El documento describe cómo un viejo árabe analfabeto le explicó a un jefe de una caravana poderosa que conoce la existencia de Dios a través de las "señales" que Él deja, como las huellas de los animales, la letra en una carta, la firma de un artesano en una joya, y las estrellas y la luna en el cielo. El jefe se dio cuenta de que estas señales no podían ser obra de los hombres y comenzó a orar.