Cuando en el año 1989, Robert Zemeckis y Steven Spielberg imaginaron el futuro en la película "Regreso al Futuro II" visualizaron coches voladores, monopatines flotantes, zapatillas que se abrochaban solas,...
Al hablar de los empleos del futuro podemos realizar una labor de ciencia ficción y pensar en técnicos genéticos, granjeros de insectos, diseñadores de fármacos o reparadores de robots pero es mejor partir de los hechos que conocemos.
¿Cómo será el mercado laboral del futuro?
Si quieres leer el resto de la revista, la tienes aquí: http://issuu.com/www.catalunyaempresarial.es/docs/catalunyaempresarial_250_sep_oct_20
1. 48 · Catalunya empresarial · 2015 2015 · Catalunya empresarial · 49
Los impredecibles
Como muchos niños de mi generación, soñaba con ser
astronauta y recuerdo quedarme con mi padre hasta bien
entrada la madrugada para ver alunizar al Apolo 11 y a
Neil Armstrongdescender por la escalera y pisar la Luna.
Abel Linares
CEO de Nunkyworld
S
oñaba con alcanzar ese ideal,
prepararme física e intelec-
tualmente, participar en un
proyecto altamente futurista y
tecnológico con el idealismo del
aventurero que amplía los horizontes, era
la era espacial. Colonizar el espacio, llegar
a las estrellas.
Hoy, vemos que uno de los primeros
trabajos que ha sido fagocitado por la
tecnología ha sido, precisamente, el de
astronauta. Exceptuando los proyectos de
la Estación Espacial Internacional (EEI),
ya no tiene sentido mandar a un hombre a
la luna. Es más barato, seguro y fiable man-
dar un robot e incluso sondas que aportan
información muy relevante. En Marte, son
ya cuatro los robots que han operado con
éxito. Los Mars Rovers, alguno de los cua-
les ha llegado a recorrer 40 kilómetros, no
necesitan agua, oxígeno ni comida.
Al igual que con la exploración espa-
cial, la digitalización de las actividades es
una de las grandes tendencias que veremos
en el futuro. Un futuro que no es fácil de
predecir.
Un futuro de película
Cuando en el año 1989, Robert Zemeckis
y Steven Spielberg imaginaron el futuro
en la película “Regreso al Futuro II” vi-
sualizaron coches voladores, monopatines
flotantes, zapatillas que se abrochaban so-
las,… Ese “futuro” hoy es bastante cercano
pues la película se ambientaba en el 21 de
octubre de 2015… y los coches voladores
no llenan nuestros cielos, pero ya existen;
y no hay zapatillas voladoras pero uno se
puede suspender del suelo con aire y, en el
mar, con chorros de agua. De igual mane-
ra, al hablar de empleos podemos realizar
una labor de ciencia ficción y pensar en
técnicos genéticos, granjeros de insectos,
diseñadores de fármacos o reparadores
de robots pero es mejor partir de los he-
chos que conocemos y, a partir de ellos,
visualizar cómo será el mercado laboral
del futuro.
¿Cuánto viviremos? ¿Dónde lo hare-
mos? ¿Qué tipo de trabajos se demanda-
rán? ¿Cómo será la contratación? Etc. Son
muchos los interrogantes, pero algunas
respuestas tenemos hoy, no aventuramos
las del siglo XXII, que virarán muchos de
los “millennials” o generación Y. Diremos
que existen tres tendencias que van a tener
un importante impacto sobre el mercado
laboral en las próximas décadas.
En primer lugar, la migración hacia
las ciudades. Según los datos que manejan
las Naciones Unidas, sólo el 30% de la
población vivía en ciudades en 1950. La
predicción es que, en 2050, el 70% de la
población mundial haya cambiado ya el
campo por las grandes urbes. En apenas
100 años de historia se habrá invertido la
tendencia (del 30-70 al 70-30) y no parece
que vaya a detenerse allí.
Existen muchas razones para esta
migración a nivel individual (empleo,
educación, vivienda, sanidad, cultura,
estatus social,…) pero, si debemos buscar
una razón única, esta podría ser la mayor
eficiencia que los avances tecnológicos han
traído a la agricultura y la ganadería. Ha-
biéndose reducido el número de empleos
en estas áreas.
Los efectos que tiene este incremento
de la población en las ciudades son claros
en diversos aspectos como la contamina-
ción, calentamiento local, transporte de
masas, vivienda, desarrollo de negocios,
entre otros. Por lo tanto, igual que se
produce un aumento poblacional en las
ciudades, habrá numerosos empleos rela-
cionados con ellas.
En segundo lugar, la digitalización de
la economía: todos aquellos empleos sus-
ceptibles de ser digitalizados lo harán. El
dato que se maneja es que, en la próxima
década, 1 de cada 3 empleos actuales será
automatizado. Por supuesto, aparecerán
nuevas oportunidades laborales pero de-
bemos pensar que los avances tecnológicos
harán obsoletos muchos de los empleos
que hoy damos por sentado, ya se ha abier-
to un hotel en Japón sólo gestionado con
robots.
¿Cómo era una operación bancaria
hace 50 años? Se iba con la libreta al banco,
los movimientos eran anotados y, en fun-
ción del saldo, podía sacar dinero. ¿Cómo
se opera hoy? Transferencias electrónicas,
tarjetas sin contacto, pagos con el móvil.
Algunos países como Dinamarca, se están
planteando la desaparición gradual del di-
nero físico, Kenia es un ejemplo mundial
de intercambio de dinero entre ciudadanos
mediante el móvil, el nacimiento de va-
rias criptomonedas o criptodivisas como
Bitcoin. Cuando imaginamos un futuro en
el que todas las transacciones económicas
sean digitales, identificables, rastreables...
¿Necesitaremos un contable? o pensamos
que será una app fruto de la nueva “App
Economy”.
“¿Cuánto viviremos?
¿Dónde lo haremos?
¿Qué tipo de trabajos se
demandarán? ¿Cómo será
la contratación?”
Dichosa productividad
En tercer lugar, el incremento de la produc-
tividad. El viejo adagio de “hacer más con
menos” está hoy más presente que nunca,
incluso hay toda una cultura de innova-
ción alrededor del concepto y una de las
metodologías de gestión mas interesante
de los últimos años, un proceso sistemático
para eliminar basura (Muda+Muri+Mura)
en procesos productivos o de fabricación
que ha creado toda una escuela Lean: ma-
nagement, startup, product thinking, etc.
El concepto de productividad en el traba-
jo tenemos que evolucionarlo, no es sólo
tener las cosas hechas, es que realmente
fenómenos de este nuevo siglo que incre-
mentara la productividad de los activos
de las personas, el concepto de “economía
colaborativa”. Esta tiene aquí mucho que
decir… ¿Tenemos un apartamento al que
no vamos? Alquilémoslo. ¿Vamos a viajar
a otra ciudad con el coche? Alguien nos
acompañará… ¿Esa bicicleta de montaña
que no utilizamos? Prestémosla.
Ya sea buscando un rendimiento eco-
nómico o simplemente ayudar, la eco-
nomía colaborativa aprovecha recursos
infrautilizados y les saca partido. Airbnb
no tiene camas propias y el año pasado
llegó a alojar 375.000 personas al día. ¿No
es eso hacer más con menos?
Estas grandes tendencias marcarán
las próximas décadas en términos de em-
pleo y, por supuesto, la gran constante
que provocan los avances tecnológicos:
el cambio en los empleos más deman-
dados. Hemos pasado en menos de una
década de realizar la búsqueda de puestos
cualificados en páginas especializadas en
trabajos online a redes sociales profesiona-
les. Estas redes representaban en 2010 el
20%, según la multinacional de búsqueda
de talento Catenon, y hoy representan
casi un 40%, siendo las más dinámicas.
Un claro referente de esta tendencia es
LinkedIn, que se ha convertido en uno de
los portales de empleo más importantes
a nivel mundial, tenemos a disposición,
a fecha de hoy, 380 millones de profe-
sionales en 200 países. Viendo este sitio
descubrimos rápidamente que entre los
puestos más demandados hay un listado
grande de empleos que 5 años antes ni
siquiera existían: desarrollador de apps,
técnico de redes sociales, experto en big
data, especialista en marketing digital, y
más. Si en un lustro han aparecido estas
profesiones, ¿qué pasará en 10 ó 20 años?
Aunque nos parezca mentira, ya estamos
más cerca del año 2030 que del 2000…
“Pensemos que los
avances tecnológicos
harán obsoletos muchos
de los empleos que hoy
damos por sentado”
Constante evolución
Está claro que los cambios son una cons-
tante y debemos estar preparados para
ello. Wikipedia, Skype, Facebook, Twit-
ter, Youtube, Whatsapp, iPhone… Todas
estas herramientas, redes o sistemas de
información, no existían en el año 2000.
Los empleos que hoy generan las redes
sociales, las negociaciones que se realizan
desde un iPhone, la comunicación que nos
permite Skype o Whatsapp… Si todo esto
ha cambiado en los últimos 15 años, ¿qué
nos espera en 2030?
En 1960, los estudios más demanda-
dos eran los relacionados con la enseñanza,
en 1980 aquellos que se centraban en los
negocios… ¿Y en la actualidad? Hoy sa-
bemos que lo que aprende en 1er. curso
un estudiante de una carrera técnica de
nos pagarán por pensar, no por hacer, si
realmente identificamos que el puesto de
trabajo está dominado por la tecnología,
está lleno de información disponible y real-
mente está dirigido por el conocimiento.
Por eso es importante entender uno de los
empleos del futuro
ECONOMÍA COlaborativa
2. 48 · Catalunya empresarial · 2015 2015 · Catalunya empresarial · 49
Los impredecibles
Como muchos niños de mi generación, soñaba con ser
astronauta y recuerdo quedarme con mi padre hasta bien
entrada la madrugada para ver alunizar al Apolo 11 y a
Neil Armstrongdescender por la escalera y pisar la Luna.
Abel Linares
CEO de Nunkyworld
S
oñaba con alcanzar ese ideal,
prepararme física e intelec-
tualmente, participar en un
proyecto altamente futurista y
tecnológico con el idealismo del
aventurero que amplía los horizontes, era
la era espacial. Colonizar el espacio, llegar
a las estrellas.
Hoy, vemos que uno de los primeros
trabajos que ha sido fagocitado por la
tecnología ha sido, precisamente, el de
astronauta. Exceptuando los proyectos de
la Estación Espacial Internacional (EEI),
ya no tiene sentido mandar a un hombre a
la luna. Es más barato, seguro y fiable man-
dar un robot e incluso sondas que aportan
información muy relevante. En Marte, son
ya cuatro los robots que han operado con
éxito. Los Mars Rovers, alguno de los cua-
les ha llegado a recorrer 40 kilómetros, no
necesitan agua, oxígeno ni comida.
Al igual que con la exploración espa-
cial, la digitalización de las actividades es
una de las grandes tendencias que veremos
en el futuro. Un futuro que no es fácil de
predecir.
Un futuro de película
Cuando en el año 1989, Robert Zemeckis
y Steven Spielberg imaginaron el futuro
en la película “Regreso al Futuro II” vi-
sualizaron coches voladores, monopatines
flotantes, zapatillas que se abrochaban so-
las,… Ese “futuro” hoy es bastante cercano
pues la película se ambientaba en el 21 de
octubre de 2015… y los coches voladores
no llenan nuestros cielos, pero ya existen;
y no hay zapatillas voladoras pero uno se
puede suspender del suelo con aire y, en el
mar, con chorros de agua. De igual mane-
ra, al hablar de empleos podemos realizar
una labor de ciencia ficción y pensar en
técnicos genéticos, granjeros de insectos,
diseñadores de fármacos o reparadores
de robots pero es mejor partir de los he-
chos que conocemos y, a partir de ellos,
visualizar cómo será el mercado laboral
del futuro.
¿Cuánto viviremos? ¿Dónde lo hare-
mos? ¿Qué tipo de trabajos se demanda-
rán? ¿Cómo será la contratación? Etc. Son
muchos los interrogantes, pero algunas
respuestas tenemos hoy, no aventuramos
las del siglo XXII, que virarán muchos de
los “millennials” o generación Y. Diremos
que existen tres tendencias que van a tener
un importante impacto sobre el mercado
laboral en las próximas décadas.
En primer lugar, la migración hacia
las ciudades. Según los datos que manejan
las Naciones Unidas, sólo el 30% de la
población vivía en ciudades en 1950. La
predicción es que, en 2050, el 70% de la
población mundial haya cambiado ya el
campo por las grandes urbes. En apenas
100 años de historia se habrá invertido la
tendencia (del 30-70 al 70-30) y no parece
que vaya a detenerse allí.
Existen muchas razones para esta
migración a nivel individual (empleo,
educación, vivienda, sanidad, cultura,
estatus social,…) pero, si debemos buscar
una razón única, esta podría ser la mayor
eficiencia que los avances tecnológicos han
traído a la agricultura y la ganadería. Ha-
biéndose reducido el número de empleos
en estas áreas.
Los efectos que tiene este incremento
de la población en las ciudades son claros
en diversos aspectos como la contamina-
ción, calentamiento local, transporte de
masas, vivienda, desarrollo de negocios,
entre otros. Por lo tanto, igual que se
produce un aumento poblacional en las
ciudades, habrá numerosos empleos rela-
cionados con ellas.
En segundo lugar, la digitalización de
la economía: todos aquellos empleos sus-
ceptibles de ser digitalizados lo harán. El
dato que se maneja es que, en la próxima
década, 1 de cada 3 empleos actuales será
automatizado. Por supuesto, aparecerán
nuevas oportunidades laborales pero de-
bemos pensar que los avances tecnológicos
harán obsoletos muchos de los empleos
que hoy damos por sentado, ya se ha abier-
to un hotel en Japón sólo gestionado con
robots.
¿Cómo era una operación bancaria
hace 50 años? Se iba con la libreta al banco,
los movimientos eran anotados y, en fun-
ción del saldo, podía sacar dinero. ¿Cómo
se opera hoy? Transferencias electrónicas,
tarjetas sin contacto, pagos con el móvil.
Algunos países como Dinamarca, se están
planteando la desaparición gradual del di-
nero físico, Kenia es un ejemplo mundial
de intercambio de dinero entre ciudadanos
mediante el móvil, el nacimiento de va-
rias criptomonedas o criptodivisas como
Bitcoin. Cuando imaginamos un futuro en
el que todas las transacciones económicas
sean digitales, identificables, rastreables...
¿Necesitaremos un contable? o pensamos
que será una app fruto de la nueva “App
Economy”.
“¿Cuánto viviremos?
¿Dónde lo haremos?
¿Qué tipo de trabajos se
demandarán? ¿Cómo será
la contratación?”
Dichosa productividad
En tercer lugar, el incremento de la produc-
tividad. El viejo adagio de “hacer más con
menos” está hoy más presente que nunca,
incluso hay toda una cultura de innova-
ción alrededor del concepto y una de las
metodologías de gestión mas interesante
de los últimos años, un proceso sistemático
para eliminar basura (Muda+Muri+Mura)
en procesos productivos o de fabricación
que ha creado toda una escuela Lean: ma-
nagement, startup, product thinking, etc.
El concepto de productividad en el traba-
jo tenemos que evolucionarlo, no es sólo
tener las cosas hechas, es que realmente
fenómenos de este nuevo siglo que incre-
mentara la productividad de los activos
de las personas, el concepto de “economía
colaborativa”. Esta tiene aquí mucho que
decir… ¿Tenemos un apartamento al que
no vamos? Alquilémoslo. ¿Vamos a viajar
a otra ciudad con el coche? Alguien nos
acompañará… ¿Esa bicicleta de montaña
que no utilizamos? Prestémosla.
Ya sea buscando un rendimiento eco-
nómico o simplemente ayudar, la eco-
nomía colaborativa aprovecha recursos
infrautilizados y les saca partido. Airbnb
no tiene camas propias y el año pasado
llegó a alojar 375.000 personas al día. ¿No
es eso hacer más con menos?
Estas grandes tendencias marcarán
las próximas décadas en términos de em-
pleo y, por supuesto, la gran constante
que provocan los avances tecnológicos:
el cambio en los empleos más deman-
dados. Hemos pasado en menos de una
década de realizar la búsqueda de puestos
cualificados en páginas especializadas en
trabajos online a redes sociales profesiona-
les. Estas redes representaban en 2010 el
20%, según la multinacional de búsqueda
de talento Catenon, y hoy representan
casi un 40%, siendo las más dinámicas.
Un claro referente de esta tendencia es
LinkedIn, que se ha convertido en uno de
los portales de empleo más importantes
a nivel mundial, tenemos a disposición,
a fecha de hoy, 380 millones de profe-
sionales en 200 países. Viendo este sitio
descubrimos rápidamente que entre los
puestos más demandados hay un listado
grande de empleos que 5 años antes ni
siquiera existían: desarrollador de apps,
técnico de redes sociales, experto en big
data, especialista en marketing digital, y
más. Si en un lustro han aparecido estas
profesiones, ¿qué pasará en 10 ó 20 años?
Aunque nos parezca mentira, ya estamos
más cerca del año 2030 que del 2000…
“Pensemos que los
avances tecnológicos
harán obsoletos muchos
de los empleos que hoy
damos por sentado”
Constante evolución
Está claro que los cambios son una cons-
tante y debemos estar preparados para
ello. Wikipedia, Skype, Facebook, Twit-
ter, Youtube, Whatsapp, iPhone… Todas
estas herramientas, redes o sistemas de
información, no existían en el año 2000.
Los empleos que hoy generan las redes
sociales, las negociaciones que se realizan
desde un iPhone, la comunicación que nos
permite Skype o Whatsapp… Si todo esto
ha cambiado en los últimos 15 años, ¿qué
nos espera en 2030?
En 1960, los estudios más demanda-
dos eran los relacionados con la enseñanza,
en 1980 aquellos que se centraban en los
negocios… ¿Y en la actualidad? Hoy sa-
bemos que lo que aprende en 1er. curso
un estudiante de una carrera técnica de
nos pagarán por pensar, no por hacer, si
realmente identificamos que el puesto de
trabajo está dominado por la tecnología,
está lleno de información disponible y real-
mente está dirigido por el conocimiento.
Por eso es importante entender uno de los
empleos del futuro
ECONOMÍA COlaborativa
3. 50 · Catalunya empresarial · 2015 2015 · Catalunya empresarial · 51
ECONOMÍA COlaborativa
informática de cuatro años está obsoleto
cuando llega al mercado laboral. No es de
extrañar que se empiece a ver la formación
universitaria más como una opción y me-
nos como un requisito indispensable en
un candidato.
Debemos asimilar el cambio, pues no
sólo el tipo de empleo sino las oficinas o
la contratación serán distintas a lo que
conocemos. Las oficinas del siglo XXI
serán flexibles e inteligentes, integrando
al trabajador virtual, acentuando la fusión
entre vida profesional y personal. Forjan-
do nuevas palabras como “workolidays”,
donde los trabajadores integrarán horas de
trabajo en sus propias vacaciones, modifi-
cando el principio que bien nos descubrió
Elton Mayo, en 1920, para incrementar
la productividad; se basaba en mejorar la
motivación y satisfacción, frente a prácti-
casanteriores desarrolladas por Taylor ba-
sadas en la medición, “Scientific Manage-
ment”, que contrastan con los temas que
atraen al talento, empresas innovadoras y
con talento, y no sabemos cómo medirlo.
Futuro independiente
Según un estudio de la compañía Intuit, el
40% de los trabajadores norteamericanos,
60 millones de personas, serán autóno-
mos en el año 2020. Esto significa que la
forma en la que entendemos los empleos
está condenada a desaparecer. Debemos
entender nuestro tiempo como un recurso
que debemos emplear para crear valor,
teniendo claro que nuestra competencia
será global. Empresas especializadas en el
nuevo concepto de “Crowdsourcing” que
permite encontrar un autónomo a nivel
mundial. La disponibilidad y la compe-
tencia global están cambiando la forma de
conseguir que un trabajo sea ejecutado. Es
una tendencia que tiene su nacimiento
en modelos anteriores de contratación
basados en el “outsourcing” o externaliza-
ción. Un modelo que la globalización ha
permitido desplazar a lugares remotos o
centralizados, que está sufriendo su propia
trasformación disruptiva debido a las nue-
vas herramientas de telecomunicaciones,
sistemas en la nube o cloud, las redes so-
ciales y sobre todo las nuevas herramien-
tas colaborativas que han permitido una
industria nueva llamada “crowdsourcing”
y que es muy revolucionaría aportando
flexibilidad, escalabilidad, predictibilidad,
menor tiempo de desarrollo y, bien ne-
gociado, una importante reducción de
costes, es decir impacta directamente en
la productividad empresarial.
Todas las empresas necesitan incre-
mentar productividad siempre, pero ac-
tualmente la competencia es más global
e intensa, obligando a capturar el mejor
talento posible, al ser la productividad
económica un factor muy ligado a la in-
novación y al conocimiento corporativo.
En el sudeste asiático, para el 58% de las
empresas su principal preocupación es
retener el talento frente a las propuestas
de sus competidores.
Netflix o General Motors están dando
pasos acelerados para retener el talento,
en esta línea están las nuevas prácticas
F&F, Familia y Flexibilidad, como, por
ejemplo, la autogestión de las vacaciones.
¿Por qué medir los días de vacaciones que
se toma un empleado cuándo no se miden
las horas que trabaja? Una vez cumplidos
los objetivos asignados ¿qué importa si
están 4 ó 6 semanas de vacaciones?
Vamos hacia una libertad mayor del
trabajador, en términos de horarios, pre-
sencia en las oficinas, dispositivos utiliza-
dos o incluso modelo contractual.
Los empleos del futuro
La Economía Colaborativa revoluciona
el concepto tradicional de empleo que
conocemos. Es complicada su medición y
la evaluación de su impacto. Sin embargo,
estudios como el de American Action Fo-
rum, estiman que el 30% de los empleos
creados entre 2010 y 2014 tenían relación
directa con la Economía Colaborativa.
Uno de cada cuatro estadounidenses
ya está, de alguna forma, implicado en
la Economía Colaborativa y sus ingresos
también aumentan, a un ritmo del 25%
anual. Si pensábamos que era un fenóme-
no marginal, es mejor que empecemos a
mirarlo con distintos ojos.
Como hemos visto, los cambios que
traerá laTercera Revolución Industrial ha-
rán desaparecer empleos y crearán otros
nuevos, cambiarán la forma en la que en-
tendemos la relación empleado-trabajador,
incluso, la forma en la que entendemos el
consumo.
Serán más importantes las capacidades
como creatividad e innovación, resolución
de problemas, pensamiento crítico o co-
municación que el propio conocimiento,
que con la tecnología se convertirá en una
commodity.
Por supuesto, se salvarán aquellos
trabajos que aporten valor real al cliente,
no debemos pensar en mantener nuestro
puesto de trabajo sino en que nuestra em-
pleabilidad depende de nosotros mismos,
ya sea contratados (tenemos un solo clien-
te) o somos autónomos (tenemos varios
clientes).
En un entorno tan cambiante, sólo
dedicamos una hora y media cada año
a pensar en nuestra carrera profesional.
Comparado con las 22 horas que emplea-
mos en planificar las vacaciones todos los
años, se antoja un tiempo bastante escaso.
Debemos pensar en cuál será nuestro fu-
turo laboral y dónde (y cómo) queremos
desarrollarlo, porque como bien dijo Wo-
ody Allen, “el futuro es el sitio donde vas a
pasar el resto de tu vida”. n
@abel_linares
LA REVOLUCIÓN DE LA
ECONOMÍA COLABORATIVA
Se trata de un modelo económico basa-
do en la posesión, donde el préstamo o
el alquiler no tienen cabida. Mi casa,mi
coche, mi ordenador, mi Smartphone…
Sin embargo, la economía colaborativa
es absolutamente disruptiva.
Yanose tratasólode“mi”coche,porque
puedoponerloadisposicióndeunextra-
ño para que me lo alquile o para que lo
comparta durante un trayecto. ¿Cómo
confiar en un desconocido? Gracias a la
moneda de laTercera Revolución Indus-
trial: la recomendación. El colectivo nos
informadelasbondadesdeunproducto
o servicio pero también de la calidad de
unpotencialcliente. Losconflictosestán
servidos,las normas,impuestos y regla-
mentaciones van a velocidades muy di-
ferentes a la evolución de los modelos
denegocio,unejemploglobaleslapolé-
mica global que ha creado una empresa
como Uber. ¿No será mejor pensar que
la regulación va a tener que ser como
un sistema operativo, es decir como el
software,que tenga pequeños cambios
programados y grandes cambios de ver-
sión?Porqueelproblemaesmuchomás
grande que un conflicto entre taxistas y
empresas de alquiler de coches de par-
ticulares; es una disrupción en el trans-
porte con el coche de tal magnitud que
modificará completamente una de las
mayores industrias del siglo XX.
Dentrodeestadiscusiónparecemásim-
portante resaltar al hablar de empleo,el
cambio que supone la incorporación del
cocheautónomoanuestrasvidas,cuan-
dosabemosqueyaes técnicamentevia-
ble y más seguro pero está fuera de la
legalidadvigente.Porponerunejemplo,
el coche autónomo de Google ya está
siendo probado en grandes ciudades.
Ya no es sólo la conducción en grandes
carreteras entre otros vehículos. ¿Qué
ocurrirá con los taxistas cuando existan
coches autónomos?
Ladigitalización en el transporte por ca-
rretera,biendemercancíasodeviajeros,
es sólo una cuestión de tiempo.. n
Aquellos nacidos después de
1980, son una generación con
distintos valores. Para ellos no
es tan importante pertenecer a
una gran compañía o tener un
gran salario como disfrutar
de más libertad, mayor interac-
ción con sus superiores o una
atmósfera interconectada en el
trabajo.
Los Millennials serán responsables del
50% del consumo en 2017 y, en 2030,
representarán el 75% de toda la fuerza
productiva. Se trata de la primera ge-
neración nativa digital,acostumbrada
a estar siempre conectada y los depar-
tamentos de RRHH deberán aprender
a gestionar la convivencia entre tra-
bajadores con distintos valores,acos-
tumbrados a distintas herramientas
tecnológicas. Mientras un empleado
preferirá una llamada telefónica,otro
elegirá un correo electrónico y otro
un mensaje de Whatsapp. Unos que-
rrán hacer horarios 9-5, otros tener
horarios flexibles y algunos sólo pasar
por la oficina para las reuniones. Esto
no será sencillo, pero tenemos que
prepararnos ya para su gestión. Los
Millennials son los grandes defen-
sores de la Economía Colaborativa y
gran parte de la evolución que vere-
mos en los empleos se debe a esta
conjunción:los nuevos valores de una
generación distinta con una econo-
mía totalmente disruptiva. n
LOS MILLENNIALS
O GENERACIÓN Y
Para las generaciones anteriores, el
consumo y, más aún, el hiperconsumo,
es un signo de riqueza. Es la cultura
del “más es más”, la del nuevo coche
cada cuatro años, la de la obsolescen-
cia programada.
“Hay un proceso
sistemático para
eliminar basura
(Muda+Muri+Mura) en
procesos productivos o de
fabricación”
“Linkedin es el portal de
empleo más importante
del mundo: hay 380
millones de profesionales
de 200 países en espera”
4. 50 · Catalunya empresarial · 2015 2015 · Catalunya empresarial · 51
ECONOMÍA COlaborativa
informática de cuatro años está obsoleto
cuando llega al mercado laboral. No es de
extrañar que se empiece a ver la formación
universitaria más como una opción y me-
nos como un requisito indispensable en
un candidato.
Debemos asimilar el cambio, pues no
sólo el tipo de empleo sino las oficinas o
la contratación serán distintas a lo que
conocemos. Las oficinas del siglo XXI
serán flexibles e inteligentes, integrando
al trabajador virtual, acentuando la fusión
entre vida profesional y personal. Forjan-
do nuevas palabras como “workolidays”,
donde los trabajadores integrarán horas de
trabajo en sus propias vacaciones, modifi-
cando el principio que bien nos descubrió
Elton Mayo, en 1920, para incrementar
la productividad; se basaba en mejorar la
motivación y satisfacción, frente a prácti-
casanteriores desarrolladas por Taylor ba-
sadas en la medición, “Scientific Manage-
ment”, que contrastan con los temas que
atraen al talento, empresas innovadoras y
con talento, y no sabemos cómo medirlo.
Futuro independiente
Según un estudio de la compañía Intuit, el
40% de los trabajadores norteamericanos,
60 millones de personas, serán autóno-
mos en el año 2020. Esto significa que la
forma en la que entendemos los empleos
está condenada a desaparecer. Debemos
entender nuestro tiempo como un recurso
que debemos emplear para crear valor,
teniendo claro que nuestra competencia
será global. Empresas especializadas en el
nuevo concepto de “Crowdsourcing” que
permite encontrar un autónomo a nivel
mundial. La disponibilidad y la compe-
tencia global están cambiando la forma de
conseguir que un trabajo sea ejecutado. Es
una tendencia que tiene su nacimiento
en modelos anteriores de contratación
basados en el “outsourcing” o externaliza-
ción. Un modelo que la globalización ha
permitido desplazar a lugares remotos o
centralizados, que está sufriendo su propia
trasformación disruptiva debido a las nue-
vas herramientas de telecomunicaciones,
sistemas en la nube o cloud, las redes so-
ciales y sobre todo las nuevas herramien-
tas colaborativas que han permitido una
industria nueva llamada “crowdsourcing”
y que es muy revolucionaría aportando
flexibilidad, escalabilidad, predictibilidad,
menor tiempo de desarrollo y, bien ne-
gociado, una importante reducción de
costes, es decir impacta directamente en
la productividad empresarial.
Todas las empresas necesitan incre-
mentar productividad siempre, pero ac-
tualmente la competencia es más global
e intensa, obligando a capturar el mejor
talento posible, al ser la productividad
económica un factor muy ligado a la in-
novación y al conocimiento corporativo.
En el sudeste asiático, para el 58% de las
empresas su principal preocupación es
retener el talento frente a las propuestas
de sus competidores.
Netflix o General Motors están dando
pasos acelerados para retener el talento,
en esta línea están las nuevas prácticas
F&F, Familia y Flexibilidad, como, por
ejemplo, la autogestión de las vacaciones.
¿Por qué medir los días de vacaciones que
se toma un empleado cuándo no se miden
las horas que trabaja? Una vez cumplidos
los objetivos asignados ¿qué importa si
están 4 ó 6 semanas de vacaciones?
Vamos hacia una libertad mayor del
trabajador, en términos de horarios, pre-
sencia en las oficinas, dispositivos utiliza-
dos o incluso modelo contractual.
Los empleos del futuro
La Economía Colaborativa revoluciona
el concepto tradicional de empleo que
conocemos. Es complicada su medición y
la evaluación de su impacto. Sin embargo,
estudios como el de American Action Fo-
rum, estiman que el 30% de los empleos
creados entre 2010 y 2014 tenían relación
directa con la Economía Colaborativa.
Uno de cada cuatro estadounidenses
ya está, de alguna forma, implicado en
la Economía Colaborativa y sus ingresos
también aumentan, a un ritmo del 25%
anual. Si pensábamos que era un fenóme-
no marginal, es mejor que empecemos a
mirarlo con distintos ojos.
Como hemos visto, los cambios que
traerá laTercera Revolución Industrial ha-
rán desaparecer empleos y crearán otros
nuevos, cambiarán la forma en la que en-
tendemos la relación empleado-trabajador,
incluso, la forma en la que entendemos el
consumo.
Serán más importantes las capacidades
como creatividad e innovación, resolución
de problemas, pensamiento crítico o co-
municación que el propio conocimiento,
que con la tecnología se convertirá en una
commodity.
Por supuesto, se salvarán aquellos
trabajos que aporten valor real al cliente,
no debemos pensar en mantener nuestro
puesto de trabajo sino en que nuestra em-
pleabilidad depende de nosotros mismos,
ya sea contratados (tenemos un solo clien-
te) o somos autónomos (tenemos varios
clientes).
En un entorno tan cambiante, sólo
dedicamos una hora y media cada año
a pensar en nuestra carrera profesional.
Comparado con las 22 horas que emplea-
mos en planificar las vacaciones todos los
años, se antoja un tiempo bastante escaso.
Debemos pensar en cuál será nuestro fu-
turo laboral y dónde (y cómo) queremos
desarrollarlo, porque como bien dijo Wo-
ody Allen, “el futuro es el sitio donde vas a
pasar el resto de tu vida”. n
@abel_linares
LA REVOLUCIÓN DE LA
ECONOMÍA COLABORATIVA
Se trata de un modelo económico basa-
do en la posesión, donde el préstamo o
el alquiler no tienen cabida. Mi casa,mi
coche, mi ordenador, mi Smartphone…
Sin embargo, la economía colaborativa
es absolutamente disruptiva.
Yanose tratasólode“mi”coche,porque
puedoponerloadisposicióndeunextra-
ño para que me lo alquile o para que lo
comparta durante un trayecto. ¿Cómo
confiar en un desconocido? Gracias a la
moneda de laTercera Revolución Indus-
trial: la recomendación. El colectivo nos
informadelasbondadesdeunproducto
o servicio pero también de la calidad de
unpotencialcliente. Losconflictosestán
servidos,las normas,impuestos y regla-
mentaciones van a velocidades muy di-
ferentes a la evolución de los modelos
denegocio,unejemploglobaleslapolé-
mica global que ha creado una empresa
como Uber. ¿No será mejor pensar que
la regulación va a tener que ser como
un sistema operativo, es decir como el
software,que tenga pequeños cambios
programados y grandes cambios de ver-
sión?Porqueelproblemaesmuchomás
grande que un conflicto entre taxistas y
empresas de alquiler de coches de par-
ticulares; es una disrupción en el trans-
porte con el coche de tal magnitud que
modificará completamente una de las
mayores industrias del siglo XX.
Dentrodeestadiscusiónparecemásim-
portante resaltar al hablar de empleo,el
cambio que supone la incorporación del
cocheautónomoanuestrasvidas,cuan-
dosabemosqueyaes técnicamentevia-
ble y más seguro pero está fuera de la
legalidadvigente.Porponerunejemplo,
el coche autónomo de Google ya está
siendo probado en grandes ciudades.
Ya no es sólo la conducción en grandes
carreteras entre otros vehículos. ¿Qué
ocurrirá con los taxistas cuando existan
coches autónomos?
Ladigitalización en el transporte por ca-
rretera,biendemercancíasodeviajeros,
es sólo una cuestión de tiempo.. n
Aquellos nacidos después de
1980, son una generación con
distintos valores. Para ellos no
es tan importante pertenecer a
una gran compañía o tener un
gran salario como disfrutar
de más libertad, mayor interac-
ción con sus superiores o una
atmósfera interconectada en el
trabajo.
Los Millennials serán responsables del
50% del consumo en 2017 y, en 2030,
representarán el 75% de toda la fuerza
productiva. Se trata de la primera ge-
neración nativa digital,acostumbrada
a estar siempre conectada y los depar-
tamentos de RRHH deberán aprender
a gestionar la convivencia entre tra-
bajadores con distintos valores,acos-
tumbrados a distintas herramientas
tecnológicas. Mientras un empleado
preferirá una llamada telefónica,otro
elegirá un correo electrónico y otro
un mensaje de Whatsapp. Unos que-
rrán hacer horarios 9-5, otros tener
horarios flexibles y algunos sólo pasar
por la oficina para las reuniones. Esto
no será sencillo, pero tenemos que
prepararnos ya para su gestión. Los
Millennials son los grandes defen-
sores de la Economía Colaborativa y
gran parte de la evolución que vere-
mos en los empleos se debe a esta
conjunción:los nuevos valores de una
generación distinta con una econo-
mía totalmente disruptiva. n
LOS MILLENNIALS
O GENERACIÓN Y
Para las generaciones anteriores, el
consumo y, más aún, el hiperconsumo,
es un signo de riqueza. Es la cultura
del “más es más”, la del nuevo coche
cada cuatro años, la de la obsolescen-
cia programada.
“Hay un proceso
sistemático para
eliminar basura
(Muda+Muri+Mura) en
procesos productivos o de
fabricación”
“Linkedin es el portal de
empleo más importante
del mundo: hay 380
millones de profesionales
de 200 países en espera”