El cuerpo humano adulto está compuesto por un 60% de agua, que se encuentra sobre todo dentro de las células que forman cada uno de los órganos, tejidos, huesos y músculos que componen el organismo. Muchas de las funciones naturales del cuerpo ocasionan que perdamos agua, como ir al baño o sudar. Es importante reponerla a través de ingerir líquidos y alimentos que nos hidraten de forma adecuada. En la temporada de calor, la sudoración y el clima aumentan nuestra sensación de sed, que es una señal que nos da el organismo de que debemos hidratarnos. Pero en el frío, la sensación de sed puede atenuarse, por lo que debemos estar más atentos a beber suficientes líquidos.