1. Ópera El Murciélago “ Die Fledermaus” Johann Strauss II Obertura
2. Johann Strauss compuso con “El murciélago” su obra maestra, cada número musical de esta ópera se convirtió en un gran éxito. Pertenece al género de la ópera cómica y está llena de humor e ingenio, energía y alegría de vivir. El estreno de “El murciélago” tuvo lugar en un momento sumamente desfavorable. Una gran crisis económica sacudía a Austria, y pocos meses antes, el Viernes Negro, se había derrumbado la Bolsa de Viena y había arrastrado al abismo a varias fortunas aparentemente sólidas. El 5 de abril de 1874 reinaba en el “Theater an der Wien” un ambiente apocalíptico que ni siquiera El murciélago podía cambiar. Hubo sólo 17 representaciones, una cantidad casi ridícula para el célebre Johann Strauss y que parecía un peligroso fracaso.
3. Sin embargo en los demás países que representaron en seguida “El murciélago”, la obra obtuvo un éxito rotundo de inmediato. Se convirtió en una de las obras más ejecutadas del género de la ópera alegre y ligera. EL ARGUMENTO Lo que desata la acción en la ópera El Murciélago es la venganza por una broma cruel ocurrida tres años antes de la acción escénica. El notario Dr. Falke asiste disfrazado de murciélago a un baile de máscaras con su amigo Gabriel von Eisenstein, quien va vestido de mariposa. Cuando termina la fiesta, Eisenstein deja a Falke abandonado en la calle y totalmente ebrio. Cuando amanece el notario debe regresar a su casa, pero vestido de murciélago , lo que le acarrea ser ridiculizado por todos los que lo ven. A partir de ese momento Falke planea la venganza. Con este antecedente se desarrolla la acción en un lugar de vacaciones cercano a Viena, en la víspera de la Navidad, hacia el año 1870.
4. El Murciélago se basa en una comedia alemana de Julius Roderich Benedix, llamada "La Prisión” que a su vez se basa en un voudeville “Le Réveillon” de Henri Meilhac y Ludovic Halévy. Fue traducida al alemán por Carl Haffner y Richard Genée PERSONAJES: Rosalinda : Esposa de Eisenstein, bonita, joven mujer cansada de su marido por estar siempre mirando a otras mujeres. Gabriel von Eisenstein: Esposo de Rosalinda y amigo de Falke, un romántico coqueto que vive para hacer bromas. Cuando la ópera comienza él ha sido sentenciado a cinco días de prisión por una ofensa civil. Dr. Falke: Un hombre inteligente que ha sido humillado en el pasado por su amigo Eisenstein y ha decidido vengarse en la próxima fiesta. Alfredo: Un cantante de ópera y viejo admirador de Rosalinda, incurablemente romántico y egoísta.
5. Adela: Sirvienta joven y bonita en la casa de los Eisenstein. Ida: Hermana de Adela y bailarina de ballet. Príncipe Orlofsky: Un Príncipe Ruso joven y rico que organiza las fiestas más extravagantes en Viena, pero que todo le aburre. Frank: Director de la prisión. Frosch: Carcelero borracho. Dr. Blind: Tartamudo e incompetente abogado de Eisenstein. Lugar y época: Viena, siglo XIX.
6. Genug Damit Genug Einen Walzer spiel uns auf! Ya es suficiente! Ahora que toquen un vals!
7. PRIMER ACTO El primer acto transcurre en la casa del señor Eisenstein. Adele, la criada, ha obtenido de su hermana Ida, que es bailarina de ballet, una invitación a un baile en el palacio del príncipe ruso Orlofsky. Por lo tanto, no sólo tiene que inventar ante Rosalinde la excusa de que debe cuidar por la noche a una tía enferma, sino que debe sustraerle un hermoso vestido a su ama. Sorprendentemente, Rosalinda concede la autorización solicitada, con más prontitud que de costumbre. Su esposo, Gabriel von Eisenstein, debe presentarse esa noche en la prisión para cumplir una leve condena por ofensas a la autoridad. En la calle se oye la victoriosa voz de tenor del cantante de ópera Alfred, su antiguo admirador, que le canta una serenata.
8. Eisenstein está furioso porque un descuido de su abogado, el Doctor Blind, lo obliga a cumplir el castigo, pero su humor mejora visiblemente cuando el notario, el doctor Falke, su amigo y compañero de numerosas aventuras, va a invitarlo a la fiesta de Orlofsky. Eisenstein se viste de gala, lo que no deja de sorprender a Rosalinda. ¿De frac a la prisión? Eisenstein se despide con ternura, aunque muy distraído, de su esposa, que a causa del canto de Alfred en la calle tampoco está demasiado atenta. La melodía («Oh, cómo me conmueve esto...») que Strauss inventó para la situación, describe ésta perfectamente. Sospechosamente alegre, Eisenstein se dirige a la prisión. Aunque sin imaginar que será la víctima, pues Falke, a quien una vez, después de un baile de máscaras, hizo volver a casa disfrazado de murciélago en pleno día, ha tramado un plan para vengarse.
9. Apenas se ha ido el señor de la casa, entra Alfred. El cantante, que desde hace años pretende a Rosalinda, aunque con escaso éxito, comienza a ponerse cómodo en la casa de Eisenstein, a pesar de las protestas, no muy enérgicas, de la mujer. Beben tranquilamente mientras entonan la canción que tanto por el texto como por la melodía se ha vuelto casi proverbial: «Dichoso quien olvida lo que no se puede cambiar...». Una filosofía de la vida objetable, pero conveniente. El idilio es interrumpido un poco bruscamente. Llega Frank, el director de la prisión , para poner personalmente entre rejas a su ilustre huésped, el señor von Eisenstein. Lo encuentra arrullándose con su esposa, pues tiene que ser aquel hombre, ¿quién otro podría a tales horas...? Alfred vacila un instante, pero no puede comprometer a Rosalinda . Se deja llevar a la prisión, no sin despedirse con afectuosos besos de su esposa.
10. SEGUNDO ACTO En el acto segundo aparece la fiesta del príncipe Orlofsky, cuyos principios pseudoliberales están acertadamente caracterizados en su canción «Chacun a son goüt». Todos lo pasan estupendamente menos él, que a pesar de sus riquezas o tal vez a causa de ellas vive en constante aburrimiento. Sin embargo, Falke le ha prometido para esa noche una agradable sorpresa. Le presentan a el marqués Renard, que no es otro que Eisenstein. Se encuentra con una bella mujer que podría confundirse con su criada Adele y que además parece llevar un vestido de su esposa. Pero cuando le dice lo que piensa sufre un vergonzoso desaire, pues la joven lo pone en evidencia delante de todos los invitados con una canción burlona, ¡Mi señor marqués, un hombre como vos debería entenderlo mejor!
12. Inmediatamente después, la atención del marqués pasa de la supuesta Adele a una condesa húngara , que va enmascarada y a la que Falke le presenta con grandes elogios. Su vieja sangre de aventurero comienza a hervir. Cree que podrá conquistarla con la ayuda de un pequeño reloj con cuyo segundero quiere contar los latidos de su corazón; pero la «condesa» no sucumbe a sus artes de seductor, al contrario: antes de que se dé cuenta, se apropia del reloj. Entonces la «condesa» lo invita, ante la expectación de los presentes, a una czarda, un baile húngaro. La fiesta se acerca a su punto culminante. Llega un nuevo invitado, el «caballero» Chagrín, bajo cuyo disfraz se oculta Frank, el director de la prisión.
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14. Su encuentro con el marqués de Renard pone de manifiesto que ninguno de los dos habla más de cinco palabras en francés, pero este impedimento no puede turbar la creciente simpatía entre ambos. Bailan con la mayor alegría uno de los más espléndidos valses de Strauss . Incluso beben por la amistad, se abrazan y cuando la fiesta llega a su imprevisto final (son las seis de la madrugada), prometen volver a verse pronto. En medio del alboroto de la fiesta no sospechan con cuánta rapidez y en qué circunstancias lo harán.
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16. T ERCER ACTO El acto tercero transcurre en la prisión. Frosch, el carcelero, ha bebido, en ausencia de su jefe, más de lo que puede soportar. Frank regresa del baile y tampoco se tiene muy firme ; quisiera dormir un poco en su despacho, pero la prisión comienza a animarse. Primero aparece Adele, que ha averiguado quién es el señor que le ha prometido ayudarla en la carrera artística con que sueña; Con un aria convence a Frank de su talento. Luego aparece el marqués . Gran escena de saludos. Confesiones mutuas que provocan carcajadas: ¿Frank no es «caballero», sino director de la prisión? Eso puede pasar. Pero ¿es Eisenstein el marqués?
17. No, ¡eso es ir demasiado lejos! ¡El nuevo amigo inventa cosas increíbles! Pues Eisenstein está encerrado desde primeras horas de la noche . ¿Encerrado? ¿Dónde? En una celda. Frank en persona lo detuvo antes de ir a la fiesta y lo llevó allí. Eisenstein estalla en carcajadas, pero cuando conoce las circunstancias, se queda perplejo. Entonces llega Rosalinda . Quiere divorciarse de un esposo que se entusiasma con tanta facilidad por las bellezas desconocidas. Eisenstein protesta. Pero Rosalinda saca el pequeño reloj del bolsillo. Ella era la condesa húngara. Gran escena, pero por suerte ambos esposos tienen algo que perdonarse mutuamente. Ello permite que todo termine bien. La venganza del murciélago ha dado ocasión a una entretenida comedia.