La agresividad infantil se refiere a cualquier conducta que tiene como objetivo dañar a otra persona u objeto. Puede presentarse de forma directa a través de ataques físicos o verbales, o de forma indirecta mediante un objeto. Está influenciada por factores biológicos, cognitivos, de personalidad y ambientales. Para evaluar si un niño es agresivo, es importante identificar los antecedentes y consecuentes de su comportamiento, así como evaluar sus habilidades para responder a situaciones conflictivas de manera no agresiva. La prevención