2. Las recomendaciones alimenticias para las mujeres
embarazadas son, en realidad, muy parecidas a las
de los demás adultos, pero con algunas excepciones
significativas. La recomendación más importante es
seguir una dieta sana y equilibrada. En concreto, las
mujeres embarazadas deberían intentar consumir
alimentos ricos en hierro y ácido fólico.
La dieta materna debe
proporcionar la suficiente
energía y nutrientes para
satisfacer las necesidades
habituales de la madre y del
feto, así como permitir que la
madre pueda almacenar los
nutrientes necesarios para el
desarrollo fetal y la lactancia.
Una dieta sana y
equilibrada es
importante en todas las
etapas de la vida, pero
todavía lo es más
durante el embarazo.
3. Peso de la Mujer
Embarazada
En la práctica, el aumento de peso
de las mujeres bien nutridas con un
peso normal antes del embarazo
varía mucho durante el embarazo.
Cuando hay un aumento de peso
insuficiente durante la gestación se
incrementa el riesgo de tener un
bebé con bajo peso de nacimiento,
mientras que un gran aumento de
peso
durante
el
embarazo
incrementa el riesgo de exceso de
peso u obesidad de la madre
después del parto.
4. • El estado nutricional materno en
el momento de la concepción es
un determinante importante en el
crecimiento y desarrollo del feto
y, por lo tanto, una dieta sana y
equilibrada es primordial tanto
antes
como
durante
el
embarazo.
Asimismo,
es
importante intentar mantener
un peso sano antes de la
concepción (IMC de 20-25), pues
tanto un peso por debajo como
por encima del normal puede
afectar a la fertilidad y al
nacimiento.
5. • Durante el embarazo aumentan
las necesidades de tiamina,
riboflavina, ácido fólico, vitaminas
A, C y D, energía y proteínas. En
algunos países, como en el Reino
Unido, se recomienda tomar
suplementos de vitamina D
(10µg/día) durante todo el
embarazo. Se estima que el coste
energético del embarazo es de
alrededor de 321 MJ (77.000
kcal), basado en cálculos teóricos
y datos de estudios longitudinales.
6. • En la actualidad está totalmente
reconocido que consumir ácido
fólico durante el periodo previo a la
concepción puede reducir la
incidencia de defectos en el tubo
neural (DTN), y en algunos países
de la UE se aconseja a las mujeres
con posibilidades de quedarse
embarazadas que tomen un
suplemento de ácido fólico antes
de la concepción y durante las 12
primeras semanas de embarazo.
7. • En la práctica, la tasa de
metabolismo, la disposición de la
grasa y el nivel de actividad física
varían según cada mujer, por lo
tanto hay grandes variaciones en
cuanto a las necesidades
energéticas durante el embarazo. En
el Reino Unido, se recomienda
consumir 200 kcal más al día, tan
sólo durante el tercer trimestre. Sin
embargo, esta recomendación se
basa en el supuesto de una
reducción en el nivel de actividad
física durante el embarazo, por lo
que las mujeres que tienen un peso
por debajo del normal o que no
reducen su nivel de actividad
necesitarían más.
8. • Tan importante como seguir una dieta
sana y equilibrada durante el embarazo,
es mantenerse físicamente activa,
fomentar la salud y el bienestar general y
ayudar a prevenir el exceso de peso. Los
estudios dedicados a observar los efectos
de la actividad física de la madre sobre el
resultado del embarazo han sido
desiguales, pero hay pocas pruebas de
que un ejercicio moderado pueda tener
efectos adversos sobre la salud de la
madre o del feto. Los estudios sugieren
que ejercicios aeróbicos practicados con
regularidad durante el embarazo ayudan
a mejorar o mantener un buen estado
físico y una buena imagen.