1. LA DIPLOMACIA, HENRY KISSINGER, ALDO BONILLA 201205572
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U N I V E R S I D A D P A N A M E R I C A N A
MAESTRÍA EN POLÍTICA Y COMUNICACIÓN
Curso GEOPOLÍTICA
Catedrático PhDOSCAR PELÁEZ ALMENGOR
Resumen sobre Capítulos I y XXVIII de
“La Diplomacia, de Henry Kissinger”
ALDO NERY BONILLA VICENTE
Carnet 201205572

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La Diplomacia, de Henry Kissinger
INTRODUCCIÓN
El Ex-canciller de los Estados Unidos, Henry Alfred Kissinger, nacido bajo el nombre de Heinz Alfred Kissinger (originario de Fürth,
Alemania, 27 de mayo de 1923), es un político germano-estadounidense de origen judío que tuvo una gran influencia sobre la
política internacional, no solo de Estados Unidos con respecto a los demás países sino que también directamente sobre variedad de
otras naciones. Ejerció como secretario de Estado durante los mandatos presidenciales de Richard Nixon y Gerald Ford, jugando este
papel preponderante en la política exterior de Estados Unidos entre 1969 y 1977 y fue consejero de Seguridad Nacional durante todo
el mandato inicial presidencial del primero.
Kissinger se caracterizó por llevar las riendas de un proceder internacional fuerte pero al mismo tiempo negociador, siendo el artífice
de la denominada política de distensión con la URSS y la China Revolucionaria Socialista, país con el cual logró, durante el mandato
de Richard Nixon, consolidar excelentes relaciones entre los Estados Unidos y ambos países, así como abrirlos económicamente,
situación en la cual casi se logra una paz entre los bloques oriental y occidental, pero que no fue continuada por sus sucesores.
Igualmente fue capaz de sobrellevar y solventar exitosamente la muy criticada Guerra de Vietnam y la Guerra de YomKippur,
concibiendo así toda una nueva visión de cómo llevar la política exterior estadounidense, al colocar como último recurso la
intervención militar, siendo este nuevo proceder el que lo llevó a obtener el Premio Nobel de la Paz en 1973, gracias al alto al fuego
que logró establecer en Vietnam.1
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http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Kissinger

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CAPÍTULO I “El NUEVO ORDEN MUNDIAL”
La Diplomacia, de Henry Kissinger es un invaluable documento que compila el pensamiento de Kissinger y las grandes expectativas
que se tienen sobre los Estados Unidos desde finales de la Primera Guerra Mundial y el nacimiento de la Sociedad de Naciones,
cuando, por particulares circunstancias los Estados Unidos se convierte en una potencia mundial de importancia tal que es
considerada como el “Cruzado” y el “Faro”, el primero en tanto “policía del mundo” y el segundo en tanto nación “líder”.
Kissinger revela la existencia de dos escuelas de pensamiento alrededor de estos dos adjetivos, en virtud que los defensores del
“nuevo orden” a partir de aquel momento se debía fundamentar en los postulados originales de la gran Nación Norteamericana, es
decir la Democracia dirigida por un portentoso equipo de luminarias con mucha capacidad de liderazgo, el libre comercio y en el
marco de las relaciones entre países, un sistema de Derecho Internacional que ya para aquel entonces, Woodrow Wilson había
delineado como cabeza fundamental, de cuyo “idealismo” nació la utopía de la “democracia internacional”.
Wilson, en sus 14 puntos, dijo a Europa que el nuevo orden mundial no debía fundamentarse en el equilibrio de poderes sino en la
autodeterminación, que la seguridad no debía depender de alianzas militares sino una seguridad colectiva nacida a partir de las
relaciones entre naciones abierta y simple, “in ser dirigida secretamente por expertos”.
La condición particular de los Estados Unidos parte de tres premisas fundamentales:
1. Una nación “nueva” que nace en un territorio propio.
2. Un territorio propio, aislado de las graves implicaciones de carácter étnico y geográfico que caracterizaron la realidad euro-
asiática del viejo mundo y sus alrededores.
3. La calificación de que los norteamericanos vivían en un continente “casi desierto” que les liberaba de la pérdida de tiempo
alrededor de la necesidad de cuidar sus fronteras.
El principio de equilibrio de poder no buscaba evitar crisis, sino limitar capacidad estatal para dominación imperialista, es decir, en
calidad de disuasorio a aquellos Estados que podrían pretender incrementar sus dominios por la vía violenta.

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De allí una excelente aproximación a los significados del Imperialismo, porque estos, no tienen ningún interés en la existencia de las
relaciones a través de un sistema internacional ordenado, sino ser ellos mismos ese sistema y dominar, sin importarles el “equilibrio
del poder”.
Estados Unidos se ha impuesto a si misma la obligación de luchar por preservar valores que debían ser intrínsecos a la democracia
internacional, pero que, en virtud de la variopinta realidad no lo son. De esta forma, los Estados Unidos, nunca ha participado, según
Kissinger dentro de un sistema de Equilibrio de Poder.
El enfrentamiento post conflicto de la IIWW, denominado la Guerra Fría fue una consecuencia natural de la existencia de una
superpotencia militar gigantesca pero económicamente enana que dentro del marco de su esfera de influencia tenía naciones y
etnias muy disímiles, situación que, dentro del marco de la desconfianza mutua, marcó un período de armamentismo exacerbado
que llegó a niveles tales que el mundo estuvo a punto de ser borrado del universo, solamente por el enfrentamiento nuclear de
ambas naciones.
Europa inventó los conceptos de sistema nación-Estado, soberanía y equilibrio de poder, porque se encontraba en una situación
donde la relación interestatal, tenía a actores tales que, aunque ninguno podía llegar a liderar o superar con creces al resto, si podían
enmarcarse en una relación simbiótica-natural que convergería posteriormente en una Europa unificada.
El caso de la URSS era más complicado, siendo Euroasiática tenía que lidiar con diversos problemas, su relación con diferentes
esferas culturales le hacía la tarea cuesta arriba y sus limitaciones económicas le obligaban a subyugar pero no le permitían la
libertad de acción ante Estados miembros de la Unión, por la fuerza. De allí la grave obligación de la URSS para tener un ejército de
enormes proporciones.
Kissinger concluye no con poca razón que “Rusia será siempre esencial para el orden mundial y, en la inevitable confusión asociada a
la respuesta a estas preguntas, será una amenaza potencial para él.” Hablando del Medio Oriente y Europa.
Posteriormente, se hace un análisis del papel que juegan países como Japón, China y la India dentro del marco del Nuevo Orden
Mundial, cada uno de ellos, se obligan, (post-conflicto Este-Oeste) a jugar diversos papeles de preponderancia, nunca superiores a

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los Estados Unidos, pero si particularmente de escala global, dentro del marco de tantas percepciones, diferencias y situaciones
igualmente globales que ameritan un replanteamiento de las relaciones internacionales.
Parece que Kissinger converge en que el fundamento del desarrollo de las relaciones internacionales va de la mano con el
pensamiento filosófico fundamental muy coherente y vital para mantener un mundo en paz, diciendo: “Los dos sistemas
internacionales que fueron más estables –El del Congreso de Viena y el dominado por Estados Unidos después de la WWII- tuvieron la
ventaja de contar con percepciones uniformes. Los estadistas de Viena fueron aristócratas, que veían con los mismos ojos las cosas
intangibles y estaban de acuerdo en las cosas fundamentales; los dirigentes norteamericanos que forjaron el mundo de la posguerra
procedían de una tradición intelectual de extraordinaria coherencia y vitalidad.”2
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Capítulo 1, página 21.

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CAPÍTULO XXVIII “LA POLÍTICA EXTERIOR COMO GEOPOLÍTICA: LA DIPLOMACIA TRIANGULAR DE NIXON”
Dentro del marco de la guerra fría, Estados Unidos tuvo que entrar al conflicto vietnamita, en aquel momento, la superioridad
nuclear no era tema principal de negociaciones sino la aplicación de recursos norteamericanos para mantener el sistema mundial y
empujó a que los Estados Unidos revaluaran su función “Cruzado y Líder” del escenario internacional.
A partir de las revelaciones que socavaron la realidad del sistema “comunista” con las atrocidades cometidas por Stalin expuestas
por parte de NikitaJrushov junto a la invasión a Checoslovaquia, se abren nuevos espacios para la diplomacia norteamericana, que
podía fortalecer la tesis que el sistema comunista no tenía las fuerzas para continuar su expansión dado que el atractivo ideológico
estaba en graves apuros.
Kissinger manifiesta que Nixon recibe una sociedad desgarrada y desconfiada ante los asuntos internacionales, que lo obligaban a
trazarse metas a largo plazo, tratando de ubicarse dentro de las teorías sobre el futuro de la Unión Soviética, el boom chino y la
situación del petróleo en Medio Oriente. De allí la obligación de Nixon para llevar a Estados Unidos a un liderato y no a mantener una
posición de predominio que no duraría en el tiempo sin apertura de espacios a los nuevos actores internacionales.
Sus interlocutores son Europa, Japón, la Unión Soviética y China y debe sustentar su postura de liderato, provocando el equilibrio sin
confiar en él, Kissinger reitera al mencionar que Nixon creía que el choque de intereses en competencia haría surgir un equilibrio, un
equilibrio de poder (tesis con muy poca aceptación) aunque reconocía que una nación más poderosa que otra por mucho genera
peligro de guerra por eso postuló que en un mundo donde Estados Unidos lidera casi todos los campos de vida sus interlocutores
debían entender que había que buscar el equilibrio no buscando estar en contra unos de otros.
Dijo Nixon “Solo emplearemos nuestro poder para mantener la paz, nunca para violarla; solo para defender la libertad, nunca para
destruirla”3
sin embargo, parecía ironía que al final estaba hablando únicamente de aquellos cinco países.
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Ibid, página 699.

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Los ciudadanos norteamericanos ya habían opinado que confiaban más en que Estados Unidos se dedicara a proteger sus intereses
antes que el altruismo de ese liderato internacional que obligó a Nixon a actuar en dos esferas:
1. Bajo la retórica idealista de Woodrow Wilson, y
2. El interés nacional de apoyo a sus tácticas diplomáticas.
Por su presencia en Vietnam y Corea, la DOCTRINA NIXON, nace entonces de esos postulados:
EEUU cumpliría los compromisos adquiridos en los tratados.
EEUU ofrecería protección si una potencia nuclear amenazara la libertad de una nación aliada o de una nación cuya
supervivencia los norteamericanos consideraran vital para su seguridad.
En casos de agresión no nuclear, EEUU “esperarían que la nación directamente amenazada asumiera su responsabilidad
básica de aportar hombres para su defensa.”
La reevaluación hecha a la llegada de Nixon al poder permitió conocer posturas de los grandes pensadores norteamericanos sobre
sus relaciones internacionales de tal cuenta que, pensadores como el secretario de Estado de Eisenhower Acheson y
Dullespropusieron la Contención porque consideraban que era “congénita”, en sus propias palabras, la propensión soviética a la
dominación mundial y no veían a los gobernantes soviéticos como negociadores apropiados y decían que la principal tarea
norteamericana era botar al gobierno soviético.
Por otro lado apareció una línea “psiquiátrica” que abogaba por proponer que los gobernantes soviéticos tenían un similar deseo de
paz, pidiendo paciencia para fortalecer la parte pacifista del Gobierno soviético y esperar un desenlace equilibrado.
Nixon creía que entre ambas potencias había una común línea de intereses que era fundamental promover, aunque ésta fuera de
carácter temporal. Recordando que el equilibrio nuclear había llegado a un momento en que ambas potencias sabían que no podían
considerarlo ni como última opción porque la destrucción sería el fin para la civilización.