Mais conteúdo relacionado Mais de Antonio Galvez (10) Directores de orquesta por Preciada Azancot (ii de iii)1. Preciada Azancot
Retratos escritos de grandes
Directores de orquesta (II de III)
Haga click en los iconos de para ver a los Directores en acción
© Tulga3000 Editores, S.L.
2. Preciada Azancot
Preciada Azancot, muy conocida como creadora del MAT –Metamodelo de Análisis
Transformacional-, y como escritora con más de dieciocho libros publicados a la fecha, es una
grandísima apasionada de la música.
Como extraordinaria pintora, creadora del movimiento Expresionismo Transformacional, realizó
una serie de 39 retratos al óleo de grandes compositores musicales. Aquellos que lo deseen
pueden disfrutarlos en FineArtAmerica.
En esta ocasión, nos brinda generosamente sus retratos escritos de grandes Directores de
orquesta. Les ofrecemos aquí los cinco segundos de la serie de quince retratos.
Con cada retrato escrito, hemos incluido un link (________) donde pueden ver a cada uno de los
directores de orquesta en acción.
¡Que ustedes lo disfruten!
Antonio Gálvez
Socio-Fundador
Tulga3000 Editores
© Tulga3000 Editores, S.L.
3. Riccardo Muti
Representas en el alto registro de Directores de Orquesta, lo que Brahms significó entre los
mejores compositores: el exponente y encarnación del ORGULLO PERFECTO Y ALTO. El
tuyo, al servicio de la armonía: Vale decir que para un perfil de tipología Promotora como es el
tuyo, era poco menos que misión imposible.
Altivo Príncipe que sólo aspira a hacer reinar la pureza del origen, lo originario y esencial allí
dónde esté. Lo cual, igualmente, para un Italiano, y más aún, Napolitano, significaba lograr la
cuadratura del círculo.
Tú haces del portento lo obviamente natural, lo mínimo exigible. Así como lo son los milagros
de cada amanecer, de cada alumbramiento de inocente gacela. Ya… más lo único que difiere es
que esos últimos testimonios de lo perfecto llegan de la mano del Creador, mientras que tus
logros vienen desde lo más negado y difícil de un simple y mortal ser humano, Maestro del
Orden perfecto y en permanente y eterna transformación, reverenciando obedientemente a los
creadores de armónicos sonidos. Transformación hacia más sí-mismo, más depuración del ser
diferencial, irremplazable y único de los creadores de música que tú nos devuelves tal y como
soñaron su obra. Y como todo genio auténtico, eres idéntico al Designo que te creó y coherente
en tu belleza: la del hombre iluminada esplendorosamente por tu luz interior, por tu expresión
musical y de líder, potenciando y exaltando tu regio porte e impecable belleza de amante latino.
Riccardo, corazón de Adan originario, que jamás se abocaría al exilio y a quien tu devuelves al
Eden. Y con él, a todos nosotros. Contigo, la belleza del orden regresó… para quedarse.
Contigo, un agujero negro se colmó y se hizo fuente de luz, en esta tierra.
¡Gracias por existir, Maestro Altísimo!
© Preciada Azancot
4. Claudio Abbado
Es grande en su sencillez depurada y en su integral altura.
Es el abuelo que cuenta cuentos a sus nietos -los músicos a su cargo-, muchas veces con sus
manos desnudas y algunas como disculpándose de llevar batuta.
Devuelve el misterio y la sacralidad a lo auténticamente grande: la creación que surge de esa
Eternidad que es su morada de siempre y que nos abre a todos, con honda y sobrecogida alegría
y liviano humor. Y todo ello desde la impasibilidad expresiva de su rostro esculpido en cobre
claro. Hace nacer la juventud y la frescura desde su inalcanzable seriedad concentrada.
Volcado, solidario, sirviente de la noble causa de la función siempre sagrada de la música,
respetuoso, tierno. Y por todo ello, inalcanzable e igual a sí-mismo. Ser al estado puro porque se
olvida de sí-mismo, siempre.
¿De qué serviría el amor -nos muestras- si con éste no pudiéramos despertar al niño feliz y
edénico que todos llevamos dentro y entonces entregar la vida propia para defender y proteger
su seguridad? Toda música se escaparía de nuestros pechos desconsolados. Y es tu verdad,
nuestra verdad. Y porque veneras la Vida en la Eternidad, nadie conduce los Requiem como tú.
Y nadie se emociona ante el de Mozart a punto de deber interrumpir el concierto, como lo
sientes tú. Tampoco había visto jamás a todos los músicos con la sonrisa en los labios (en vez
de seriamente cejijuntos) como lo están contigo, pues, de Ser a Ser, sienten su propio
Ser único e inmenso, sin límite alguno, como sólo tú sabes lograrlo y repartirlo en tu sobria
magnanimidad.
Compasivo rigor es tu seña y tu sino.
© Preciada Azancot
5. Carlo María Giunini
O el Maestro Inspirado. Nadie podría cuestionar que es guapísimo, talentosísimo, arrebatado y
al tiempo controlado. E italianísimo, prego… Elegante siempre. Tampoco hay duda alguna en
que todos aquellos que creen que el genio obedece a la inspiración y al rapto místico, lo
encontrarán sublime… (Legislador-Revelador con raptos de proceso de Trascendencia en su
arte).
© Preciada Azancot
6. Sir Simon Rattle
Un oso juguetón de increíble delicadeza. Cual malabarista del sonido, él mima la música, la
muerde, la traga, la bebe, la masajea, la abraza, la besa, le hace el amor, la pierde para mejor
encontrarla, la libera de nuevo, la esclaviza, la adora para mejor humanizarla, la sueña despierto
para adormecerla y mecerla. Se adelanta a ella para mejor esperarla y venerarla.
Alto Sacerdote de cándida frescura, pelo de ángel, cara de ángel, batuta-espada de ángel. Río de
fuego ávido de lanzarse en los brazos del mar y que, por ello, se adelgaza y se demora…
¿Quién haría mejor entender el derroche de energía, de fe, de exaltada alegría, de presencia en
la certeza que se necesita para dar a luz a la armonía, al respeto y a la delicadeza?
Sólo tú Maestro. Honras a Liverpool y a tus tres esposas… ¿qué menos?
¡Y tú vives aún!
© Preciada Azancot
7. Lorin Maazel
Es la actitud integral –y vitalmente vocacional- que mejor ilustra cómo y por qué el segundo eje
–el tuyo, Maazel- sostiene y da sentido a la existencia del tercero.
Niño prodigio nacido anciano y que cada año se hace más niño en sus espléndidos 83 ciclos
solares.
Hijo ilustrísimo y paradigmático del pueblo Civilizador por excelencia y para la excelencia,
universal en su raíces, anciano y sabio, siempre con el humor por delante y por detrás,
inaccesible y humilde.
Pez primigenio concebido, bañado y circuncidado en las aguas de la música, eres delfín y
ballena profética.
Juglar del Arco Iris, hijo y padre el Pacto nuestro con el sonido que consuela y llora,
desprendido del mañana en la gratuidad de lo grande.
Nadie es más Director-Mentor que tú, Maestro.
Nadie como tú, trasciende la partitura para convertirla en gozo de obediencia al Orden. Sí, “no
pasa nada”, nunca pasa nada, ¿quién lo expone como tú, con igual dignidad?
Eres el Gran Rabino de los directores y te gusta serlo.
Oficias en la Eternidad.
Inmanentemente.
© Preciada Azancot
8. Retratos al óleo de grandes Compositores
Por Preciada Azancot
Les ofrecemos a continuación imágenes de algunos de los retratos al óleo pintados por Preciada
Azancot. Si desean contemplar todos ellos, junto con la pieza musical que inspiró a la artista y
la poesía que ella misma escribió al pintarlos, por favor, haga click aquí.
© Preciada Azancot