Mateo y Amanda encontraron un peluche mágico llamado Margo en una caja en la playa. Amanda descubrió que podía comunicarse con Margo y también que las piedras en la caja tenían poderes mágicos. Cuando Mateo usó dos de las piedras, se cortó la luz en toda la ciudad. La policía investigó y llevó a Mateo y Amanda a la comisaría, pero ellos escaparon con Margo y las piedras. Al final, Margo regresó a su tierra mágica formándose un mandala en el cielo.