SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
Revista de valores 4to bimestre infant y junior 2012 2013
1. SOCIEDAD
SALVADOREÑA
INGLESA
Cuarto Bimestre 2012-2013 Boletín de Valores No.4 Infant y Junior
“Educar
es “¡Qué más da!... ¿¡Todo da igual!?”
S
eguro que en más de una ocasión hemos dicho o escuchado esta expresión. Si lo pen-
enseñarle al ser
samos bien, la frase refleja cierto desencanto y poca iniciativa al cambio. Es una clara
señal de confusión y de promesas incumplidas. Esta falta de horizontes, tiene una
humano
causa: falta de valores, principalmente los que reflejan autoestima, fortaleza y eficien-
cia, ya que los tr es son elementos claves par a el cr ecimiento per sonal y emocional.
a tener
De entrada digamos que no todo da igual. No es lo mismo respetar a mi madre que insultarla.
buen gusto No es lo mismo ceder un asiento en el transporte público a
una persona discapacitada, enferma o anciana que no ce-
en el obrar” derlo. No es lo mismo mentir que decir la verdad. No es lo
mismo llegar tarde a mi trabajo que llegar puntual. No es lo
mismo la fidelidad que la infidelidad. No es lo mismo la
sana estima que la desvalor ización. No es lo mismo la
Aristóteles fortaleza que el desánimo. No es lo mismo la eficiencia
que la mediocridad.
La buena noticia es que al interiorizar estos valores, se con-
vierten en guías y pautas que marcan una conducta cohe-
Contenido: rente, tanto en niños/as como en adultos. De este modo,
nos permiten encontrar sentido a lo que hacemos, tomar las
decisiones pertinentes, responsabilizarnos de nuestros actos
¡Qué más da!... 1 y aceptar sus consecuencias. Nos permiten definir con cla-
¿¡Todo da igual?! ridad los objetivos de la vida. Nos ayudan a aceptarnos tal
y como somos, estimarnos, y de paso, nos hacen comprender y estimar a los demás. En esta
¿Será que puedo 2 oportunidad, abordaremos con más profundidad estos tres valores tan fundamentales en el crecimiento de
todos/as.
ser el/la mejor?
“Recuperando” mi 3
fortaleza.
Aprendiendo a 4 Ejes Transversales y Valores
esforzarse.
Amor a la Naturaleza y Educación Preventiva Integral
Sabías que…?!?! 5
La tierra y el medio am- Autoestima. Fortaleza.
biente.
Solidaridad. Respeto.
Contactos 5 Amor a la Naturaleza.
Eficiencia. Paz.
Limpieza.
Amistad.
2. Página 2 Colegio Salvadoreño Inglés
En estos días, es muy común escuchar hablar de la autoestima como una her r amienta par a gene-
rar seguridad en sí mismo, evitando así, sentirnos subestimados e inadecuados. Pero existe el
riesgo de convertirnos en seres simples que piensan únicamente en sobresalir por encima de los
demás. Nuestra vida transcurre entre logros y fracasos, y la autoestima es el valor que nos hace tener plena
seguridad en nuestras capacidades, además, da la fortaleza necesar ia par a super ar los momentos difíciles
de nuestra vida, evitando caer en el pesimismo y el desánimo.
Para que la autoestima sea un valor, debemos tener un fundamento sólido sobre el cual edificarla. Si sola-
mente pensamos en ella como un producto del éxito, la posición profesional,
una elevada capacidad intelectual o la aceptación social, reducimos todo a un
actuar soberbio y protagonista. Es verdad que todo lo anterior aporta y contribu-
ye, pero este valor se sustenta en la sencillez con que apreciamos nuestras capa-
cidades, sin considerarnos mejores o peores que los demás.
Existe la tendencia a confundir la autoestima con nuestros sentimientos, por
ejemplo, una persona puede sentirse mal porque no pudo concretar un proyecto;
la autoestima nos ayudaría a superar ese estado de frustración y desánimo por-
que aunque no logramos el objetivo, nuestra persona no ha cambiado interior-
mente, conservamos todo lo que somos; es más, adquirimos una nueva experien-
cia y conocimiento para poner más empeño en las nuevas oportunidades.
Debemos estar atentos/as a inculcar a nuestros hijos/as esta capacidad de valo-
rarse en base a sus esfuerzos y habilidades, independientemente de los resulta-
dos. Es común que como padres y madres, casi siempre juguemos con la imagi-
nación y visualizamos a nuestros hijos/as como triunfadores, dueños de la ad-
miración general y el control absoluto de las circunstancias: sea la competencia escolar, entre sus amigos/as,
en el deporte etc. Pero es importante saber (y hacerles saber a ellos/as) que algunas veces las cosas resultarán
como soñamos, pero la mayoría de las veces todo tiene un fin totalmente diferente. Por esto, la autoestima
debe estar bien fundamentada en una visión realista y objetiva de nuestra persona, donde es necesario alcan-
zar la plena aceptación de nuestros defectos y limitaciones, con el sobrio reconocimiento de nuestras ap-
titudes y destrezas.
Menciónele la importancia de perder el temor a preguntar y a pedir ayuda. Hágale
ver que estos son los medios más importantes de aprendizaje. Causa más pena la
persona que prefiere quedarse en la ignorancia, que quien muestra deseos de saber y
aprender.
Si su hija/o muestra gusto por algo (deporte, pasatiempo, etc.), apoye esa inclinación
con estudios y practicas, para que pueda realizarlo lo mejor posible. Si descubre que
a su hijo/a le falta la habilidad, no le insista en abandonar las clases, ya que este es su
pasatiempo y lo disfruta.
Enséñele a no sentirse culpable y responsable de los fracasos colectivos, por ejemplo,
el resultado en un partido de fútbol. Edúquelo/a para que fije su atención sólo en lo
que le corresponde: su esfuerzo, su técnica, su dedicación, su capacidad de trabajo en
equipo.
3. Cuarto Bimestre 2012-2013 Página 3
Qu ien haya tenido la terrible experiencia de romperse un brazo o un pie, y luego haya sido enyesado/a,
probablemente se llevó una sorpresa en el momento de quitarse el yeso. El susto se da al ver el brazo o
la pierna han reducido sensiblemente su tamaño, y la diferencia es mayor al compararlo con el miembro sano.
Luego, recuperar a plenitud esa extremidad lleva tiempo, lo que nos indica que el cuerpo humano necesita es-
fuerzo continuo, par a luego, adquir ir la fortaleza de antes. La r ealidad es, que lo mismo sucede con el
crecimiento intelectual y emocional de todo ser humano, es decir: “Sin esfuerzo nada es posible” como reza un
conocido dicho.
Pero la verdad es que vivimos en tiempos donde el “progreso” nos lleva a querer suprimir el esfuerzo: existen
cursos donde le pueden enseñar a “leer” un libro con sólo un vistazo, o academias milagrosas donde se puede
aprender “inglés fluido” en meses; cuando en realidad, y la verdad sea dicha,
sabemos que el estudio de un idioma –o de cualquier otra cosa- es necesaria-
mente arduo, y que, si bien se puede facilitar ese esfuerzo, no hay atajos que
permitan suprimirlo.
Lo que se pone aquí en juego, no es el nivel académico o la adquisición de
conocimientos. Lo que nos estamos jugando es algo más profundo: hemos
moldeado una forma nueva de pensamiento, donde se cree que lo importante
serán los resultados, mientras que el proceso que nos lleva al logro termina
careciendo de valor. En realidad, durante una jornada que implica práctica y
esfuerzos constantes, lo que se logra es fortalecer no sólo las habilidades que
requiere dicha tarea, sino también el autoestima, la capacidad de logro, la
constancia etc.
Vemos entonces, que muchas veces, al tomar el camino corto, estamos dejando a un lado un aprendizaje real-
mente integral, que es igual o más importante que lo académico donde no sólo se crece en conocimiento sino
también en experiencias que fortalezcan la identidad y la sana percepción de quien se esfuerza.
Por
tan-
Siembra esfuerzo… y cosecha fortaleza to,
en nuestros hijos/as como en nosotros mismos/as, tan importante como lo que se pueda aprender con el esfuer-
zo, es que tomen el hábito de esforzarse. Esto significa, particularmente en los/las niños/as, dotarlos de una
coraza de fortaleza, que los prepare para su futuro desenvolvimiento tanto en el mundo profesional como en la
vida en general. Probablemente con el tiempo, no recuerden con exactitud las listas de ríos o ciudades, o el uso
de logaritmos, pero queda ese hábito de abordar los retos con trabajo arduo: una de las virtudes del trabajo.
Entonces, ¿ será que intentar ahorrar esfuerzos es malo? No se trata, claro, de hacer a un lado las facilidades
que nos da el progreso tecnológico. El bien está en lo que la persona (niño/a o adulto/a) puede conseguir afron-
tando una tarea ardua. Por eso, sí es un progreso auténtico el que podamos ahorrar esfuerzos en una labor deter-
minada. Pero, a la vez, debemos tomar en cuenta que esas energías ahorradas se deben emplear en otra cosa,
pues de lo contrario ese progreso tristemente daría paso a atrofiar la virtud de la fortaleza.
4. Página 4 Colegio Salvadoreño Inglés
Si
vemos con detenimiento, vivimos en un mundo en el que se
rinde culto a hacer las cosas de forma correcta, y eso está
bien. La eficiencia, es la habilidad para contar con algo o al-
guien y obtener un buen resultado. El problema está en que como es
nuestra obligación hacer lo correcto, cuando cometemos un error in-
mediatamente tachamos la experiencia como “negativa”, “sin resulta-
do” o “desfavorecedora”. Tenemos la gran “creencia limitadora” de
que los errores, son negativos y que no están bien, cuando el ser hu-
mano está diseñado para aprender a base de ensayo y error. ¿Que ocu-
rre cuando actuamos en contra de nuestra propia naturaleza? Al no
aceptar un fracaso, estamos afectando al proceso vital del aprendizaje
creando un conflicto interno que se manifiesta frustración y culpa.
Si observamos a los bebés, cuando aprenden a caminar, empiezan poniendo los pies en posturas erróneas que
los hace caer al suelo, para después volver a intentarlo y caer de nuevo. Así siguen, hasta lograr el equilibrio y
dar sus primeros pasos. Esta caída al suelo es esencial, porque le aporta una serie de información que es anali-
zada por el cerebro para posteriormente ser reutilizada en otros intentos, o en otros aprendizajes.
Si aceptamos el fracaso aceptamos nuevos recursos: Cada vez que existe el fr acaso en nuestr a vida o en
la de nuestros hijos/as, se nos entrega en mano una nueva herramienta, un poderoso aprendizaje, que podría ser
usado para mejorar como personas y alcanzar metas. Si hacemos que este proceso sea parte de nuestra vida,
estaremos siendo realmente eficientes ya que si lo negamos, lanzamos esa herramienta a una montaña de la
culpa y la frustración, que tendremos que arrastrar toda la vida, dejando a un lado el aprovechamiento del re-
curso completo. Por tanto, nuestro papel como adulto/a-guía, es esencial en este camino. Se podrá estar pre-
guntando : ¿cómo puedo ser una mejor ayuda para mi hijo/a en esta área?
Evite los siguientes obstáculos:
El paternalismo/maternalismo del “ya te lo haré yo” que se suele exclamar cuando se pierde la paciencia ante algo por
resolver. Se quiere que la niñez se esfuerce, pero les resolvemos los problemas. Por tanto, provea de oportunidades de
crecimiento al dejar que su hijo/a se haga cargo de tareas acorde a su edad, por ejemplo: prepararse un sándwich, coci-
nar almuerzo, recortar el material para una tarea, etc. El esfuerzo de su hijo/a validará su eficiencia y evitará el pensa-
miento: “siempre me lo terminan haciendo”
Centrarse en “la cara luminosa y no en el Gólgota”. Los medios de comu-
nicación usualmente se centran en mostrar niños y adolescentes que tienen
triunfo y lo consiguen todo; es decir, ven el modelo pero no ven el trabajo
que cuesta llegar a ello. Muéstrele a su hijo/a el gran esfuerzo que hay
detrás del éxito.
El mito ingenuo de “todo el mundo puede hacerlo con éxito si se esfuer-
za”. La realidad es que, en un contexto no académico (deportes, arte,
danza, música, etc.), el mensaje para los hijos debe parecerse más a:
“todo no, pero tienes tus propias capacidades y eso puede hacer
que llegues a realizarte consiguiendo aquello para lo que estás capacitado”
Pero para esto, es necesario “observar atentamente cuáles son sus potencias y apoyarlos para desarrollarlas.
Explorar sus habilidades hará que desarrolle confianza y sentido de eficiencia.
5. Cuarto Bimestre 2012-2013 Lema o slogan de la
empresa Página 5
S antiago Ramón y Cajal, premio Nobel de
Medicina en 1906, dijo una frase tremen-
damente potente que en su momento pen-
samos que era metafórica. Ahora sabemos que es
literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede
SABÍAS ser escultor de su propio cerebro”.
Según cómo nos hablamos a nosotros mismos
QUE….?!?
moldeamos nuestras emociones, que cambian
nuestras percepciones. Las palabras por sí solas
activan los núcleos amigdalinos, y pueden acti-
var, por ejemplo, los núcleos del miedo que trans-
forman las hormonas y los procesos mentales. La transformación del observador
(nosotros) altera el proceso observado.
No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos . ¿Cómo es tu mundo?
Sitios de Enlace :
http://www.es.catholic.net/educadorescatolicos/757/2415/
articulo.php?id=39500
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http://cursoselfcoaching.com/category/coaching-2/
www.csi-elsalvador.co.uk
Programa de Valores, ela-
borado por:
Lic. Evelyn Anaya
Revisión técnica:
Lic. Concepción Paz de
Arias,
Dr. José Mario Arias,
Equipo Técnico.
Contenido de Boletín de
Valores para
Infant y Junior:
Lic. Onix Landaverde
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