido). Pero un exceso de
tensión en cualquier parte del cuerpo crea constricción y afecta a la circulación
normal de la sangre.
Cuando la sangre no puede circular bien, las células no son alimentadas y los desechos
no son eliminados. Por lo tanto, el exceso de tensión provoca una falta de armonía o
enfermedades en el cuerpo. Con el tiempo, las células degeneran y esa parte del
cuerpo funciona con una eficiencia cada vez menor, hasta que la salud de todo el
cuerpo, o la vida misma de la persona, se ve amenazada.
Si puede eliminar el exceso de tensión, la sangre fluirá plenamente, el suministro a los
nervios será normal y el cuerpo recuperará un estado de salud y armonía. Las sesiones
de reflexología de forma habitual eliminan el exceso de tensión y crean un estado de
armonía en el cuerpo.
2. Sanación natural
Cualquier arte de sanación natural funciona con el fluir natural de la energía del
cuerpo en su esfuerzo por normalizarse. La reflexología eli- mina los bloqueos a una
circulación normal para que, con el tiempo, el fluir natural de la alimentación y la
limpieza de las células normalice el funcionamiento del cuerpo.
La sanación natural implica tiempo. Si una persona ha tenido una dolencia durante 20
años, no debería esperar que desapareciera de la noche a la mañana. En esta sociedad
se nos anima y se nos condiciona a tomarnos una pastilla y ver cómo los síntomas
desaparecen rápidamente. Eso no es una verdadera curación, sino un enmascaramiento
de los síntomas. A la auténtica curación se le debe proporcionar tiempo. Por lo general,
si una dolencia llega rápidamente (una dolencia aguda como un dolor de garganta),
entonces las sesiones de reflexología pueden hacer que desaparezca con rapidez, a
veces de la noche a la mañana. Si una dolencia ha existido durante años (es crónica),
generalmente se necesitan varias sesiones regulares durante un período de tiempo
para que se note alguna mejoría.
Hay excepciones a esta regla: aparentemente, a veces sólo se necesitan unas pocas
sesiones para desencadenar un cambio radical en la salud de una persona. En 1986,
por ejemplo, una clienta vino a pedirme unas sesiones de reflexología. Tenía la
esperanza de que la reflexología la ayudara a acabar con las migrañas que venía
experimentando con regularidad desde hacía 50 años. Después de 5 sesiones durante
un período de dos semanas y media, sus migrañas desaparecieron por completo y,
desde entonces, no han vuelto a aparecer. No obstante, esta historia es la excepción,
más que la regla.
A veces, el alivio de los síntomas y la curación del cuerpo ocurren con rapidez, pero
normalmente se necesita un mayor período de tiempo.
La persona integral
Creo que somos seres complejos y maravillosos, que combinamos en no- sotros
mismos los aspectos de cuerpo, emoción, mente y espíritu. Muchas veces, para que
tenga lugar una verdadera sanación, hay que realizar cambios en todos los niveles. En la
mayoría de los casos, los cambios en la dieta y en la nutrición facilitan el proceso de
curación. El ejercicio también tiene una importancia crucial. Para algunas personas, los
cambios en la actitud y en las pautas de pensamiento pueden ser la clave de una gran
transformación. Asimismo, la conciencia y la práctica espirituales son sumamente
importantes.
La reflexología es una herramienta poderosa para crear un cambio en el cuerpo
físico, pero también puede ser responsable de cambios importantes en la mente y en
las emociones. Muchos clientes me han dicho que, como resultado de las sesiones,
ahora son más felices y se sienten más vibrantes y positivos. En muchos casos, los
cambios son evidentes para el terapeuta, así como para la familia del cliente. Sus
ojos vuelven a tener luz, sus movimientos son más fluidos y su espíritu está más
contento.
Las primeras dos secciones de este libro tratan principalmente sobre la enseñanza
de la reflexología y el efecto que tiene a nivel físico. En la segunda sección encontrará
referencias ocasionales a los elementos
emocionales, mentales y espirituales y su conexión con la reflexología
Estas cosas ejercen un importante papel en el proceso de curación; ignorarlas es
ignorar aspectos de la totalidad de nuestro ser.
3. Reflexología: pasado, presente y futuro en occidente
El término «reflexología» es relativamente nuevo. Existe aproximadamente desde
1930, cuando se empezó a practicar la reflexología en Norteamérica. Probablemente,
la técnica ha convivido con nosotros, como mínimo, desde el año 2500 a.C., tal y
como evidencian los dibujos que aparecen en tumbas antiguas y que representan la
práctica de tales métodos en los pies y en las manos.
La reflexología en sí es un arte sanador del siglo XX que se basa en unos principios de
la antigüedad. Uno de estos principios es la terapia de las zonas (utilizada durante
miles de años en China), en la que el cuerpo se divide longitudinalmente en 10 zonas.
La presión o la actividad en un órgano o parte del cuerpo en una zona puede afectar a
la salud de otro órgano u otra parte del cuerpo que se encuentra en la misma zona.
La reflexología en ese siglo se desarrolló principalmente a través de la experimentación
y la investigación de una terapeuta llamada Eunice Ingham. Para saber más sobre su
papel en la fundación de la reflexología moderna, consulte Historia de la reflexología
en el apéndice.
Eunice Ingham desarrolló el método Ingham de reflexología, enseñado por el Instituto
internacional de reflexología en el mundo entero. Actual- mente hay muchas
organizaciones de reflexología en todo el mundo, que la están promoviendo e
investigando científicamente. Ofrecen formación, preparan a los profesores y publican
libros, gráficos y materiales relacionados.
El futuro guarda muchas promesas para la reflexología, que está destinada a ocupar
su lugar como una de las terapias más eficaces del siglo XXI. Nuestro mundo, que
cambia con tanta rapidez, está preparado para la simplicidad de la reflexología y los
poderosos efectos que tiene en el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu.
El retorno a las terapias naturales indica que ha llegado el momento de que la
reflexología florezca. Aunque, con una formación básica y con mucha práctica,
cualquier persona puede aprender reflexología y hacerlo bien; además, si se aplicara
una normativa internacional de alto nivel, la reflexología sería mejor considerada
como un arte sanador y una ciencia. Actualmente, existe una fuerte tendencia en este
sentido.
Mi recomendación a los estudiantes de reflexología que están pensando en convertirla
en su profesión es que vayan a por ello. El campo está completamente abierto y
esperándole. Si tiene la energía para promocionarse como un excelente reflexólogo y
demostrar que lo es, puede conseguir todo el trabajo que quiera. Quizás ni siquiera
tenga que anunciarse: los clientes felices harán correr la voz. Simplemente asegúrese
de que su formación sea completa, de adquirir mucha práctica y de estar seguro de
sus habilidades.
Cómo funciona la reflexología
¿Cómo funciona la reflexología? No existe una respuesta sencilla a esta pregunta. Hay
muchas explicaciones posibles, pero no hay respuestas definitivas. Existen muchos
factores que afectan al proceso por el cual funciona la reflexología, pero lo que sabemos
es que la reflexología funciona. Ha sido experimentado muchas veces por las personas
que reciben sesiones de reflexología y ha sido demostrado mediante estudios
científicos. He decidido dejar para el apéndice el comentario sobre cómo funciona la
reflexología, para que ahora podamos ir al centro del asunto: trabajar los pies.
4. Qué esperar de la reflexología
Antes de empezar a trabajar los pies (o a dejar que trabajen sus pies), debe saber
qué puede esperar. Es posible que las personas que nunca han experimentado una
sesión de reflexología tengan muchas preguntas, como por ejemplo: «¿qué ocurre
durante una sesión?, ¿qué voy a sentir? y ¿cómo me voy a sentir después?» Para
responder a estas preguntas, voy a hacerle pasar por una sesión de reflexología
imaginaria, y luego comentaremos el tema de la sensibilidad y las reacciones.
A continuación le ofrezco un ejemplo de lo que experimentaría si acudiera a mí para
recibir una sesión:
Entra en la casa o la consulta de un reflexólogo y es recibido cálidamente. Se descalza,
se sienta en una silla cómoda y se quita los calcetines. Se oye una música suave de
fondo. Levanta los pies y los coloca sobre un taburete acolchado. El reflexólogo
empieza con una manipulación general del pie derecho. Éste es rotado, estirado,
movido, flexionado, frotado y acariciado. Empieza a calentarse y a soltarse, mientras la
circulación es estimulada. Tras unos minutos de técnicas de relajación, comienza la
sesión oficial. El reflexólogo, o la reflexóloga, le anima a estar abierto a sus reacciones
a la sesión y, especialmente, a que le haga saber cada vez que perciba un área sensible
en el pie. Con un meticuloso y profundo movimiento de caminar con el pulgar y los
dedos, el reflexólogo empieza a cubrir todos los reflejos en el pie.
El terapeuta comienza por el dedo gordo del pie, que contiene los puntos reflejos de
la cabeza, el cuello y todas las glándulas y las partes albergadas en la cabeza. El dedo
gordo se trabaja a fondo antes de pasar a los otros dedos del pie. Se trabaja la
almohadilla, luego las áreas del arco, de un lado al otro del pie. Se acaba con el talón,
cuando se han paseado los dedos por toda la base (planta) del pie. A continuación, se
trabaja el reflejo de la columna vertebral, que va desde el dedo gordo del pie hasta el
interior del talón, donde se encuentran la planta y el costado del pie. Luego se cubren
los lados del pie: dentro, alrededor y detrás del tobillo. A continuación, se trabaja la
parte superior del pie, hasta abarcar completamente todas las áreas. Algunos reflejos
glandulares y eliminativos clave pueden trabajarse una vez más, antes de que reciba
varios minutos de unas maravillosas técnicas de relajación. Luego, el pie izquierdo
recibe las mismas técnicas meticulosas de caminar con los dedos y de relajación. Al
final de la sesión se le indicará que cierre los ojos y respire profundamente varias veces
mientras presionan un área refleja en ambos pies. Cuando abra lo ojos, se sentirá
profundamente relajado.
Sensibilidad
¿Qué se siente al recibir una sesión de reflexología? La mayoría de la gente estará
de acuerdo en que una sesión de reflexología permite sentirse estupendamente y muy
relajado. En general, una sesión profesional debería hacer que se sintiera bien. Mis
clientes habituales no regresarían una y otra vez si la sesión no les hiciera sentir bien y
les dejara con una sensación positiva. No debería sentir dolor; lo máximo que una
persona debería sentir es un «dolor agradable». El 99 por 100 de las personas tiene
algún grado de sensibilidad en algún punto reflejo. Esto es normal, pero es
importante avisar al reflexólogo cada vez que uno sienta alguna sensibilidad en los
pies, para que éste pueda reducir la presión y trabajar cómodamente en el punto
reflejo.
5. La sensibilidad en un punto reflejo podría indicar que hay tensión o congestión, o
que existe un funcionamiento de menos del 100 por 100 en la parte del cuerpo
correspondiente.
La sensibilidad también podría estar hablándonos de la historia del cuerpo. Los pies
albergan un registro o una memoria de lesiones, traumas u operaciones quirúrgicas del
pasado. También almacenamos traumas en diferentes partes del cuerpo, los cuales
pueden aparecer en forma de sensibilidad en los pies. La sensibilidad también puede ser
resultado de una lesión en el pie ocurrida en el pasado, o de una acumulación de tejidos
de cicatrices debajo de la piel, o de verrugas en la planta del pie, inflamaciones en los
tendones o los músculos, problemas de articulaciones, etc. Los medicamentos suelen
tener efectos secundarios que pueden afectar a otros órganos o partes y funciones del
cuerpo, creando sensibilidad.
Los reflexólogos deben ser muy cuidadosos al detectar sensibilidad en determinadas
áreas y no llegar a conclusiones rápidas sobre el estado del área del cuerpo representada
de acuerdo con el gráfico que está utilizando, porque pueden existir muchas razones
para esa sensibilidad.
¿Qué le decimos a un cliente cuando nos pregunta qué significa la sensibilidad o el
dolor? ¿Qué le decimos cuando pregunta: «¿Qué es eso?», en respuesta a un punto
dolorido? A mí me gustaría decir, simplemente:
«Es tu pie». Sin embargo, he descubierto que la mayoría de las personas a las que trato
ya tienen cierto conocimiento un poco acerca de la conexión pie/cuerpo y sacan sus
propias conclusiones rápidas sobre el estado de salud de sus cuerpos. Yo recalco que
esa sensibilidad podría estar indicando tensión, congestión o un funcionamiento de
menos de un 100 por 100 en el área del cuerpo correspondiente (no órgano).
La mayoría está de acuerdo en que hay tensión en su cuerpo.
También les explico que podría reflejar el estado del pie o su historia en esa zona,
como podría ser una lesión, una verruga, tejido de una cicatriz, o un ligero daño en
los tejidos. A muchas personas les gusta llegar rápidamente a conclusiones negativas
y creen que tienen un problema. Si creen tenerlo, podrían crearlo al pensar en ello.
¡Yo no lo recomiendo! Animo a mis clientes a tener una actitud positiva hacia sus
cuerpos. Además, les sugiero que esa parte del cuerpo está diciéndoles que necesita
sus pensamientos positivos y energía para mejorar su funcionamiento. También
puedo sugerir actividades, ejercicios y cambios en la dieta que pueden ayudar a dicha
parte del cuerpo.
Pido a mis clientes que me informen cuando notan sensibilidad y registro las áreas
sensibles en un gráfico. Esto podría mostrarme qué parte del cuerpo necesita ayuda y,
definitivamente, qué áreas de sus pies necesitan ser trabajadas una y otra vez. Si están
experimentando sensibilidad en una zona, entonces presiono con más suavidad. No
creo que el dolor sea terapéutico: ¡Es difícil que te relajes si sientes dolor!
Respecto al tema de la sensibilidad, he descubierto que la mayoría de la gente es más
sensible al principio y que la sensibilidad disminuye con el tiempo y con las sesiones.
Cuando el cuerpo empieza a funcionar mejor, los pies reflejan ese estado con una
reducción de la sensibilidad. A veces, incluso después de haber trabajado el área
sensible una vez y de haber pasado a otros puntos reflejos, al volver al área sensible,
uno nota que la sensibilidad en ese punto reflejo ha disminuido. Muchas personas
tienen una mayor sensibilidad en el pie izquierdo que en el derecho.
Si alguien parece tener sensibilidad en todo el pie, podría deberse a una tensión
superficial en todo el cuerpo.
6. Cuando un cliente está nervioso por la sesión, está muy estresado, no ha dormido o
no ha comido bien, o está enfermo o luchando contra una enfermedad, puede
aparecer mayor sensibilidad. ¿Y existe conexión entre personalidad y sensibilidad?
Pues bien, yo he advertido que cuanto más sensible al entorno es una persona (en
todos los sentidos), más sensibles son sus pies. Si la sensibilidad no desaparece
después de varias sesiones, pero la salud del cliente mejora drásticamente, esto podría
significar, simplemente, que la persona es sumamente sensible.
En ese caso, la sensibilidad indica algo positivo. Cuando una persona no tiene
ninguna zona sensible, hay varias explicaciones posibles. Podría estar en muy buena
forma física, tener muy poca tensión y ningún problema de salud. También podría
estar tomando una medicación que afectara al sistema nervioso y que, por lo tanto,
adormeciera la sensibilidad refleja. Muchas dolencias físicas hacen que la circulación a
los pies disminuya y reduzca las sensaciones en los puntos reflejos. Algunas personas
(especialmente las atléticas) sienten poco en la primera sesión, y es posible que tengan
que someterse a varias sesiones para tener sensibilidad en los puntos reflejos.
Los puntos reflejos sensibles deberían trabajarse a fondo al recorrer esa área del pie.
Puedes volver a los puntos doloridos varias veces a lo largo de una sesión y
presionar una o dos veces al final de la misma, antes de iniciar las técnicas de
relajación finales.
Reacciones
El efecto más habitual de una sesión completa de reflexología es una profunda
relajación y una mayor sensación de bienestar. Durante la sesión, una persona puede
sentir frío debido a la relajación. En ocasiones es posible que los pies o el cuerpo
suden de una forma anormal.
Después de la primera sesión, el cliente puede reaccionar de muchas maneras. Una
vez más, cada persona es diferente y cada reacción será distinta. Algunas personas no
tienen ninguna reacción. Si usted la tiene, será una reacción única, suya y del estado de
su cuerpo. Prefiero no sugerirle a una persona que va a tener una reacción, por el
siguiente principio: «Lo que la mente contempla, la mente crea».
Las reacciones son siempre procesos de limpieza. Durante una sesión de
reflexología, la sangre fluye con mayor libertad por todo el cuerpo. Cuando esto
ocurre, los desechos que se han almacenado en las células son liberados y empiezan a
salir del cuerpo. Tardarán varias horas o varios días en ser eliminados
completamente. Cuando ya se han eliminado, el cuerpo está más limpio y la
persona se siente mejor.
En su camino de salida del cuerpo, los desechos pueden provocar diversas
reacciones, como somnolencia, insomnio, dolor de cabeza, náuseas, rigidez, síntomas
de un resfriado, descarga de mucosidad, muchos movimientos intestinales, diarrea,
fatiga, apatía, irritabilidad, mal sabor de boca, erupciones, etc. En ocasiones, las
reacciones pueden ocurrir mientras el reflexólogo está trabajando en los pies: los pies
y/o las manos pueden empezar a transpirar, o el cliente puede sentir mucho frío.
Si tiene lugar una reacción de limpieza, no trabaje los pies durante dos o tres días para
que el cuerpo pueda eliminar las toxinas. Yo aconsejo a los clientes que beban mucho
líquido (preferentemente agua pura, agua con zumo de limón o tés de hierbas) y que
descansen después de la sesión, ya que acelera la eliminación de las toxinas del
cuerpo.
7. Normalmente, la persona en la que estoy trabajando se siente relajada después de la
sesión y tiene mayor sensación de bienestar. Si muchas personas tuvieran reacciones,
yo sabría que estoy trabajando demasiado o demasiado tiempo en el pie. Un buen
reflexólogo no debería ver demasiadas reacciones fuertes.
Regularidad
Uno de los motivos por los que me encanta enseñar reflexología es porque
proporciona herramientas a las personas para que trabajen sus propios pies con
regularidad. A veces, a la gente le resulta difícil visitar a un profesional con la
regularidad suficiente para que pueda tener lugar una sanación duradera. Creo que si
uno se toma en serio el tema de ponerse bien, mantenerse bien y favorecer un estado
saludable, puede beneficiarse más si asiste a sesiones con regularidad. Especialmente
en la fase inicial del trabajo, recomiendo al cliente que venga 2 veces por semana
durante tres o cuatro semanas y que luego baje a una sesión semanal durante un
tiempo. Después de eso, puede venir siempre que sienta la necesidad de recibir una
sesión. Por lo general, a una persona que tiene una buena salud le aconsejo que reciba
una sesión al mes, para la relajación y la prevención. Cada persona es diferente:
algunas experimentan resultados con mayor rapidez que otras, de manera que el
número de sesiones requeridas es distinto en cada caso.
Los problemas de salud tardan en desarrollarse y hay que darles tiempo para que se
inviertan. Yo les hablo a mis alumnos de las «tres R» de la reflexología: «la regularidad
consigue resultados con la reflexología». Una vez por semana es mejor que nada, y
tres veces por semana es incluso mejor. No se debería trabajar los pies a fondo todos
los días porque el cuerpo necesita al menos 48 horas para expulsar los desechos. No
obstante, los puntos reflejos relacionados con los problemas de salud más cruciales
pueden trabajarse durante varios minutos al día, con lo que se consigue un buen
efecto.
¿Quién puede beneficiarse de la reflexología?
Cualquier persona de cualquier edad y con cualquier estado de salud puede beneficiarse
de la reflexología. Las personas muy jóvenes o de la tercera edad pueden tener mayor
sensibilidad en los pies, de modo que debe ajustar la presión que ejerce de acuerdo con
ello y trabajar los pies con más suavidad. Las mujeres embarazadas se benefician
enormemente de las sesiones de reflexología, especialmente después del primer
trimestre. Le sugiero que trabaje suavemente los pies de una mujer embarazada,
especialmente en los pun- tos reflejos reproductivos (véase la reflexología en el
embarazo en los capítulos 9 y 20).
Una persona no tiene que estar enferma para beneficiarse de la reflexología. Es una
herramienta preventiva sumamente poderosa para quienes tienen buena salud.
Trabajar los pies con regularidad mejora las funciones de todos los sistemas del
cuerpo, incluido el sistema inmunitario. La resistencia de una persona a las
infecciones bacterianas y víricas puede ser fortalecida. Todas las funciones del cuerpo
trabajarán con mayor armonía. Creo que la perfección es posible en el cuerpo, la
mente y el espíritu. La reflexología puede ayudar a que esto ocurra.
8. Existen instrucciones especiales para trabajar los pies de una persona que está
enferma, que es anciana o es muy joven, o que acaba de ser operada. Sus pies pueden
ser trabajados con más frecuencia: se recomienda hacerlo una o dos veces al día. La
presión debería ser mínima y la sesión debería durar menos tiempo.
Durante una enfermedad, los puntos reflejos se pueden trabajar varias veces al día
para influir en la dolencia, siempre y cuando se haga suave- mente. Una persona que
tiene fecha para ser operada puede recibir sesiones de reflexología antes y después de
la operación para mejorar la circulación y acelerar el proceso de sanación. En el caso
de una enfermedad o lesión repentina, se puede usar la reflexología como una técnica
de primeros auxilios hasta que llegue la ayuda médica. Si se activa la circulación in-
mediatamente se pueden evitar muchos daños. Se puede trabajar en una víctima de
una apoplejía, por ejemplo, pocos minutos después de que haya tenido el ataque,
evitando así que se produzcan serios daños y permitiendo a la persona recuperar el uso
de las partes del cuerpo afectadas con mayor rapidez (para más información sobre la
técnica que debe utilizarse en una víctima de una apoplejía, La reflexología siempre
normaliza. No hay peligro de que una afección pueda empeorar con ella. Tanto si un
órgano (o una glándula) está poco o demasiado activo, con unas sesiones regulares
siempre volverá al ritmo normal.
Quizás la persona más importante para beneficiarse de la reflexología es el terapeuta.
La reflexología para uno mismo es una parte esencial del trabajo. Necesita sesiones
regulares para mantenerse relajado y sano. También necesita acordarse de 3 cosas:
primero, lo bien que hace sentir la reflexología; segundo, lo incómoda que puede ser,
para que cuando trabaje en otras personas se asegure de que no exista dolor en el
proceso y tercero, lo eficaz que puede ser la reflexología. Así que asegúrese de que
usted, como reflexólogo, recibe sesiones con regularidad, tanto si las realiza otro
reflexólogo como si usted mismo trabaja en sus propios pies.
¿Qué se necesita para practicar la reflexología?
Dos manos son los únicos instrumentos necesarios para aplicar una sesión de
reflexología. Al principio, los dedos que no están entrenados pueden quejarse de fatiga
rápidamente, pero, al igual que cualquier músculo del cuerpo, los músculos de los
dedos, los pulgares y los antebrazos se fortalecerán con el uso. No es necesario que
tenga unas manos grandes o sumamente fuertes. Incluso las manos más pequeñas
pueden resultar más poderosas de lo que podría llegar a imaginar.
¿Y las herramientas? Si quiere usar herramientas en sus propios pies, es su decisión.
Si su cliente quiere usar herramientas en sus pies, depende de él. Pero no use
herramientas en los pies de sus clientes, porque es demasiado fácil provocar dolor y
daños.
No recomiendo el uso de cremas o lociones en los pies, ya que producen una
superficie resbaladiza, haciendo que resulte difícil acceder a los puntos reflejos
adecuadamente. Si un pie está demasiado seco (creando fricción e irritación en el
pulgar), se puede usar una pequeña cantidad de crema para manos (una que se
absorba rápidamente en el pie). Utilice sólo la cantidad suficiente para lubricar el
pulgar. Al final de la sesión, se puede aplicar un bálsamo, una crema o loción para
pies para dar un delicioso masaje. Si es un alumno principiante, le recomiendo que no
use ningún bálsamo, crema o loción hasta que haya trabajado con la técnica del
pulgar y los dedos durante varias semanas y la domine. Si los pies están sudorosos,
puedes usar maicena, talco, o una toalla para secarlos.
9. Nota: algunas partes del mundo son más secas que otras. En Alberta tenemos que
usar un poco de loción para compensar la falta de humedad en nuestra piel y en la
piel de nuestros clientes. El truco es utilizar sólo lo suficiente para evitar la fricción
y lubricar el pulgar.
¡No abuse!
En cuanto a la disposición física para practicar la reflexología, hay muchas
posibilidades confortables. Querrá que su cliente esté relajado y usted tiene que
trabajar en una posición cómoda.
Una silla reclinable funciona bien con los clientes, y usted puede sentarte en un
taburete pequeño a sus pies. Dos balancines deslizantes, uno frente al otro, pueden
funcionar bien. El pie del cliente se coloca sobre un cojín en su regazo.
Si tiene una mesa de masaje, puedes hacer que el cliente se acueste en ella,
incorporándolo con algunos cojines para facilitar la conversación. Actualmente, yo uso
una silla reclinable para mis clientes. Sus pies se colocan sobre el elevador de pies de la
silla, alzados con cojines. Yo me coloco a los pies del cliente, en una silla de esas en
las que se está «de rodillas». Quizás haya visto esas interesantes sillas: las almohadillas
inclinadas (diseñadas para una alineación adecuada de la columna vertebral) sostienen
las rodillas y las nalgas.
Cuando estoy sentada en mi silla, las rodillas encajan debajo del elevador de pies de la
silla reclinable. Cuando compré la silla reclinable, medí hasta qué altura se levantaba el
elevador de pies para asegurarme de poder encajar mis rodillas debajo de él.
Esta disposición es bastante cómoda y puedo trabajar varias horas en esa posición.
Cualquiera que sea la disposición que elija, asegúrese de que está cómodo y de que la
columna está recta. ¡No querrá acabar peor que la persona a la que está tratando!
Yo coloco una toalla sobre los cojines en los que el cliente apoya los pies. Usar toallas
de colores aporta aspectos de la terapia del color a la sesión.
Podría tener a mano papel y bolígrafo para anotar las áreas sensibles y la historia del
cliente. Los profesionales y los estudiantes pueden utilizar gráficos del pie en blanco
para registrar las sensibilidades y cualquier otra información relevante. En el gráfico
puede anotar los cambios que se producen de una sesión a otra (en el apéndice hay
un gráfico del pie en blanco que puede copiar y emplear cuando trabaje con sus
clientes).
Para rellenarlo, le sugiero que utilice bolígrafos de colores para señalar las áreas
sensibles. Cada vez que trabaje los pies, utilice un color distinto. Al principio, es muy
importante que anote las cuatro o cinco principales preocupaciones del cliente sobre
su salud: esto le proporciona un punto de atención para el desarrollo de las sesiones de
reflexología. Anote detalles sobre las otras formas de terapia que el cliente pueda estar
recibiendo y asegúrese de anotar cualquier medicación que esté tomando. Realice un
seguimiento del progreso del cliente y anote la fecha de cada sesión, junto con algunas
notas sobre su experiencia de la sesión y cualquier reacción y cambio que se
produzca en la salud.
¿Cuándo no se deberían trabajar los pies?
No se debería trabajar el pie cuando éste se ha lesionado. En ese caso, se puede trabajar
la mano en lugar del pie para activar los puntos reflejos que se habrían trabajado en el
pie. Además, cuando hay coágulos de sangre en el pie, no se debería trabajar en él porque
los coágulos podrían soltarse, transportarse por el torrente sanguíneo y llegar hasta el
cerebro, donde potencialmente podrían provocar una apoplejía.
10. Si hay coágulos en cualquier otra parte del cuerpo que no sea los pies se pueden
trabajar éstos sin peligro.
¿Dónde se pueden trabajar los pies?
La reflexología es una terapia sumamente portátil. Puede practicarse dondequiera
que sus manos puedan ir: en hospitales, aulas, autobuses, lavanderías, restaurantes,
colas de bancos, patios traseros, comedores o prácticamente en cualquier otro lugar.
Donde es indiscreto trabajar los pies, se pueden trabajar las manos con buenos
resultados. Se cuentan historias de personas que han trabajado las manos en el
automóvil en los semáforos y se han tomado las manos bajo la mesa de un
restaurante, para aliviar un dolor de cabeza a través de los puntos reflejos que hay en
ellas. ¡Use su imaginación y sus habilidades para la reflexología donde- quiera que
vaya!
¿Por qué deberíamos usar la reflexología?
¡Porque funciona! Una técnica tan poderosa y eficaz para favorecer la relajación y
mejorar la salud del cuerpo no debería ser ignorada. Tanto si la has aprendido a
través de un libro o en un curso, ¡úsela! Obtendrá resultados y el mundo se
beneficiará de ello.
Cómo usar la reflexología y durante cuánto tiempo
A continuación se mencionan algunas indicaciones generales.
Trabaje siempre los dos pies en una sesión. Al trabajar ambos pies, trabaja ambos
lados del cuerpo (el pie derecho influye en el lado derecho y el pie izquierdo en el
lado izquierdo). Hacerlo sólo en un pie deja al cuerpo desequilibrado: tenso en el lado
que no se ha trabajado y relajado en el otro. Únicamente debe trabajar un solo pie
cuando trabaje con escépticos o cuando esté practicando una sesión como muestra.
Al cabo de poco tiempo, la persona regresará para que le trabajes el otro pie.
Trabaje siempre todos los puntos reflejos en ambos pies en una misma sesión. Si hay
problemas de salud específicos, dedique un tiempo adicional a los reflejos de esas
zonas.
La reflexología es un arte amable. Le animo a trabajar con sensibilidad con cada
persona. Empiece suavemente, y vaya aumentando la presión del pulgar y los dedos
hasta llegar a su punto de comodidad. Observe sus rostros para ver lo que están
experimentando y anímelos a que le digan si sienten alguna molestia. Si están
nerviosos o angustiados, utilice técnicas de relajación a lo largo de la sesión. Debe
estar preparado para escuchar: un tacto cariñoso puede animar a la persona a abrirse
rápidamente y es posible que le explique todo tipo de cosas. Si ama a cada persona
escuchando, interesándose y tocando, está añadiendo el poder sanador a la
reflexología.
Actualmente se utilizan máquinas capaces de practicar técnicas de reflexología en los
pies. Creo que son limitadas en su efectividad porque se pierde el elemento humano.
Únicamente a través del tacto personal una persona puede recibir todo lo posible de
la reflexología.
Cuando esté practicando una sesión, necesitará una hora larga para trabajar los dos
pies a fondo. Si está empezando a aprender, a incorporar todas las técnicas de
relajación y a caminar con los dedos en ambos pies en una sesión podría llevarle un
tiempo considerablemente superior a una hora.
11. Cuando las domine, no debería necesitar más de una hora, aproximadamente. Esto
puede variar ligeramente dependiendo del tamaño del pie, ¡ya que una talla 36 tiene un
área mucho menor que cubrir que una talla 45!
Hay reflexólogos que practican una sesión a ambos pies en treinta minutos, pero este
tiempo simplemente no es suficiente para una sesión completa. Hay clientes con los
que paso más de una hora. Algunas per- sonas necesitan un tiempo adicional para las
técnicas de relajación, para que las escuches o trabajes en las áreas problemáticas.
No se preocupe si pasa una hora y media trabajando con un cliente. No obstante, si
la persona es anciana, está enferma o es muy joven, una hora y media es demasiado
tiempo. Si trabaja una hora y media o más en un cliente y éste tiene una reacción de
limpieza incómoda, entonces sabrá que ha pasado demasiado tiempo en sus pies, de
modo que la siguiente sesión debería ser más breve.
Convertirse en reflexólogo
Cuando lea los siguientes capítulos y aplique las técnicas, se habrá convertido en un
reflexólogo practicante. Disfrute del proceso (tenga paciencia y confianza en sus
habilidades). Con el tiempo, los dedos de las manos y los pulgares se volverán más
fuertes, su técnica fluirá y tendrá una mayor comprensión y habilidad para recordar
los puntos en los pies y su relación con el cuerpo y sus funciones. Practique y
aprenderá más de cada par de pies con los que trabaje.
Espero que encuentre alegría y satisfacción cuando «trabaje los pies»
con cariño.
Abrazos cristalinos desde el centro de mi corazón
Elena Henao