1. UNIVERSIDAD ALBERTO HURTADO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA
GRIEGO I
Profesor: Diego Honorato
Ayudante: Agustín Lavoz (egomortem.musique@gmail.com)
Blog de ayudantía: ayudauah.blogspot.com
LOS CASOS EN GRIEGO Y SU EQUIVALENCIA EN ESPAÑOL
Los llamados ‘casos’ en lenguas clásicas -como el griego, el latín y otras lenguas
indoeuropeas- corresponden a las distintas formas desinenciales (o de término de palabra)
que tanto sustantivos, adjetivos y pronombres pueden adoptar para expresar su función
gramatical al interior de una oración. Así, por ejemplo, si el español -al igual que otras
muchas lenguas modernas- suele normalmente, aunque no exclusivamente, distinguir la
función de un complemento por su posición con respecto al verbo o al núcleo de la frase;
el griego y el latín, en cambio, lo hacen por la desinencia de la palabra, es decir, sin
prestar mayor atención al lugar que ésta ocupa en la sintaxis (u orden) gramatical de la
oración. Un ejemplo:
a- El barco de los hombres.
Aquí el núcleo de la frase es el sustantivo ‘barco’ que está siendo modificado por
el complemento del nombre: ‘de los hombres’. En castellano, por cierto, es fácil
reconocer de qué complemento se trata (‘genitivo’ en griego y latín). Para eso basta notar
que, primero, como su nombre lo señala, está modificando a un sustantivo, y segundo que
este complemento va normalmente introducido por la preposición ‘de’.
Sin embargo estas cualidades (la importancia enorme del orden de las palabras y
el uso significativo de preposiciones) suelen dar a las lenguas europeas modernas –y
dentro de ellas el español – una rigidez a su sintaxis que las lenguas clásicas nunca
poseyeron. Así quien en el uso corriente del lenguaje invirtiera el orden del ejemplo
propuesto y dijera ‘de los hombres el barco’ sería con seguridad blanco de más de alguna
mirada sospechosa o de burla. En griego, en cambio, precisamente por el uso de
desinencias y casos tenemos que la misma frase es asombrosamente más dúctil:
2. b- b.1- το πλοιον τῶν ἄνθρωπων
b.2- το τῶν ἄνθρωπων πλοιον
b.3- το πλοιον το τῶν ἄνθρωπων
b.4- τῶν ἄνθρωπων τῶν το πλοιον
Para el hablante griego clásico (siglo V y IV) cualquiera de estas alternativas le
resultaba igualmente natural y significaban para él básicamente lo mismo: ‘el barco de
los hombres’ (si bien, es claro, con distintos matices según el acento recayera o bien en
‘lo’ poseído o bien en ‘quien’ posee). Lo que nos importa aquí, sin embargo, es que tal
flexibilidad en el orden gramatical proviene en gran medida de que el griego es una
lengua desinencial. Por lo mismo es fácil entender cuán importante resulta su correcto
aprendizaje: ¡Quien no sepa reconocer ante qué caso está, no podrá dar una correcta
lectura del pasaje en cuestión!
Pero ¿cuántos casos posee el griego y cuál es su equivalente en español? La
lengua griega, como veremos durante este curso, posee cinco casos respectivos (el latín
seis) que son: vocativo, nominativo, acusativo, genitivo y dativo. Indicaremos
brevemente cuál es su significación esencial.
a) Vocativo: al igual que en español este caso se ocupa para dirigirse a una
persona o cosa generalmente como exclamación o llamado de atención.
Morfológicamente es muy similar al nominativo y posee cierta independencia
frente al resto de la oración (puede sacarse sin alterar su significación). Suele ir
encabezado por una partícula exclamativa ὦ: ὦΖευ ὦ Δικαιόπολι.
De todos los casos es el menos frecuente.
b) Nominativo: indica el sujeto de la oración y concuerda con el verbo en
número. Los artículos y adjetivos que modifican al sustantivo concuerdan con él
en caso, género y número. En el caso anterior το πλοιον, barco, es el sujeto
(nominativo singular neutro) con su respectivo artículo , el(también nom. sing.
neutro).
c) Acusativo: de modo general indica el objeto o la acción que completa la acción
del verbo. Corresponde en español al complemento directo. Ej.: Pedro regaló una
lapicera. Pedro la regaló.
Una vez identificado el verbo y su correspondiente sujeto, este será el primer
‘caso’ que deberás buscar (acusativo sin preposición en primer lugar, y luego, en
caso de que no hubiera, con preposición).
d) Genitivo: cuando acompaña a un sustantivo como en el caso de arriba
corresponde en español al complemento del nombre (si bien puede indicar
3. posesión, origen, etc). Ej.: τῶν ἄνθρωπων (genitivo masc. plural): ‘de los
hombres’. No obstante su uso puede variar considerablemente en significación
cuando acompaña a ciertos verbos o preposiciones. (Uno de sus usos más
frecuentes es el llamado ‘genitivo partitivo’. Así por ejemplo, cuando en
castellano decimos que ‘ellos tomaron parte del botín’, en griego por medio del
genitivo podría naturalmente elidirse ‘parte’ para decir más simplemente ‘ellos
tomaron del botín’ siendo evidente que no tomaron todo el botín, sino tan sólo una
parte de él.)
e) Dativo: el dativo en su modalidad más simple corresponde al objeto indirecto o
al complemento indirecto en español. Es decir equivale a quien recibe el objeto o
la acción realizada por el verbo. Ej. : Pedro regaló una lapicera a Verónica. Pedro
le regaló una lapicera. Sin embargo, también el dativo en ciertas ocasiones puede
adoptar –entre otras funciones- un rol instrumental o de locativo asumiendo
entonces funciones que nosotros referiríamos en castellano como complementos
circunstanciales (de instrumento y lugar).
* Como resultará evidente a lo largo del curso estas equivalencias sólo tienen un
valor aproximado y buscan dar ciertas pautas muy generales acerca de qué
entender por cada uno de estos casos. Su significación y función como lo hemos
expresado brevemente en los casos genitivo y dativo pueden variar notablemente
según qué verbo o qué preposición acompañen.
** Los casos vocativo o nominativo nunca se relacionan con preposiciones y
siempre cumplen el mismo rol en la oración. Acusativo, genitivo y dativo sí lo
hacen y por tanto tienen una amplia gama de usos y sentidos.