El documento ofrece consejos para ser un líder a través del amor en lugar de la agresión. Recomienda no gritar, ofender, juzgar ni humillar, sino ser noble, sincero e integro. Indica que los gritos, la humillación y la calumnia son señales de debilidad, pobreza e indiferencia. En su lugar, propone hablar con amor y evitar la agresividad, que es falta de nobleza y señal de inseguridad.