2. La celebración del día de Halloween ha sido
integrada a nuestra cultura casi desplazando
los ancestrales ritos del Día de Muertos, sin
embargo pocos sabemos de dónde o cuándo
surge este conjunto de actividades que se
realizan en la macabra noche del 31 de
octubre.
Leyendo un documento que el celebre Dr.
Bala me dio hace algunos años, me permito
escribir algunas cosas que me parecieron
interesantes para los curiosos y estudiosos de
las costumbres humanas.
3. Hace alguno miles de años, los Celtas estaban
en lo que ahora conocemos como la Gran
Bretaña y Francia, y celebraban el año nuevo
el 1 de noviembre, o sea que empezaban con
el asunto desde el 31 de octubre en la noche.
Pero, cosa incomprensible, ¡no se
emborrachaban! como es ahora costumbre
(que desperdicio de ocasión...), sino que lo
tomaban con mucha seriedad, y sus
sacerdotes dedicaban la noche a Samhain, el
caballero de la muerte.
Grandes fogatas se encendían; caballos y,
algunas veces, hasta humanos eran
sacrificados para ahuyentar a las brujas y a los
espíritus malignos; pues resulta que en la
costumbre Celta los muertos volvían , en la
noche de Samhain, a pedir alimentos a los
asustados pueblerinos a quienes maldecían y
hacían víctimas de sus conjuros si no accedían
a sus peticiones (o me das o te hago una
travesura, que es la traducción de "Trick or
Treat").
4. Desde Italia, tomando los dominios Celtas,
llegaron los Romanos. Pueblo poco intelectual
pero muy pachanguero, que ya tenía ocupado
los últimos días de octubre y principios de
noviembre con festividades que llamaban
"Las Fiestas de Pomona", dedicadas a la diosa
de los árboles frutales (era algo así como la
vendimia o celebración de la cosecha) y no
podían permitir que este pueblo "bárbaro" las
ignorara, por lo que se les ocurrió adaptar la
costumbre de los dominados a las suyas,
confundirlos y luego decir que ya ellos las
tenían desde antes.
¡Se mezclaron frutas con brujas y malos
espiritus!
Las manzanas eran muy populares y pronto
fueron parte de las celebraciones.
5. Cuando A.C. se convirtió en D.C. y el cristianismo se propagó, los sacerdotes vieron con
desagrado que todavía quedaban algunos testarudos que adoraban a Samhain o a Pomona (o
ambos dos, como dijo el diputado), y eso no era correcto (para los cristianos, por supuesto).
Pero, si se ponían intransigentes perdían clientes, perdón..., devotos.
Tenían que buscar una manera inteligente de darle gusto a todos; y así fue como se les ocurrió
convertir la festividad en cristiana.
Ya de por sí traían un problemón con el calendario que les había sido insuficiente para darle un
día a todos los santos; entonces, qué mejor que dedicarle un solo día a todos los santos
menores (en categoría me supongo). Así pues se instituye el 1 de noviembre como el Día de
Todos los Santos, que en Inglaterra (donde existía el problema) se denominó (traduciendo
literalmente) como "All Hallow Day", y a la noche anterior se le llamó "All Hallow Even".
Con las ya conocidas contracciones, tan acostumbradas en el Inglés, esto pasó a ser "All
Hallow E'en" y, finalmente, "Halloween".
6. Por los tiempos de la Edad Media, algunos
bandoleros se aprovecharon de estas
creencias y, después de cometer sus
fechorías, iban con el chisme de que los
espíritus eran los culpables (quienes, por
supuesto, nunca estaban presentes para
desmentirlos). Estos truhanes se disfrazaban
para parecer diablos y espantos y hacer más
creible su cuento, ¡De aquí la costumbre de
los disfraces!
7. Algunos años después esta festividad llega a
los Estados Unidos, traída por los pioneros, y
es aceptada como una tradición, integrando
todos los detalles antes mencionados. Era una
fiesta católica de pequeños grupos de fieles,
que se popularizó enormemente con la
llegada de los Irlandeses alrededor de 1840.
Fueron ellos quienes le anadieron la "Jack-o-
lantern" (la calabaza hueca con una vela
adentro), ya que tenían una leyenda de un
Jack (Juan) a quien le prohibieron la entrada
al Cielo y también al Infierno (nadie lo
aguantaba) y se paseaba con una linterna,
que era un repollo hueco con un carbón
ardiente adentro (¡Que le había dado
el mismísimo Diablo!), buscando la manera
de ingresar a alguno de los dos clubes.
8. Los gringos fueron más prácticos y en vez de
repollo usan una calabaza que es más fácil de
ahuecar.
La fiesta sin embargo no comenzó a celebrarse
masivamente hasta 1921. Ese año se celebró
el primer desfile de Halloween en Minnesota
y luego le siguieron otros estados.
9. La internacionalización de Halloween se produjo en los años 80 gracias a las series de
televisión. Éxitos de la pequeña pantalla como “Roseanne” comenzaron a dedicar un capítulo
cada año a Halloween hasta convertir la calabaza sonriente en una imagen tan conocida como
la Coca-Cola. Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario
festivo estadounidenense y canadiense.
10. Bueno y, ¿Por qué las brujas montan en
escobas y vuelan?.
Esta imagen fue inventada en Salem, un
pueblo puritano de EEUU donde se hizo una
gran cacería de brujas y donde a alguien se le
ocurrió que se escapaban montadas en sus
escobas mágicas. Todavía, el logo oficial del
pueblo (ahora con propósitos turísticos) es la
bruja montada en la escoba.
Y con esos mismos propósitos turísticos, esta
fecha es ahora promovida por todos los
comerciantes del mundo, perdiendo lo
espantoso para transformarse en un chiste
horripilante.
Es por eso que ahora vamos al mercado y
compramos el Halloween Kit, con disfraz,
dulces e instrucciones para la fiesta, por unos
30 dólares.
¡Eso es lo que yo llamo una tradición
empaquetada!
11. El 31 de octubre al anochecer, Halloween entra
en su apogeo. Una de las costumbres más
arraigadas la noche de Halloween entre los
niños y no tan niños es disfrazarse, cuanto más
terrorífica y esperpénticamente mejor, y
recorrer las calles al asalto de las casas del
barrio. Las pandillas de niños van por la calle
con sus calabazas, llaman a las puertas y
cuando el inocente visitado abre la puerta,
lanzan el grito unánime "¡truco o trato(!trick or
treat). La tradición exige que el inquilino de la
casa ceda a este terrible chantaje, regalando a
los niños todo tipo de dulces y golosinas de
Halloween, haciendo, pues, trato (treat) con
ellos. De no obrar de esta manera, el vecino
moroso se expone a las temibles travesuras
(tricks) de los chiquillos disfrazados de
esqueletos, zombies, vampiros, momias o
brujas.
12. Si el gato era considerado
símbolo de la divinidad entre
los egipcios; los celtas, por el
contrario, desarrollaron un
miedo particular a este mítico
animal, pues creían que los
gatos negros era la forma
felina en que algún poder
demoníaco había
transformado a una persona,
es decir, los gatos eran
personas malditas.En la
leyenda, la diosa céltica Wicca
se convierte en un gato negro
para cometer el incesto con su
hermano, Lucifer
13. Se dice que el cuerpo del gato negro no es más
que el disfraz que utilizan las mismas brujas
para pasearse tranquilamente por la ciudad,
para pasar desapercibidas. Por eso una de las
tradiciones de Halloween advierte que si un
gato negro se te cruza por delante en esta
noche la mala suerte caerá sin remedio sobre
tu cabeza. ¿Sin remedio? Noooo, hay un
antídoto: cuando te pase eso da
inmediatamente siete pasos hacia atrás y
¡maldición conjurada!
14. Según la leyenda popular, un vampiro es un
cadáver que sale de la tumba durante la
noche, a menudo en forma de murciélago, y
succiona la sangre de las personas dormidas
para alimentarse. Se supone que determinados
talismanes y hierbas alejan a los vampiros que,
según la tradición, sólo pueden ser destruidos
por cremación o clavándoles una estaca en el
corazón.
15. La creencia en los vampiros se remonta a la
antigüedad y estuvo muy extendida entre los
eslavos.
Cobró gran impulso con la novela Drácula
(1897) del escritor irlandés Bram Stoker cuenta
la historia del conde Drácula, un vampiro de
Transilvania, que se convirtió en uno de los
personajes más famosos de las películas de
terror. Stoker se inspiró en el príncipe Vlad
Tepes Dracul, quien reinó en Valaquia (y no en
Transilvania) entre 1456 y 1474.