2. ORIGENES DEL MITO Es probable que el mito del vampiro en el folclore de muchas culturas desde tiempos inmemoriales, provenga inicialmente de la necesidad de personificar uno de los arquetipos primordiales en el inconsciente colectivo, según conceptos de Carl Gustav Jung, y es la denominada "sombra" que representa los instintos o impulsos humanos reprimidos más primitivos. Así sería la encarnación del mal como entidad y una representación del lado salvaje del hombre o su atavismo bestial, latente en su sistema límbico y en conflicto permanente con las normas sociales y religiosas.[2][3]
10. El concepto de vampiro, tal como nosotros lo conocemos, resulta de una fusión entre la superstición, la historia y el propio temor. En esencia llamamos vampiro a aquella persona que consideramos muerta y vuelve a la vida para alimentarse de sangre humana, con el objetivo de poder subsistir.
18. Aunque parece difícil en pleno siglo XXI que se mantengan ciertas creencias o supersticiones, como la existencia de vampiros, la verdad es que sobreviven entre nosotros. De la misma manera, tal vez, que sobrevivieron entre otras culturas en otras épocas… Gracias a esto es posible que se hayan conservado hasta nuestros días y todavía hoy puedan continuar asustándonos… Pero, aunque hoy en día, todo este tipo de historias parecen asociarse más al cine o la literatura, como si hubiesen sido meras creaciones artíscas del pasado, lo cierto es que en algunas épocas anteriores hablar de vampiros resultaba cosa bastante más seria.