Prueba libre de Geografía para obtención título Bachillerato - 2024
Schafik proyecto de socialismo
1. CO NTENIDO
El Socialismo de Estado: conservador en lo económico
y sin democracia en lo político. 1
Pese a todo, el Socialismo de Estado
tuvo aspectos positivos 1
Influencia Teórica del Socialismo de Estado
en las Revoluciones del Tercer Mundo. 4
El Mercado es anterior al capitalismo
y sobrevirá al socialismo. 5
El Socialismo conserva importantes bases materiales 6
El Poder del Estado sigue siendo clave
para la conducción del desarrollo de la sociedad 7
Los rasgo fundamentales de nuestro
proyecto de socialismo 10
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2. INTRODUCCION
Antes del derrumbe del Socialismo de Estado en la ex-Unión Soviética y Europa
del Este, eran aceptadas como verdades irrefutables tesis como las siguientes:
a) que la época histórica que vivía la humanidad era la del transito del
capitalismo al socialismo; que el capitalismo se encontraba en la tercera fase de
su crisis general.
b) que el carácter de las revoluciones propias del Tercer Mundo era de
Liberación Nacional; que en el primer mundo lo que estaba a la orden del día era
la lucha por el socialismo y en el segundo mundo, es decir en los países
socialistas, la construcción del socialismo.
c) que las fuerzas mundiales a favor el socialismo podían agruparse de la
siguiente manera: la clase obrera en los países capitalistas desarrollados, los
movimientos de liberación nacional en el tercer Mundo y los países del sistema
del socialismo. Estas eran las tres fuerzas revolucionarias, transformadoras de la
sociedad a nivel planetario.
d) que las luchas de los movimiento de liberación nacional en los países del
tercer mundo tenían un carácter socialista o una orientación hacia al socialismo.
Con el derrumbe del llamado socialismo "real”, también se derrumbaron los
fundamentos teóricos de esas tesis y quedó planteado el desafío de elaborar una
nueva visión acerca de la época histórica que vive la humanidad y las
perspectivas del socialismo.
EL SOCIALISMO DE ESTADO: CONSERVADOR EN LO ECONOMICO Y SIN
DEMOCRACIA EN LO POLTICO
El derrumbe del socialismo en Europa no cierra la posibilidad histórica del
socialismo en general, pues lo que se derrumbó fue un modelo de socialismo,
el modelo de "socialismo de estado", que desde su origen en la Unión
Soviética nació deformado y copiado con sus deformaciones en todos los países
del ex-sistema socialista.
Ese socialismo de Estado en esencia consistía en que el sistema político,
económico y social, la actuación de las organizaciones sociales y el mismo
partido de la revolución, estaban en manos del Estado y no de la sociedad, como
debía ser.
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3. La experiencia demostró que ese modelo no fue apto siquiera para sobrevivir en
la disputa histórica con el capitalismo. Se volvió un modelo conservador
respecto del desarrollo económico y anti-democrático en lo político.
Marx había enseñado, en su materialismo histórico, que el motor de la dinámica
del desarrollo económico y social descansa en los progresos alcanzados por las
fuerzas productivas, particularmente por el progreso de los instrumentos de
producción, por la tecnología y la técnica y, por supuesto, en la principal fuerza
productiva, el pensamiento del ser humano.
Sin embargo, en ese modelo de socialismo de estado las fuerzas productivas
llegaron a estancarse, de hecho fue suprimida casi totalmente la posibilidad de
incorporar a la producción civil los progresos científico-técnicos con la velocidad
suficiente para vencer, en competencia por el desarrollo de las fuerzas
productivas, al capitalismo como sistema.
Ya desde los años sesenta, en la mayor parte de las ramas de la economía de la
Unión Soviética las empresas reaccionaban contra la introducción de adelantos
tecnológicos a los procesos productivos, y éstos se concentraron casi
exclusivamente en el sector militar de la economía, aguijoneado por la carrera
armamentista inherente a la "guerra fría". En la industria militar había un nivel
bastante alto de incorporación de los progresos científico técnicos, su rama de
punta era la espacial.
Esa era una situación excepcional, pero en general el sistema se volvió
económicamente conservador y al final llevó el país al estancamiento, al rezago y
a la pérdida de capacidad de competencia con el capitalismo, que incorporaba al
sistema económico los progresos científicos y técnicos a una gran velocidad,
respecto del socialismo.
El modelo de socialismo de Estado no era democrático y no podía serlo en un
sentido estructural. La democracia no era necesaria para el funcionamiento del
sistema, éste funcionaba desde el Estado y más bien el ejercicio de las libertades
y la participación desde abajo, desde la base, le estorbaba. No se necesitaba
consultar al pueblo, pues todas las decisiones se tomaban a nivel de la dirección
del Partido y de los aparatos de Estado mismo: la planificación centralizada
decidía de antemano cuanto producir y que producir en cada rama de la actividad
económica; las empresas no tenían el derecho de decidir a quien comprar y
vender.
En consecuencia, la población no tenía ante sí una gran variedad de
posibilidades de escoger entre calidades diferentes de un mismo producto o
servicio, recibía y compraba lo que venía determinado por la planificación estatal
centralizada, los márgenes de la diversidad eran reducidos.
El sistema político era rígido, no había espacios para la participación desde
abajo. Después de la muerte de Stalin, la represión disminuyó radicalmente pero
3
4. eso no significó que se abrieran los espacios democráticos y la posibilidad de
participación. El ejercicio democrático pasó a ser una cuestión formal, aunque
surgieron ciertas posibilidades limitadas de opinar. En realidad, aquella fue una
oportunidad para reformar el modelo y efectivamente la reforma se inició también
en el terreno económico, pero muy pronto la contra reforma tomó cuerpo desde el
aparato estatal y partidario, hasta detenerla y restablecer la rutina amenazada.
Así se perdió aquella brillante posibilidad .
A diferencia del capitalismo que necesita de la democracia, aunque limitada por
los distintos intereses de la burguesía en general, la democracia no era una
necesidad estructural para el funcionamiento del modelo estatista de socialismo.
La burguesía ha tenido la característica de ser pragmática y flexible para asimilar
y coptar todo aquello que le permita seguir siendo la fuerza que conduce y
administra a la sociedad. Cuando el límite de sus intereses como clase se ve
amenazado por la posibilidad de que las masas trabajadoras la desplacen de ese
papel, entonces no vacila en utilizar al ejército y al resto de instrumentos
represivos de que dispone para "imponerle el orden" y "fin" a la democracia, en
nombre precisamente de la "democracia". Al respecto abundan los ejemplos
históricos en distintos lugares del mundo, incluyendo por supuesto en los países
capitalistas desarrollados.
Pero aun así, la democracia es una necesidad y forma parte estructural del
sistema capitalista. Durante mucho tiempo la burguesía de los países capitalistas
desarrollados le impuso a las burguesías de los paises coloniales y capitalistas
dependientes, regímenes políticos anti-democráticos, porque así le era más fácil
explotar a esos países, obtener los frutos del colonialismo y la dependencia y no
compartirlo del todo con la burguesía local. Aunque esta situación ha comenzado
a modificarse, ello solamente se expresa en el terreno formal, ya que el control
que las potencias capitalistas ejercen sobre el sistema financiero internacional y
en general sobre el orden económico mundial y el colosal poderío militar, sin
contrapeso desde el desaparecimiento de la Unión Soviética, les permite obstruir
realización de los programas a las fuerzas que ascienden al gobierno por el voto
popular.
PESE A TODO, EL SOCIALISMO DE ESTADO TUVO ASPECTOS POSITIVOS
A pesar de lo negativo, ese modelo de socialismo que se derrumbó hizo también
no pocos aportes positivos, tanto para las poblaciones de esos países como para
el resto del mundo. Durante un período más o menos largo en esos países del
llamado socialismo real, se practicó una relativa equidad social en la distribución
del producto como no ha existido en ningún otro momento, ni existe hoy en
ninguna otra sociedad.
También operó un sistema de servicio social de parte del Estado bastante
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5. eficiente, como no ha existido ni existe hoy en ninguna otra sociedad, aunque
esta situación se deterioró progresivamente desde los años setenta y de manera
aguda en la parte final de la crisis del modelo debido a que el Estado encauzó los
recursos hacia el gasto militar, bajo la premisa de que la carrera armamentista, y
sobre todo la nuclear, era lo que estaba definiendo el curso de los
acontecimientos a nivel mundial, sacrificando así los niveles de justicia social que
se habían alcanzado.
Esa relativa equidad social lograda indujo a los países capitalistas desarrollados
en Europa, en Norteamérica y en otros lugares, a hacer concesiones a los
trabajadores en el terreno social. Los sistemas de seguridad social, de salud
pública, de educación en estos países, tienen a su base la competencia
capitalista con ese aspecto del sistema socialista.
Y a un nivel más global, las luchas de los movimientos de liberación de los
pueblos coloniales que culminó con la liquidación del colonialismo, sólo es
posible concebirla dentro del marco de esa bi-polaridad que se estableció a nivel
mundial, que le daba a los pueblos la posibilidad de desarrollar su lucha y al
capitalismo y al imperialismo lo ponía en la obligación de mantener su hegemonía
compitiendo con el socialismo.
Solamente así se entiende por qué en un período histórico más o menos corto,
después de la segunda guerra mundial, el sistema colonial desapareció del
planeta.
El proceso de regreso al capitalismo en Europa del Este y la ex- Unión Soviética
ha empobrecido bruscamente a sus pueblos y los ha llevado a comparar con los
grados de equidad que tenían. Ello explica que en la ex-URSS y Europa del Este
se está generando un proceso de retorno al poder de las fuerzas que fueron
desplazadas, es decir los partidos comunistas, algunos de los cuales se
cambiaron de nombre e hicieron readecuaciones de sus concepciones y de los
modelos de socialismo por los cuales luchan en las nuevas condiciones
históricas.
La población de esos países empezó a comparar al capitalismo recién insertado,
con aquellos aspectos positivos que tenía para la sociedad el socialismo que se
derrumbó. El problema más grave que enfrentan es la ruptura de aquella equidad
social: el desempleo es voluminoso, los precios de las mercancías son
astronómicos, la crisis de los sistemas de seguridad y asistencia social a la
población, en educación, salud pública, es grave, segmentos crecientes de la
población caen en la marginación en todos los sentidos.
INFLUENCIA TEORICA DEL SOCIALISMO DE ESTADO EN LAS
REVOLUCIONES DEL TERCER MUNDO
Congruente con ese modelo de socialismo de Estado, las teorías sobre las
revoluciones en los países subdesarrollados fueron estableciendo casi de
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6. manera absoluta la tesis de que se podía "ir al socialismo sin pasar por el
capitalismo".
Esta formulación tenía a su base la experiencia de la revolución rusa, ocurrida en
un extenso país multinacional y atrasado, con pueblos que vivían aún en el
feudalismo y otros incluso en estados de desarrollo más atrasado.
El Estado surgido de la revolución rusa (Octubre/Noviembre de 1917), tuvo que
concentrar en sus manos prácticamente todos los recursos disponibles en su
inmenso país, porque era necesario defenderse de la contrarrevolución externa e
interna. Era necesario para ello desarrollar la industria pesada, producir
armamentos y máquinas herramientas y desarrollar al país por un camino distinto
al curso lógico natural seguido por las fuerzas productivas en los países
capitalistas de occidente.
Entre otras, ésta es una explicación de cómo surgió el modelo de socialismo de
Estado y, congruente con ese diseño, apareció la idea de que se podía saltar en
el proceso de desarrollo, ir al socialismo sin pasar por el capitalismo. Esta era
una corrección a la teoría de Marx y Engels, según la cual el socialismo sería un
sistema que vendría después del capitalismo.
Sin embargo, cuando la revolución se extendió a distintos continentes, y sobre
todo a regiones muy atrasadas de Africa y Asia, esa tesis se volvió insostenible.
Las revoluciones en estas otras partes del Tercer Mundo fueron caracterizadas
como democrático-nacionales o nacional- democráticas, sin una definición clara
de sus contenidos. Más tarde se las definió como revoluciones con orientación
socialista o que seguían una "vía no capitalista" de desarrollo.
Aunque no se sabía exactamente que significado tenían esas caracterizaciones,
una cosa si era clara: el programa económico de esas revoluciones, que siempre
fue lo que más se destacó de su programa global, subrayaba que las
transformaciones económicas debían generar el fortalecimiento del sector estatal
de la economía. Eso era congruente con aquel modelo de socialismo de Estado,
concebido como el único modelo posible.
El centro del debate entre los partidos de izquierda en el poder y fuera del mismo,
giró en gran medida alrededor de la temática del papel del Estado y la
democracia en el socialismo. Marx ,y luego también Lenin, sostenían que el
socialismo conocería diversos modelos acordes con la diversidad de
características nacionales y momentos del devenir histórico. Pero el PCUS y los
demás partidos en el poder en Europa Oriental, habían establecido que el único
modelo posible era el existente en sus países y su predominante influencia
política y teórica, generalizó y consolidó la idea de que las revoluciones con
orientación socialista tenían que transitar por el fortalecimiento del sector estatal
de la economía, y así avanzar hacia la construcción del socialismo.
Así, la estrategia de las revoluciones en el Tercer Mundo, se montaba sobre dos
ejes fundamentales y determinantes: la toma del poder por las fuerzas
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7. revolucionarias y el fortalecimiento del sector estatal de la economía.
Una consecuencia derivada de esa concepción, que muchos aceptaban como
indiscutible, era la idea de que todo lo que fortalecía económicamente al Estado
era progresista, que en consecuencia las nacionalizaciones o estatizaciones en
sí mismas eran progresistas, y que, contrariamente, todo lo que significaba
debilitamiento económico del Estado era negativo y reaccionario. Este
planteamiento, como lo ha demostrado la vida misma, era una grave
equivocación que debía y debe ser corregida.
EL MERCADO ES ANTERIOR AL CAPITALISMO Y SOBREVIVIRA AL
SOCIALISMO
El mercado es un tema que fue tabú durante muchos decenios y desapareció de
las elaboraciones estratégicas de la izquierda a nivel mundial y estaba presente
en los análisis sólo como un factor de crisis y fuente de injusticias en la sociedad
capitalista.
Marx y Engels enseñaron que el mercado es anterior al capitalismo y que se
mantendrá después del capitalismo, que la sociedad socialista sería también una
sociedad con economía mercantil, que la ley del valor, la moneda, los precios,
etcétera, seguirán existiendo y jugando su papel. Para Marx y Engels, en el
socialismo el mercado tendría características diferentes al mercado en el
capitalismo, tendría ciertas limitaciones y orientaciones administrables como una
de las funciones del Estado.
Sin embargo, en el modelo de socialismo de Estado el mercado si bien no fue
suprimido, por que no se suprimió la compraventa, la moneda, etcétera, sí se
comprimió a límites que llegaron a desnaturalizarlo completamente; se
suprimieron en concreto las posibilidades de funcionamiento de la oferta y la
demanda. La planificación centralizada aplastó al mercado, sin comprender que
planeamiento u mercado constituyen mecanismos económicos y el que “haya un
poco más de planeamiento un poco más de mercado no es lo que distingue
esencialmente al socialismo del capitalismo”, tal como sostienen ahora en la
República Popular de China.
Y esa es una de las causas de porqué en las empresas tampoco había interés de
mejorar la calidad, ni la productividad, ni de bajar los costos; en otras palabras no
había interés de incorporar progresos científico técnicos a la producción. Esta es
una de las razones del conservadurismo del sistema de socialismo de estado.
El mercado no podrá desaparecer con la consumacíon de la Revolución
Democrática, ni tampoco en el socialismo. Se puede pensar en la posibilidad de
su desaparición, como lo había previsto Marx, cuando el desarrollo de las fuerzas
productivas llegue a alcanzar niveles tan altos de productividad que cada
persona podrá tomar del producto social según sus necesidades. Pero esta es
una meta sumamente lejana para la humanidad.
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8. Según Marx, en el socialismo cada quien ocuparía un lugar según sus
capacidades y recibiría una parte del producto social según su trabajo; a
diferencia del capitalismo en el cual cada quien recibe según si es o no
propietario de medios de producción, si es o no dueño de capital y del tamaño de
éste, y los trabajadores reciben según su salario que es el precio de su fuerza de
trabajo y no el equivalente a su trabajo, cuya mayor parte genera la plusvalía que
enriquece a los dueños del capital.
EL SOCIALISMO CONSERVA IMPORTANTES BASES MATERIALES
Nuevos modelos de socialismo están en desarrollo en los países en donde no
hubo derrumbe del socialismo: la República Popular de China, Cuba, Vietnam,
Corea del Norte y otros países. En todos ellos se están haciendo esfuerzos de
elaboración de un nuevo modelo para poder seguir adelante en la lucha por el
socialismo.
Por ejemplo, la construcción del socialismo con peculiaridades chinas, que se
encuentra transitando por su primera etapa histórica que durará – según sus
conductores – más de cien años, se aplica un modelo de Economía de Mercado
Socialista, bajo la tesis de que el mercado no es exclusivo del capitalismo, sino
un mecanismo favorable al desarrollo de las fuerzas productivas en general y por
tanto para el desarrollo de la economía socialista. ”La economía de mercado
socialista que nos proponemos establecer - vienen sosteniendo los chinos –
presupone atribuir al mercado, sujeto a la regulación y al control macroeconómico
del Estado Socialista, el papel básico en la distribución de los recursos, de modo
que las actividades acaten las exigencias de la ley del valor y se ajusten a los
cambios que se operen en la relación entre la oferta y la demanda”.
A juicio de los gobernantes chinos, la principal contradicción en la actual etapa
de construcción del socialismo consiste es la “existente entre las crecientes
necesidades materiales y culturales del pueblo y el atraso de la producción
social, por la cual es necesario atribuir importancia primordial al desarrollo de las
fuerzas productivas e impulsar el progreso social en todos sus ordenes,
centrándose en la construcción económica”.
Esfuerzos similares de búsqueda se hacen en Vietnam y por supuesto Cuba. Lo
más probable es que de la misma manera que en el capitalismo, en el socialismo
se van a expresar una diversidad de modelos y no un único modelo, los cuales,
como es lógico, no estarán exentos de problemas.
Una cosa que queda absolutamente clara es que todas las reformas y medidas
económicas emprendidas en cada uno de esos países, de una gran importancia
para el futuro del socialismo, se están impulsando desde el Estado, lo cual
subraya una vez más que la clave de todo sigue siendo el poder político.
Estamos en un período de elaboraciones a nivel mundial. Algunos partidos de
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cambiaron de nombre, están haciendo sus elaboraciones en búsqueda de
alternativas.
En América Latina surgió el Foro de Sao Paulo, como una espacio para el
esfuerzo de elaboración de la izquierda latinoamericana y aunque todavía no da
los frutos que se esperaban, el esfuerzo para la elaboración y el debate creativo
se ha iniciado y extiende, acudiendo a la teoría del socialismo científico universal
y a los desarrollos del pensamiento revolucionario latinoamericano y mundial. En
conclusión, el socialismo tiene todavía bases importantes desde las cuales está
actuando.
EL PODER DEL ESTADO SIGUE SIENDO CLAVE PARA LA CONDUCCION
DEL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD
El poder del Estado sigue siendo un problema principal para la consumación de
la revolución. En la politología contemporánea hay una tendencia a diluir la
definición e identificación del poder: se habla del "poder social", del "poder
económico" o el "poder de los medios de comunicación", del poder político.
Aunque esas expresiones de poder son valiosas como conceptos políticos,
debemos tener claro que lo decisivo es el poder del Estado . El poder social,
el económico, el ideológico, fuera del poder del Estado, son palancas muy
importantes para nuestra lucha, para progresar e influir en el curso de los
acontecimientos y para llegar al poder del Estado, pero no bastan para asegurar
la conducción del proceso de desarrollo de la sociedad en su conjunto.
En cuanto a la cuestión del poder, se puede hablar del "poder popular" como
concepto movilizador, mantener el carácter popular de la lucha y crear la
correlación social suficiente para resolver el problema del poder. Pero la
consigna de "gobernar desde abajo", en la práctica es una ilusion para la gente
porque elude el problema que realmente está en el centro de la lucha: el poder
político.
Es una necesidad trabajar por construir el poderoso movimiento social y político,
para llegar al poder y retenerlo. Pero cuando nos referimos al poder como factor
indispensable para consumar la revolución democrática e impulsar el proceso de
desarrollo hacia el socialismo, nos estamos refiriendo al poder del Estado. Si no
se tiene el poder del Estado, se puede tener todo aquello otro y no aseguramos
la consumación de la revolución democrática ni el rumbo hacia el socialismo.
No debemos disminuir ni mucho menos diluir en manera alguna el concepto de
poder del Estado. Ello no significa desechar diversos otros factores o conceptos
de poder sino precisar el objetivo político central por el cual luchamos.
¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos del poder del Estado? ¿Qué es
el poder del Estado, en qué consiste? Al analizar el poder del Estado debemos
distinguir por lo menos dos categorías: el poder permanente y el poder
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10. temporal.
El poder permanente es el constituido por las Instituciones y aparatos
permanentes que no están sometidos a elección periódicas mediante el voto
ciudadano y tienen sus propios procedimientos y mecanismos de renovación y
permanencia. Por ejemplo; la Fuerza Armada, el Sistema Judicial, la Policía
Nacional Civil, la Fiscalía General de la República, la Procuraduría General de la
República, la Procuraduría de Defensa de los Derechos Humanos, la Corte de
Cuentas de la República y otras instituciones y aparatos administrativos.
El poder temporal, es la parte del poder del Estado que se somete a periódicas
consultas populares, está constituido por las instituciones que integran lo que
llamamos en términos resumidos el gobierno: Presidencia de la República,
Asamblea Legislativa y Concejos Municipales.
Claro que sobre este tema del poder hay que tenemos que profundizar mucho
más, hacer nuestras propias formulaciones teóricas, deducir nuestras propias
conclusiones y objetivos políticos, acordes a las realidades concretas del Estado
salvadoreño.
El fortalecimiento teórico e ideológico de los partidos revolucionarios exige
estudio y dominio sobre el tema del Estado.
Está demostrado históricamente que el Estado ha sido un factor clave de la
sociedad humana a lo largo de muchos milenios - algunos historiadores sitúan el
aparecimiento de los primeros Estados seis o siete mil años antes de Cristo - De
ahí la necesidad de profundizar en el conocimiento acerca del lugar y papel que
ocupa el Estado en el desarrollo de la sociedad, hoy y en perspectiva de futuro,
teniendo en cuenta el desarrollo y experiencias mundial y nuestra propia
experiencia histórica al respecto.
LOS RASGOS FUNDAMENTALES DE NUESTRO PROYECTO DE
SOCIALISMO SOCIALIZADO
Nuestra posición a favor del socialismo al que debemos aspirar como utopía, partimos
de la premisa de que el capitalismo no es la última estación del desarrollo de la
humanidad y que, por tanto, es legítimo luchar y aspirar a traspasar las fronteras del
capitalismo, hacia una sociedad superior a la que preferimos seguirle llamando
socialismo.
Los teóricos del socialismo científico no tuvieron a la vista ningún experimento
práctico concreto y por tanto estaban sujetos a cometer errores en sus
concepciones y visiones del futuro. Además, tenían a la vista un mundo distinto al
actual. En esas condiciones históricas elaboraron su teoría, - y en eso reside uno
de los méritos principales de su genialidad -, basándose casi exclusivamente en
la abstracción científica, la investigación y el pensamiento. La único que tuvieron
a la vista fueron los experimentos de los socialistas utópicos, que eran pobres
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11. teóricamente y muy limitados como experimentos.
Teniendo a la vista un experimento de socialismo de unas dimensiones enormes,
que duró más de 70 años, la inmensa mayor parte del siglo XX, se pueden
extraer enseñanzas y llegar a conclusiones básicas para perfilar modelos
diferentes de socialismo.
Lo primero que sale a la vista es que el socialismo no debe ser un sistema en
manos del Estado, sino en manos de la sociedad misma. Este es un
pensamiento que expresa de manera muy sintética nuestro distanciamiento del
modelo de Estado y nuestra convicción de luchar por un socialismo renovado.:
"es necesario socializar el socialismo". Es decir, elaborar un modelo en que el
socialismo esté en manos de la sociedad y no del Estado, y definir el papel que
éste deberá desempeñar en la sociedad.
Nos encontramos en el proceso de consumación de la revolución democrática, si
ha de consumarse o no depende de la fortaleza de la lucha que logremos
desplegar los revolucionarios. En el programa económico destacamos como
cuestión principal la construcción y desarrollo del Sector Social de la Economía,
congruente con el modelo de socialismo a favor del cual nos estamos
pronunciando, (en manos de la sociedad), y desechando la posición equivocada
de que lo único revolucionario consiste en fortalecer el sector estatal de la
economía.
Nuestro diseño de estrategia de desarrollo económico y social de abril de 1996,
aunque todavía insuficientemente desarrollado, debemos desarrollarlo en lo que
corresponde a esta etapa de la revolución democrática.
Asimismo, la lucha por la democratización que estamos desplegando en la
presente etapa, es parte integrante de la lucha por la revolución democrática y el
socialismo. A diferencia del socialismo de Estado, que no necesitaba de la
democracia, el proyecto de "socialismo socializado" requiere de manera
estructural y funcional ante todo de democracia participativa.
En la medida en que el sistema esté en manos de la sociedad, ésta incidirá
directamente en el curso de los asuntos sociales y públicos. Esta es una
diferencia de fondo con la democracia burguesa, limitada sobre todo por los
intereses de clase de los grandes capitalistas.
Así pues, la democracia participativa es una expresión más profunda de la
democracia, que corresponde justamente a una sociedad en que el sistema está
en manos de la sociedad. Abrirle paso a formas de democracia participativa
desde ahora, es parte de la lucha por la democracia y el socialismo.
LA REVOLUCION DEMOCRATICA COMO ANTESALA DEL SOCIALISMO
Nuestra tarea junto con otras fuerzas revolucionarias, consiste en hacer de la revolución
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12. democrática la antesala del socialismo.
La transición al socialismo pasa, necesariamente, por la democratización sucesiva y
profunda, por el desarrollo de las fuerzas productivas, cuantitativo y cualitativo, y por el
gradual predominio de la propiedad social sobre los medios de producción. La transición
es más o menos prolongada en dependencia de las características y tradiciones socio-
políticas y económicas de cada país, así como también de las condiciones
internacionales en que se desenvuelve ese proceso.
El modelo de sociedad para la transición al socialismo debe descansar, según nuestras
concepciones, en los siguientes pilares fundamentales:
1) El poder del Estado debe estar principalmente en manos de las fuerzas
comprometidas con el socialismo y la sociedad misma.
2) Un nuevo orden económico y social basado en la pluralidad de las formas de la
propiedad de los medios de producción y un fuerte sector social de la economía
3) Un modelo político democrático, pluripartidista y cada vez más participativo de la
sociedad civil.
4) Una política exterior independiente, de relaciones plurales, de respeto, cooperación y
amistad con todos los países del mundo.
La consumación de ese modelo de la Revolución Democrática debe configurar una una
sociedad basada en las siguientes características: supremacía del poder civil
democráticamente generado y de la sociedad civil sobre el poder militar y el Estado; la
real independencia entre los órganos de poder del Estado; la construcción de un
auténtico Estado social de derecho, basado en la promoción y absoluto respeto a los
derechos de las personas, en la igualdad entre los géneros y la desaparición de las
causas principales de la discriminación y opresión de la mujer; el aseguramiento del
pluralismo político e ideológico; la pureza, limpieza, independencia y total transparencia
del sistema electoral; realización de las profundas reformas estructurales que hagan
posible la configuración de un fuerte y próspero sector social de la economía y aseguren
un desarrollo sostenible, con justicia social y permitan superar en lo fundamental las
causas de la pobreza; un Estado eficiente y eficaz, democratizado y comprometido con el
desarrollo social y la autodeterminación nacional; con gobiernos municipales
verdaderamente autónomos comprometidos con el desarrollo local con participación
democrática de la población.
La consolidación de esa nueva sociedad, asegurará la marcha hacia otro período
histórico de transición, el de la transición en ruta al socialismo, cuyos trazos
fundamentales, tal como los visualizamos ahora, presentamos más adelante.
Los rasgos que deben caracterizar a la sociedad socialista del futuro, están sujetos a
cambios, modificaciones y desarrollos. No pretendemos, pues, presentar una concepción
acabada ni del proyecto de socialismo en general ni del modelo de socialismo para
nuestro país.
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13. Nuestro modelo de socialismo sólo podrá triunfar si lo elaboramos a partir de nuestras
tradiciones y características nacionales; si su etapa democrática se desarrolla sin
forzamientos ni apresuramientos que busquen "saltarla"; si en el transcurso de la etapa
de transición, más o menos larga, acertamos en cambiar o ajustar el modelo de nuestro
proyecto de socialismo, cada vez que las condiciones históricas lo demanden y en
completa correspondencia con la composición plural del conjunto de fuerzas que está
involucrado en la lucha por las transformaciones democráticas en nuestro país.
He aquí, los rasgos generales del proyecto de socialismo al que aspiramos:
1) El socialismo de Estado no es socialismo genuino. El socialismo debe ser socializado;
es un régimen social que debe estar en manos de la sociedad misma, gestionado por ella
y no en manos del Estado.
2) Cada país construye el socialismo a partir de sus propias realidades políticas,
culturales y económicas, portando sus propias tradiciones y estilos. En otras palabras,
cada sociedad define su propio modelo de socialismo.
3) La democracia de base, participativa y representativa, forma parte esencial e
inseparable de la sociedad socialista. La expresión principal, no la única, de la
democracia socialista de base, es la autogestión y el control popular. La democracia
socialista es más avanzada e integral que la democracia burguesa.
4) La sociedad socialista está libre de la explotación del hombre por el hombre y del
hombre por el Estado.
5) El socialismo es profundamente humanista, solidario, internacionalista y
revolucionario. Es de su esencia el respeto de la persona humana, de sus derechos y
creencias y asegura el desenvolvimiento y desarrollo integral del individuo dentro de una
sociedad y colectivos solidarios, compagina y armoniza la libertad del individuo y la
acción del colectivo basado en la libertad de sus componentes y en la solidaridad de
todos.
6) El socialismo debe ser capaz de impulsar el progreso y el desarrollo en todos los
ordenes de la existencia material y espiritual, estará comprometido con el desarrollo de
las ciencias y el progreso tecnológico constante de la vida productiva, económica, social,
política y cultural.
7) La economía de la sociedad socialista se basa en la propiedad social de los medios de
producción, poseída y gestionada directamente por los trabajadores, que convive con un
área de propiedad individual y privada minoritaria, cuya existencia está en función de la
satisfacción eficiente de las necesidades sociales y dura todo el tiempo necesario para
que el desarrollo de las fuerzas productivas y la evolución de las relaciones
internacionales, permitan socializarlas con ventaja para la sociedad.
Las formas sociales de propiedad y distribución, deben tener una gran pluralidad y
flexibilidad, abiertas a la creatividad de los trabajadores y de la sociedad, de manera que
estimulen un desarrollo sostenible de las fuerzas productivas.
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14. El Estado debe tener la fuerza económica suficiente para asegurar el rumbo socialista del
desarrollo y la norma básica de la justicia social.
8) La norma fundamental del socialismo consiste en que cada uno tiene derecho a
ocupar un lugar según su capacidad y a recibir una retribución según su trabajo.
9) La economía socialista es mercantil; en ella rige la ley del valor y el funcionamiento del
mercado se encuentra limitado por el humanista y solidario interés social, así como por la
necesidad de asegurar un desarrollo económico y social equilibrados y una inserción
ventajosa en la economía mundial.
10) En el socialismo hay igualdad genuina ante la ley y genuino Estado de Derecho
Revisado en 1999
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