Este documento discute varios temas relacionados con la Iglesia Católica y la salvación. Explica que (1) a través de la Iglesia Católica es como se alcanza la salvación completa, pero (2) también hay grados de pertenencia a la Iglesia y modos de ordenarse a ella que pueden conducir a la salvación. Finalmente, (3) aborda conceptos como el ecumenismo, el diálogo interreligioso y la indefectibilidad e consumación de la Iglesia.
2. CONFESIONES CRISTIANAS, 13
A
Frase recibida de la Tradición y repetida por el Magisterio
de la Iglesia: “extra Ecclesiam nulla salus”.
B
Interpretación rigorista: condenada en 1949. Interpreta-
ción en sentido positivo: la Iglesia es siempre necesaria
para la salvación.
C
El vínculo que une a Cristo con su Iglesia es tan fuerte,
que otro modo de pensar vaciaría de contenido la fina-
lidad de la encarnación, muerte y resurrección del Verbo
de Dios.
3. CONFESIONES CRISTIANAS, 14
D
Ser salvado por Cristo es ser salvado por la Iglesia: no
hay dicotomía posible entre Cristo y su Iglesia.
E
Lumen gentium 14: “El único Mediador y camino de sal-
vación es Cristo, que se nos hace presente en su Cuerpo,
que es la Iglesia... No podrían salvarse los que, sabiendo
que Dios instituyó por medio de Jesucristo la Iglesia
Católica como necesaria para la salvación, sin embargo,
se negasen a entrar o perseverar en ella”.
F
Vamos a ver cómo se compagina con la salvación de la
enorme muchedumbre de los no católicos: los diversos mo-
dos o grados de pertenencia a la Iglesia.
4. CONFESIONES CRISTIANAS, 15
Lumen gentium 13: “Todos los
hombres están llamados a esta uni-
dad católica del Pueblo de Dios...
A ella están incorporados o se orde-
nan de diversos modos los fieles
católicos, los demás creyentes en
Cristo, y también todos los hombres
en general, llamados a la salvación
por la gracia de Dios”.
Veremos los diversos modos de pertenencia a la Iglesia: plena
incorporación, incorporación no plena y ordenación a la Iglesia.
5. CONFESIONES CRISTIANAS, 16
1
Están plenamente incorporados a la Iglesia Católica
quienes han recibido el bautismo, siempre que salva-
guarden los vínculos de la profesión de fe, de los sa-
cramentos, y del gobierno y la comunión con el Papa
y los obispos.
PLENA INCORPORACION
2
Lumen gentium 14: “los catecúmenos que, movidos
por el Espíritu Santo, solicitan con voluntad expresa
ser incorporados a la Iglesia, por ese mismo deseo ya
están vinculados a ella”.
3
Idem: “no se salva, sin embargo, aunque esté incorpora-
do a la Iglesia, quien, no perseverando en la caridad,
permanece en el seno de la Iglesia ‘en cuerpo’, mas no
‘en corazón’”.
6. CONFESIONES CRISTIANAS, 17
INCORPORACION NO PLENA, 1
Lumen gentium 15: “La Iglesia se reco-
noce unida por muchas razones con
quienes, estando bautizados, se honran
con el nombre de cristianos, pero no
profesan la fe en su totalidad o no guar-
dan la unidad de comunión bajo el su-
cesor de Pedro”. Unitatis redintegratio 3:
se trata de “una comunión no perfecta”.
El grado de comunión con las Iglesias
ortodoxas es mayor que el existente con
las comunidades protestantes.
7. CONFESIONES CRISTIANAS, 18
INCORPORACION NO PLENA, 2
El Magisterio llama “herida” al estado de comunión con las confe-
siones cristianas separadas. Respecto a los ortodoxos la herida
proviene de su explícita separación del sucesor de Pedro. En cuanto
a los protestantes, la herida es todavía más profunda.
Ambos “practican no pocas acciones sagra-
das” que “pueden sin duda producir real-
mente la vida de la gracia” y son “aptas
para abrir el acceso a la comunión de la
salvación” (Unitatis redintegratio 3).
Unicamente la Iglesia Católica de Cristo
posee la plenitud de los medios de salva-
ción.
8. CONFESIONES CRISTIANAS, 19
ORDENACION A LA IGLESIA
No se trata de una incorporación,
sino de una “ordenación” a la
Iglesia. Es el caso de todos los que
no han recibido el Evangelio: en
primer lugar, los judíos, después
los musulmanes, e incluye todos
los que buscan a Dios.
Pueden conseguir la salvación, con dos condiciones: 1. ignorar sin
culpa propia el Evangelio de Cristo y su Iglesia; 2. esforzarse en
llevar una vida recta, lo cual no es posible sin la gracia de Dios.
9. CONFESIONES CRISTIANAS, 20
ECUMENISMO, 1
= el “restablecimiento de la plena unidad visible de todos los
bautizados” (Juan Pablo II, Enc. Ut unum sint 77, 25.V.1995).
No fácil conseguir esta anhelada
unidad, pues una división tan
prolongada, aun con la mejor
voluntad, no se logra en pocos
años. Incluso en estos últimos
tiempos, junto a importantes
avances, también se han produ-
cido parones.
= proceso largo y laborioso de diálogo con cada confesión cristiana.
10. CONFESIONES CRISTIANAS, 21
1 Ut unum sint 18: “la unidad querida por Dios sólo puede
realizarse en la adhesión común al contenido íntegro de
la fe revelada. En materia de fe, una solución de compro-
miso está en contradicción con Dios, que es la Verdad.
En el Cuerpo de Cristo, que es ‘camino, verdad y vida’
(Jn 14, 6), ¿quién consideraría legítima una reconciliación
lograda a costa de la verdad?”.
ECUMENISMO, 2
2 Otro principio (cfr. Unitatis redintegratio 4): la unidad
de la única Iglesia de Cristo subsiste indefectible en la
Iglesia Católica. Dos consecuencias: 1. no existe una
pluralidad de Iglesias salvadoras igualmente válidas;
2. la Iglesia de Cristo no es la suma o federación de todas
las Iglesias dispersas.
11. CONFESIONES CRISTIANAS, 22
ECUMENISMO, 3
Unitatis redintegratio 3: “únicamente por medio de la Iglesia
Católica de Cristo, que es el auxilio general de salvación, pue-
de alcanzarse la total plenitud de los medios de salvación”.
Communionis notio 18 (28.V.1992): “en este empeño ecumé-
nico tiene prioritaria importancia la oración, la penitencia, el
estudio, el diálogo y la colaboración”. Idem 28: “la oración es
el ‘alma’ de la renovación ecuménica y de la aspiración a la uni-
dad; sobre ella se fundamenta y en ella encuentra su fuerza todo
lo que el Concilio define como ‘diálogo’”.
12. CONFESIONES CRISTIANAS, 23
DIALOGO INTERRELIGIOSO
= todas las actividades en relación con las religiones no cristianas.
Objeto de una Declaración de Vaticano II: Nostra Aetate.
La Iglesia no puede dejar de predicar a todas las gentes el Evan-
gelio y la redención salvadora de Cristo: es el mandato recibido
de Cristo.
13. INDEFECTIBILIDAD DE LA IGLESIA
= No puede faltar o desapare-
cer: no sólo en el sentido de
perseverancia en el tiempo,
sino en el de persistencia en ser
tal y como Cristo la ha querido
y fundado, hasta el final de los
siglos.
= Verdad de fe basada en dos promesas de Jesús: Mt 16, 18: “las
puertas del infierno no prevalecerán contra Ella”, y Mt 28, 20: “Yo
estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.
14. CONSUMACION DE LA IGLESIA
Lumen gentium 48: “La Igle-
sia... sólo logrará su plenitud
consumada en la gloria del
cielo, cuando llegue el tiempo
de la restauración de todas las
cosas y cuando, junto con el
género humano, también la
creación entera... quede per-
fectamente renovada en
Cristo”.