1. COLEGIO DE BACHILLERES DEL ESTADO DE VERACRUZ
ORGANISMO PÚBLICO DESCENTRALIZADO
ASIGNATURA: FILOSOFÍA
PROFESOR LIC. ALEJANDRO OSORIO VIVEROS
TRABAJO DE TERCER PARCIAL
TEMA: EL PROBLEMA DE LA PÉRDIDA DEL FUNDAMENTO
INTEGRANTES:
JIMÉNEZ MENDOZA ANDRÉS GIOVANNI
LEAL HERNÁNDEZ ARLETTE
GRUPO:
602
FECHA DE ENTREGA:
MIÉRCOLES, 21 DE MAYO DEL 2014
2. INTRODUCCIÓN
El egoismo, ¿nace o se hace?
¿Qué es lo que hace ser a una persona egoísta? Por mucho que tratamos de
comprender la psicología humana, hay veces en que todavía no entendemos
porqué no evolucionaremos un mínimo común en cuanto a todo lo necesario a las
relaciones interpersonales, a fin de cuentas, somos seres sociales, ¿no?
Se supone que es a cierta edad cuando dejamos de posicionar el "yo" en primer
lugar y aprendemos a que hay un nosotros, un tú e incluso un ustedes; está claro
que esto lo vamos asimilando cuando nos vamos dando cuenta de que para los
demás soy un "tú", un "nosotros" e incluso un "ustedes", y cuando vamos siendo
conscientes de esto, comenzamos a ser menos egoístas (en un primer momento,
porque nos interesa)
Pero... ¿quién es el responsable de hacernos evolucionar? ¿quién nos motiva a
pensar en algo más que no sea en uno mismo?. Se supone que es nuestro
entorno (familiar, profesional, social...), nuestras experiencias, nuestra conciencia,
educación, etc... la que nos permite pasar de nivel además de nuestra propia
personalidad.
Ahora, si la sociedad en que vivimos, nos exige cada día el ser competitivos, si no
interaccionamos sino que intercambiamos, no nos comunicamos sino que damos y
recibimos información, si no reflexionamos porque el día a día no nos deja tiempo,
sino que actuamos de forma reactiva... no aprendemos. Entonces,
¿condicionamos el aprendizaje de este valor a la genética? ¿a la personalidad de
cada uno?
Si no aprendemos a dejar de ser egoístas ... ¿cómo llegaremos a trabajar en
equipo? porque eso sí, da igual la empresa en la que trabajemos, da igual el
sector o el puesto que desempeñemos. Uno de los valores o competencias críticas
que todas las empresas dice tener o valorar, seguro que es el trabajo en equipo.
3. LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES
Nietzsche no propone vivir sin valores (llega a considerar incluso que esto es
imposible); propone más bien invertir la tabla de valores: superar la moral
occidental, moral de renuncia y resentimiento hacia la vida, mediante una nueva
tabla en la que estén situados los valores que supongan un sí radical a la vida.
Con una expresión excesivamente retórica Nietzsche llama “rebelión de los
esclavos” a la situación que se crea con el triunfo del cristianismo: el cristianismo y
el judaísmo sustituyen la moral aristocrática (que Nietzsche cree encontrar en el
mundo griego antiguo) por la moral de los esclavos. Con el cristianismo prospera
la moral de los débiles, de los que quieren huir del rigor de la vida inventándose un
mundo objetivo, de reposo, de justicia. Nietzsche nos dice que los judíos invierten
el código moral aristócrata: “Han sido los judíos los que, con una consecuencia
lógica aterradora, se han atrevido a invertir la identificación aristocrática de los
valores (bueno=noble=poderoso=bello=feliz=amado de Dios) y han mantenido con
los dientes del odio más abismal (el odio de la impotencia) esa inversión, a saber,
“los miserables son los buenos; los pobres, los impotentes, los bajos son los
únicos buenos; los que sufren, los indigentes, los enfermos, los deformes, son
también los únicos piadosos, los únicos benditos de Dios, únicamente para ellos
existe la bienaventuranza.”
4. LA CONCEPCIÓN DEL BIEN Y DEL MAL
Nietzsche da un origen doble a las concepciones de bien y mal: la de los señores
y la de los esclavos. Expone que las ideas de bien se identifican con la posición de
quienes las tienen, así los poderosos están bien para ellos, y los "resentidos
morales" están bien para ellos. Y las ideas del mal se identifican con las
posiciones contrarias: los esclavos están mal para los señores y vice versa. Es
claro que la moral, el deber ser, qué es lo que está bien ser y qué es lo que está
mal, es un concepto fuertemente dependiente de la sociedad en la que se
encuentra. Pero por lo visto Nietzsche no tenía una visión histórica muy amplia, ya
que no ha habido sólo dos grandes ideas de bien y mal; la moral también depende
fuertemente de la cultura. Por ejemplo, para un vikingo era bueno morir en batalla,
ya que iría al Valhala. Para un hippie, pues amor y pazzzzz. Podemos decir que
cada quién trata de afirmarse a sí mismo: lo bueno para cada quién es lo que él
hace. Nietzsche rompe con esto, para después caer atrapado él mismo en el
abismo. Le da a los poderosos la razón implícitamente, ya que son "superiores por
su situación y su elevación de alma". Se sabe que Nietzsche creía que era
descendiente de nobles, aunque no lo fuese. Se creía usurpado de un derecho
que no le pertenecía. Declara viles, "bajos, mezquinos, vulgares y plebeyos" a
aquellos que él ve como corderos. No creo que fuesen corderos, ya que nunca he
visto que un cordero le corte la cabeza a un ave de rapiña (como nombra a los
poderosos). Parece ser que los en otro tiempo poderosos ahora son los resentidos
por el poder que les fue arrebatado, por los que tenían dominados. Una nostalgia
de derrotados. Pero ¿qué puede significar que el poder cambie de gentes? Creo
que nos indica que ninguno es superior. Ninguno es el elegido. En la historia está
la prueba de que no hay razas superiores.
5. CONCLUSIÓN
Nietzsche loco se vuelca contra sí mismo. Se dice bueno, cuando había predicado
ir más allá del bien y del mal; le da demasiada importancia al cristianismo y a los
según él débiles y bajos, cuando en sus ideas previas uno creería que no vale la
pena tomarlos siquiera en cuenta como enemigos.
Nietzsche orate se vuelve contra la humanidad. Su resentimiento lo vuelve un
misántropo. Su inadaptación social lo aleja de la sanidad. Desata su odio contra
aquellos a los que no comprende (¿pero es que hay algo que comprender en
ellos?), a los que no necesitan comprender para vivir. Desata su "mal".
En cuanto al problema de Nietzsche de cómo determinar la jerarquía de los
valores, podemos decir que los valores cambian constantemente y que son
relativos. Por lo tanto, no puede haber una jerarquía objetiva. Cada quién puede
hacer la suya, pero nunca le quedarán sus zapatos a todos.
Gracias a Nietzsche por abrirnos los ojos. Lástima que él los haya cerrado de
nuevo al no soportar tanto esplendor.