Los concursos requieren habilidad o ingenio por parte de los consumidores, mientras que los sorteos no requieren habilidad y todos tienen la misma oportunidad de ganar. Los concursos ayudan a promover productos, obtener retroalimentación de los consumidores y generar publicidad, mientras que los sorteos otorgan premios aleatoriamente a través de boletos o empaques de producto. Tanto los concursos como los sorteos tienen ventajas como premios atractivos y obtención de información de mercado, pero también desventajas como necesidad de