El documento describe la consagración a Dios como el acto de entregarse totalmente a Él y permitir que Su santidad penetre e invada el interior de la persona. También describe una experiencia personal de consagrarse a la Virgen María y comprometerse a reflejar Sus virtudes. Explica que un retiro espiritual implica alejarse del mundo exterior para concentrarse en el interior, a través del silencio y la calma, para redescubrir verdades eternas ocultas y fortalecer el yo. Finalmente, la persona expresa haber vivido los días de
2. Consagrar de parte de Dios es:
tomar plena posesión,
reservarse especialmente,
invadir y penetrar con la propia
santidad, admitir a la intimidad
personal, relacionar
profundamente consigo mismo,
transformar por dentro, renovar
interiormente. Por parte del
hombre, consagrarse es:
entregarse a Dios, dejarse
poseer libremente por él, acoger
activamente la acción
santificadora de Dios, darse a él
sin reservas, en respuesta a la
previa auto donación de Dios y
bajo el impulso de su gracia.
3. Para mi fue una experiencia única, en la cual tuve la
oportunidad de redimir todos mis pecados y entregar mi
corazón anteriormente purificado y limpio a la virgen
María, siendo consiente del gran compromiso de reflejar
en mis actos a la mismísima virgen
4.
5. Un retiro espiritual no es tanto huir de todo como ponerte en
contacto contigo mismo, retirarte del mundo que te envuelve a
diario para vivir en tus dominios internos, pasar un tiempo contigo
mismo en vez de con los demás para desvelar verdades eternas
que a menudo están ocultas por las realidades diarias.
Es un momento de consolidar el yo y recobrar tu energía personal.
Un retiro espiritual se basa en el silencio y la calma-silencio mental
y verbal; la calma del espíritu y del cuerpo.
El silencio y la calma te permiten alejarte del bullicio del «hacer» y
volverte a familiarizar con el «ser». En realidad, la parte más
profunda de tu ser el alma está silenciosa y calmada. La paz y la
serenidad que has estado buscando residen en tu interior, lo que
ocurre es que te has olvidado de experimentarlas.
6. Pienso que he vivido mis días de retiro con la mayor
disposición posible, puse muchas ganas a las cosas y
me esforcé por hacer bien todas las actividades del
retro a pesar del cansancio