9. Si tienes un corazón vetusto, cansado o asustado, revive; la navidad es entusiasmo
10. Si tienes un corazón vacío, llénalo; navidad es necesidad
11. La navidad se esparce como una fragancia inconfundible y grata por los montes de Diciembre como el aroma de un enorme aerosol
12. La navidad sabe y huele a bondad y a paz serena, a sortilegio, a compañía y a bellos silencios largos. A villancicos de niños, a alegrías susurradas, a ocultar ilusiones de colores mantenidas frescas en las bodegas del anhelo.
13. La navidad engendra cada vez la fuerza incontenible de iluminar las almas con faroles de amor y esperanza para armar en un corazón con penas, todo un pesebre de luces y riachuelos para que naveguen hacia la mar las naves del miedo, el odio y el rencor.