3. Cada vez que el mixteco Vicente de la Cruz ve pasar por el camino de tierra roja que cruza su comunidad algún camión con grava, arena o cemento, él corre a alcanzarlo, lo detiene y pregunta al “ingeniero” que para cuándo se estacionará en su pueblo. Lo calman diciéndole que los materiales llegarán en ocho días, que no desespere, que por mientras organice brigadas para descargarlos. Un par de veces se ha quedado al lado del camino bordeado por milpas, con todo y brigadistas, esperando el material para encementar pisos que desde el año pasado nomás no llega. “ La gente está esperando material, está triste. El ingeniero dijo que iban a venir cuando terminen en Loma Canoa y en Joya Real, y ya pasó un año, ya es 2009, y no viene, aunque gustamos más el piso bueno porque en la tierra se enferman niños”, dijo Vicente preocupado porque no ha podido cumplir con el nombramiento de su comunidad como “Presidente del Comité del Piso Firme”. Muestra los oficios que ha enviado a la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en Guerrero para avisar que no llegó el “piso firme” que el presidente Felipe Calderón ofreció a los más pobres y que prometió, especialmente, a los pobladores de La Montaña, ese enredo de cerros que incuba a los mexicanos más desnutridos del país y reproduce una miseria comparable a la de África subsahariana.