1. Tipos de Reforzadores para
instaurar hábitos
Elisabet Lucas Fernández
El proceso educativo en la etapa infantil
Facultad de Educación. Grado en
Educación Infantil 1º B
Profesor: Daniel Rodríguez Árenas
2. INDICE
Definición ___________________________________ 3
Pautas para la aplicación correcta de los reforzadores 3
Tipos de Reforzadores _________________________ 4
Conclusión ___________________________________ 5
Bibliografía __________________________________ 6
3. Tipos de reforzadores para instaurar
hábitos
Definición
El reforzador o refuerzo es, en psicología, cualquier estímulo que aumenta la probabilidad de
que una conducta se repita en un futuro
Un reforzador o refuerzo es todo ese estímulo que hace que la conducta que lo ha provocado
aumente. Una de las distinciones que se hace en cuanto a refuerzos es el de refuerzo positivo
o refuerzo negativo.
Con los niños, lo utilizamos cuando creemos que ha hecho algo bien y queremos potenciar ese
comportamiento. De manera que lo que conseguimos con el reforzador (o regalo, premio…) es
que el niño asocie qué comportamientos son buenos (más que nada porque se le
recompensan de alguna forma).
Pautas para la aplicación correcta de los reforzadores
Para que el reforzador se constituya como realmente efectivo para el alumno y para lograr
mayor eficacia en su administración, deben tenerse en cuenta las siguientes pautas por parte
del profesor – tutor que lleve a cabo un programa de cambio de la conducta problemática:
1. Confeccionar un listado de cuáles van a ser los posibles reforzadores para el alumno de
modo que sean efectivos (motivadores).
2. El alumno no debe recibir excesivas explicaciones y razones acerca de porqué está siendo
reforzado.
3. El reforzador debe estar asociado contingentemente a la respuesta deseada, es decir,
administrado inmediatamente después de su ocurrencia.
4. Los reforzadores se deberán aplicar siguiendo un plan preestablecido que indique su
frecuencia (razón fija, variable, continuo de intervalo, etc.) y no administrarlo de un modo
discontinuo y asistemático.
5. Al principio de iniciar el plan de modificación de conducta deberán administrarse los
reforzadores de modo más continuo reduciendo gradualmente la frecuencia del mismo en
función de la ocurrencia y de la persistencia de la conducta – objetivo.
6. Debe controlarse hasta qué punto el reforzador que se le administra produce saciedad en el
alumno. En el caso de que así ocurra deberá disponerse de otros reforzadores para su
administración alternativa.
7. Deben combinarse los reforzadores materiales con los sociales.
4. 8. Al utilizar reforzadores materiales es conveniente que el alumno se encuentre previamente
en una situación de relativa deprivación o carencia del mismo.
Tipos de Reforzadores
1. Reforzadores Materiales: los dulces, los premios, regalos, etc., son valiosos cuando
están ligados a estímulos de carácter social, cuando se realizan dentro de un contexto
emocional que genere la aproximación. No podemos abusar de ellos creando
dependencia. Hay que tener en cuenta que, para que un reforzador material sea
efectivo, es necesario que el niño lo valore. No tendrá ninguna consecuencia sobre su
conducta si el niño ya está “saciado”. Ejemplos:
Héctor es un niño de 2 años que está empezando con el control de esfínteres.
Aunque es capaz de aguantar durante horas sin ir al baño, no muestra ningún
tipo de interés por hacer pis en el orinal. Reforzaremos la conducta de hacer
pis en el orinal mediante un premio. Cada vez que Héctor pida el pis y vaya al
baño a hacerlo, recibirá una pegatina de un animal. Se puede alternar entre
pegatinas y globos para despertar mayor interés.
Paula es una niña muy inquieta, cuando van al parque, nunca hace caso a
mamá y siempre va corriendo, suelta de la mano y sin obedecer lo que esta le
dice. La madre de Paula le ha explicado que, si de camino al parque, ella va de
su mano y haciéndole caso, al llegar recibirá de recompensa un caramelo. Otra
variable puede ser que, si de camino al parque se suelta de la mano, ambas se
darán la vuelta y se quedará sin parque ese día (reforzador de actividad).
2. Reforzadores de Actividad: jugar con el rompecabezas, ver la TV, disfrutar de más
tiempo libre, salir a la calle, ir de excursión, etc. Se trata de compensar al niño con una
actividad que le guste mucho después de que haya hecho una actividad que no le
guste tanto. Ejemplos:
María tiene 7 años, cuando llega a casa del cole no tiene ganas de hacer los
deberes, su madre ya no sabe qué hacer para que la niña termine los deberes
en un tiempo razonable, puede pasarse horas mirando los cuadernos sin hacer
nada. Para conseguir que la niña realice los ejercicios le ha prometido que, si
hace los deberes dentro de un tiempo prudente, ambas se irán a dar una
vuelta con la bicicleta. Al escuchar esto, la niña hace los deberes sin pausa
para poder disfrutar de un momento con su madre.
Miguel tiene 9 años, últimamente está flojeando con las notas de
conocimiento del medio, sus padres le han prometido que, por cada nota
superior a un 6,5, el niño podrá elegir una actividad que realizar, normalmente
son excursiones.
5. 3. Reforzadores sociales: Están basados en estímulos verbales (felicitaciones), contactos
físicos (palmaditas, caricias de aprobación), expresiones faciales (gestos, sonrisas,
movimientos de cabeza), un abrazo, un guiño, una sonrisa, un halago son muy
valorados por los niños y son refuerzos muy útiles para potenciar una conducta.
Ejemplos:
En un aula de niños de 3 años, Álvaro y Pablo son incapaces de compartir. Los
demás niños no se atreven a pedirles prestado un juguete ni a discutir por
mantener el que tienen. La estrategia que se plantea seguir es, cada vez que
Álvaro o Pablo pidan un juguete por favor a un compañero, este les tendrá que
ceder el juguete. Si por el contrario un niño les pide por favor el juguete, estos
se lo tienen que prestar y a cambio reciben un beso y un abrazo por parte de
sus compañeros. Se trata de hacerles ver que mediante respuestas afectivas y
con buenas formas, comparten y todos salen beneficiados.
Erik es un niño un tanto vago, le encanta jugar con sus coches en la alfombra,
pero a la hora de recoger, el interés disminuye por completo. Los deja todos
tirados por cualquier sitio. Su mamá intenta motivarle cantándole una canción
para recoger “A guardar, a guardar, cada cosa en su lugar, recoger, recoger,
que mañana volveré”, esto surte efecto y el niño empieza a guardar uno por
uno sus juguetes, a la vez que lo hace, su madre no para de alagarle y
felicitarle por ello. Cuando ha terminado, recibe un beso y un fuerte abrazo
por su parte.
Los refuerzos citados anteriormente forman parte de los reforzadores secundarios, pero según
la clasificación, podemos encontrar también reforzadores primarios, extrínsecos e intrínsecos.
Conclusión
Conociendo el termino reforzador o refuerzo, ¿Quién no puede decir que lo ha utilizado en
alguna ocasión sin atender a su clasificación o a su definición?, es cierto que hay que saber
cómo utilizarlos, tener muy clara qué conducta queremos reforzar y cómo vamos a
conseguirlo. Para ello hay que atender a la edad, los gustos y preferencias de los niños, a las
propias conductas que se pretenden reforzar, etc. Son técnicas muy útiles tanto en casa como
en el aula, y más aún, a mi parecer, con niños de educación infantil, donde sus conductas son
tan moldeables. Por ello necesitamos tener un conocimiento previo acerca de ellos, de sus
tipos y de la forma de utilizarlos.